Los chicos malos
Odette
¿Saben eso de que los chicos malos atraen mas a las mujeres?
Siempre he pensado que es una tontería, no entiendo la fascinación hacia alguien patán, por más atractivo que fuera. Es por eso que no entiendo a todas las chicas que les gusta Min Yoongi.
Lisa me había dicho varias veces que él era sexy y guapo, yo no lo veía así, su popularidad además de ser porque es algo agresivo e idiota, era también porque era capitán del equipo de basquetbol, era lo único que le reconocía, su talento para este deporte.
Pero en las practicas jamás nos prestábamos atención el uno al otro.
El primer año de bachillerato se dio a conocer por liarse a puños con uno de tercero que quiso molestarlo, aun recuerdo al chico pálido, de cabello teñido color menta, ojos gatunos y arete en la oreja darle la paliza de su vida al de tercero, yo solo los ignore, pero no fue una buena primera impresión. De ahí fue dándose cada vez mas a conocer mas porque en sus primeros partidos gano un numero alto de fans.
No le había comentado a Tae lo que hizo el primer día de castigo, pero el sospechaba algo porque por algún motivo yo me le escondía cada vez que me lo topaba en los pasillos, los otros días me metía al salón de castigo solo cuando llegaba el profesor asignado no quería estar a solas de nuevo con él, lo único que me animaba era que ya solo faltaba un día mas para quitarme este martirio.
—Creo que me ocultas algo.
Tae me miro sentado en mi cama, mientras estudiábamos en mi casa.
—Claro que no.
—Has estado demasiado extraña estos días, te conozco demasiado Park Odette.
Me lanzo una almohada que atrape y le pegue levemente con ella, después me puse a jugar con los bordes, ignorando un poco la pregunta de Tae. Su mirada penetrante me hacia sentir nerviosa, se que no se estaría tranquilo hasta saber la razón.
—Bueno te voy a contar —tome la almohada y me la puse en el rostro —Min me beso durante el castigo.
— ¡¿Qué?!
—Shh—le cubri la boca —mi mamá esta afuera.
Quito mis manos de su boca y analizo lo que iba a decir.
—¿El primer dia de castigo? — asentí con la cabeza — ¿Por qué no me habías dicho? ¿Lo golpeaste de nuevo? — negué — ¿te gustó?
—No, pero...
—Dejalo en no, no uses un pero, porque quiere decir que si te gusto, Odette ese sujeto es un patán.
—Estoy consciente de eso más que tu tete.
—Entonces dejemos ese tema, y sigamos estudiando.
—Tu preguntaste.
—No pensé que dirías algo así, no te fijes en el por favor.
—No lo haría, no es mi tipo.
— ¿Así? ¿Y cuál es tu tipo?
—mmm no lo sé, alguien amable, listo y que me haga reír mucho.
El solo sonrió sabía que lo describía a él, subí a la cama con él, me acomodé con en su hombro y seguimos estudiando.
Me estaba quedando dormida durante el castigo, la clase de calculo estuvo fatal, fueron dos horas de teoría, así que en este momento solo quería estar en mi cama, las practicas iniciaban la semana que entra, así que no tenía más actividades al salir de aquí, estaba mirando hacia la ventana bostezando.
—Regreso en un minuto chicos.
No me había dado cuenta que el profesor se había parado, solo vi cuando salió por la puerta, en eso recordé que estaba sola con el depredador, él me miro divertido yo regrese mi vista hacia la ventana.
Escuche que se levantó de su asiento, y camino en mi dirección.
—Odette— dijo muy cerca de mi oído —Ese es tu nombre ¿no?
—Regresa a tu lugar Min.
—Suga, dime suga— se coloco aun lado de mi.
—No, Min, no voy a llamarte asi, ahora vete a tu asiento —lo empuje un poco — es mi último día y no quiero más problemas.
— Me iré, pero si me contestas, ¿te gusto el beso del otro día cierto?
—Un beso robado no es un beso.
—¿Robado? —sonrio con sorna — con lo agresiva que eres pudiste golpearme hasta morir, pero nunca te alejaste, asi que ¿Puedo tomar esa respuesta afirmativa?
