Capítulo 8 - El rapto

    Ya que Planta había decidido quedarse en la tierra un tiempo más conociendo a su elegida, Flor, Florenz y Stella decidieron volver a las nubes.

    El cielo, como muchas veces, estaba con nubosidad de diferentes formas, solo que esta vez estaba de un color naranja claro. Los chicos entrenaron un poco más y luego se fueron a dormir.

    Stella, estaba en su cama durmiendo cuando de repente, se sobresaltó con un ruido que provenía de la biblioteca de Héctor, por eso fue a investigar ese cuarto. No contaba con la ayuda de Florenz, él se había ido a su nube "La nube circular".

    Stella entró en la biblioteca de Héctor y se encontró con una sombra hurgando los libros. Ella, al apenas verla, se escondió detrás de un mueble y trató de no hacer ningún ruido.

...

    Flor estaba sentada, en la nube ("La nube circular") mientras leía un libro de aventuras, éste se trataba de una mariposa rebelde, que se hacía amiga de un perro. De repente, Flor, se dio cuenta que Planta estaba al lado suyo mirando el cielo, repleto de estrellas resplandecientes.

    —¿Qué paso Planta? ¿Encontraste a tu elegida o elegido?—Preguntó la pelirosa

    —Sí—respondió Planta.

   — ¡¿Y sabes cómo se llama?!—Preguntó emocionada Flor.

    —Si, se llama Aoki.

    —¿Y cómo lo averiguaste?

    —Pues... Se lo pregunté.

    —¿¡En serio!?

    —Si.

   — ¡¿Y no se asustó al verte?!

    —No, simplemente me preguntó quien era.

   — ¿y pudieron charlar?

    —Si —Contestó Planta finalizando la conversación.

...

    Stella, seguía escondida detrás del mueble, expiando a la sombra, ésta parecía ser una niña, con dos trencitas, que buscaba algo entre los libros de la biblioteca.

    De la nada, Stella se resbaló haciendo un crujir de madera y el espíritu se dio vuelta buscando la causa del sonido. La chica rápidamente se quedó inmóvil, creyendo que el espíritu no la había visto. El espíritu se aproximó a ella y Stella del miedo, salió corriendo de la biblioteca hacia su cuarto. Pero al llegar a él, se encontró con otro espíritu, que la tomó del brazo.

...

    El lugar era oscuro, unos barrotes separaban a un espíritu de la chica .Pues era una prisión.

    La mirada perdida de Stella, mostraba su miedo, pero al espectro, no parecía importarle. Éste estaba ocupado en asustar al prisionero de al lado, un hombre con barba larga negra y ojos azules. El espíritu le decía que si trataba de luchar, iba a terminar perdiendo, el hombre ni se inmutaba, parecía como si en su mente no estuviera pasando nada.

   — ¡Pst tontos humanos!—Dijo una voz aguda —no les des importancia, total por dentro ya tienen miedo, no hace falta expandirlo.

    —Ya lo sé, pero es muy divertido ver sus caras de miedo ¡Decime que no es cierto! —Contestó el espíritu alejándose de la celda.

    —Bueno sí, es cierto, pero no importa.

     —y... ¿¡Por qué no!?

    —Porque nos llama nuestro jefe y ya sabes como es cuando alguien se atrasa —dijo el espíritu de voz aguda, mientras se acercaba mas a la celda de Stella- A parte, también quiere que le llevemos a esta humana, así que sácala de ahí.

    —¡Como si no supiera que hacer!—replicó el espíritu burlón.

...

    Héctor abrió los ojos, había dormido genial, por eso se levantó alegremente. Tenía ganas de dar un paseo por el pueblo y saludar a todos los ángeles que encontrase. Luego de eso ayudaría a Stella con el manejo de espada y por último se iría a comer unas frutillas, mientras terminaba de leer una novela.

    Lo primero que hizo fue cambiarse rápidamente usando magia, luego se aproximó a la puerta de salida y empezó a volar felizmente a través de las nubes (Algo que no hacía frecuentemente y le encantaba).

