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— Creo que puedo caminar, en serio - Aún así, se sujetó del hombro con fuerza cuando Shadow volvió a cargarla para sacarla del coche.

Él no respondió, la apretó hasta empujar las puertas delanteras de la mansión, cuando entraron Amy pudo escuchar los pasos agitados en el piso de arriba y luego vio la cabeza de Tails asomándose por las escaleras.

¡¿Qué pasó?! - Alcanzó a escuchar su voz antes de que el azabache la llevara a la sala. 

La dejó sobre el sofá y la ayudó a recostarse con una delicadeza que la sorprendió, le pasó una almohada por el cuello para recostar su cabeza y ella se sonrojó por la atención. Él reparó en la marca de la quemadura en su abdomen y frunció el ceño viéndola a los ojos. Su rubor se desvaneció al verlo enojado.

— No vuelvas a hacer algo como eso - Él comenzó quitándose la máscara, acercándose a una mesa para dejar todo su equipo.

— ¿Te refieres a salvar a los demás? lo siento, pero no creo que pueda evitarlo - Respondió mientras lo seguía con la mirada, él la atravesó con frialdad y ella estaba segura de que podría haber iniciado una batalla de miradas furiosas.

Sin embargo, se obligó a voltear la cabeza cuando el erizo bajó bruscamente el cierre del traje para quitárselo.

— Lo que hiciste pudo costarte la vida - Ella no respondió, ni siquiera tenía el valor de enfrentarlo ahora, el corazón le latía con fuerza y solo pudo fruncir el ceño — Debiste haber huido con el resto.

Se escucharon los pasos de Tails entrar en el salón, él se acercó a ella con un botiquín grande en ambas manos junto con la respiración agitada y se inclinó para verle la herida. Su rostro se frunció en una mueca con preocupación y se giró hacia Shadow, un poco asustado. 

— ¿No morirá, verdad? - La pregunta la hizo voltear de nuevo, tuvo muchas ganas de reír, pero sólo sonrió sintiendo que la tensión en sus hombros disminuía al ver al adorable chiquillo preocupado por ella. 

— Por favor, se preocupan demasiado, no es nada - Respondió lista para levantarse, pero un tremendo ardor en la zona la hizo morderse la lengua y volver a la misma posición. Se comió sus propias palabras, la adrenalina del momento fue como anestesia, pero ahora que disminuía el dolor comenzaba a encenderse.

Shadow regresó a ellos ahora sin el traje, el zorro le tendió el maletín abierto y ella apretó los parpados sabiendo lo que venía, dolería, de eso estaba segura. Se preparó asumiendo que el azabache tendría que revisar y curarle la herida y aquello la hizo ponerse nerviosa.

— Voy a tener que cortarte la blusa - Dijo Shadow con unas tijeras en la mano bastante serio, la miró como si buscara autorización y ella asintió con un rojo intenso en las mejillas.

No podía correr a un hospital de todas formas. Sintió la tela aflojarse y apretó la mandíbula cuando los trozos acariciaron su piel.

— Tengo que ponerte una compresa, zorro, tengo una en el refrigerador.

Tails que parecía estar en trance volvió a la realidad, asintió enseguida y salió de la habitación sin objeción. Mientras tanto, Shadow le abrió la blusa rota y ella se sintió tan expuesta que quiso cubrirse al instante, la mirada rubí era penetrante mientras la examinaba y ella no sabía si la zona se veía tan horrible como imaginaba. 

— No sabía que también eras doctor - Él retiró la mirada y ella apretó la mandíbula, bastante incómoda.

Él entrecerró los ojos, su temperamento se afiló tanto como las tijeras y Amy tembló cuando le rompió la tela de los pantalones hasta las rodillas, sin siquiera avisarle. 

— ¡Pero-! 

— Claro que no - El azabache palmó cerca de los cortes en sus rodillas y ella emitió un siseo adolorido — Tú puedes curarte sola si quieres.

Amy estaba maldiciéndolo con la mirada encendida. Pero él parecía disfrutarlo a propósito, entonces lo vio acercarse una silla y luego tomar el alcohol junto con los algodones para continuar. 

Aún resentidos, se observaron un poco más. Ella escudriñó su rostro y su cuerpo, sin encontrar rastros de heridas. Pensó si sería correcto preguntarle, pero estaba segura que respondería con un comentario sarcástico para después terminar en que su cuerpo era perfecto, y que cualquier pequeño rasguño se curaba por su cuenta.

— ¿Quién era? - La pregunta la sobresaltó y pudo oler el alcohol, bajó la mirada al pedacito de algodón y volteó hacia el techo cuando él comenzó a lavarle las rodillas — El sujeto que te atacó. 

