- ¡Viene y se acerca a la tercera vuelta!, ¡¿Shadow está a punto de vencer a Sonic?!, ¡Damas y caballeros esto está reñido, pero Sonic adelanta, no se queda atrás.

- ¿Pero qué es..?, ¡¿Un auto rosado ha rebasado al corredor Silver?!, ¡ahora está en el tercer puesto!, ¡ parece que piensa meterse entre la lucha de Sonic y shadow!, esto es impactante.

- Así es Cris, ese auto rosado brillante está dejando en ridículo a los demás corredores, pero tampoco es la primera vez que ese auto decide participar en las carreras - Aclaró Amara, comentarista principal de las carreras SEGA. 

- En ese caso, hay que ver el desenlace - Le dijo efusivo, emocionando al público mientras algunos seguían apoyando a sus corredores favoritos.

El auto color rosa acelera, el azabache observó por el retrovisor, al mismo tiempo que su rival azulado, como aquel auto llamativo se acercaba hasta pasar en medio de ambos.

Las ventanas oscuras hacían imposible ver al corredor que estaba dentro. La emoción de los espectadores aumentó cuando el auto se acercaba al final de la carrera, Sonic y Shadow estaban tan distraídos que no se percataron de aquello.

- ¡Santa madre corredora!, ¡Pero si le regalaron el paso!, ¡¡Increible!! - Los comentaristas no lo podían creer, ¡¿Qué pasaba por la cabeza de ambos corredores?!. El corredor con auto rosado había ganado la carrera.

La gente de las gradas se levantaban emocionados, los carros pronto bajaron la velocidad, y sin perder tiempo el par de rivales se encontraron en absoluto acuerdo, ambos se quitaron los cascos de la cabeza, esperando que el corredor del auto rosado saliera a dar a cara como el nuevo ganador de las carreras SEGA.

Shadow en el segundo lugar y Sonic como tercero, los demás no importaban. Y cuando la puerta del auto se abrió, su sorpresa fue mayor, el cuerpo de una mujer con traje blanco y su casco rosado, saludando a la gente desde la pista con ambos brazos arriba. Era imposible que ella fuera.

Quitó el casco, mostrando su rostro y púas del mismo color que su auto. Bien, eso explicaba el color. Apenas miró a los erizos de soslayo, sonriendo de forma victoriosa y seductora ante sus fans. 

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- Dime Amy, ¿qué se siente llevarte a casa el primer puesto para las finales? - Los reporteros se acercaron rápidamente, sorprendiendo un poco a la eriza, pero eso no la hizo perder su toque ganador y orgulloso, sonreía a cada cámara mostrando la mejor cara, quería lucirse en la televisión.

- Es una sensación que no puedo explicar, es extraño pero me siento realmente emocionada y relajada - Explicó ante las miradas atentas.

Por otro lado, los erizos se negaban a perder contra ella, sin más entró a la carrera creyéndose la reina de la pista. Para empezar, ¿quién mierda era?, si había ganado pero no era lo suficientemente famosa para poder conocerla. Se rumoraba que ella se volvería el centro de atención en las siguientes carreras, que acabaría con el reinado de Shadow y Sonic en rivalidad y ella les haría comer polvo.

Malhumorado, el azabache estaba mirando a la eriza, sin apartar la mirada, ese auto rosado debía caer al igual que su corredora. No esperaba volver a quedar en ridículo frente ella ni con ningún otro, y aunque lo suyo no era el trabajo sucio. Le gustaba hacer advertencias.

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- Ninguna mujer me deja en ridículo - Arrugó la nariz al momento que sacaba una navaja de su pantalón, la noche era presente y también testigo de lo que el erizo estaba dispuesto a hacer.

Se acercó sigiloso al garaje del auto rosado, la había estado siguiendo y ver quienes eran sus patrocinadores, no fue tan difícil buscar la información. Claramente la mujer estaba siendo patrocinada por una compañía que estaba en competencia contra la suya y la de Sonic.

El auto rosado brillaba ante las luces del garaje, deslumbrante, nuevo, ¡rosado!. encajó la navaja en una de las llantas del auto, causándole un agujero pequeño que decidió seguir para dejarlo, no a simple vista, pero lo suficiente para causar una tragedia en la carrera de mañana.

