4. Felices los cuatro.

Actualización (2/2)

Me tomé un momento en la sala para limpiar mi rostro y retocarme el maquillaje, solo entonces entré al patio intentando localizar a Denver, le inventaría una excusa y tomaría un taxi, no podía estar aquí, mucho menos en la casa de Calvin, demonios, el mundo era un pañuelo.

Una chica tropezó conmigo, nos disculpamos al mismo tiempo, cuando de repente ambas nos miramos y no oculté mi desconcierto.

— ¿Rachel? —Murmuré— ¿Que carajos haces aquí?

Ahora que lo pensaba desde que salió ayer, no la había vuelto a ver, ella prácticamente se la mantenía con su chico rico y desde entonces casi no paraba en la casa.

—Sigo de fiesta con mi chico —dijo ampliando su sonrisa—, ven te lo voy a presentar...

Me tomó la muñeca y cuando iba a arrastrarme se detuvo en seco cuando casi chocamos de frente con Calvin, maldición, nuestras miradas se enredaron y casi pude ver toda nuestra historia como una película en mi mente.

Maldito infeliz.

—Claus, él es Maximus —dijo Rachel—, es mi chico.

¡¿Qué?!

No, eso era imposible, habían casi 19 ciudades en Gran Vigor, que Rachel se hubiera mudado a Los Vinos, que yo hubiera conocido a Denver, me parecía una absurda coincidencia, apenas yo tenía un mes aquí, maldición, esto debía de ser una pesadilla.

Una cruel pesadilla.

— ¿Él es tu chico? —dije como si me hubieran mutilado la lengua, mi garganta estaba reseca, quería vomitar.

— ¿Tú la conoces? —murmuró Calvin sin apartar la mirada de mí, parecía un reflejo de mi perplejidad.

—Es mi mejor amiga desde la universidad —respondió Rachel pareciendo de repente confundida—, ¿Por qué? ¿Se conocen?

¿Que si nos conocemos?

¡¿QUE SI NOS CONOCEMOS?!

Ella no lo sabía, o más bien, creo que nadie sabía lo que me había hecho Calvin, jamás quise contárselo a nadie, era un secreto que quería hacer desaparecer de mi vida, suprimirlo, fingir que jamás ocurrió.

Pero ese era el problema, sí ocurrió.

Sentí una mano aferrarme la cintura y me sobresalté, cuando voltee me encontré a Denver, su sonrisa fija en su rostro, pero parecía interesado en nuestra incómoda conversación.

—Sí, ya nos conocíamos —dijo Calvin a Rachel—, Claus era mi vecina, cuando éramos niños.

— ¿Eran vecinos? —indagó Denver.

—Sí, en Barcelona —dije—, en un pueblo al oriente llamado San Cribar.

Podía notar la mejilla de Calvin roja donde le había dado la bofetada, cuando nuevamente nuestras miradas se cruzaron, tuve que obligarme a fijar la vista en Denver.

Maldición, cálmate Claus.

— ¡Imagínate! Y ahora nosotros estamos saliendo —dijo Rachel abrazando cariñosamente a Calvin por la cintura—, es como si fuéramos una familia.

Nunca desee tanto jamás haberme mudado con ella.

Nunca desee tanto desaparecer de un lugar.

—Deberíamos tener una cita doble —sugirió Denver.

Ante el rostro perplejo de Rachel recordé que no le había ni siquiera hablado de Denver más que: “conocí un chico lindo en el funeral.”

—Rachel, él es Denver, lo conocí en el funeral —dije—, ¿Recuerdas?

—Cómo olvidarlo —Rachel sonrió—, no paró de hablar de lo lindo que le parecías.

Denver soltó una carcajada y me dio un beso en la frente, pude sentir la mira de Calvin sobre nosotros, y me sentía espectacular hacerle saber que tenía pareja.

Puto.

—Yo tampoco dejé de pensar en ella —confesó Denver.

Debía derretirme ante sus palabras, pero lo único que quería era irme de aquí.

— ¿Qué les parece si mañana como a las ocho salimos a Rito Bar? —Dijo Rachel—, a esa hora ya Claus habrá salido del trabajo y nos podemos encontrar todos allá.

¿A un restaurante? ¿Los cuatro? ¡No!

—Me parece una buena idea  —dijo Denver—, ¿Que dices Santa?

Mala, malísima, ¡es una idea horrible!

—Perfecto —intenté que mi voz sonara animada, pero cuando crucé una mirada con Calvin me di cuenta que la idea le parecía igual de atroz que a mí.

Rachel estaba saliendo con el que fue alguna vez Calvin, el mismo idiota que me rompió el corazón. No sabía exactamente como sentirme al respecto.

Tuve que disimular pasarla genial con el resto de las personas que me habían presentado, pero cada vez que miraba a Calvin, su mirada chocaba con la mía como si fuéramos un reflejo.

Los recuerdos me invadieron y no podía seguir ahí, así que me disculpé con Denver y le dije que no me sentía bien.

—Agarraré un taxi —prometí cuando me acompañó a la entrada principal de la casa.

—Puedo llevarte —insistió—, no hay problema, también quiero irme, necesito descansar un poco.

Lo miré con una débil sonrisa, Denver paseó sus ojos por mi rostro y sus manos envolvieron mi cintura para acercarme contra su pecho, cuando se agachó supe que quería un beso, y mi mente estaba tan revuelta que solo me quedé quieta, esperando el momento.

