Siento envidia de los labios que besan tu cuerpo. Una mente ensombrecida por la termodinámica. Los recuerdos nocturnos se enfrascan en vasos con agua.

Mi cuerpo cae al vacío, nunca he tocado fondo.

Tan solo caigo ante circunstancias inevitables como el dolor.

El sufrimiento es inevitable.

¿Qué debería hacer cuando se opacan los días grises?

Es solo anestesia aliviando los sentidos, derribando las murallas.

No hay sentido en recrear lágrimas hasta que el cuerpo se halle nuevamente abatido.

El insomnio ya no nace entre problemas gastrointestinales. Tan solo permanece dormido, para atacarme durante la mejor de las oportunidades.

Siento envidia de los labios que besan tu cuerpo, pues ellos no se han perdido. Permanecen en el camino pedregoso, ciegos tambaleando en un bosque prístino. Conocen el dolor así como yo conozco las heridas.

Ahora no le temo a la oscuridad, no le temo a los monstruos. Le temo a la muerte, la veo en cada esquina.

¿Será este tu hermano, el homicida? Ese de quien nunca me habías hablado. Ese a quien le he pasado rezando. ¿O es solo otra manifestación de tu sombra?

Tengo envidia de los labios que besan tu boca. Te besas con todas a como ya no lo haces conmigo. Me has dejado de lado, probando la parte dulce de lo insípido.

Tengo miedo de extrañarte porque a tu lado sé que estoy vivo.

Solo sé que estoy vivo
cuando me retuerzo y lloro
por haberme ahogado
en tu frívolo laberinto.

***

¿Es tu hermano o es tu otro yo?
Nunca lo había pensado.

Ignoré su rostro cuando más deseaba tomar su mano. Ahora veo que son siameses portando el mismo par de zapatos.

Sos el miedo que hay en mis ojos. Sos el miedo hacia vos y hacia tu hermano.

Sos el miedo a la realidad y a mi propia mente porque sé muy bien en qué me has convertido.

No tiene caso conservar metáforas del pasado.

No tiene sentido verte observándome a la distancia.

Sos un puto acosador de mierda, completamente dependiente a mis piernas arrodilladas y pidiéndote misericordia.

Me da un miedo terrible toparme nuevamente contigo

y si mi mente es capaz de volver irracional los miedos

significa que tus dedos no se han separado de los míos.