- ¿Podrás correr de esta forma? - Se burló malicioso, no le preocupaba la integridad ni salud de la eriza en esos momentos, esto ya no era trampa. Era eliminar a la competencia de la forma más sucia. 

Que cayera por un precipicio si tenía que ser así, que muriera ahogada junto con el auto en cuanto cruzaran aquellas esquinas peligrosas. 

Amelia Rose, sería un nombre próximamente olvidado cuál polvo, cuando el aire decide llevárselo y perdiéndose en la existencia absoluta. El color rosado sería olvidado para siempre del mundo de las carreras. ¿Y qué mejor que asegurarse de ello?.

Pinchando las demás llantas de repuesto que estaban dentro del garaje, con puntadas pequeñas que podrían costarle demasiado si los verdaderos expertos no se daban cuenta.

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- ¡La carrera ha comenzado!, los primeros en salir como ya sabemos siempre son Sonic y Shadow adelante, parece que vienen a dar la final Cris - Comentaban desde el balcón con la mejor vista de inglaterra, oh las carreras en aquellas calles tan hermosas, lujosas y elegantes que daban turismo a la gente.

Un auto verde había sido rebasado por el auto color rosado, después pasó el morado hasta quedar detrás del auto negro y rojo de cierto azabache. 

Miraba el espejo retrovisor, como la eriza se encontraba en su retaguardia, sonrió ladeado, ¡que se acercara lo que quisiera!, no llegaría tan lejos. Dió un giro a su volante, tan rápido como él mismo casi siguiéndole el paso a sonic, que realmente el cobalto se enfocaba en ganar, el azabache estaba pendiente de la eriza tanto como ella de él.

Parecían querer jugar en la pista de carrera y la gente del público, tanto en las bardas como en su casas y periodistas comenzaron sus propias especulaciones, ¿Se conocían?, ¿Tenían alguna tensión entre ellos?.

Verlos, tan concentrados el uno por el otro en la pista daba distintas ideas para pensar, pero verdaderamente el azabache quería ver como alguna de sus llantas se destrozaba en el camino y arrancar para llevarse el primer lugar.

- ¡¿Por qué no funciona?! - Grito molesto, golpeando el volante con fuerza mientras giraba en una curva, pero algo andaba mal.

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Amelia Pov

Cerca de la curva, giré mi volante, acelerando para no chocar con las bardas y caer, el carro negro con líneas rojas sufrió algo, lo podía ver todo en cámara lenta, como este perdía el control del vehículo y chocaba contra las bardas, destruyendo parte de ellas y cayendo cerca de un jardín. ¡Dios santo!. 

En seguida encendí las luces traseras de mi auto, de seguro las noticias deben estar corriendo ahora mismo, si me detengo perderé el segundo lugar y lo más probable la carrera, pero ver algo así frente a mis ojos. Es imposible no tener un poco de humanidad para poder ayudarlo.

Frené y los demás carros pasaron arrasando polvo, Dejé el carro cerca y miré el fondo con sumo cuidado, el carro se encontraba atorado entre los árboles y varios arbustos espinosos. La ayuda tardaría en llegar, debo sacarlo de ahí o algo peor podría pasarle.

Quité el casco de mi rostro, y con mucho cuidado baje sujetándome de varias ramas, las puertas no se veían atrapadas pero el choque lo debió dejarlo aturdido. Me acerqué hasta llegar a la puerta, abriéndola encontrándome con el erizo cabizbajo sin reaccionar. Estaba confundido, mareado.

Se quitó el casco de mala gana tirándolo a la parte trasera del vehículo, tenía una mueca molesta y dolorida en el rostro, parece que algo le había ocurrido en sus piernas, no podía mover una con tanta facilidad como podía hacerlo con la otra. 

Me miró, sus ojos carmesí me miraron con enojo, frustración y casi me empuja para intentar levantarse y caminar solo. Quise reprocharle pero al instante se cayó al suelo resbalando con las hojas de los árboles. 

Se quejó por el dolor en su pierna derecha, intentó levantarse y decidí estirar mi mano y ayudar. Bruscamente el erizo la golpeó para que lo dejara tranquilo, ¡¿Todavía que me bajo a ayudar y me trata así?!

Molesta comencé a caminar hacía arriba, había perdido ya la carrera y aparte este erizo.

