Prospecto

N/A: Basado en el capitulo 21 anime/Volumen 2-capitulo 17 NL/  capítulo 35 del manga. He modificado el final a mi conveniencia para manejar un momento más interesante entre ellos.

...

Jinshi apartó su largo cabello llevándolo hacia atrás mientras avanzaba por las calles del palacio interior, estaba a mitad del papeleo pero lo habían llamado ante un percance en el sector de concubinas menores.

Suspiró fatigado ante el exceso de trabajo y como más que un administrador del palacio interior era tratado como un multiusos, si no querías hacer algo, Jinshi era la respuesta.

Su atención fue llamada al ver a dos hombres cuidando el exterior de la sala que conectaba el palacio trasero con el mundo exterior. Dicha sala solo era utilizada cuando un miembro de cada lado quería hablar, lo cual le pareció extraño ¿Algo estaba sucediendo?

—¿Sucede algo, Señor? — Gaoshun vio su punto de interés.

—Solo me aseguraré de algo.

Jinshi se acercó a la puerta y los dos hombres que hacían guardia y que parecían interesados en escuchar que sucedía dentro, se sobresaltaron al ver al administrador pararse enfrente.

— ¿Podrían hacerse a un lado?

Ambos hombres se miraron entre ellos, con una especie de duda profunda.

—No creo que... — Pero el hombre se cayó cuando vio a Jinshi levantar una de sus perfectas cejas en un modo retador.

Los hombres se apartaron y Jinshi ingresó a aquel cuarto, no tenía ni idea de lo que podría esperar pero lo que vio fue mucho peor. Se quedó estático cuando vio a la boticaria agachada en el suelo y enfrente de ella estaba ese tal Lihaku desnudo, o al menos casi, solo sus partes eran cubiertas, pero su cuerpo musculoso estaba expuesto en totalidad y el dedo de la boticaria estaba por tocarlo.

Su gesto se ensombreció y su tersa piel se contorsionó en un gesto que dejaba en claro su total indignación e irá, sentía el fuego arder en su interior.

—¿Qué están haciendo? — Su voz salió filosa.

Las ganas de atravesar la distancia que los separaba y golpear a ese hombre lo dominaban, no había explicación óptima para lo que sus ojos estaban viendo, ese hombre desnudo ante su boticaria.

— Señor Jinshi. -- Y escuchar esa voz acompañada de una sonrisa solo lo enfureció aún más.

Lihaku que podía oler la ira del administrador tomó su ropa y se vistió con rapidez, una vez que estuvo decente, sintió que debía explicar las cosas para que no hubiera un malentendido.

— Disculpe, esto no es para nada lo que piensa. — Sentía el sudor escurrir por su cuello de los nervios.

En respuesta Jinshi le dedicó la mirada más letal que pudo por la ira que buscaba consumirlo, una mirada que parecía clamar por su cabeza, lo cual hizo estremecer a Lihaku de la cabeza a los pies, haciéndolo incapaz de moverse. Una sola indicó su orden: "callate" Con la saliva atorada en su garganta Lihaku simplemente obedeció, sabía que no era una pelea que podría ganar, no cuando aquel eunuco tenía un alto rango.

Sin querer quedarse a ver a ese sujeto se acercó, tomó a Maomao de la muñeca y tiró de ella, saliendo de aquel lugar, asustando a los guardias que habían estado cuidando la entrada y pendientes de lo que sucedía dentro. Mao se dejó arrastrar y pronto estaban en la residencia de Jinshi, en su habitación específicamente y solo estaban ellos dos.

Mao solo podía ver la cólera escrita en el rostro de Jinshi, pensando que las personas hermosas daban miedo enojadas y lamentó que no estuviera Gaoshun para contenerlo, aunque dudaba que alguien pudiera calmar al eunuco que caminaba inquieto de un lado a otro, antes de detenerse enfrente suyo, esperando una explicación.

Jinshi observó a la boticaria sentada enfrente suyo. Ingenuo había sido al pensar que realmente no estaba sucediendo algo entre ella y ese tal Lihaku. Desde el primer momento él había sentido tanta desconfianza, cuando ella prefirió pedirle a ese tipo que fuera su aval para salir del castillo e ir a casa unos días. Nadie le pide eso a una persona cualquiera, debes confiar en él o tenerle estima.

Pero ¿Cuando su relación se había estrechado? Detuvo sus pensamientos ¿Existía una relación entre ellos? Eso hizo alimentar el desazón en su estómago y presionó fuertemente sus manos hasta convertirlos en puños.

