Taehyung

Cuando vi que Odette cayo al suelo sentí que la sangre se me fue a los pies, antes de llegar con ella Min ya la estaba cargando.

—Llévela a la enfermería señor Min.

—No creo que sea lo recomendable, aquí están sus padres es mejor que la lleven de una vez al médico, la enfermera ya le dijo que estaba mal—mencione

-—¿Y aun así la dejaste correr? —Min escupió con coraje.

—No soy el único que sabia que estaba enferma, tu fuiste por ella en la mañana, debiste darte cuenta también.

—En la mañana no se veía mal.

—Chicos pelear no va a solucionar nada, Kim ve por los padres de Park.

No había dado dos pasos, cuando ya venían los padres de Odette, acompañados de mi padre y mi hermano.

—Dámela yo la llevare— el padre de Odette se la quito de los brazos a Min.

Mi hermano se acercó a revisarla. Primero toco su frente y después el pulso.

—Su temperatura se siente muy elevada, puede ser parte de su desmayo tiene el pulso algo débil, ya marque al hospital para que nos tengan una camilla lista.

—Ire con ustedes.

—Debes quedarte, no puedes ayudar mucho, tal vez no estes tranquilo, pero pondras mas nerviosos a los padres de odette, deja que ellos se encarguen, nos llamaran si necesitan algo mas—mi padre miro  a Yoongi —eso va para ti tambien, ambos tienen actividades pendientes y por el momento no son de ayuda alguna.

Sin dejarnos decir nada vimos como se fueron los padres de Odette con ella en brazos mi hermano fue con ellos para acelerar el proceso de hospitalización, mi padre y la madre de Min se quedaron con nosotros para que no pensáramos en escapar de nuestras actividades.

Seguí ayudando en los stands, pero  me sentía muy nervioso, Namjoon no me contestaba el teléfono, no tenía noticias de nada.

—Tae, ¿ya sabes algo de Odette? 

—No Lisa, aun no me contesta Nam, y no me parece prudente hablarles a los papas.

—¿Ya le marcaste a Minho?, él puede saber algo.

—Eres un genio Lisa, no había pensado en Minho.

—Lo soy, pero anda marca.

Sonó el teléfono un par de veces antes de que contestara.

—¿tae tae?

—Hola min min, ¿Cómo esta? 

—Bien, parece ser que es una mezcla de todo, la tienen sedada y le están intentando bajar la fiebre, pero no pasara a mayores.

—Muy bien, me daré una vuelta en cuanto termine aquí.

—Esta bien, si cambia algo yo te llamo, gracias.

Le colgué ,Lisa me miro para que le contara, se alegro bastante al saber que no era nada serio, yo fui alistarme para la presentación con Jisso, estaba ya tras del escenario, Jisso estaba vocalizando a mi lado, me asome para ver a todos, mi padre estaba sentado solo.

—Si buscas a la madre de Min, ya se fue, se llevo a Yoongi al hospital para ver a Odette-—Jisso dijo sin verme.

— ¿Cómo sabes eso? 

—Yoongi me lo dijo antes de venir para acá nos pregunto a Lisa y a mi el nombre del hospital, su mamá se negó a dejarlo ir solo así que ella decidió llevarlo.

Camine hacia afuera del escenario, pero Jisso me detuvo del brazo.

— ¿Me dejaras cantar sola? También soy tu amiga Tae.

—Tengo que ir Jisso.

—Ya te has preocupado mucho por ella, no le pasara nada si no esta ahí, siempre estás ahí para ella, por un momento piensa en ti tae.

Jisso se me acerco, se paro de puntas y me dejo un casto beso en los labios.

—No me dejes tae, canta conmigo por favor.

Seria una mala persona si la dejo así nada más, tendré que ir a ver a Odette más tarde.

Odette

Me peso demasiado abrir los ojos, sentía algo de dolor en el cuerpo y la garganta me ardía, sin mencionar que moria de sed, cuando pude enfocar la vista un poco, miré a Minho jugando con su teléfono a un lado mío.

—Hola.

—Odette—casi lanza su teléfono, se abalanza a abrazarme —por fin despiertas.

—¿Cuándo dormí? 

—No mucho como unas seis horas después de tu desmayo, pero se me hacían eternas.

—¿Cómo te dejaron entrar? 

—Es un secreto.

— ¿Joonie?—asintio — ¿Dónde están mis papás? 

—Mamá esta con el médico, y papá fue por el tratamiento que te recetaron.

—Espero no estén asustados.