—No, Min, no me gusta que me besen a la fuerza.
Se estiro un poco en su lugar, yo solo lo veía con detenimiento.
—Si eso era todo, es muy sencillo entonces.
Me tomo de la muñeca levantándome del asiento, me agarro de la cintura con la otra mano
—Con tu permiso.
Me volvió a besar, por más que le decía a mi cuerpo que lo empujara no podía, sus besos eran tan dominantes, me fue llevando contra la ventana, me soltó la mano y esta fue directa hacia su nuca para atraerlo más a mí.
¿Cómo lograba esto?
El ni me gustaba, bueno antes no.
¿Espera acabo de aceptar que me gusta?
Puedo estar confundida, es solo que besa endemoniadamente bien, el beso fue subiendo de nivel, sentí su mano acariciar mi muslo por debajo de la falda, bajo de nuevo para sostener mi pierna y levantarla mientras se pegaba en mi entrepierna, sentir lo duro que se estaba poniendo hizo que me mojara igual, ¡Odette contrólate!, se separó de mí.
—Iré a mi lugar antes de que esto vaya mas lejos y nos castiguen por algo mas que un golpe— la comisura de sus labios tenia algo de mi bálsamo labial.
—Espera— le limpie todo rastro del crimen.
Se fue a sentar, me acomode un poco el uniforme y regrese a mi silla como si no hubiera pasado nada, el profesor entro como cinco segundos después, definitivamente tenia que evitar mas encuentros de este estilo con él.
Sali primero del castigo, Tae me esperaba para irnos juntos, corrí para llegar hacia él.
— ¿Qué sucede? —
—Nada, ya quería salir de ahí es todo.
— ¡No siempre puedes correr!, ¡al fin y al cabo tengo tu permiso!
Mire con cara de horror a Yoongi gritando desde el otro lado del estacionamiento.
— ¿Qué quiere decir? — Tae me interrogo
—Nada, solo vámonos.
Taehyung
La veía elegir qué película veríamos, y no podía dejar de pensar en lo que le grito el imbécil de Min, ella estaba interesada en él, era lógico, pero la idea no me gustaba nada, y no es como si ella no hubiera tenido otros novios antes. Incluso fui amigo de uno muy simpático, solo que esta vez la idea de verlo con ese tipo no era nada de mi agrado, me daba rabia verla nerviosa por él.
—Tae, les deje el dinero en la barra de la cocina, no se desvelen mucho.
—Está bien papá gracias.
— ¿Te quedaras a dormir verdad Odette?
—Si señor Kim, ya le avisé a mi mamá.
Ella siempre ha dormido en mi casa, o yo en la de ella desde que somos amigos, asi que nuestros padres nos tenían demasiada confianza a ambos.
—Muy bien, los veo temprano en la mañana.
—Hasta luego señor Kim.
Me le quede mirando a Odette, me gustaba que se quedara en mi casa a dormir siempre platicábamos mucho y veíamos películas, además de que no me quedaba solo todo el rato que mi padre se ocupaba, verla vestida de manera cómoda era una de mis cosas favoritas, se veía pequeña con ropa holgada, teníamos pijamas a juego, pantalones grises de chándal, y una sudadera con un oso al frente, acondicionamos la sala para dormir ahí esta noche, el suelo estaba lleno de colchonetas y almohadas, siguió con su búsqueda haciendo un pequeño puchero al no encontrar algo decente que ver.
—Podemos ver "La maldición de Hill house".
—Pero si no duermo es tu culpa— abrace una de las almohadas.
Ella le encantaba ver películas de terror, pero se asustaba demasiado, era divertido verla detrás de una almohada mirando por encima de esta mientras temblaba de miedo, llego la pizza en lo que ella elegia la serie.
—Listo, ya esta todo para nuestra pijamada, ¿Quieres soda?
—Jugo de manzana —dijo mientras estaba hecha un tomate viendo la pantalla de su teléfono.
Al notar mi interés en ella, guardo el aparato fingiendo que nada había pasado.
— ¿Me contaras? ¿Es algun pretendiente?