Los había visto hablando con regularidad ¿Cómo lo había desechado con facilidad? Gaoshun le había dicho que Lihaku la buscó para hablar de unos casos en el palacio, con la exposición de unas bodegas pero ¿Y todo eso era una excusa? tenía que ser la excusa para acercarse a ella... él realmente estaba interesado en ella, su mirada se ensombreció aún más.

—¿Y bien? ¿qué estabas haciendo?

La observó sentada en el piso con una expresión arrepentida, como un pequeño gato.

—Simplemente vino a pedirme un consejo.

Jinshi tenía los brazos cruzados y le dedicó una mirada de incredulidad ante lo que había dicho, porque no tenía el más mínimo sentido.

—¿Un consejo? ¿y porque ese hombre estaba desnudo?

—No hicimos nada inapropiado, no lo toqué, solo lo estaba viendo detenidamente.

Jinshi aguantó la respiración ante la confesión ¿mirando? ¿para que? esa situación sólo podía explicarse de una manera, una no muy grata para él. Siempre había considerado que la boticaria era completamente indiferente a todo, excepto la medicina, pero ¿y si ella estaba interesada en ese tal Lihaku? la idea no había dejado de darle vueltas en su cabeza.

—¿Detenidamente, con qué fin? —Frunció aún más su ceño al recordar cómo ella estuvo a nada de tocar su cuerpo y si su oído no había fallado, si él no hubiera entrado ella lo hubiera visto totalmente desnudo, a ese militar mundano.

La acidez en su estómago aumentó y presionó sus manos contra sus brazos al tenerlos cruzados.

—La mejor manera de confirmar que el cuerpo de un hombre es deseable y tiene un cuerpo servible es comprobarlo directamente con los ojos.

Jinshi retrocedió en su lugar con su rostro completamente consternado.

—¡¿Por si te servía?!

¿Acaso la boticaria estaba analizando a ese hombre para actos ilícitos? ¿ella...de verdad estaba buscando candidato para compartir la cama? Jinshi sintió como la simple idea fue demasiado para él, perdió la fuerza en sus piernas y se dejó caer en el sillón que había detrás suyo, completamente derrotado.

De verdad que nunca entendería a la boticaria, él mismo desde que la reclutó como su protegida había intentado seducirla para que ella no fuera en su contra nunca, esa era la manera más fácil de lograr que la gente hiciera lo que quisieras. Un método que Jinshi no utilizaba a menudo, su belleza solía ser una cualidad problemática, pero en ocasiones era de utilidad.

Si ella estaba estudiando a Lihaku como un posible candidato... ¿él dónde quedaba? la idea de perder contra ese hombre inferior en todo sentido, lo aturdió de nuevo. ¿Él realmente había perdido? Ocultó sus ojos con sus manos y apoyó los codos en sus piernas, se sentía realmente sin fuerzas. Tenía demasiado trabajo cada día que lo dejaban cansado, pero el lidiar con esas situaciones frecuentes de la boticaria y Lihaku lo dejaban exhausto.

No quería aceptar esa derrota, no cuando sabía que él podría y le había ofrecido muchas más cosas. Jinshi quería creer, ingenuamente, que él era el más cercano a Maomao, pero ella siempre lo abofeteaba con la realidad y esas cosas le hacían creer que no era así. Era imposible que ella sintiera algo real por Lihaku, pero ¿era atracción física? Tenía que analizar qué es lo que la boticaria encontraba agradable de ese hombre y porque se esforzaba en mantenerlo cerca.

—¿Y qué te ha parecido el cuerpo de ese hombre? —No quería ni pronunciar su nombre.

—Sus músculos son firmes, sin grasa innecesaria y tienen una gran simetría, puedo suponer que es muy dedicado, se nota que se toma su entrenamiento muy en serio.

Sus palabras fueron una punzada directa a su seguridad, no le gustaba para nada que hablara bien de ningún otro hombre. Levantó el rostro para mirarla con frialdad y dureza.

—¿Se puede saber qué clase de persona es alguien basándose únicamente en el aspecto de su cuerpo? —Sus cejas se arquearon de incredibilidad.

—Claro que sí, tenemos muchos clientes en la botica que no son honestos consigo mismos, así que desarrollé el hábito de imaginar la vida diaria de la gente en base a su aspecto.

Jinshi frunció el ceño, eso no era la cuestión de su interés sino el porqué estaban ellos dos solos y con aquel hombre desnudo y ella a punto de tocarlo. La simple idea de rememorar esa imagen hirvió su interior, su pie se movía inquieto, irritado y harto.

—¿Y serías capaz de evaluarme por mi cuerpo?

