Capitulo Seis.

Una sacudida  hizo  que abriera los ojos, un tanto somnoliento y frustrado se incorporó en la cama. La Sra. Straw lo observaba con una ceja enarcada.

—A despertar bello durmiente, hoy tenemos mucho trabajo.

Matt gruño y se volvió a tapar con las sabanas.

—Matt…—Le advirtió la Sra. Straw volviendo a sacudir su hombro, con impaciencia.

—Solo cinco minutos más mamá… digo Carol —Gruño nuevamente haciéndose un ovillo. El viento hizo que tuviera un escalofrió cuando las sabanas se levantaron de  golpe.

—Vamos, levántate y brilla —Exclamo la abuela.

Con un suspiro frustrado se volvió a incorporar en la cama, miro hacia las muñecas de porcelana e hizo un gesto de horror. Con los pies descalzos se arrastró hacia la habitación de Melanie.

—Oh que bonita se ve mientras duerme —Murmuro observando a su amiga, ladeo la cabeza con diversión. —Sería una lástima que alguien la despierte estando tan tranquila…—Suspiro y rio entre dientes —Una lástima… ¡Melanie! —Canturreo muy fuerte —Levántate, nena.

Melanie se sobresaltó y fulmino a su amigo.

—Déjame…estaba bien hace unos segundos… 

—Apuesto a que soñabas con ese tal James ¿Eh?

La joven se cruzó de brazos.

—No, estaba soñando que caías a un pozo y no me despertabas.

—Bueno, aquí estoy, primor, así que… despiértate hoy oficialmente trabajaremos en esa cosa con los animales y eso, y para tu suerte podrás ver a al  chico de anoche.

Melanie negó con la cabeza reiteradas veces.

—Ahora que lo pienso… ¡Estoy tan cansada! —Se quejó— creo que  pesque un resfriado —se llevó una mano en la frente —Tal vez otro día —dijo echando su cabeza hacia atrás y volviendo a cerrar los ojos.

—Si no levantas tu culo de ahí traeré una jarra de agua y te lo estampare en la cara, una ducha no te vendría nada mal.

—Eres insoportable —Le escupió ella saliendo de la cama y entrando al baño, cerrando la puerta con un fuerte estrépito. Matt volvió a reír.

—Sé que me amas —le grito antes de  salir de la habitación pidiendo a dios que no se comporte así todo el maldito día.

 ***

— ¿Alguien se levantó del pie izquierdo esta mañana? —Pregunto su abuela cuando vio la cara  de pocos amigos que su nieta tenía en esos momentos.

—Creo que tiene la peste de las pesadas —Dijo Matt con la boca llena.

—Matt…—Dijo su amiga apretando el puente de su nariz —Tu voz es irritante en las mañanas.

—Auch…eso me dolió —se burló el británico llevando la taza de café a sus labios.

—Melanie, por favor ¿sucede algo? ¿Por qué tan malhumorada?

Matt trago su café y rio entre dientes.

—Ayer no fue uno de sus mejores días, Carol. Ahora quiere desquitarse con cualquier cosa que se mueva, incluso con un ser tan adorable como yo.

Melanie bufo y piso el pie de su amigo debajo de  la mesa, este se mordió el labio tratando de no quejarse de dolor.

—Bueno, que tengan un gran día hoy en la granja. James los ayudara y les indicara que hacer —menciono la abuela alzando las cejas hacia Melanie.

Matt volvió reír, recibiendo otro fuerte pisotón.

 ***

—Demonios, mujer ¿estarás de ese humor todo el día? —Exclamo Matt con una mueca en los labios mientras caminaban hacia el establo.

Melanie refunfuño y se cruzó de brazos, era verdad, anoche no había pegado un ojo, no era unos de sus mejores días. Ahora no sabía si podría  respirar el mismo aire que James.

—Cuando dije no me sentía bien, hablaba enserio —se quejó con el ceño fruncido.