—No. No es nadie, solo vamos a comer tengo hambre.
—Dejame ver—intente tomar el móvil.
—No.
—Ahora le ocultas cosas a tu mejor amigo, se que es privado, pero siempre me dices todo.
—Solo no te molestes.
Me paso el teléfono, mire que tenía un WhatsApp de un número no registrado.
"no preguntes como conseguí tu número, solo agrégame, no necesito decirte quien soy"
Mientras miraba el chat llego otro mensaje.
"Por cierto, creo que tu labial sigue en mi camisa"
—Dime que no es quien yo creo— le entregue el móvil, ella apago la pantalla y quedo en silencio un momento.
—¿Vez que si estas molesto?—me hizo un puchero.
—no estoy enojado—le acaricie la mejilla —no podria enojarme contigo, solo te pido analices que haces con el ¿sí?
—Si.
Dejamos del lado el tema del patán ese, continuamos con nuestra noche juntos, se acomodó en mi pecho, yo acariciaba su cabello con la yema de los dedos, ella comía palomitas mientras brincaba de vez en cuando en las escenas screamer, no había cambiado nada desde pequeña, en una escena algo terrorífica escondió su rostro en mi pecho.
—Ya puedes abrir los ojos ya paso.
—No lo hare, estoy en mi lugar feliz— seguía con su rostro metido en mi pecho.
— ¿Cuál es tu lugar feliz?
—Estar con mi tete.
Cuando decía esas cosas me gustaba, después de un rato de que muriera de terror, decidimos irnos a dormir, acomodamos todo, ella se abrazo a mi pecho para dormir, aunque siempre fui un poco mas alto que ella, siento que se encogió ahora que no estuve aquí, el aroma de su shampoo era el mismo que cuando niños, estaba cómodo teniéndola en mis brazos.
— ¿Odette? — susurre
—Dime.
—Te extrañe mucho.
—Tambien te extrañe demasiado.
Bese su frente.
— ¿Puedo preguntarte algo?
—Claro Tae, siempre puedes hacerlo.
—En verdad ¿te gusta Min?
— ¿Por qué viene esa pregunta ahora?
—La verdad, creo que estoy celoso.
Se sento y me observo demasiado sorprendida.
— ¿Por qué estarías celoso?
—Si, se que te vuelves novia de ese sujeto, el no querrá compartirte conmigo.
—En primera no creo ser novia de ese sujeto, y en segunda, nadie me separaría de ti.
—Prometelo.
—Lo prometo, aunque no debería de hacerlo, es un hecho que jamás me ire de tu lado —se acomodo de nuevo —me asustaste por un segundo.
— ¿Querías otra razón para ponerme celoso? — esta vez me sente yo, levantándola para tomarla de las manos — Te diré algo, pero ya prometiste que no te alejarías de mí, así que escucha con atención, eres mi mejor amiga, no tienes idea de lo mucho que te adoro, pero hay algo a lo que le he estado dando vueltas desde que volví.
—Espera Tae...
Ella sabe que voy a decir.
—No creo que deba esperarme mas —la mire a los ojos — Me gustas, me gustas demasiado Park Odette.
—Debo...debo gustarte, somos amigos, digo es normal.
Estaba empezando a balbucear.
—No tonta, es algo más que amigos, soy el cliché, pero no me importa, tampoco quiero que me respondas, solo quiero que lo sepas.
— ¿Así de la nada?
—Hemos estado ocho años juntos, no es de repente, solo analízalo ¿sí?, ahora duérmete.
—Claro que me duerma después de esto, no creo que pueda.
Cruzo los brazos.
— ¿Entonces que quieres hacer?
— Pues no se, ¿Hablarlo?
— ¿Qué quieres hablar?
— No entiendo porque decirlo asi, ahora, ¿Qué sucedió para que pasara esto?
—No pensé que necesitara una situación especial.
—Pues no en si una; pero— se llevó las manos al cabello con frustración — es que soltaste la noticia como si me dijeras tu color favorito.