— Un tigre - Suspiró cansada y luego lo sintió trabajar — Un maldito cretino, sinceramente no sé quienes creen que son para tratar así a los demás... - Recordó el estado de los trabajadores, con sus ropas algo quemadas y aquel horrible miedo reflejado en sus miradas — Y luego... luego él... 

Su voz fue apagándose y Shadow levantó la vista, atento a lo que diría. Ella se recordó a sí misma en batalla, estando tan cerca del peligroso rostro felino, ahora tenía aquellos dos ojos en llamas brillando en su cabeza. Se imaginó todo, las enormes llamas rodeando su casa con el abuelo y Vector dentro; todo el peso de la realidad le cayó encima como un trueno otra vez y apretó la tela del sillón bajo su cuerpo. 

Le ardieron los ojos y tomó una larga bocanada de aire para controlarse, él no tenía que verla llorar otra vez.

Su piel se erizó cuando su mano tomó la suya, después lo sintió apretándola. Shadow estaba mirándola con esos ojos rubíes con tanta calma que le pareció ver a Sonic reflejado en él, pero se sentía diferente, mucho mejor.

— Me dijo que había visto lo que pasó en la casa, y que GUN había iniciado el fuego - Confesó con miedo y los ojos de Shadow se agrandaron — Pero tengo más razones para creer que él lo hizo, aún así no entiendo ¿Si fue él, cómo sabía de Vector y mi abuelo? ¿Cómo los encontraron y por qué inició el fuego?

Él asintió con la cabeza, analizando lo que había dicho.

— Nadie tiene una buena relación con GUN - Arrugó la frente y continúo diciendo — Ellos los ven como una amenaza y viceversa, es evidente que quieren unir más fuerzas para atacarlos. Sólo quiso confundirte - Regresó con sus heridas, pero ella lo frenó.

— ¿Y si tiene razón? - Soltó desesperada, apretando su mano de regreso tratando de ponerse recta aunque le ardiera la piel del abdomen — Yo no... no creo que GUN ¿O si?. Por todos los cielos ¡Si ellos son capaces de hacernos esto...!

— Te aseguro que lo voy a investigar, cálmate - Alzó el tono cuando ella le devolvió la mirada al soltarle la mano, lo examinó cuando la volvió a inclinar, pero no hubo tiempo para replicas. Tails llegó con la compresa en la mano — Voy a empezar - El zorro la entregó y volvió a irse para darle algo de privacidad, recordando incómodamente que ella estaba en sujetador.

Vio entonces a Shadow colocar la compresa en la zona afectada y giró el rostro al instante, se quejó y apretó los puños, aunque poco a poco el frío la hizo sentirse mejor.

— Sostenla así - Le indicó poniendo su mano sobre la bolsa — Necesito buscar una crema para quemaduras - Lo escuchó revolver productos dentro del kit y suspiró rendida, aún intranquila. Discretamente observó la hora en el reloj digital de la sala y se sintió aún más pesada. Sonic no regresaba y haciendo cuentas, ya habían pasado varias horas. 

— Me gustaría tener tu habilidad ahora mismo - Se aclaró la garganta, fallando al ignorar el ardor — ¿No te duele si te lastiman? - Ella parpadeó y el respiró hondo y dijo:

— Duele como cualquier herida - Aclaró sacando los antibióticos de la caja — Todo vuelve a la normalidad después, si es una herida grave lo máximo que puede tardar en regenerarse son cinco minutos.

— ¿Y si te rompes la mano? ¿Los huesos regresan a su lugar? - La curiosidad de la eriza llevó a Shadow a imaginarse la situación, se volvió hacia ella con la posibilidad de pedirle que se callara. Pero se detuvo y pensó que era probable que Amy estuviese buscando distraerse teniendo esta conversación.

— Quizás - Respondió alzando las cejas — ¿Quieres romperme la mano y comprobarlo? - Ella se congeló y negó al instante, su rostro se contrajo y él la cuestionó por no entender que se estaba burlando de ella — Amy, no era enserio- 

— Nunca te haría daño - Lo interrumpió ofendida, ella apretó la bolsa de su estómago mientras la comisura de su boca se contraía como si le hubiese dolido — Aún si me haces enojar, yo... Creo que no mucho, quizás un golpe pequeñito.

Amy estaba cien porciento segura de que lo vio sonreír, así fuera un pequeño movimiento en sus labios, el brillo que notó en sus ojos lo confirmó cuando él miró alrededor de la habitación, rompiendo su mirada mientras disimulaba. Ella lo miró sonriendo mientras él bajaba la cabeza y abría el bote de la crema.

Inmediatamente quedó paralizada cuando sus miradas volvieron a encontrarse. Ahora él tenía que tocarla. 

— Bueno... y-yo creo que puedo hacer esta parte - Temerosamente se hundió en el sillón y él retiró la compresa generosamente hasta que sus ojos se tornaron cálidos, instándola a dejarlo continuar.