—Me he dado cuenta, nena. —Se burló Matt colocando un brazo alrededor de su hombro. — ¿El plan sigue en pie? —Le pregunto a su amiga.

Melanie lo miro, confundida.

— ¿Plan? —repitió con desconcierto.

—Sí, tú y yo novios, el tal James poniéndose furioso. —El británico rio entre dientes —Adore ver su cara, ¿lo viste verdad? Estaba tan enojado cuando dije la palabra “novia” —Volvió a reír— Fue divertido. Cuando quieras repetirlo, solo dímelo –Exclamo tratando de hacer un acento sureño que le salió sorprendentemente bien.

La joven sonrió, solo un poco pero luego su expresión volvió a ser reacia cuando diviso  a James a lo lejos.

—Genial —canturreo Matt— Vamos, actuemos, de verdad me da risa su rostro enfurecido ¡Vamos! —Le suplico a su amiga —Un poco de diversión tal vez te cambie el ánimo. —Menciono con un guiño.

Melanie suspiro y se encogió de hombros, no podía negar que deseaba ver el rostro de James en esa situación.

—Buenos Días — Murmuro Melanie cuando paso enfrente de James, este asintió sin querer ver como el chico le sonreía a la castaña.

—Bueno…—comenzó a decir el británico — ¿Eres James, no? —Pregunto, el aludido levanto la mirada, cuando vio como él abrazaba a Melanie, apretó la mandíbula. —Creo que no me presente adecuadamente…Soy Matt. —Dijo con cierta arrogancia.

James volvió a asentir, mostrándose indiferente.

—Trabajaran por separado —Dijo James luego de unos segundos de silencio, Matt enarco una ceja — Melanie…—Se dirigió a la castaña —Tú y yo alimentaremos a los caballos —Sin poder evitarlo el vaquero remarco la palabra “tú y yo” y prosiguió: — Y Matt…—Dijo con cierto desprecio —Tú limpiaras eso —Dijo señalando el excremento de caballo.

El británico se atraganto, horrorizado. Miro a Melanie, esta se encogió de hombros, burlona.

— ¿Por qué tú no limpias eso? —Dijo Matt señalando el excremento — Y mi novia y yo alimentaremos a los caballos —Concluyo con una sonrisa de satisfacción.

James entorno los ojos, sin dejar de mirar a Melanie.

—No lo creo —Comento negando con la cabeza —Te di el trabajo más fácil, deberías aprovecharlo —James se encogió de hombros.

—Bien…—Mascullo Matt entre dientes. Y disimuladamente le guiño a Melanie.

—Te veré más tarde —Susurro Matt en el oído de la castaña, luego beso su mejilla exageradamente lento. Melanie miro de reojo a James, que los miraba con impaciencia.

—No me extrañes tanto, primor —Exclamo Matt cuando ellos se dirigían en el otro establo donde estaban los demás caballos. La joven sonrió y le saludo con una mano, el británico volvió a lanzarle un guiño.

James dio un respingo y siguió caminando, tratando de convencerse a sí mismo que esa cursilería no le importaba.

— ¿Qué te sucede? —Pregunto Melanie al ver la cara enrojecida de James.

— ¿Qué? —Dijo el distraídamente —No me sucede nada ¿parece que me estuviera sucediendo algo?

La castaña se encogió de hombros, y rio para sus adentros.

—El trabajo que le diste a Matt es un asco —murmuro ella luego de un silencio — Recuerdo que te odie cuando me hiciste limpiar eso.

James rio entre dientes y abrió la puerta del establo.

—Tranquila, tu novio no morirá.

Melanie apretó los labios, y observo a tres  caballos en sus respectivos lugares. No vio a Prada, pero un caballo era casi idéntico a ella, a pesar de que este tenía una mancha en el ojo derecho.

—Nunca había visto a ese caballo —Comento Melanie observándolo detenidamente.

—Es Hades.