- ¡¿Vas a dejarme aquí?! - Escuché su voz ronca y molesta, me gire para verlo nuevamente, seguía en el suelo intentando levantarse, cosa que no podía.

- ¿Después de tratarme así?, ni siquiera se por que lo hice - Confesé, su penetrante mirada carmesí me hizo sentirme incomoda y me dio lastima dejarlo en el suelo, incluso si los paramédicos venían, no podía dejarlo así o mancharía mí reputación.

Volví a acercarme, volviendo a estirar mi mano, dudoso, acerco su mano y la entrelazó con la mía, jalando con fuerza casi cayendo al suelo logré mantenerme en la superficie rocosa y lo sujete con fuerza, pasando su brazo sobre mi hombro para ayudarlo a pararse.

Me miró de soslayo, su colonia inundó mi nariz, se notaba realmente molesto. Lo acerqué hasta mi auto y lo dejé sentarse en la parte del copiloto. Apenas y me miraba, un gracias hubiera sido suficiente.

Pero ni siquiera eso. 

- ¿Por qué...? Agh... - Lo miré interesada, estaba por decir algo pero parecía arrepentirse por preguntar. 

- ¿Sucede algo? - Le dije y miró el casco rosado en el suelo - ¿Te encuentras bien?, la caída debió ser un gran susto para ti

- Vuelves a preguntar algo tan estúpido y juro que voy a violarte en la parte trasera de este auto - Señaló mi auto con desdén, ¡¿Qué fue lo que dijo?!, ¡Erizo..! - Es obvio que tener la pierna lastimada no es estar bien, mucho menos caer a un jardín lleno de plantas espinosas, no tuve miedo. El miedo es de cobardes - Afirmó orgulloso volteando su rostro y cruzándose de brazos.

- El miedo no es de cobardes - Aclaré - Sin temores, no existe la valentía, ¿de qué sirve ser valiente si no hay nada que te asuste?, que te causé pavor, debe existir, las cosas son así porque deben serlo. Y antes muerta que dejar que me toques una sola púa.

Levantó la mirada divertido, sonriendo de forma boba y no arrepentida, relajó sus facciones molestas. 

- Te gustaría, y mucho. Así que cierra la boca y espera a que lleguen los demás, vas a tener mucha fama por querer ayudarme, no agradeceré nada - Se limitó a decir entre el silencio que se volvió incómodo.

- Si claro, no lo hice por fama idiota, soy una eriza y entre competidores hay honor, respeto. ¿en qué crees erizo? 

- Yo creo, que lo que no te mata, te hace mas fuerte - Respondió simple y relajado, me acerqué a las puertas del conductor para comenzar a manejar.

- Ni lo intentes, ponche la llanta de tu carro antes de empezar la carrera, ya llevas bastante manejando y moriremos ambos si lo intentas conducir - Me quedé con los ojos abiertos, más importante, nunca me di cuenta por la emoción de la carrera, este erizo es un completo hijo de puta.

- Eres un...debería dejarte aquí y que te pudras con tu auto.

- Hazlo, y te quedarás conmigo - Advirtió, su mirada retadora, el olor a colonia y los ojos carmesí. Debería considerar la idea de abuso detrás del vehículo. 

- ¿De verdad?, ¿y cómo piensas que me quedaré contigo? - Lo reté, su mirada se afiló ante mi posición.

– Inténtalo y verás.

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– ¡Y Sonic queda en el primer puesto!, maravillosa carrera, muy interesante de hecho

– Así es Amara, aún más por el accidente del corredor Shadow

– Por cierto, después de que la competidora Amelia abandonara la competencia, se le vió ayudando al azabache a salir, ¿Qué ocurrió después?

– Oh Cris, estamos en público familiar, los detalles son aquellos que nosotros no podemos contar, solo... digamos que los paramédicos encontraron una escena fuera de lugar con ambos competidores.

– Esto será historia para las carreras futuras - Ambos rieron, cómplices de los eventos.

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JAJAJA exacto v; estamos en público familiar es que no se puede, política de la empresa okno

¡Chicos!, este One-shot es parte del #RetoNewsReader, yo ya cumplí con el primero. Espero veros por ahí también

Hay que atreverse a participar, que todos podemos