Capitulo 4.
Segunda Parte. Capitulo Cuatro.
James frunció el ceño, ya cansado de dar tantas vueltas en la cama. ¿Cómo podía dormir? Se había despertado esa mañana y para su sorpresa ella había vuelto, Melanie. Apretó los labios, después de lo de la mañana se había jurado así mismo empezar a tratarla diferente. Casi la había besado, casi. Y se sentía frustrado, frustrado de que ese chico los interrumpiera, frustrado de sentirse celoso por aquel chico que se acercó a Melanie y le susurró al oído y frustrado por estar frustrado. Él no debería sentirse así, ya no, aunque solo había pasado un año —y vaya año— él sabía que la supero, al menos eso creía hasta lo sucedido esta mañana. No podía y no debía sentir eso por Melanie, y ya no solo se trataba de orgullo, era algo más grande, se trataba de fidelidad. ¿Qué pensaría su novia si él le dijera que seguía enamorado de la chica de Nueva York? Se pondría furiosa. Rose, su novia desde hace ocho meses. La había conocido en la escuela. A principios de clase. Ella era dulce, risueña y modesta. James se había alejado mucho de todos sus amigos, ya no era el de antes, solo tenía a Kimberly y por supuesto a Rose. El año había pasado normal. Rose le había dicho que estaba enamorada de él, y James no dudaba de que Rose era muy linda y también le gustaba, así que fueron novios. James era muy abierto con Rose. Una tarde le confesó que había estado enamorado de una chica de Nueva York, ella lo había comprendido, era una de las cosas que más le gustaba de Rose, era muy comprensiva, aunque a veces tendía ser algo celosa, en especial si Kimberly estaba cerca.
Se preguntó que era aquel chico de Melanie. Tal vez su novio. Se convenció a si mismo que cual sea la respuesta, a él le resultaría indiferente, aunque sabía muy dentro que eso era mentira.
***
—Tartas de chocolate por todas partes ¡esto tiene que ser el paraíso! —exclamo Matt mientras bajaba las escaleras olisqueando el olor a masa de chocolate.
Melanie bajo unos segundos más tardes, colocándose la cadenilla en el cuello.
—Vaya…— exclamo la castaña llegando a la cocina— ¿Qué es todo esto?
La abuela sonrió y siguió amasando con firmeza.
—No preguntes esas cosas —Dijo Matt acercándose a una tarta— tu solo disfruta —Levanto el dedo índice dispuesto a probar algo de chocolate, cuando una mano lo aparto con brusquedad.
—Carol…—dijo el británico con un ligero puchero—.
—Eso no es para ti —canturreo la Sra. Straw limpiándose las manos que estaban llenas de harina— Es para la feria.
— ¿Feria? —pregunto el morocho.
—La feria que se hace cada año ¿no es así? —Le dijo Melanie a la abuela, esta asintió.
—Exactamente.
—Adivinare…—dijo la castaña con una sonrisa en los labios— Tendremos que ayudarte.
— ¿Tendremos? —Pregunto Matt levantando la vista— ¿Eso quiere decir que estoy incluido? Comida y trabajo juntos no combinan a menos que… a menos que sea un cocinero o algo así.
Melanie rodo los ojos, ya acostumbrada a las estupideces de parte de su amigo.
***
—Estoy aburridooooo… —exclamo Matt cruzándose de brazos —ni siquiera me dejan comer la mercadería ¿Qué clase de explotación es esta?
Melanie suspiro y antes de que su abuela pudiera ver corto un pequeño pedazo de tarta y se lo paso a su amigo.
Matt sonrió.
—Por eso te quiero, nena — Se llevó el pedazo en la boca y mastico rápidamente — Que linda feria, sería más divertido si estuviéramos ahí —ironizo con la boca llena.
La abuela llego con unas tartas en las manos. Miro a Matt con el ceño fruncido, el británico le devolvió la mirada, inocente.
