9. ¿Paranoia?

Esa mañana Jericho comía cereal con kilia en la mesa del comedor, se sentía extraña.

No había nadie más, ni nada en esa habitación ni en toda la casa... entonces ¿y esta sensación que es? Ya había cerrado las ventanas, la puerta, apagado los teléfonos y reviso todo.

Había encerrado a kilia en su habitación y se había mantenido atenta a todo, siendo sigilosa hasta para caminar, escuchando atenta todo a su alredor. Estaba inquieta, sentía que algo estaba mal, parece que hoy no iría a cantar ni le enseñaría algo a kilia.

Escucho que alguien tocaba la puerta y paro en seco... miro la puerta sin saber que emociones tener pero si preparándose para lo peor. Se acercó a la puerta y tomó el florero que tenia en la mesa escuchando que tocaban otra ves.

-¿Hola? ¿Señorita?... parece que no hay nadie en casa, tendré que dejar las facturas de la casa bajo la puerta... -Jericho suspiró en silencio, era un simple trabajador que se iba.

¿Que le pasaba? Estaba muy alterada, debía calmarse.

Pero también debía pagar esa factura que tenia ahora bajo sus pies.

-Kilia, iré a pagar la factura, no salgas por favor -tapo bien su cara y su cuerpo despidiéndose de la niña para salir de casa.

Caminaba con cautela por la calle sintiendo una pequeña picazón en su garganta, se iba a enfermar, le mejor era comprar algunas cosas sanas con el poco dinero que tenia y quedaría de la factura.

Pago la factura pero el dinero no le alcanzó, por lo que resignada siguió con su camino algo triste. En su camino por estar mirando al horizonte se torció el tobillo, aun podía levantarse pero cojeaba.

En su camino de vuelta a casa se encontró con ban, quien al verla comenzó a hablar con ella y acompañarla devuelta a casa. En cuanto capto que ella caminaba extraño (lo cual fue enseguida) se ofreció a llevarla en su espalda.

Y ella algo sonrojada no pudo negarse.

Ban le subió con rapidez a su espalda y puso sus manos bajos sus muslos, Jericho se sonrojo un poco mas y ban solo reía ingenuo, no le tomaba importancia. Así fue como llegaron a casa, y kilia al verlo, no dudo en jugar con él un rato.

Derritiendo con una linda imagen el corazón de Jericho.

....

2

días después y efectivamente, Jericho se había enfermado un poco. No había podido ir a cantar porque estaba bastante mal, tampoco podía salir, ya que estaba bastante débil y sin mencionar de que estaba en sus días.

Kilia le había ayudado lo más que podía en casa, pero seguía notando algo extraño en Jericho.

Ella seguía preocupada mirando a puntos cielos y se estremecía al escuchar algún sonido, se veía algo estresada e irritada. Kilia ya no sabia que hacer para poder distraer a jericho, pero trataba de hacer lo mejor.

Los días seguían pasando, paras era exactos pasaron 3 y jericho se desplomo en la cocina.

-¡Jeri, Jeri! ¡¿Te encuentras bien?! -Kilia se acercó asustada a ella, tocandole la cara viendo como temblaba y se quejaba- ¡...! ¡Tienes fiebre! Dios mio ¿Puedes ponerte de pie? Debes descansar, podría llamar a guila o a merlin...

Jericho se puso de pie tambaleándose un poco siendo guiada por la niña hasta su habitación. Ella negó con la cabeza, sentía que daba vueltas y que le habían golpeado, sus piernas sedian y se endurecian de repente y su mirada se dividía.

Tenia mucha fiebre.

-Pero ¿Entonces Cómo se supone que te ayude? Soy una niña, aun no puedo llegar a los estantes de arriba Cómo tu, no se que hacer y no estas en condiciones de moverte -Kilia le hizo sentarse sobre la cama mirándola con preocupación.

-Yo... estaré bien solo necesito dormir, relájate -acarició el cabello de la niña sonriendo levemente, se acostó en la cama respirando con dificultad y quedándose dormida en cuestión de minutos.

Kilia le miraba sin saber que hacer, sabía que debía hacerle una sopa o darle alguna pastilla, pero no sabia cocinar ni medir los tiempos, nisiquiera llegaba a lo más alto de los estantes.

Necesitaba ayuda pero si la buscaba o la llamaba, Jericho se iba a enojar mucho con ella...

¿Que debía hacer?...

Se sentó aún lado de la cama mirándo el suelo con preocupación, hasta que escucho que tocaban la puerta. Solo se quedó mirándola, no iba a abrirle a un desconocido.