— Se supone que soy el doctor aquí - Sonrió de nuevo con él — Lo haré despacio - Apretó los labios cuando sintió que llevaba sus dedos cubiertos con crema a su piel. Resistió el impulso de apartarlo y siseó al sentir que ponía la crema en las ampollas.

— Uhmm, bien - Sintió los ojos vidriosos y contrajo los dedos de los pies— ¿Puedo saber tus pasatiempos? - Ella frunció el ceño ante su tonto intento por charlar, estaba avergonzada y al mismo tiempo desesperada por distraerse del dolor.

Shadow se inclinó, paseando sus dedos por la piel lastimada cubriendo todas las zonas. 

— Deportes - Respondió y ella esperó que continuara — Cualquiera, baloncesto, natación, tiro con arco - Sus ojos se deslizaron sobre sus manos hasta su vientre, y desde su vientre subiendo hasta... hasta sus dos bonitos y pequeños redondos ¡Ojos por supuesto!

Apartó velozmente la mirada antes de que ella se diera cuenta. 

— Me gusta nadar también - Se sintió contenta al tener una actividad en común con él, y se removió ligeramente cuando este tocó una zona delicada — Yo tenía un maletín con acuarelas, pintaba en el cobertizo para relajarme cuando estaba enojada.

— Imagino que tenías una colección.

 — Oh claro que si, pintaba mucho el océano - Sus ojos brillaron con felicidad mientras trazaba imaginarias pinceladas con sus manos hacia el techo — Hice una de las macetas del abuelo y otras del campo. No eran muy bonitas, pero Knuckles puso un cuadro en la cafetería.

Shadow notó que su tono de voz intentaba cubrir la tristeza en su interior, combinado con la molestia que estaría sintiendo en el cuerpo. No podía dejar de pensar que pudo evitar que ella saliera herida, si tan sólo hubiera terminado con el murciélago más rápido ella no estaría así.   

— Amy, necesito aplicar más en esta zona - Shadow señaló en algún punto que ella no pudo ver, ella ni siquiera quería asomarse un poco.

— Hazlo, está bien - Apretó los labios y el ardor en esa parte era mucho peor, la parte que ya estaba cubierta con crema evidentemente estaba mejor, pero era como sentir la quemadura de dos formas diferentes e incómodas, dolorosas.

— ¿Cómo conociste a Sonic y a Knuckles? - Soltó él para distraerla, Amy estaba mirando sus púas, pero se volvió a su rostro.

— Hace siete años o quizás más - Dudó realmente, paseándose ligeramente por sus recuerdos con nostalgia — Yo ya trabajaba en ese café, antes tenía otro nombre. Cuando nos conocimos nos hicimos amigos enseguida. Después de un tiempo conocimos al abuelo de Sonic y como Knuckles no tenía un hogar y como yo tenía problemas con el alquiler, nos ofrecieron su techo. Luego Sonic y yo comenzamos a salir y- ¡AGhh! 

Ella sufrió agarrándose del brazo de Shadow cuando presionó de más, cuando se puso pálida él se detuvo al instante, dándole tiempo para soportarlo.

— Entonces te quedaste a vivir con tres extraños - La invitó a continuar mientras ella se reincorporaba, él se disculpó con la mirada y continuó cerca de terminar con la curación.

— Realmente no tenía pensado quedarme - Confesó con ojos cristalinos, jugando con sus dedos — Menos cuando terminé con Sonic, pero eso es otra historia - Shadow arqueó una ceja — Muy aburrida en verdad. Pasó el tiempo y aún vivíamos juntos, cada quien con un trabajo por separado hasta que decidimos comprar ese café, el dueño tenía que mudarse y lo puso en venta. El resto son los meteoritos y, después llegaste tú.

La comisura en el labio de Shadow se elevó y negó con la cabeza al terminar. Amy lo miró con ojos brillosos, esperando que le dirigiera la mirada. Él terminó cogiendo las vendas nuevas y se giró hacia ella, llegando al paso final. 

Acercó más el banco, estando ahora cerca del pecho cubierto por tela fina, se inclinó y el corazón de Amy brincó emocionado. Sus mejillas se calentaron con la cercanía y él le tomó los brazos, guiándolos hacia su cuello mientras la alzaba con delicadeza hacia su pecho. 

— Sujétate fuerte - Shadow susurró contra su oído — Voy a ponértelas.

Ella deseaba que Shadow no se hubiese percatado del temblor en su cuerpo, ni el cómo su piel se erizó al escucharlo. Entrelazó correctamente sus brazos cuando la alzó un poco, sintió el pinchazo en su vientre y la ligera sensación de él pasando sus manos cerca de su cintura. La venda le apretó un poco, pero con la crema encima podía soportarla mejor. 

