50

La fundación está de fiesta, por fin la tan ansiada despedida de Emma se lleva a cabo, los niños están emocionados hasta más no poder. Es como una fiesta de cumpleaños para ellos, pero es una despedida y bienvenida para la castaña.

—Ella es mi tía, Amber —la presenta.

—Hola niños —los saluda.

—Y ella es mi tía, Rosalina y su novio. Son alemanes —les plática a los niños mientras señala a la pareja.

Los niños se cuchichean entre ellos, y es que la pequeña Emma les ha presentado a todos menos a Jungkook.

—Eres una mentirosa —la acusa uno de los niños.

La castaña lo mira asombrada y luego ve al resto asintiendo de acuerdo.

Ella niega y dice—. No, no, no soy una mentirosa.

—Sí, sí lo eres —afirma una niña de cabello cobrizo—. Mentirosa.

—Pero yo…

—Dijiste que Jeon es tu amigo y no aparece. Mentirosa —menciona el mayor de todos.

—Mentirosa, mentirosa, mentirosa —canturrean.

Los ojos de Emma se llenan de lágrimas, se gira y corre hacia el baño de niñas. Jimin se da cuenta y de inmediato la sigue. Antes de entrar toca la puerta y luego se detiene en el cubículo que está con la puerta cerrada.

—Emm —la llama dulcemente mientras sus nudillos golpetean con sutilidad la madera—. Habla conmigo, por favor.

La niña solloza y luego sorbe su nariz, carraspea su garganta y en voz gangosa relata—. Dicen, ellos…, ellos dicen que soy una mentirosa. 

Hace una pausa mientras rompe en llanto una vez más.

—Emm, cariño. Necesito que te tranquilices —le pide Jimin.

—Ellos dicen que Jungkook no vendrá —lloriquea.

—Pero él sí lo hará, él te lo prometió. ¿Lo recuerdas?

—¿Y si no lo hace?

—Lo hará, Emma.

—Yo solo confío en ti, prométeme que si vendrá.

—Emma, si confías en mí abre la puerta y ven a mí.

La niña hipa y luego la puerta se abre, el castaño va por papel toalla al dispensador y luego se acurruca para quedar a su altura. Con delicadeza limpia el rostro de la niña y luego le ayuda a limpiar su nariz.

—Listo, ya estás hermosa para volver a salir —musita Jimin, arreglando los rizos hechos con una rizadora. 

—Pero y sí…

—Jungkook, vendrá. Confía en mí, lo hará porque te quiere como yo lo hago.

El celular de Jimin suena dos veces, él se pone en pie, lo saca del bolsillo y sonríe al leer los mensajes.

—¿Confías en mí, Emma?

La niña asiente y contesta un audible—. Sí.

El castaño toma la mano de la niña y salen del baño juntos, caminan por el pasillo y cuando llegan al salón principal ven como Jungkook va entrando a la fundación con Johann y Albert su otro compañero de entrenamiento.

—¡Sí vino! —exclama emocionada.

Los niños se sorprenden al ver a Jeon en la fundación, el pelinegro se detiene y busca con su mirada a sus dos castaños favoritos.

—¿Alguien ha visto a Emma? —pregunta Jungkook.

Los niños niegan mientras comienzan a acercarse a él.

—Ve, vamos —la motiva Jimin, soltando su mano.

—Aquí, estoy aquí —alza su voz la niña, para luego correr hacia él.

—¡Emma! —vocea Jungkook, listo para cargar a la niña en brazos.

—Si viniste —murmura ella, abrazándolo fuertemente.

—Te prometí que vendría. Siempre cumplo las promesas que le hago a los que quiero —articula Jeon. 

—Gracias —farfulla ella completamente emocionada.

Jungkook la deja en el suelo y toma una de sus manos.

—Preséntame a los mocosos —le indica él.

Ella asiente y lo acerca a los niños.

—Les presento a Jungkook, es luchador de MMA en la UFC. También es novio de Jimin y mi amigo —lo presenta con elocuencia la castaña.

—Luchador Jeon, luchador Jeon —lo llaman los niños.

—Espero que hayan sido buenos con Emma, si no se las verán conmigo —les advierte divertido, Jungkook.

—¿Eres su amigo de verdad? —lo interroga uno de los niños.

—Bueno, sí, somos amigos. ¿Verdad, Emma? 

La niña asiente completamente feliz, sujetando la mano de Jungkook.

—¿Eres el novio del joven Park? —inquiere ahora una rubia.

—El esposo, soy su esposo —acota Jeon.