    Al llegar a su casa decidió ir a despertar a su aprendiz, pero al tocar la puerta del cuarto de ésta, no escuchó nada, por eso decidió volver a tocar, pero al darse cuenta de que su aprendiz no contestaba, decidió entrar y con lo que se encontró lo dejó sorprendido. Stella no estaba por ninguna parte y él desesperadamente, empezó a buscar algún indicio de su ubicación. Pero al no encontrar ninguno llamó a Ra.

    "Ra... He perdido a Stella" Dijo Héctor.

    "Mm... ¿Tenes alguna pista de su ubicación? "

    "No, por favor ¿Le podrías pedir una descripción de su ubicación?"

    " Okay se la pediré, luego te informo".

                                                                                            ...

    Los espíritus charlaban sobre la estupidez humana, mientras llevaban a Stella por un pasillo, que parecía ser interminable.

    "Stella ¿Me escuchas?" Preguntó Ra.

    "Si".

    "¿Me describirías tu ubicación?"

    "¡Que bueno que ya se dieron cuenta que me secuestraron los espíritus!"-Dijo en un tono burlón.

    "¡Mira!, no creí que seria tan fácil".

    "..."

...

    Ra le había informado a Héctor la ubicación de Stella y Héctor le informó a Planta y a Flor sobre la mala noticia.

   — ¡ESPERA! ¡¿QUÉ?! —Gritó Flor sobresaltada.

   — Hay que rescatarla —dijo Planta.

    —No le comenten nada a Florenz—aclaró Héctor.

    ¿Y por qué no a Florenz? Pues Héctor creía que Florenz iba a querer acompañarlos e iba a terminar herido.

    —Tienes razón Planta, hay que rescatarla —dijo Héctor.

    —Pero... ¡¿Y QUÉ HACEMOS CON FLORENZ?!—preguntó nerviosa Flor.

    —Uno se tendría que quedar—dijo Planta

    —Yo no, ya que soy el único que puede hablar con Ra—afirmó Héctor

    —En realidad tendríamos que ir todos —opinó Planta

    —Estoy de acuerdo— agregó Flor.—Pero hay un problema: ¿con quién dejamos a Florenz?.

   — Mm... ¿Si traemos a Aoki aquí para que Florenz le pueda mostrar el lugar y que no este solo?—Sugirió la peliverde

   — No se si seria seguro ya que el único que sabe utilizar magia (O algo parecido) de ellos dos, es Florenz—dijo Héctor.

    —Ya sé, pero creo que es la opción que más nos conviene —agregó planta.

   —Estoy de acuerdo con planta—dijo La pelirosa.

    —Bien, así que eso es lo que haremos-exclamó Héctor.

...

    —Me aburro- Dijo el espíritu de voz aguda.

    —Tranquilo, falta poco tiempo para llegar—contestó el otro espíritu.

   — Es que ya quiero ver que castigo...—El espíritu fue interrumpido por el otro.

    —¿Cuál castigo? Si no hizo nada, ¿Te referís a alguna agresión por placer?

    El espíritu de voz aguda se río a carcajadas.

    —¡PÁRA 137! Era una pregunta seria —dijo el otro espíritu.

    —Entendido aguafiestas.

    El espíritu lo fulminó con algún tipo de ¿ojos?

    —Ya llegamos —dijo 137.

    Había dos espíritus, al lado de una puerta, uno era alto y tenia pelo largo. El otro era bajito y tenía el pelo corto. Ambos tenían la espalda recta y eran flacos.

   — ¿Contraseña? —dijo el espíritu petiso.

    137 empezó a pensar, mientras tanto Stella estaba pensando en otra cosa, en algo más, en algo que terminó de idear justo a tiempo.

    La chica lanzó un rayo de luz de su brazalete y se fue corriendo hacia cualquier dirección. No sabía a donde iba, pero confiaba en ella misma.

    Luego de correr por un rato se encontró con algo. Era un libro, éste parecía ser de cuero y papel con tinta, también era muy grande.

    Stella leyó en la portada del libro la palabra "Elements"

    "¿Elementos en ingles?" pensó Stella.

    Lo que sea que hubiera en las páginas de ese libro le estaba causando curiosidad

    La chica abrió el libro y empezó a leer la primera página...

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