—Mamá esta furiosa mas que asustada, al parecer tienes una anemia que se complico con tu resfriado, dijo el doctor que tienes demasiadas actividades y no te alimentas bien.

—¿Cómo sabe eso mi madre? 

—Le marco a Tae, el le dijo que estas siempre de un lado a otro y que esta semana ni te paraste por la cafetería por estar entrenando.

—Eso es alta traición, ¿sabes si vino a verme? 

—Aun no ha venido, pero afuera esta un el chico pálido.

— ¿Yoongi? 

—Ese, ¿es tu novio? 

—¿Te molestaría que lo fuera? 

Se encoge de hombros.

—Pensé que Tae estaría contigo, el me agrada mucho, pero si tu estas bien con ese tipo estaré bien, ¿te gusta mucho? 

—Mas que el helado de fresa.

—Vaya, entonces si te gusta, lo dejare pasar porque te amo hermana, pero siento algo de tristeza por tae tae, le romperás el corazón.

—Eres muy bueno Minho, no puede tener un mejor hermano.

—Iré a avisar que ya despertaste, estas muy cursi y me mareo.

—Rechazas mi amor, buscare quien si lo quiera.

—Con lo dramática que eres, te será difícil encontrar alguien mejor que yo.

Me muestra la lengua y sale a buscar a una enfermera, mientras observó algo molesta el lugar donde estoy, el olor tan típico de los hospitales, miro mi muñeca con horror, la aguja me reventó una vena y parece un golpe de maltrato tipo película. Esta tan en silencio todo. Que casi puedo escuchar el goteo del suero, escucho que abren la puerta y miro a mi chico pálido, con una expresión nueva para mí, su cara de preocupación es tierna.

—Hola Park.

—Hola Min,

— ¿Cómo te sientes? 

—Drogada hasta la medula, pero creo que bien.

—Puedo jurar que te vez más pálida que yo.

—Ya está, entonces morí y no me he dado cuenta.

Sonrió mientras sacudía la cabeza, se acerco a la cama y tomo mi mano sobando por encima con la yema de su dedo.

—Eres algo necia, si te sentías mal, debiste parar Odette.

—Admito que me excedí un poco, pensé que era solo un resfriado y ya.

Puso su frente con la mía suspirando.

—Creo que deberé castigarte por asustarme así.

—Quisieras castigarme.

—Lo hare ya verás, pero por ahora descansa, debo irme, abusé un poco y pedí entrar primero, pero tus padres están ansiosos por venir a verte.

Beso mi frente y salió, este chico me esta volviendo loca, puede pasar de ser el chico malo y sexy, a tierno y amable.

Pase toda la noche internada, esperaban que ya no me diera fiebre de nuevo, temprano me darian de alta, y me tomaría una semana de vacaciones de la escuela, no podía entrenar tampoco ni asistir a Kick boxing, por lo menos dos semanas hasta que mi anemia mejore, no es como si saliera demasiado, pero estar en casa por una semana entera sin hacer nada seria mi suplicio, me sorprendió marcarle a Tae varias veces y que no me contestara, solo quería avisarle que estaba bien, y que me disculpara por no hacerle caso, pero jamás contesto, tampoco vino a verme, pero era entendible, lo vería otro día.

—Recuerda, no puedes salir de la casa, tampoco te quiero haciendo ejercicio, porque si te vuelves a desmayar te dejare en el piso, tus medicamentos están en la repisa de la cocina, tienes los horarios en el refrigerador, no dudes llamarme si te sientes mareada de nuevo, revisa tu temperatura cada dos horas.

—Madre, ya no soy un bebe, tranquila me tomare los medicamentos, y te juro que no saldré de la casa tranquila.

—Comes por favor.

—Ya anda, váyanse que se les hará tarde para entregar los pedidos, estaré bien lo prometo.

Salen de la casa todos, pongo la música a todo volumen mientras sufro una crisis de aburrimiento, mando un mensaje a Tae que sigue sin responder, en este momento necesito a mi mejor amigo conmigo, pero el no me atiende el teléfono, vuelvo a marcar una vez más esta vez contestan.

—¡Al fin contestas! Me tenias preocupada tarado.

—Tae no esta, el dejo su teléfono en mi casa.

—¿Jisso? 

—Si, no te preocupes por Tae, se fue deprisa que no tuvo tiempo de recoger el telefono.

—Entiendo, gracias.