Pronto el desconocido detrás de la puerta se fue, pero a los minutos, algo se escuchaba en la ventana de la sala... Como alguien forsegeando.

Jericho al sentir a alguien mas que kilia en la casa abrió los ojos y como pudo tomó un bate que tenia debajo de la cama, puso a la niña detrás de ella y con la respiración errática se preparó para batear aquel que entrara por esa ventana.

-¡...!

Jericho se detuvo con sorpresa viendo quien subía por la ventana se le quedo viendo algo asustado y con preocupación. Era ban, pero ¿que hacia aquí?.

-¿Qué....?

-Antes de que pegues ese bate en mi rostro y me dejes deforme -soltó con algo de susto ban sin subir por completo a la ventana- venía a ver si estabas bien, no has venido al bar ni a la taberna. Supuse que algo había pasado y decidí visitarte, pero parecía no haber nadie... Y quería saber si era asi.

Ban no estaba mintiendo, solo se quedó colgado en la ventana viendo a la chica, ella no parecía estar bien, parecía muy enferma...

-Estas loco... ¿Porque tratas de entrar por la ventana? ¿Acaso te quieres morir? Pensé que eras un ladrón. -Jericho soltó el bate- me alegra que te preocupes por mi, pero no hagas eso de entrar a casas que no son tuyas por "Preocupación". Kilia ayúdale a subir.

La niña hizo lo pedido y ban se quedó viendo a Jericho un segundo, traía en sus manos una bolsa con unas cuantas frutas y verduras.

- ¿Te encuentras bien? Pareces enferma.... -Ban soltó su preocupación.

-¡Y lo Está! -Hablo kilia ganándose una mirada retadora de Jericho- tiene fiebre, hay que hacerle una sopa o hacer que tome una pastilla por lo menos, pero ella esta muy débil ahora y yo soy muy pequeña para hacer eso....

Jericho negó poniéndose de pie, tambaleándose, ambos le miraron con preocupación.

-Puedo hacerlo yo. -Soltó algo mareada.

-¡No! ¡Tu no puedes caminar bien! Nisiquiera ves del todo bien -detuvo kilia tomándola de la mano.

-¿Qué clase de hermana mayor sería si no puedo levantarme de un resfriado? -La fémina trato de caminar hacia la cocina pero cayó enseguida gracias a un mareo, por suerte cayó en el pecho de ban, asique estaba bien.

Solo algo sonrojada al igual que él por la situación.

-Yo... Yo puedo hacer la sopa, soy buen cocinero. Descansa Jericho, kilia y yo te haremos una rica sopa y tomarás una pastilla -Ban sonrió sentando a jericho en el sillón miro a la niña y le extendió la mano desde la cocina, ella le siguió.-¿Está bien? .

-... Si. -no se iba a mentir, estaba preocupada por lo que esos 2 podían llegar a hacer, aumentando su dolor de cabeza.

Más al ver cómo cocinaban con alegría y jugaban mientras terminaba la sopa, se relajo un poco. Ban veía a kilia como se hermana menor, incluso la trataba como eso, jugando con ella mientras las sopa se hacía y entreteniendo también a jericho.

Una canción sonó en el televisor, la niña menor se encontraba bailando esta con ban de forma boba. Jericho río por la vista, por un momento olvido todo, por un momento sintió que era libre.

Por un momento, sintió que podía tener una vida normal y hacer lo que siempre había querido.

Por eso, con una sonrisa cerró los ojos. Sintiéndose segura; Ban estaba allí, todo estaría bien. No tenía idea de porque pensaba eso, pero su corazón se llenaba de paz pensándolo. Se quedó dormida.

Ban que estaba jugando con la niña, a los minutos sintió el silencio de la mayor y al mirarla se sorprendió. Para tener fiebre ella estaba durmiendo tan pacíficamente... Ban sonrió.

-Kilia, se durmió -Rió en vos baja haciendo reír también a la menor.

-Llévala a su cama.

-Está bien, pero apaga la estufa. -Dijo acomodando a la fémina mayor en sus brazoso, de forma frágil para que no despertará y sin hacerle daño.

-¿No se enfriara mientras despierta? -Ban negó.

-La despertaremos cuando este tibia, dejaré que duerma por ahora. Se ve cansada -Kilia asintió con una sonrisa.

Ban le devolvió la sonrisa y camino hasta la habitación de la mayor. Estaba feliz de ser de ayuda y saber que Jericho estaba "bien" le tranquilizaba a niveles extraordinarias.