—Entonces si son esposos y el joven Park es el padre adoptivo de Emma, usted, usted…

—También soy su padre —culmina la oración el pelinegro. —Si Emma lo desea, claro —añade.

—Sí, sí, quiero. ¡Por supuesto que quiero! —salta y grita emocionada.

—¿Estos mocosos te han hecho llorar, Emma? —la cuestiona.

La niña observa a sus compañeros de la fundación que la miran asustados. Ella sonríe y niega, pasando por alto haberse ido corriendo al baño porque todos la llamaron mentirosa.

—Si la hacen llorar los golpeare —los reta Jeon.

Los niños asienten, asustados, pero sin perder la admiración por el joven frente a ellos.

—Oye, compórtate —lo regaña Rosalina.

—Tienen que tener presente que Emma tiene quien la proteja ahora —objeta él.

—Ella me presentó como su tía —le comenta emocionada.

—La tía Rosi —bromea Jeon.

—Se serio, Jungkook. Madura —replica ella fastidiada.

—También presentó al tío Jamal —continua entre risas.

—Fuiste tú, le dijiste que nos presentará así —lo acusa la rubia, golpeando con sus palmas al pelinegro.

—Para, solo le di la idea —dice Jungkook, cubriéndose el rostro. —Jimin le dijo que podía decirle tía a Amber, entonces, le dije que también podía llamarte tía a ti y a Jamal —explica entre risas.

—Genial, entonces mi padre será su abuelo y mi abuela su bisabuela —borbotea con rapidez, Rosalina.

—Ros —la llama Jungkook, sorprendido. 

—¿También estás pensando lo mismo que yo? —lo cuestiona ella.

—En una hamburguesa doble y en una noche a solas con Jimin. Sí —divaga el pelinegro.

—Eres un tonto —lo reta ella, golpeando uno de sus brazos—. Tú sabes a lo que me refiero.

—¿Crees que les gustará? —titubea Jeon.

—Ellos te aman, seguramente amarán a Emma —contesta la rubia, mientras Jimin, Amber, Jamal y Johann reparten pizza a los niños.

El castaño se acerca a Jungkook y a Rosalina con la mitad de un trozo de pizza en su mano izquierda. Abre su boca y le da un bocado para luego masticar.

—Iré a buscar a Emma —dice Ros para dejarlos solos.

—¿Quién eres y qué hiciste con mi delicado y educado novio? —lo interroga el mayor bromeando.

—La pizza se come así —cubre su boca llena con la mano derecha, haciendo reír a Jeon. —Y soy tu esposo, recuérdalo —lo corrige con seriedad.

—Bien, esposo. Me gusta lo que planeaste y ella está feliz.

—Tardaste un poco, los niños la hicieron llorar por tu culpa —le recrimina el más bajo. —No me veas así, no estoy mintiendo —dice en su defensa, al ver la seriedad con la que Jungkook lo ve.

—Ella me dijo que no la han hecho llorar nunca —menciona Jeon.

—Pues mintió, amor 

—¿Por qué lo haría?

—Porque quizás pensó qué les dirías que los golpearas o algo por el estilo —responde entre risas, Jimin. Risas que desaparecen al ver una sonrisa en el rostro de Jeon. —Jungkook, no puedes decirle eso a los niños —lo regaña de inmediato en voz baja. —Ey, ¿a dónde vas? —llama su atención al ver que se aleja sin decirle nada. —Te estoy hablando no me ignores —se queja entre dientes mientras lo sigue.

—Solo voy a jugar con los niños, relájate.

—Ah, si. ¿Y qué vas a jugar con ellos a la lucha? 

Los labios de Jeon revelan esa sonrisa de niño vengativo y el castaño niega en repetidas ocasiones.

—Hora de ver quién puede vencerme —alza su voz el pelinegro, quitándose los zapatos.

—Jungkook.

—¡Yo quiero jugar! —grita emocionada, Emma.

—No, tú solo verás.

—¿Por qué? 

—Porque es un espectáculo para ti, preciosa —le explica Jeon y luego le indica—. Ve con Jimin.

El pelinegro se acerca a Park, le da un beso en la frente, le asegura que no lastimara a los mocosos y luego se aleja.

Jimin niega al ver al primer niño en el suelo mientras Emma no deja de apoyar a Jungkook, sin saber que los está maltratando porque la hicieron llorar.

Una hora más tarde Emma se despide finalmente de todos los niños y de sus cuidadoras. Jimin también se despide de ellas y luego sale de la fundación y entra a la camioneta.