Frunció los labios en una especie de puchero sin poder evitarlo mientras la veía meditar, considerar sus palabras ¿de verdad necesitaba pensarlo tanto? ¿acaso de verdad pensaba que el cuerpo de ese militar era mucho mejor que el suyo? La idea lo irritaba más y cada vez estaba más iracundo ante el silencio de la boticaria.

—Observar su cuerpo sería una pérdida de tiempo. — Mao lo observó detenidamente.

La casi inexistente paciencia y sentido común de Jinshi desapareció en ese momento al escuchar esas palabras que fueron una puñalada directa a su orgullo. En un rápido movimiento dejó caer la parte superior de su ropa dejando al descubierto su torso trabajado del que estaba orgulloso, se inclinó y tiró de ella hacia adelante, demasiado cerca. Maomao estaba conmocionada de sus acciones y fue interrumpida antes de que pudiera decir la idea completa.

—¡¿Crees que esto no vale la pena? ¿que es una pérdida de tiempo?!

Maomao estaba lo suficiente cerca del rostro de Jinshi cuando él relajó su agarre, ella no quiso moverse porque sabía que él estaba lo suficiente volátil, algo que Mao no entendía ¿estaba celoso de Lihaku o ella había dañado su orgullo?

—¿Qué? —Fue lo único que atinó a responder.

—Compruébalo por ti misma, que mi cuerpo realmente vale la pena. —Sus cejas fruncidas a pesar de causar algo de miedo, le daban una apariencia más varonil.

Mao se quedó quieta observando al eunuco, por fin el agarre se soltó, no sabía si debía tomar eso como una sugerencia pero algo en el tono en que lo utilizó dejaba en claro que era una orden. Consideró sus opciones, podía salir huyendo de ahí, pero algo le decía que no tendría oportunidad con los reflejos de Jinshi. Y como si fuera una confirmación o como si el mismo Jinshi leyera sus pensamientos, colocó su mano detrás de su espalda, privando sus movimientos. Sí que había lastimado su orgullo, él quería presumir que su cuerpo era más hermoso que el de Lihaku.

Maomao sabía que no podría salirse de eso y más aún...sentía algo de curiosidad por si el cuerpo que había visto de reojo alguna vez era tan bueno como recordaba. Presionó sus labios y descendió su mirada hacia el torso bien formado de Jinshi, sus brazos impresionantes, era realmente atractivo, él podría tener a toda la nación a sus manos si fuera una mujer y aún como hombre, podría tener a la mujer que quisiera, si tan solo no fuera un eunuco...

Picada por la curiosidad y una sensación inquietante en su interior, pasó la yema de su dedo índice por el abdomen de Jinshi, comprobando que su cuerpo era tan firme y bien trabajado, sintiendo un calor inexplicable.

Jinshi dejó salir una exclamación de satisfacción al sentir ese pequeño toque, tan mínimo pero que despertó todas las terminaciones nerviosas de su cuerpo, haciéndolo estremecer. Sus mejillas se sonrojaron y observó a la boticaria observando su cuerpo con detenimiento y como parecía bastante animada por lo que veía. Si tan solo él no siguiera tomando aquel brebaje asqueroso ¿hubiera sido tan fácil demostrar lo mucho que le gustó ese toque?

—Es indudable su belleza y gran atractivo señor Jinshi, su cuerpo es firme, sus brazos son impresionantes, se aprecia su dedicación y goza de buena salud, pero su cuerpo no es adecuado para mi hermana.

Jinshi regresó de sus ensoñaciones observando a Mao que había obligado a su mano a alejarse del cuerpo atractivo del eunuco.

—¿Eh?

—Mi evaluación hacia el cuerpo de Lihaku era para ver si era suficiente para satisfacer a mi hermana, una de las princesas de la casa Verdigris y considerando que usted es un eunuco, debo rechazarlo tajantemente.

El rostro de Jinshi resplandeció de un color carmín de la vergüenza al darse cuenta que aquel arranque de ira había sido alimentado por un gran malentendido y él había terminado actuando imprudentemente. No podía soportarlo más, por lo que la acercó con la mano en su espalda y apoyó su frente en el hombre de la boticaria, realmente avergonzado. Aun así se sentía realmente satisfecho de los elogios de la boticaria hacia su cuerpo.

Maomao se quedó quieta esperando que lo que sea que estuviera perturbando a Jinshi se calmara para poder irse, aún así en secreto disfrutó de la calidez agradable que desbordaba el cuerpo masculino. Su propio cuerpo se sentía caliente, quizá estaba enfermándose, eso explicaría de igual forma los latidos irregulares de su propio corazón

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