— ¿Cada caballo tiene un nombre? —Pregunto la castaña estrechando sus ojos en James, que en ese momento la miraba fijamente.

—No, pero los que yo considero especial lo tienen.

— ¿Y este es especial…porque?

—Es el potrillo de Prada.

Melanie parpadeo y volvió a mirar al caballo, con cierta duda.

— ¿Seguro? La última vez que lo había visto era pequeño, mucho más pequeño.

James sonrió.

—Ya ha pasado un año —Dijo James sin dejar de mirarla —Eso, y que los caballos crecen rápidos.

—Muchas cosas han pasado desde que me fui.

El joven suspiro, y asintió lentamente, pero Melanie no lo estaba viendo en ese momento así que dijo:

—Muchas cosas han pasado y cambiado desde que te fuiste —corrigió en un murmuro.

—Supongo —susurro ella, llevándose un mechón de su cabello detrás de la oreja.

  ***

— ¡Jamás, jamás, jamás volveré a hacer eso de nuevo! —Exclamo Matt, pateando una pequeña roca que se ponía en su camino.

Melanie rio y engancho su brazo con el de su amigo.

—Ya…no fue tan malo —dijo ella un tanto burlona.

El británico alzo las cejas hacia su amiga.

—Bueno para ti no fue tan malo porque estabas con ese chico muy alejados de mí, haciendo no sé qué cosa. Sin embargo…—suspiro—al menos ya no estas de mal humor.

Melanie rodo los ojos y golpeo el hombro de su amigo, juguetonamente.

— ¿Qué tal si vamos por algo de comer? —Pregunto la castaña — ¡Vamos! Quita ese ceño fruncido.

—Hoy no pensabas lo mismo… —farfullo Matt cruzándose de brazos.

 — ¿Qué tal pizza? —Pregunto— ¿Quieres pizza?

— ¿Aquí al menos saben lo que es una pizza? —Mascullo el británico con falso asombro.

—Tampoco estamos en un desierto Matt, la cuidad queda a algunos kilómetros de aquí. —Menciono la joven rodando los ojos.

—Qué bueno que lo mencionas, tal vez me escape esta noche.

  ***

—Una pizza de doble queso de anchoas tamaño familiar, pero sin las anchoas, un refresco extra grande y… ¿venden esas cosas que lucen como conos  y tienen relleno de queso en las esquinas?

—Aja —murmuro la camarera con el ceño ligeramente fruncido mientras anotaba todo lo que el chico estaba pidiendo.

— ¡Genial! —Exclamo Matt— deme dos de esa clase. —Estrecho sus ojos almendra en Melanie — ¿Qué vas a comer tú?

La camarera abrió los ojos de par en par. La castaña rio ante su reacción.

—Una rebanada de pizza, la normal y un jugo de naranja. —La camarera asintió garabateando el pedido en su libreta luego enarco una ceja hacia Matt — ¿Eso es todo? —Dijo con su voz grave.

 Melanie afirmo con la cabeza, la camarera se retiró segundos después.

—Vaya, el trabajo sí que te da hambre —Se burló la chica cruzándose de brazos.

Matt se encogió de hombros, parecía algo distraído, Melanie volteo para ver cuál era la cosa tan maravillosa que veía su amigo. Apretó los labios cuando diviso a Kimberly.

—No me digas que ella te gusta —grito la castaña en un susurro.

Matt se sobresaltó, y negó levemente con la cabeza.

— ¿De dónde se conocen? —pregunto el británico, de repente interesado por saberlo.

—Er… ella estaba enamorada de James —murmuro Melanie encogiéndose de hombros.

Matt suspiro para luego rodar los ojos.

— ¿Qué tiene él que no tenga yo? Quiero decir, es guapo y todo pero… ¡mírame! Soy jodidamente sexy, tierno, divertido amable…modesto ¿es por su acento, verdad?

Melanie echo la cabeza hacia atrás y rio.

