003 • El cuarto espíritu.
Mérida no dejaba de ver a sus alrededores, sorprendida, ante todo. Era tan hermoso como los libros decía, e intentaba aún procesar toda la información que le dieron.
De acuerdo, esos dos eran espíritus, al menos en su forma humana. Y ahora estaba en un bosque, ¿Cómo llego de escocia a noruega? Ni idea.
- ¿Qué sabes del bosque? - Pregunto Hiccup.
- Eran cuatro espíritus; tierra, agua, fuego y aire... ¡Oh! Y el quinto espíritu, la reina Elsa.
- Ella no era el quinto espíritu. - Soltó el castaño en un tono serio.
Mérida se detuvo, y por consecuencia Hiccup también, quien aún no soltaba su mano.
- Pero los libros dicen...
- Ella no era un espíritu, era el puente entre los espíritus y los terrenales. ¿Por qué crees que podía salir del bosque? Los verdaderos espíritus llevamos siglos aquí.
Hiccup jalo con algo más de fuerza su mano, volviendo a caminar.
Jack no tardó en volar junto a la pelirroja, dándole una sonrisa de disculpas ante el comportamiento de su amigo.
Llevaba poco de conocerlos y sabía que ambos eran unidos, además de que Jack era alguien divertido e Hiccup un tanto más reservado.
Llegaron luego de unos minutos más a un enorme océano que se extendió, Hiccup volteo hacia Jack y este con un gesto serio dio dos golpes al suelo con un... ¿Palo?
El océano pronto se separó en dos, dejando un camino de tierra libre para los tres.
- Jack es el espíritu del agua, eh.
- Madam. - Mencionaba Jack, haciendo una rara reverencia en el aire.
- Y tú eres... - Se dirigió a Hiccup.
- Aire, ya sabes, las hojitas y eso. - Repitió Hiccup, moviendo un dedo de la mano libre.
Mérida quería reservar sus preguntas, pero siempre era imprudente. O al menos eso decía su madre.
Llegaron a lo que parecía una isla, y al adentrarse vio muchos cristales a su alrededor. Era una especie de túnel, un camino.
Jack aceleró el vuelo e Hiccup finalmente la soltó, continuando con el único camino visible.
Minutos después llegaron a una habitación, la cual apenas al entrar extendía a lo alto un enorme y liso panel de cristal.
En medio de la habitación había una joven con el cabello rubia y tan largo que incluso se arrastraba, estaba sentada hablando con Jack.
Y apenas Mérida cruzo la "puerta", la rubia se giró en su dirección y detuvo su plática.
- Ella es...
- El espíritu de la tierra.
La rubia se puso de pie, caminando en su dirección y extendiendo una mano al momento que estuvo frente a ella.
- Rapunzel Solaris, es un enorme placer conocerte.
- Mérida Dumbroch, igualmente. Es... alucinante.
Ambas estrecharon la mano, y Mérida vio como Jack volaba al panel de cristal, al tocarlo una parte de este dejo ver una pequeña niña castaña que estaba sobre el hielo, temerosa a que este se rompiera.
- Está viendo sus recuerdos. - Menciono Rapunzel, poniéndose a un lado de ella.
- ¿Recuerdos?
- Nosotros éramos humanos, al menos hace mucho tiempo. Pero un accidente hizo que muriéramos, este bosque nos trajo a la vida y aquí estamos... la pared te muestra tus recuerdos antes de morir, dependiendo de a qué edad fuese, pero no sabemos concretamente que fue lo que nos mató.
"Jack, tengo miedo..." Escucho la voz de la niña en la pared, una pequeña castaña que se tambaleaba.
Jack miraba la imagen con dolor, intentando descifrar quien era.
- No sabe quién es la niña.
- No... aún no, no tenemos todos nuestros recuerdos. Es confuso, lo sé.
- ¿Hace cuanto murieron?
Jack se apartó de la pared y esta volvió a su estado normal, volando a un lado de ellos y haciendo un cuadrado.
- No sabemos, pero fue hace mucho. - Contesto Jack.
- Rapunzel fue la primera, creemos que llego cuando tenía unos cuatro. - Decía Hiccup. - Luego yo con 15, y luego Jack con 17. Dejamos de envejecer cuando cumplimos los 18.
- Esto es...
Mérida sentía que empezaba a hiperventilar, pero Rapunzel tomo su mano y sintió una calma instantánea.
- Es mucho que procesar, lo sé... Mérida, es importante, ¿acabas de morir?
- ¿¡Qué?! No, claro que no. Estaba en el bosque, luego seguí los fuegos fatuos y choque con Hiccup.
Rapunzel y Jack se giraron de inmediato para ver a Hiccup, quien fruncía las cejas desconcertadas.
- Yo no salí del bosque. - Dijo Hiccup.
- ¡Claro que sí! Estaba yo en Dumbroch.
- Mérida, es imposible. - Decía Jack. - Los espíritus no podemos salir del bosque, no desde el momento que morimos.
- ¡Yo no morí! Estaba ahí, yo...
Mérida vio la pared, y empujo a Hiccup para llegar a ella y tocarla.
Los espíritus esperaron para ver, pero nada apareció. Eso no era en absoluto normal.
- Dice la verdad, no está muerta. - Murmuro Rapunzel.
Mérida se quedó viendo la pared, y después giro para ver a los tres.
Jack, Hiccup y Rapunzel le observaban con pesar. Y ni siquiera la intentaron atrapar cuando la pelirroja corrió fuera del santuario, hacia el camino por el que vinieron.
- Jack. - Hiccup le llamo.
Jack asintió y fue volando tras la pelirroja, no para atraparla. Al estar cerca de la puerta dio un golpe con su cayado al suelo y el océano se volvió a separar.
Rapunzel e Hiccup llegaron a un lado del espíritu del agua, viendo a Mérida correr por donde había venido.
Mérida pasaba entre los árboles, llegando a la enorme muralla de neblina que rodeaba el bosque. Pero al momento que quiso cruzarla, esta la empujo de nuevo al bosque.
- ¡No, no, no!
Mérida, en el suelo, se volvió a levantar y dio un golpe con ambas manos a la muralla, pero esta ni se inmutó. No había salida.
Los espíritus llegaron entre los árboles, sintiendo tristeza por Mérida.
- ¡Tú me trajiste aquí! - Se giró hacia Hiccup, lista para golpearlo.
- Mérida, te juro que estabas dentro de los límites del bosque. - Explicaba Hiccup, retrocediendo.
- ¡Mentiroso! Me trajiste aun cuando te dije que no.
Jack y Rapunzel vieron la escena, serios, como si eso ya les hubiera pasado muchas veces.
- Chicos, ¿una ayuda? - Pidió Hiccup.
- Cúbrete el rostro y el estómago. - Recomendó Jack.
Rapunzel le dio un empujón en su brazo.
- Jack...
- ¿Qué? Me dijo que ayudara, ahí está mi recomendación. Tiene una derecha fuerte.
- ¡Llévame a casa!
Y justo cuando Mérida estuvo por golpearlo, Rapunzel chasqueo los dedos y flores aparecieron bajo los pies de Mérida, soltando un polen a su alrededor de color morado.
Mérida se tambaleó, como si ese polen le diera sueño. Y terminó por caer dormida de golpe, mientras que Hiccup la atrapaba y veía a sus amigos.
- No es espíritu, ni tampoco humana... - Dijo Rapunzel, y eso fue lo último que Mérida escucho.
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Espero les guste, apenas vamos iniciando. Pero la historia planeo que sea de unos 40 capítulos. Jsjs.
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