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El impacto del auto causó una onda de sonido bastante fuerte, la oveja temblaba bajo el cuerpo masculino del echidna, estaba asustada por tener que abrir sus ojos y encontrarse con una escena horrible que implicara a Knuckles.

No sentía dolor, no sentía nada y por eso estaba tan asustada. ¿Él recibió el golpe?, no, el auto los aplastaría a ambos.

— Mierda..., agh - escuchó sus quejidos, Chloe inevitablemente abrió sus párpados y notó a Knuckles sobre ella, con los brazos sobre su cabeza apoyándose con fuerza mientras un domo morado los cubría — ¿Te lastimé? - negó ante la extraña situación en la que se encontraban.

Knuckles intentó levantarse, sin dañarla de por medio, se levantó con un poco de dificultad; el auto estaba volteado sobre la banqueta, a pocos milímetros del domo, era claro que había funcionado a la perfección, guiando el objeto en otra dirección.

Cuando el domo se dispersó, Knuckles enfocó su vista en una pareja que presenciaba la escena con cierta intriga y satisfacción. Un buey de aspecto peligroso sostenía una hacha afilada y alta, a su lado estaba una lémur de cola anillada. 

Notó que debajo del hacha se encontraban rastros de la arena de hace algunos momentos, «¿más mutantes?, no es imposible», pensó Knuckles. 

— Ella estará contenta, ¡encontramos a otro! - la lémur sonrió inmediatamente, acercándose tan solo algunos pasos hasta que el mango del hacha del buey detuvo su caminar. 

— Primero tenemos que saber de qué lado se encuentra, podría estar en la cuerda floja - le dijo él, alejando el mango para sujetar con fuerza el hacha. 

— Lamento interrumpir, pero lanzar autos sobre zoomorfos no es nada educado - Knuckles se hizo escuchar ante ambos, su postura era firme y llamaba mucho la atención, su rostro indicaba seguridad, y sus puños estaban apretados.

— Solo aplastamos la basura, no creímos que íbamos a toparnos con uno de nosotros - escuchó a la lémur, ella agitó la cola y se inclinó a observar a la oveja que se escondía tras el echidna — ¿tu amiguita también tiene habilidades?.

— No te acerques - amenazó Knuckles, dispuesto a proteger a la oveja escondida bajo su sombra, la chica formó una mueca de disgusto, y retrocedió haciendo una vuelta de gimnasia para volver a quedar del lado del buey. 

 — Que dulce es... - suspiró, recargándose sobre el brazo de su compañero con mirada vacía — ¿no te gustan los hombres así, Fender?.

Fender resopló fastidiado, la lémur era una buena compañera, más sin embargo su actitud llegaba a ser bastante irritante, al punto de ponerle con el peor humor posible. 

Hizo girar el hacha, sus dedos eran rápidos y tenía una gran agilidad y fuerza para poder moverla con esa gran facilidad, Knuckles se preparó para el ataque, formando un escudo en pico que les protegiera a ambos. El arma al llegar a un punto giratorio bastante rápido, generó una ventisca, alzando la arena de la calle para concentrarla y poder controlarla a su placer. 

— Rápido, Hendra - avisó él teniendo como objetivo el echidna rojo, sus ojos lo atravesaban mientras la mirada de Knuckles lo veía desafiante, a la espera de su primer golpe para retenerlo — yo lo detengo, tú encárgate del resto.

— No necesitas decirlo, cariño - dijo Hendra sin cuidado alguno, estiró un poco sus brazos como si comenzara a calentarse para alguna prueba, volvió a agitar su cola y tras una sonrisa maliciosa, corrió y saltó entre las farolas de la calle como si fuera un patio de juegos. 

La mirada concentrada de Knuckles se perdió en cuanto la vio despegar sus pies del suelo para colocarse sobre las farolas, «¡es muy rápida!», gritó internamente. 

Las habilidades de Knuckles están lejos de poder detener a ambos mutantes a la vez. En una pelea contra un zoomorfo normal se veía mucho más fácil. 

Su mutación le permite crear campos de fuerza bastante resistentes ante cualquier ataque, puede generar ciertas barreras y campos alejados para empujar, golpear o proteger a otros.

Su fuerza le permite dar golpes certeros y acompañados de un escudo pequeño de color morado en la base de sus nudillos, era perfecto para romper algunos huesos.

Pero la velocidad y ataques de larga distancia pueden considerarse una desventaja para él. Su fuerte es la lucha cuerpo a cuerpo.