—Sí, debe ser su acento —Afirmo el británico apretando los labios.

 ***

— ¿Qué hacemos ahora? —Pregunto Matt una vez que salieron de la pizzería.

Melanie se encogió de hombros.

—No se… ¿Qué te parece ir por un helado?

 Matt sonrió radiantemente.

—Eso suena genial.

Al entrar a la heladería, el británico gruño y sin previo aviso atrajo a  Melanie más cerca, ella lo miro, confusa.

—Tiene que ser una broma —murmuro Matt en el oído de la castaña.

— ¿Qué sucede?

—No mires ahora, pero capitán celoso y su novia están al otro lado —volvió a decir.

Melanie jadeo y miro de soslayo, Matt estaba en lo correcto, ahí se encontraba capitán celoso…ejem…James y la chica de cabello negro del otro día.

— ¿Pensaran que los estamos siguiendo? —pregunto Melanie un tanto desesperada.

Matt acaricio su brazo en un gesto tranquilizador.

—Nah…—negó lentamente con la cabeza —están muy ocupados.

— ¿A qué te refieres? —Matt hizo un gesto con la cabeza para que Melanie volviera a mirar de reojo al par que en ese momento se besaban.

Hizo una mueca de asco y Matt rio.

—No seas demasiado obvia.

Se sentaron en una mesa apartada de James y la chica de cabello negro, la castaña estaba criminalmente enloquecida de celos.

—Creo que voy a vomitar —Dijo aun mirando al par.

—Melanie…—el británico rio burlón— si sigues mirándolos así pensaran que de verdad los estamos siguiendo.

La joven dio un respingo y volteo su cabeza, observando un punto fijo en la pared.

— ¿Qué vas a querer Melanie? —le pregunto Matt luego de dos minutos en donde ella solo miraba a una mosca.

—Ya no me apetece nada.

—Melanie ¡vamos! se están besando… él se puso peor cuando yo te toque el hombro.

—Chocolate. —farfullo.

Matt asintió y se levantó de la silla.

—Ya vuelvo.

Cuando su amigo salió de ahí, tuvo una excelente y desagradable vista de James y la chica que no tenía el placer de conocer aún. El reía por algo que ella había dicho, el corazón de Melanie se hundió, traidor, pensó. Se sentía traicionada, aunque James y ella nunca fueron nada, habían tenido algo. Le dolió saber que James la supero tan rápidamente, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba con otra. Hizo una mueca de dolor, se preguntó si él había reído de esa forma a su lado, se preguntó si él la quiso al menos la mitad de lo que había dicho que lo hacía. Pero la pregunta que más rondo y torturo su cabeza fue… ¿Por qué la olvido tan rápido? Después de todo solo había pasado un año y dos meses para ser exactos, y ahora ella se sentía una estúpida por estar cada minuto del día restando las horas de volverlo  a ver. Que estúpida había sido. Y seguía siéndolo, porque seguía queriéndolo.

Sus ojos se tropezaron disimulando, y fue cuando sus miradas se conectaron. Quería apartar la vista, hacer como si realmente no le importaba, James la miraba de nuevo pero no podía descifrar que sentía en ese momento su mirada era fría. No lo agradeció pero fue mejor que Matt volviera con los helados en la mano.

— ¿Qué sucede? —Pregunto su amigo cuando vio el rostro decaído de Melanie.

La castaña negó con la cabeza, tratando de no pensar en nada. Se encogió de hombros y clavo su cuchara en su helado.

Los dos terminaron sus helados en silencio. Luego Melanie se levantó de la silla, Matt la observo con desconcierto.

—Iré al baño —explico ella en un murmuro.

—No me gusta verte así —Dijo el británico con preocupación.

La castaña levanto la comisura de sus labios.

—Estoy bien —mintió. —Volveré en un segundo.

Matt asintió y se dirigió a la caja para pagar por los helados.