Le colgué, supongo que acepto los sentimientos de Jisso, debo de estar feliz por él, Jisso es buena persona y Tae se merece a alguien bueno, solo me sorprende que no fuera a visitarme al hospital, escuche el timbre de la casa, casi me arrastre a abrir la puerta, para mi sorpresa estaba Yoongi para vestido totalmente de negro, jeans ajustados, zapatillas deportivas, y un jersey holgado, traía una gorra hacia atrás, sonrió mostrándome una bolsa con golosinas.

—Te hare compañía en tu encierro —Se acerco a levantarme —Me dedicare a atenderte todo el día.

Me agarre de su cuello.

—Estas diciendo, que básicamente serás mi esclavo.

—Solo si es sexual— baja las manos hasta acariciar donde terminan mis shorts —y con ese atuendo, creo que me será difícil controlarme—me baja —pero primero, ¿Dónde pongo esto?

Lo lleve a la cocina para que dejara todo en la barra, me sentía demasiado feliz porque estuviera aquí en la casa, me platico que ganaron el partido de ayer también pero no con tanta ventaja como el hubiera querido, que no fue a la fiesta porque no se sentía con ánimos, nos pusimos a ver una serie que a el le encantaba me platicaba con emoción que personaje le gustaba y como la trama de misterio era su favorita, básicamente Yoongi se adueño de la plática, nunca lo había visto hablar tanto ni de tantas cosas, pero estaba muy entretenida con todo lo que me decía.

— ¿Por qué me miras tanto?

—Es que eres algo extraño, no puedo creer que el salvaje de Min  sea este Yoongi que estoy viendo ahora.

—No soy extraño, solo que siempre estoy a la defensiva es todo, tu lo haces igual, pero ambos lidiamos diferente con eso.

—Oye solo te he golpeado a ti, y uno que otro que se llego a meter conmigo, pero jamás empecé nada.

—Aun me duele un poco recordar ese golpe—soba donde estuvo el moretón.

—Deja te curo el golpe— me subi a sus piernas y bese su mentón —¿te duele aquí? — asintió y señalo su mejilla — ¿aquí también? — ahora señalo sus labios.

—Creo que debería ver si no tienes fiebre, te siento algo caliente.

— ¿Qué parte?

Mete su mano en mi entrepierna, sobando de arriba abajo, mientras deja besos húmedos en el cuello.

—Aquí, siento que necesitas atención.

Ataca mis labios, mientras me acomodo encima suyo, el no deja de acariciar mi espalda, cintura y muslos, me frotaba cada vez mas contra él, al sentir su entrepierna ya dura sonreí, el me alzo con mis piernas rodeando su cintura.

— ¿Dónde está tu habitación? 

Señale la puerta de mi cuarto, me dejo en la cama mientras se quitaba la ropa, verlo desnudarse frente mío era algo espectacular, como se arreglaba el cabello salvaje después de quitarse la camisa y el jersey hicieron que me mordiera los labios, después se quito el cinturón, sacando la lengua hacia un lado de manera sexy, se relamió los labios y yo ya había perdido el control, mi ropa no necesito de tanto esfuerzo, solo traía un suéter sin sostén por debajo y unos shorts, me ayudo a quitarme todo excepto las pantis, subió encima mío, tomando mis manos con una sola de las suyas sobre mi cabeza, sus delgados labios se movían alrededor de la curva de mis senos, cuando se frotaba contra mi entrepierna gruñía, su voz ronca al decir lo mucho que le gustaba hacia que mi piel se erizara, vi que saco algo de sus pantalones, arquee una ceja al notar que era.

—Debía venir preparado.

Abrió el condón para colocárselo y acercarse nuevamente a mí, retirando esta vez mi ropa interior, se alineo en mi entrada, sujetándome después de la cadera y hacer el primer embiste de manera fuerte, un gemido agudo salió de mi garganta, subió mi pierna para que lo sujetara de la cadera, mientras daba pequeñas mordidas en mi cuello, las penetraciones eran intensas y rápidas me hacia sentir una oleada de placer cada vez que entraba, sus labios se unieron a los míos para bajar el sonido de los gemidos y jadeos de los dos, sus espalda bajo mis uñas, las cuales dejaban pequeños surcos rojos al pasar por sus hombros, sin soportarlo mucho mas llegue al orgasmo mientras me sujetaba de los brazos de Yoongi, el hizo lo mismo poco después.

—¿Tienes hambre? - dijo mientras recuperaba el aliento.

Ambos nos reímos.

—Demasiada diria yo.

Después de vestirnos fuimos a la cocina para que preparara el menú especial que tenia para mí, mientras el cocinaba, escuche que tocaron el timbre, fui abrir la puerta, mire a Tae con la cabeza agachada.

—Hola, ¿puedo pasar?