— ¡Cuidado Knuckles! - el grito de Chloe lo hizo volver de su mar de pensamientos inseguros. Una corriente de aire con arena estaba justo por chocar contra ellos. Chloe se levantó para empujar al suelo al echidna, la corriente siguió recto hasta chocar contra el vidrio de un local, destruyendo el vidrio totalmente

— ¡Maldición! - exclamó preocupado, si ella no hubiese reaccionado así de rápido, ambos estarían dentro de ese local con miles de pedazos de cristal enterrados en la piel; empujó sus brazos hacía abajo y en su puño izquierdo se generó un escudo pequeño en forma de circulo, en la otra el pequeño protector en los nudillos para lanzar los golpes y pequeñas ondas de energía — Necesito sacarte de aquí, Chloe. 

«Me vendría perfecta la ayuda de Sonic para atrapar a la lémur, carajo», maldijo, si solo no se hubieran generado conflictos entre ambos, Sonic le hubiera acompañado y serían dos contra dos. 

— P-puedes estar tranquilo, puedo defenderme - dijo ella no muy convencida, Knuckles le ayudó a levantarse del suelo, la oveja aún sostenía el suéter blanco de regalo, estaba temblando un poco por encontrarse en medio de una pelea entre mutantes que, ver a Knuckles con ciertas habilidades inexplicables, le sorprendía, era difícil de creer y claro, todos le temen a algo que no conocen. 

Pero ella si conoce a Knuckles, o eso creía. 

— Quédate detrás - recomendó el echidna al notar que Hendra estaba causando daños en los carros comerciales o en los locales, asustando a los demás zoomorfos hasta que la calle quedó vacía, la lémur le dirigió una mirada rápida al buey antes de irse y comenzar a saltar alto entre los pequeños edificios hasta desaparecer. 

— Ahora somos solos nosotros dos, echidna - la voz calmada de Fender se escuchó con eco, atrayendo de vuelta toda la atención. Volvió a girar su hacha hasta que la arena regresó, si dejaba de mover el arma, la arena caería al suelo. 

Necesita atacar cuerpo a cuerpo sin darle la oportunidad de responder con ataques a largo alcance. 

Se acercó con fuerza, alejando la arena cada que el buey lanzaba pequeños rastros hacía su rostro, los ataques eran más pesados que antes, y aumentaban en velocidad cada que se acercaba.

Estaba ya tan cerca que Fender tuvo que detener el girar del arma, pero el peso de la hacha casi lo tira al suelo, el buey aprovechó aquella fuerza de su hacha guiándola hacía Knuckles, él tuvo que usar ambas manos para crear un escudo lo bastante grande para cubrir su cuerpo entero y así detener el golpe. 

Logrando que el hacha golpeara su escudo, el choque provocó un sonido fuerte y estrepitoso que rebotó debido al filo del arma, lo pesada que era y la fuerza del giro que antes tenía.

Knuckles era fuerte y su campo de fuerza era aún más fuerte que él o los golpes de Amelia, por eso ella nunca tenía la oportunidad de soltarse un golpe como lo hace con Sonic. 

— Te mostraré otro truco - Knuckles sonrió tras el escudo con opacidad transparente, la mejor parte de los escudos, era la resistencia y la capacidad de regresar la fuerza del golpe con el que fue atacada. 

Concentró la energía en el escudo, pronto el tono morado comenzó a brillar un poco, Fender alejó el hacha, estaba molesto por no poder lograr lo que quiso hacer, elevó una vez más el arma para cortarlo en dos. 

El echidna se agachó, y colocó el escudo encima de su cabeza para protegerse, en cuanto el delgado filo del arma rozó su escudo, el poder con el que antes lo había golpeado fue liberado, provocando un pequeño temblor y lanzando al buey hasta que chocó con un edificio, dejando el hacha en el suelo con algunos rasguños. 

Pudo notar detalles en el arma, conocía esos símbolos, de repente su vista se nubló un poco y sus piernas perdieron la fuerza, inmediatamente se hincó, estaba seguro que Fender no volvería a levantarse, al menos no por ahora.  

Había usado mucha fuerza y nunca antes había utilizado tanto su habilidad.

Miró por encima de su hombro y vio a Chloe acercarse con consternación en su rostro, enseguida las manos suaves de ella tomaron su rostro para verificar que no había recibido daño alguno, lo que pasó frente a sus ojos fue algo tan maravilloso y extraño a la vez. 