— ¿Qué? —dijo al notar la expresión de la Sra. Straw.
— ¿Estuviste comiendo tarta? —dijo con burla.
Matt se sonrojo ligeramente.
—No… por supuesto que no ¿Por qué lo dices, Carol?
La Sra. Straw ensancho su sonrisa irónica.
—Tienes un poco de chocolate en la mejilla — Dijo tajante.
Matt frunció el ceño y Melanie sonrió y con el dedo índice le limpio la marca de evidencia en la mejilla del británico.
—Saben creo que fue suficiente ayuda —Dijo la abuela, pensativa— Es hora de que disfruten de la feria ¿Qué dicen? —Matt asintió con los ojos iluminados.
—Eso sería fantástico —Exclamo el británico levantándose de su silla. Melanie rio quedamente y se levantó unos segundos después.
—Pero antes… quiero que le lleven esto —dijo apuntando una tarta — Al viejo Paul, que se encuentra en el puesto de caballitos.
Melanie asintió.
—Tu entiendes —le dijo la abuela a la castaña —sabes cómo se pone si no come tarta.
***
—Melanie —dijo Paul sentado en la silla en la esquina del corral — que bueno volver a verte, niña. —Su voz áspera, salió con amabilidad.
La castaña asintió felizmente y le tendió la tarta, este lo acepto pasándole cinco dólares con algunas monedas.
— ¿Quién es tu amigo? —pregunto el viejo Paul, haciendo un ademan con la cabeza hacia Matt, que se encontraba viendo a los caballos, asombrado.
—Se llama Matt, es británico y todo esto es nuevo para él —explico Melanie guardando los billetes en su bolsillo.
—Matt…—llamo la joven acercándose a su amigo —Vámonos.
—Una vuelta —pidió el británico juntando las manos en suplica.
Melanie suspiro, dispuesta a negarse.
—Solo una vuelta…—canturreo el chico con un puchero.
—Pareces un niño —dijo la castaña, rodando los ojos.
Matt sonrió.
— ¿Eso es un sí? —exclamo el joven.
— ¿Solo una vuelta?
—Te lo prometo.
***
Seis vueltas después, Matt al fin se aburrió del caballo, por algunas razones. Una, no sabía montarlo, Dos, se había dado cuenta que se podría llegar a romper una pierna y Tres vio a una rubia muy bonita en un puesto de bebidas, y estaba dispuesto a acercarse.
—Tengo sed —dijo el británico sobándose la garganta —Creo que montar a caballo cansa demasiado, iré por un jugo —exclamo felizmente señalando el puesto.
Melanie suspiro, exasperada.
—No tardes…
—Bien, hola —ronroneo Matt —.
La rubia levanto la mirada de su libreta y frunció el ceño hacia el muchacho, este ensancho aún más su sonrisa pirata.
— ¿Qué se le ofrece? — pregunto indiferente.
Matt acaricio su barbilla, pensativo. Y luego estrecho sus ojos almendra en el menú y lego miro nuevamente a la joven.
—Jugo de manzana, y tu número.
La rubia enarco una ceja, un fantasma de sonrisa se dibujó en sus labios. Con pereza fue a por jugo de manzana cuando volvió se veía más exasperada que antes.
—Son dos dólares —dijo con aburrimiento.
Matt busco entre sus tejanos y saco dos billetes de un dólar, se los tendió todavía sonriente. La rubia suspiro y tratando de hacer mínimo de contacto arrebato los billetes de la mano del joven.
—Disfrute su bebida —menciono quedamente la chica, en una forma indirecta de decirle al británico que se largara.
—Soy Matt —volvió a ronronear el joven — Me gusta tu acento, es sexy.
La rubia volvió a levantar la mirada y apretó los labios.
—Si no consumirá nada más se puede retirar.
—Tutéeme, por favor.
—Bien —la chica suspiro — Si no compraras nada más puedes largarte, pónmelo fácil.
Matt rio entre dientes.
—No puedo, no aquí.