Al llegar al baño las ganas de llorar hicieron que su mentón temblara ligeramente. Cerro los ojos y se acercó al lavamanos, abrió el grifo y se refresco el rostro, no iba a llorar, sin embargo no sabía hasta cuando podría contenerse.

Cuando levanto la vista se examinó en el espejo, hizo una mueca de frustración, se arregló los mechones salvajes que caían por su rostro, ahora tenía esa extraña manía de tener el cabello despejado. Cuando le dio una última mirada a su reflejo camino hacia la puerta del baño, cuando la abrió tuvo que tragar su grito de muerte cuando vio a James recostado a un lado de la pared.

— ¡Casi me matas! —Exclamo Melanie con el corazón latiéndole fuertemente.

— ¿Qué haces aquí? —demando él, cruzado de brazos y con un pie ligeramente apoyado en la pared.

—Si piensas que te estoy siguiendo… olvídalo. Solo vine aquí a por un helado ¿acaso es ilegal?

James la observo detenidamente y frunció los labios.

— ¿Qué te sucede? —pregunto él, luego de un silencio bastante incómodo.

—Nada.

—Mientes.

—Mintiera o no, no es de tu incumbencia.

—Fue porque me viste con Rose. —pregunto pero fue más una afirmación.

Melanie jadeo.

— ¡Por supuesto que no! ¿Qué cosas dices?

—Ves…mientes, estas a la defensiva como siempre.

— ¡No estoy a la…—suspiro y trato de relajar su cuerpo— James ya te lo dije, a mí no me importa nada de lo que tu hagas ¿comprendes? Ya déjame en paz.

— ¿Entonces porque lloras? —Pregunto el muchacho. Melanie frunció el ceño y llevo su mano a su mejilla que para su desconcierto estaba húmeda.

—Me he lastimado eso es todo. —Dijo encogiéndose de hombros.

— ¿Te he lastimado?

—No —rugió— me pinche el dedo ¿contento? ¿Por qué seguimos hablando? ¿No deberías estar con tu novia?

—Lo mismo digo.

Melanie suspiro y se enjuago las solitarias lágrimas que cayeron sin previo aviso en su mejilla. Levanto la barbilla y tras inhalar fuertemente camino de vuelta hacia Matt. Oyó como James susurro algo, pero hizo como que no lo había  escuchado pero casi pudo jurar que había dicho <<Lo siento >>.

 ***

— ¿Cómo estás? —le pregunto Matt cuando ella vino a su lado.

Melanie se encogió de hombros.

—No lo sé. —Admitió con una sonrisa triste en los  labios.

—Sabes que puedes contar conmigo —le aseguro el joven abrazándola fuertemente— ¿Lo sabes, verdad? —repitió.

La castaña lo miro directamente a los ojos y asintió.

—Me gusta hacer enojar a ese chico, pero…si te daña de alguna forma, juro que le romperé la cara.

Melanie rio entre dientes.

—Bien mi héroe ¿Por qué no vamos de vuelta a la casa de mi abuela?

Matt asintió sonriente.

—De seguro Carol ya me está extrañando.

 Melanie rio, esta vez más fuerte.

—Me gusta cuando sonríes, prométeme que no dejaras de hacerlo.

La castaña asintió ligeramente, sabiendo que era una promesa algo tonta. Matt sonrió y envolvió su brazo derecho en el hombro de Melanie.

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Bien, esta vez puedo jurar que no las he hecho esperar demasiado xD ¿Qué les pareció el capítulo? A mi algo flojo, no se… ando muy distraída últimamente. Espero sus votos y comentarios. Una última pregunta ¿Cómo se imaginan a Matt? En lo físico. Yo me imagino a Zayn Malik porque tal vez me inspire un poco en el cuándo escribí este personaje, pero en la actitud coqueta me imagino a Harry y en la comilona a Niall en fin es una mezcla de todo :p

Sin más me despido.

Las quiero. Saludos xx