Miró sobre su hombro las vetas rojas en las púas oscuras, perdiéndose, también observó las de su espalda, le dieron ganas de acariciarlo. Pero no quería incomodarlo ahora y arruinarlo todo. Entonces cuando la piel ampollada se cubrió con el vendaje, Shadow pasó una mano por su espalda y otra entre sus piernas, levantándola del sillón.

Ella jadeó, sosteniéndose con fuerza como las veces anteriores.

— ¿A dónde vamos? - Él caminó fuera de la sala, miró alrededor sin encontrar a Tails y Shadow comenzó a subir las escaleras.

— A tu cuarto - Respondió como si fuera obvio — Mañana lo repetiremos, es mejor que estés cómoda.

— Entiendo - Tragó nerviosa.

— ¿No dirás nada? - Amy le parpadeó — Que puedes hacerlo sola - Indicó al estarla cargando y ella tuvo la impresión de que este juego podía continuar.

— Puedo - Afirmó alzando la barbilla — Pero creo que prefiero disfrutar de esta comodidad, doctor.

Shadow salió cerrando la puerta de la habitación, caminó por el pasillo preguntándose si el zorro seguía en su oficina o si Sonic habría vuelto. Si se encontraba con el erizo, le daría un golpe, eso era seguro. Llegó hasta las puertas abiertas del cuarto y lo encontró viendo las noticias en la televisión. 

Reportaban el desastre del edificio con GUN estando en escena, alcanzó a notar cómo entrevistaban y se llevaban en ambulancias a varios de los zoomorfos que Amy había salvado, por lo que anunciaban sólo identificaron al murciélago y al tigre como los únicos atacantes. No dieron información sobre ambos, lo que pudo tranquilizarlo. 

— ¿Ella está bien? - Tails preguntó con el control en la mano, silenciando el televisor.

— Si, tendré que repetir las curaciones por cinco días hasta que la herida sane - El zorro asintió con la cabeza — ¿Encontraste algo? - Se acercó a la computadora al verla encendida, llena con pestañas de otros sitios de comunicación y otros foros que especulaban la identidad de posibles mutantes por la ciudad.

— En los foros sólo hablan del desastre en los laboratorios y el incendio, están relacionándolos, pero sólo son tonterías y una que otra teoría - Mencionó mostrando la información en la tableta, Shadow la recogió para leer los comentarios.

"GUN no hace su trabajo como debería ¿Dónde estaban cuando los trabajadores del edificio fueron atacados? ¿Realmente son tan buenos?" 

"¿El abuelo erizo del incendio no era un mutante? ¿Era pariente de Ráfaga azul? quizás GUN comenzó el fuego... ¿No es un poco... despiadado?"

"Oh cielos, ¡Que GUN atrape a todos los mutantes! ¿Qué hubiera pasado si no llegaban a la escena?" 

Alejó sus ojos de la pantalla y parpadeó concentrándose, había más de tres mil comentarios en la publicación de la noticia y seguían apareciendo. Le palpitaba la cabeza, realmente podía sentir todo el estrés acumulado en la zona izquierda, pero no era momento para detenerse.

— No hay nada importante ahora, los sujetos... - Tails se rascó la mejilla y el azabache sintió el cambio de temperatura en el cuarto, poniéndose frío — Tampoco hay nada, GUN no los tiene y están sueltos, quizá molestos ¿Cuántos de ellos serán?. La gente en los foros tiene razón, no podemos saber dónde se esconden y... - Comenzó a caminar de un lado a otro muy alterado — ¿Y si vienen por nosotros?

— Tranquilízate - El zorro se detuvo cuando el azabache gruñó, le señaló la alfombra bajo sus píes llena de escarcha y el adolescente se sorprendió al ver que había perdido el control de sus habilidades otra vez — Estoy seguro que tienen cosas más importantes que encontrarnos.

Shadow miró nuevamente el televisor cuando los colores de la imagen cambiaron, encontró a María siendo entrevistada por una reportera del canal con bastante seriedad. 

— Sube el volumen - Tails apretó el botón y la voz repelente de María como agente le hizo fruncir el ceño.

"¿Puede decirnos cuál será el siguiente paso en su investigación? ¿Qué pasó con la captura de Ráfaga azul y la muerte del ex-mutante cocodrilo que falleció en el incendio, hay alguna relación entre estos eventos?"

"— La captura de Ráfaga azul continua, por ahora no tenemos suficiente información para relacionar los casos. Por el bien de nuestros ciudadanos aumentaremos los patrullajes de GUN para dar con los mutantes. Como siempre, se les pide a todos que cooperen con el reglamento especial para mutantes"

"¿Reglamento especial?"

"— Entréguense a la comisaría más cercana, por el bien de nuestro futuro "

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