—¿Al auditorio del hotel? —pregunta Amber, antes de poner en marcha el vehículo.

—Sí —acota Jimin. —Pero primero debes cambiarte —se dirige a Jeon.

—Pero sí…

—Toma el traje sport del baúl y ve a cambiarte a la fundación, rápido —le indica el castaño.

—Jimin…

—Llegaremos tarde si no te apresuras, Jeon —interviene Amber.

Jungkook sale de la camioneta coge la bolsa negra con la ropa, entra a la fundación y al bajar el cierre de la bolsa ve un conjunto de la marca Reebok de color azul marino con rayas blancas. Se desviste y lo único que se deja es la camisa blanca, se coloca el pantalón deportivo y luego la sudadera a juego. Junta su ropa y a toda prisa sale y sube a la camioneta para ir al auditorio para la rueda de prensa para el anuncio oficial de su pelea contra el ucraniano.

—Estare en la parte trasera con las chicas. No dejes que te humille, demuéstrale que vas por el cinturón te crean o no, mantente seguro que vas por el cinturón.

El pelinegro asiente.

—Gracias por el traje deportivo.

—No es momento de agradecer, amor. Ahora ve.

—Te amo birdie.

—Te amo, ve deprisa.

Jungkook sale de la camioneta y se reune con Johann, Jamal, Albert y Rosalina. Los periodistas los rodean de inmediato y comienzan a fotografiarlos mientras Amber conduce hasta el estacionamiento para luego entrar al auditorio.

Cuando Jimin ha conseguido entrar junto a Rosalina y Emma, los tres toman asiento en la última fila de sillas del lado izquierdo en el que Jungkook y su equipo se posicionara.

El primero en salir es el ucraniano junto a su equipo, los fotógrafos iluminan el lugar con los flashes mientras que el público que ha asistido grita el nombre del campeón de peso Wélter de la UFC.

—¡Andrey! ¡Andrey! ¡Andrey! 

Cuando el público se ha calmado el organizador del evento presenta a Jungkook, los fotógrafos abandonan sus sillas y a toda prisa se acercan hasta la mediana tarima para obtener el mejor ángulo y conseguir la mejor fotografía de Jeon. El público por su parte, algunos lo apoyan coreando su nombre y el resto lo abuchea como es de esperarse.

Jimin aplaude orgulloso, Emma lo imita y Amber grita el apellido del pelinegro en apoyo para disipar los abucheos.

El presidente de la UFC pasa al frente, agradece a los medios de comunicación, a los promotores, al público, entrenadores, managers y a los mismos luchadores presentes.

Luego de una breve y clara explicación la ronda de preguntas da inicio para ambos luchadores y el presidente.

—¡Señor, Dan. Por aquí! —alzan sus voces y manos los periodistas a la espera de su turno.

—Adelante —da la orden el presidente, luego de señalar a alguien.

—Mario Martinez, ESPN knockout. Tengo dos preguntas una para cada luchador. Empiezo con Andrey. ¿Qué te llevó a aceptar está lucha? teniendo en mente que Jeon es casi un principiante en el MMA.

El ucraniano coge el micrófono sobre la mesa y lo acerca a su boca.

—Acepté porque mi manager y promotor consideran que Jeon, vende mucho en todos los aspectos —comienza a hablar el rubio—. Y con respecto al segundo comentario, no me interesa si es un maldito principiante. El acuerdo era que pelearía con el ganador, el ganador fue él y con él peleare.

—Gracias Andrey —agradece—. Jeon, ¿Qué te llevó a aceptar el reto por el cinturón de peso Wélter? Te tienes suficiente confianza a pesar de no tener demasiada experiencia.

—Mi equipo y yo tenemos un objetivo, ese objetivo es el cinturón y para tenerlo voy a pelear con quien sea. Y sí, me tengo mucha confianza porque me esfuerzo por aprender y mejorar en mis errores. Gané el combate anterior y aunque no les guste seré yo el que se enfrentará a él.

—Jeon, ¿aceptarás la prueba de dopaje antes y después de la pelea? —pregunta con rapidez otro reportero.

Jimin presiona su mandíbula y sus piernas por si solas comienzan a moverse de manera impaciente.

Jungkook esboza una sonrisa burlona y contesta—. Sin problema, pueden hacerme las pruebas que quieran a la hora que quieran. Si quieren pueden hacerme una ahora mismo.

—Stephen Warren de Fox Sport. Andrey, ¿sigues dispuesto a luchar contra Jeon a pesar de su pasado oscuro y caótico en el boxeo?