Chloe se sintió aliviada de que el echidna saliera ileso, creía que podría ser el final para ambos, aquellos dos se veían bastante peligrosos, todo estaba completamente perdido en esa área, los locales, los puestos donde vendían. Incluyendo su puesto de semillas y frutas frescas del local a un lado de una tienda de lácteos. 

— ¿Crees que esa lémur vaya a regresar? - mencionó Chloe, miraba a Knuckles con preocupación y cierta ansiedad incluida, el temor no se lo despegaría; estaba ayudándolo a ponerse de pie.

Knuckles logró mantenerse erguido, mirando hacía el oeste por donde Hendra se había marchado. Estaba en medio de un dilema, ¿quiénes eran y por qué estaban atacando a los demás?. Sin duda ella volvería a encontrarse con su acompañante. 

— Necesito que te vayas Chloe, no es seguro que te quedes aquí - advirtió viéndola a los ojos. No se sentía bien por haberla involucrado en una pelea así, pero necesitaba protegerla, no podía dejar que ninguno de los dos le hiciera daño, mucho menos causarle la muerte. 

— Pero Knuckles... 

— No es seguro que te quedes aquí, seguramente ella volverá y este tipo despertará. 

— ¡Espera!, ¿qué pasará contigo?, ¡¿y si GUN comienza a buscarte?! - apretó el suéter de lana entre sus manos. No quería dejarlo solo. 

— Estaré bien, GUN no debe tardar en venir. Pero necesito que te vayas, ¡muy lejos! - el sonido del rechinar de llantas provenía de ma esquina de la calle.

El echidna frunció su seño, ya estaba imaginando las tropas de soldados del equipo GUN.

Sin embargo, una camioneta grande y negra deportiva se acercó, llegabdo casi justo frente a ellos. De ella salieron las púas negras y vetadas que conocía.

— ¿Knuckles? - Shadow salió del vehículo, notando los daños de la calle, el arma dañada en el pavimento y la pared de un edificio destruído con un buey herido dentro.

— Chloe, vete - la miró una última vez, antes de que él se acercara al vehículo, ella le entregó el suéter de lana, estaba triste, con los ojos cristalinos y a punto de soltarse a llorar.

— ¿Cuándo podremos volver a vernos? - preguntó Chloe. Asustada por recibir una respuesta negativa, no quería alejarse más de él.

— No lo sé.

— ¡Tenemos que irnos! - el azabache sabía lo que venía, camionetas de GUN en muy poco tiempo. Volvió a entrar a la camioneta para encender el motor e irse hacía la cabaña.

Knuckles sostuvo la mirada aflijida de la oveja por unos segundos, tomó el sueter y tras escuchar varias sirenas, ella comenzó a correr para no ser culpada, le dolía tener que dejar a Knuckles con todo el peso, sólo por haberla protegido.

Pero al ver al erizo llegar por él, se sintió poco aliviada, Knuckles tenía conocidos que seguramente le ayudarían. Ella solo podía darle apoyo desde lejos, y esperar que se encontrara bien.

Cuando la puerta de la camioneta se cerró, Knuckles entró y Shadow arrancó el vehículo antes de que las patrullas se acercaran.

Necesitaban salir antes de que GUN pudiera verlos, detenerse no estaba en los planes y mucho menos iniciar una batalla contra los soldados.

— ¿Quién era? - dijo Shadow entrando a la carretera, los autos provocaban tráfico, no los dejaban pasar con velocidad pero podían ocultarse entre otros.

— Fender, venía con una lémur y comenzaron a atacar el mercado - explicó molesto — también tienen habilidades, la chica se fue, dijeron algo sobre eliminar al resto..

— No había escuchado de más mutantes en la ciudad - giró el volante para ir al carril izquierdo, avanzaban más rápido.

— No parecían venir de aquí, ¿cómo me encontraste?.

— El temblor - dijo Shadow — estaba en el estacionamiento del edificio cuando lo sentí. Formó una mueca pequeña — supuse que algo andaba mal.

— Ya veo - mantuvo silencio, los dos mutantes con los que había peleado no eran ciudadanos, pero parece que sabían a dónde iban. La lémur, especialmente. El buey y su arma, conocía bien los símbolos del arma que tenía.

Esa arma seguramente había sido forjada en Texas, no era común, pero conocía a un ser que se encargaba de crear ese tipo de armas.













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