El ceño de la rubia se profundizo aún más, luego de unos segundos se dio cuenta de que eso había sido una insinuación.
—Matt ya vámonos —exclamo Melanie a espaldas de su amigo, a grandes zancadas se acercó al puesto de bebidas —Vámonos —musito.
— ¿Melanie? —pregunto la rubia mirando directamente a Melanie. La castaña estrecho sus ojos en la joven, que la mirada con asombroso.
— ¿Kimberly? —Su voz salió en susurro — Es… es una sorpresa volverte a ver.
Matt frunció el ceño.
— ¿Se conocen? —pregunto el británico apuntando a Melanie y luego a la rubia.
—A pasado un año —murmuro Kimberly con la barbilla alzada.
—Si —Melanie asintió con la cabeza.
— ¿Lo has visto de nuevo? —pregunto la rubia, enarcando una ceja.
La castaña apretó los labios, y miro a Matt que escuchaba la conversación, confuso.
—Me gustaría poder seguir hablando contigo, Kimberly pero tenemos que irnos —dijo jalando a Matt del brazo.
La rubia asintió y miro de soslayo a el tal Matt, este le sonrió coquetamente y con los labios formulo un mudo <<Llámame>>. Kimberly rodo los ojos, indiferente.
***
— ¿Eres amiga de esa belleza? —exclamo Matt cuando se encontraban ya lejos del puesto de bebidas.
Melanie frunció los labios.
—No exactamente —dijo la castaña en un murmuro mirando los puestos, distraídamente.
— ¿No exactamente? ¿Eso es un no?
Melanie negó la cabeza, Matt dio un respingo de decepción.
—Que lastima —mascullo— Parecía una chica dulce, lo diga en todo sentido.
La castaña creo una mueca de asco con los labios.
—Acabo de comer, Matt, por favor.
El joven rio, y el puesto de apuntar al blanco le llamo la atención. Una pareja reía y se divertía.
—Oye… tenemos que ir a ese juego —Matt apunto al puesto.
—Estoy algo cansada —se quejó la castaña.
—Melanie no seas aguafiestas. —Su amigo la tomó del brazo y prácticamente la arrastro al puesto. La castaña soltó un bufido mientras trataba de no tropezar.
Al llegar al puesto Matt miro de reojo a la parejita feliz, y algo le resulto vagamente familiar.
—Hey…—le susurro el británico a Melanie, que estaba muy ocupada frunciendo el ceño hacia la pistola de juguete — ¿Ese…ese no es el chico del caballo?
Melanie levanto la vista y la estrecho en la joven pareja. La chica de cabello negro ondulado estaba abrazada de un chico, un chico que ella pudo reconocer como nada más y nada menos que James. La chica le dio un suave pico en los labios a James, este sonrió y apunto hacia el tiro, muy distraído como para notar a Melanie.
Melanie, por su parte trato de no verse herida por la escena que acababa de ver, trago saliva y sin que ella quisiera sus ojos se llenaron de lágrimas, lágrimas que ella no iba a derramar. Pero sintió como algo en ella se desvanecía, apretó los puños y sin darse cuenta que estaba apuntando la pequeña pistolita hacia la chica de cabello negro, disparo. La pintura blanca se estrechó justo en la cara de la chica, esta se sobresaltó para luego gruñir.
— ¿Por qué hiciste eso? —le grito a Melanie enfrentándola.
La castaña miro a la chica por un momento, sin saber que decir, su garganta estaba seca. Noto como James fruncía el ceño.
Demonios.
— ¿Melanie? —pregunto James con asombro. Ella se encogió de hombros, y antes de volver a cometer otra estupidez huyo de ahí con los pasos de Matt siguiéndola.
––––––––♥
Perdón por la demora, ando muy ocupada. Ya saben si les gusto estrellita. Si quieren que la siga comenten: Me gusta la sandía xD ♥
Las quiero mucho gracia por los votos :’D son las mejores.
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