—La pelea se llevará a cabo, por eso estamos aquí. Él es una celebridad y yo el campeón actual de peso Wélter de la UFC. Todos sabemos el resultado de ese combate —alardea el ucraniano mientras señala el cinturón frente a él.

—Joe Regins de Fight UFC. Jeon, ¿crees tener una posibilidad de ganar el cinturón?

—Por supuesto y por esa posibilidad, puedo asegurarles que ese cinturón será mío.

—Primero debes ganarme, maldito —verbaliza con sarcasmo, Andrey.

—Lo haré, te ganaré y ese cinturón va estar donde pertenece. Alrededor de mi cintura y sobre mi hombro derecho —articula con fluidez, Jungkook.

—Lo único que tendrás sobre tu hombro serán mis piernas cuando te esté asfixiando.

—Habla menos y muéstrame más. Tu grappling es peor que el mío, así que no alardees de agarres cuando eres una porquería —alega Jeon, poniéndose en pie.

—¿Y cómo piensas ganarme, gusano? No tienes buen grappling, tu wrestling es mediocre y tu strike…

—Mi strike va a enseñarte a respetarme —lo interrumpe el surcoreano y con perspicacia agrega—. Voy a noquearte con mis puños, mi boxing es exquisito y si no te duermes con mi izquierdazo te juro que te someteré hasta que te duermas, bastardo.

El ucraniano se pone en pie, suelta el micrófono, se da media vuelta con brusquedad haciendo caer la silla, haciendo que su equipo se ponga alerta. El rubio empuña sus manos, sonríe y luego acelera sus pasos para acercarse a Jeon, el cual, se acerca a él de la misma manera, pero el presidente actúa rápido y se escabulle entre ambos luchadores para ser su cuerpo el que los separe constantemente.

—Voy a matarte, Jeon. Haré que quedes humillado en las MMA también —brama sin control, Andrey.

Jungkook sonríe y luego lo mira con seriedad, sus ojos negros llenos de ira no se despegan del rostro del ucraniano que no deja de hablar.

El presidente le ordena a los equipos que los controlen, luego de unos minutos todos están en sus lugares.

—¡Presidente, Dan! ¿¡Cuándo y dónde se llevará a cabo el combate!?

—El combate se llevará a cabo en cuatro meses, en el Scotiabank Arena, Toronto, ON. Canadá.

Para finalizar ambos luchadores se ponen en pie uno a cada lado del presidente de UFC, posan unos segundos para las cámaras y luego se dan unas breves miradas serias y se despiden del público.

Jungkook da una pequeña entrevista para un medio ucraniano y luego se abre paso entre la multitud hasta llegar a las últimas sillas.

Emma corre hacia él para que la cargue. Amber se pone en pie con Jimin y caminan hacia el pelinegro.

—Muy bien, Jeon —lo felicita la rubia.

—Te amo Jungkook —murmura Jimin para luego abrazarlo.

—Lo sé —musita el pelinegro, para luego besar la coronilla del menor y rodearlo con el brazo que no carga a Emma. —Los amos —se dirige a los dos castaños.

—¡A mí más! —grita Emma, haciendo reír a los dos.

—¿Tienes algún problema con eso, birdie? 

—No, ninguno —responde entre risas, Jimin.

—¿Listos? —los cuestiona Johann.

Jungkook entrelaza su mano con la de Jimin luego de colocar a Emma sobre sus hombros. Asiente y luego salen tomados de la mano siguiendo los pasos de Johann y el resto de su equipo abriéndose paso entre los fanáticos y reporteros.

El castaño se siente un poco asustado al inicio, pero sentir la presión y calidez de la mano al sostener la suya lo tranquiliza, mientras se enfoca en como Emma agita sus manos despidiéndose de la multitud. Jeon la baja de sus hombros y Park la toma y ambos entran a la camioneta.

El surcoreano deja que lo fotografíen un poco más junto a Johann y luego el alemán le indica que entre y se marche. El pelinegro obedece y al estar dentro suspira al ver a Emma y a Jimin mirar a la multitud desde la ventanilla. Los ve sonreír y se siente motivado, su objetivo es llegar a la élite para poder darles lo mejor a sus dos castaños favoritos.






Wrestling - Lucha de pie o en la lona.
Boxing - Se refiere a que tiene más dominio de pie, o sea, como un boxeador y no como un luchador.
Strike o Striking - Se refiere al ataque o a la fuerza de los golpes que lanza y conecta cada luchador a su oponente.

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