Cuando sus labios chocaron los míos, pude recordar que ya Calvin no era parte de mi vida, que era el pasado y quería que Denver fuera mi presente, ya no tenía por qué dejarme envolver por sentimientos viejos. Con su lengua obligó mi boca a abrirse y yo la acepté gustosa deleitándome en las sensaciones que había intentado dejar de sentir por mucho tiempo.

Creo que esta vez, le daría una oportunidad al amor.

Se escuchó un carraspeo, me sobresalté y me alejé de Denver, sin embargo él no me soltó, volteamos encontrándonos a Calvin mientras se acercaba a nosotros con las manos dentro de sus bolsillos, sus ojos verdes parecían fundirse en el azul, sus tatuajes dándole un aspecto más rebelde.

Joder, seguía siendo tan atractivo.

— ¿Ya se van? —preguntó.

—Sí, voy a llevarla a casa, Santa no se siente muy bien —dijo Denver acariciando mi cabello y yo apoyé mi cabeza de su pecho apropósito, sintiendo como Calvin nos observaba, su rostro no tenía expresión, nunca desee leer tanto la mente.

—Es porque tienes que enviar la planilla —dijo Calvin—, es urgente, quieren que lo enviemos lo antes posible...

¿Qué planilla?

—Bueno, llevo a Santa y vuelvo —propuso Denver.

—No, debemos enviarla en media hora, la última planilla que falta es la tuya —dijo Calvin.

Podía percibir la incomodidad de Denver, casi quise girar los ojos, ¿acaso Calvin no quería que me fuera?

Me iba a ir de cualquier manera.

—Yo tomaré un taxi, ¿está bien? —Miré a Denver intentando mostrarle una sonrisa— me siento un poco mejor, no te preocupes.

Y por «un poco mejor» me refería a: «Me voy a desmayar si no salgo de aquí ahora».

— ¿Estás segura? —Preguntó Denver, afirmé con la cabeza, él soltó un suspiro y me dio un leve roce de labios— te llamaré.

Esperaba que lo hiciera, y a la vez no quería volver a verlo, era amigo de Calvin, trabajaba con él, joder.

Le guiñé un ojo y le hice un gesto a Calvin de despedida para intentar aparentar que él ya no era importante en mi vida, sin embargo él no hizo ningún gesto en respuesta y no despegó la mirada de mí hasta que me fui.

¿Qué mierda acaba de pasar?

CALVIN CRAFT

Claus cerró la puerta de mi casa dejándome completamente aturdido, todavía sentía que me había metido en una película o un mundo paralelo. Su cuerpo ahora tenía unas curvas peligrosas, y su rostro se había vuelto por completo una atracción letal, debía dejar de pensar en ella porque o sino andaría con una erección vergonzosa ante todos mis amigos.

— ¿Dónde está la computadora? —preguntó Denver acercándose a mí, casi me olvidé la excusa que había inventado para que no llevara a Santa Claus, pero al parecer ella ya no quería respirar el mismo aire que yo.

Lo entendía, había enviado una foto de ella desnuda, ahora todo encajaba, el por qué nunca me respondió los mensajes, él porqué me bloqueó de sus redes sociales.

Pero conocía a Louis, siempre habíamos sido competitivos, no era la primera vez que nos enviábamos fotos de chicas desnudas, solo tenía en la mente hacer que Louis se tragara sus palabras y supiera que podía obtener todo lo que quería, darle entender que era mejor que él y que todos.

Lo admitía, era un imbécil y lo confesaba, jamás creí que Claus se enteraría, por eso lo hice, si ella no sabía, no le dolería.

Pero lo supo.

—Arriba, recuerda llenar tus datos y enviar la planilla del campamento —dije como si me interesara ayudarlo, siempre había detestado a Denver, era arrogante, charlatán y siempre hablaba de sus aventuras sexuales, todas las mujeres que lo acompañaban eran putas, hasta que se apareció con Claus y la miraba como si de verdad estaría dispuesto a casarse con ella.

No sabía por qué me molestaba pensar en los labios de Denver sobre Claus, tan solo saber que se hubieran acostado o que él la hiciera gemir de placer me hacía hervir la sangre.

—También anotaré a Santa —dijo Denver mostrándome una irritable sonrisa—, ella quiere participar en el campamento, ¿acaso no encontré una joya?

Un momento.

¿Qué Claus también iría? Oh vaya... una semana con Claus en el bosque, la idea de volver a estar con ella me desestabilizó por un momento, pero luego recordé que Denver estaría ahí y él estaba saliendo con Claus.   

Apreté los puños observando como Denver se iba hacia las escaleras, como si la felicidad no pudiera contenerla, me enfurecía.

Los sentimientos que siempre oculté hacia Claus estaban volviendo a surgir y lo odiaba porque nunca sentí algo tan intenso como cuando estaba con ella, por más que intenté negarlo parecía hechizado.

Mierda.

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★†★
¡Holaaa! Feliz fin de semana♥ ¿que piensan? Ahora Calvin es el chico de la amiga de Claus y Claus chica del amigo de Calvin ahahahhaha ¿qué creen que ocurrirá en el campamento? Me da curiosidad😂😂😂

En otras noticias, Gracias por sus felicitaciones, creo que primera vez amé cumplir años, me hicieron sentir como alguien especial por primera vez en toda mi vida y lloré como una estúpida leyendo sus comentarios😌😂😍😍😍

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