— Piénsalo un minuto; en una amistad siempre debe de haber una atracción ya sea hacia la personalidad de la persona o a la compatibilidad de ambos; y solo basta un empujón para que evolucione en algo más; no siempre es hacia una atracción sentimental puede ser fraternal; en mi caso fue la primera; tal vez la tuya sea la segunda pero no me quedaré de brazos cruzados esperando a que te des cuenta al menos ya no— me froto el mentón — te seré aún más sincero; si tenía planeado algo más específico para mí declaración pero tuve que cambiar de estrategia más ahora que me veo amenazado.
— ¿Amenazado?
—Te gusta Min— negó con la cabeza demasiadas veces —Odette te conozco más que tú misma; además me has ocultado lo que él te dice o te hace; eso nunca lo habías hecho; siempre has sido sincera conmigo y ahora te escondes para leer sus mensajes como sintiéndote culpable de algo; ahora sí te sigues negando será algo peor para mí porque tendré que lidiar con tu frustración; Min es una amenaza para mí es la primera vez que veo que alguien te pone nerviosa.
— En ocasiones te detesto tanto.
— Lo sé; es parte de mi trabajo; como sea no quiero que cambie nada entre nosotros si me quedo como tú mejor amigo está bien, pero al menos no me quedé con las ganas de decirte que me gustas y que si me vez más celoso que de costumbre, ya sabes la razón.
Ella se quedó mirándome por un tiempo antes de soltar un suspiro, ella sabia que no me haría cambiar de opinión, conoce lo terco que puedo llegar hacer, se que lo que le dije le afectara, aunque no quiera que lo haga, pero es la verdad, Min es una amenaza para nuestra relación, a ella siempre le ha gustado el riesgo y Min despide peligro por cada poro, tendré que tener la guardia en alto en todo momento.
— ¿Tae?
—Dime.
— ¿Podrías abrazarme para dormir?
—Claro.
Nos volvimos a acostar, ella se acomodo de nuevo y yo la abrace quedando los dos dormidos en pocos minutos, dormimos de manera pacífica creo que no nos movimos ni un milímetro, el olor a café y panqueques nos despertó a ambos, mi padre tenía el teléfono directo a nosotros mientras tomaba fotos y bebía de su café.
— ¿Se puede saber qué haces papá? —
—se ven adorables y tomo fotos para el recuerdo.
Odette se sienta y se estira.
—Le daré mil wons por una copia de esas fotos.
—Mujer de negocios, trato hecho— mi padre levanto el dedo pulgar mientras yo vire los ojos.
—No le sigas el juego a mi papá.
—Siempre le seguiré el juego al hombre que me haga panqueques y café para el desayuno.
—Deberías aprender de ella, me ama mas de lo que tu amas a tu padre mal hijo.
Solo negué con la cabeza, nos pusimos a recoger la sala para ir a desayunar, al parecer Odette estaba calmada respecto al tema de anoche, una parte de mi se alegraba que ella fuera la misma pero otra se sentía herida porque no hubo mucha reacción de su parte, acomodamos todo ella se dio una ducha rápido y salió vestida en leggins deportivos muy ajustados un top de licra, solo se coloco una sudadera mía encima, mis ojos no se despegaban de su trasero sacudí la cabeza quitándome esos pensamientos.
— ¿Tienen planes para hoy? — mi padre nos cuestionó mientras nos servía el desayuno
— ¿Por qué?
—Me gustaría que vinieran a cenar conmigo, quiero presentarle a ambos a una persona.
—Uuy, ¿ya tenemos novia señor Kim?
— Debes venir a cenar para saberlo pequeña Odette.
—Eso no me lo pierdo por nada, cuente conmigo.
— ¿Quieres que pase por ti después de tu practica? — mire a Odette mientras bebía de su café, yo tomaba leche con chocolate el café no es uno de mis fuertes.
—No tete, pasa a mi casa por mí, iré a comprar algunas cosas saliendo.
— ¿Qué estas practicando ahora pequeña?
— Kick Boxing.
—Mi hijo deberá de cuidar no molestarte demasiado, eres un arma mortal andante.
Odette alzo las cejas orgullosa de ser una rubia peligrosa de poco mas de un metro.
En verdad la adoro demasiado.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top