En estos días había estado tan preocupado por ella que apenas podia comer, sus días se resumian en él pensando en Jericho y debes en cuando que su novia tomará las pastillas, pero más en Jericho. Ahora estaba feliz se saber que ella estaba asalvo...

Puso a la chica delicadamente sobre su cama, ella sonrió al sentir comodidad y se acomodo, ban solo le miro desde la esquina de la cama. Feliz, enamorado, cómodo.... Podría acostumbrarse a esta paz, Jericho alparecer no tenia ningún problema en dejarlo entrar a su mundo, él quería... De alguna forma....

-Intentarlo... -Susurró con una sonrisa saliendo de la habitación y cerrando la puerta detrás de él.- Kilia ¿Hiciste lo de la estufa?.

La niña asintió en el sillón, le miraba con una sonrisa. Ban se sentó a su lado mirándole curioso.

-¿A que se debe tu sonrisa? ¿Me harás usar tutu mientras tomamos te de mentiras? -La niña río negando y sentándose bien en el sillón, mirando la televisión, parecía nerviosa a un lado de ban- ... ¿Pasa algo?.

Kilia negó para después decir.

-Yo... Estoy feliz al verte, porque tu... Tu eres bueno con jeri, ella es como una mamá para mi, y verás... -Kilia le miro con un brillo en los ojos- Yo no tengo padre, pero otros niños si. Quisiera tener uno, no me importa si no es de mi misma sangre porque padre no es el que engendra, es el te cría y apoya... ¿Podrías... ser mi padre?... -Ban se quedó estupefacto al ver a la niña decir eso con una sonrisa.

Recordó su niñez, como un bandido le crío en el barrio abajo y entre burdeles le saco de allí para ser su "padre adoptivo". El hombre en su tiempo le había dicho eso mismo, conmoviendo su corazón y dejando allí grabada esa frase, cambiando su forma de pensar.

Ban sonrió poniendo una mano sobre la cabeza de la niña, acariciandole y dándole un pequeño abrazo.

-Si Jericho esta dispuesta, puede ser -Había esperanza, por eso ambos tenían una tonta sonrisa mientras veían el canal de niños.

Minutos después era hora de despertar a jericho para que viniera a comer su sopa, se había enterado gracias a kilia que ella estaba algo paranoica estos días, pero que se había puesto mejor ahora que ban estaba allí.

Eso le lleno de confianza para despertar a la chica con una sonrisa y quizás quedarse allí todo el día.

Cuando se acercó a la cama vio el celular que estaba aún lado de esta, era de gama baja pero aun así dactil. Estaba encendido por un mensaje, se acercó y le dio cancelar para que no se descargara, conocía esos mensajes de la empresa que había hecho el celular.

Hacían que tu teléfono estuviera prendido hasta que vieras el mensaje.

En fin, al cancelar el mensaje vio que el teléfono estaba desbloqueado, alparecer ella no tenia seguridad en él o la había desactivado el mensaje. Entonces algo de curiosidad se instaló en él, sabía que no debía hacer eso pero... comenzó a ver su galería.

Había cosas de una persona normal.

Fotos de trabajo, construcciones, animales, y de kilia... La carpeta más grande era de kilia, y las fotos más viejas eran ella de bebé. Se lleno de ternura, solo terminaria de ver las imágenes de esa carpeta y se iría como si nada.

Bajando para ver las fotos más viejas se encontró con 2 que le dejaron sorprendido: Una imagen de alparecer kilia recién nacida, y la más vieja de todo el teléfono y de las imágenes allí...

La vio de cerca, era en la camilla de un hospital... Jericho sonreía casanda y con algo de dolor. Y tenía un gran bulto en su estómago, acariciandolo...

Ban trago sin saber que pensar, era Jericho en la camilla de un hospital, embarazada, alparecer apunto de dar a luz.... El chico entonces comprendió la relación de kilia con Jericho, eran madre e hija, solo que ella se lo tenia bien escondido al igual que al mundo.

No le interesaba saber porque.

Si ella se lo diría ya seria su problema. saco el celular de galería y lo apago dejándolo en su sitio.
Se levantó mirándola, ella abrazaba su vientre mientras dormía cansada. El sonrió, no le importaba transformarse en el padre de la menor, lo haría con gusto.

-Jericho, despierta, es hora de que vengas a comer -Movió un poco a la chica y ella despertó algo boba- ¿Te puedes levantar?.

-Si... ¿Ya ustedes comieron?

-Te estábamos esperando. -Jericho sonrió algo feliz y salio junto a ban, quien sonreía sin saber que le deparaba el mundo si seguía pensado en ser el padre de kilia.

Continúa

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