👑Capítulo 28👑

Escuchen la canción :)))

Raze Fleming:

Llego a la dirección y toco la puerta esperando que la señora me indique entrar. Después de unos segundos ella grita <<adelante>>. Abro la puerta, me adentro y la cierro detrás de mí. La directora levanta la cabeza y me ve sorprendida.

-Señorita Fleming, no imagine que estuviera aquí tan pronto. Pía advirtió pero no pensé que pasara hoy. EL profesor sustituto me informo- deja los papeles que revisaba sobre la mesa. – Su castigo podría ser detención o si prefiere voluntariado.

Pienso bastante, me explica que detención implicaría perder horario de clases y el voluntariado seria en la tarde, ya sea en la cafetería, pasillos o en los baños. Tengo que pensarlo más de dos veces, no deseo perder clases pero no quiero quedarme en la tarde. Minutos después logro decidirme.

-Decido detención- agacho la cabeza.

-Claro, sígame- salimos de su oficina caminamos hasta una puerta con una pequeña puerta en el frente.

-Adelante, serán dos horas de castigo- sonríe.

Esto no podría ir mejor.

Persoon Vidal:

Sienna no ha regresado, ya lleva diez minutos buscando comida; de verdad muero de hambre. Voy a hablarle a Susan cuando la puerta es tocada de una forma muy rápida. Al abrirse se demuestra a una Sienna con unos cabellos dorados -muy hermosos, jamás me había percatado de ellos- cubriendo su rostro, sus ojos se encuentran oscuros, su respiración es agitada; sus manos cargan una bolsa. Se acerca lo más rápido que puede.

-Lo siento, yo... Yo busqué la cafetería por todas partes pero no la encontraba, le pregunté a un señor y el me indicó que estaba al otro lado. Entonces corrí y me adentre pero una chica me dijo que no podía darme algo de comer ya que no era hora del almuerzo y, y, y- habla demasiado rápido y me cuesta entender.

-Hey, linda. No entiendo nada- la interrumpí y ella se sonrojó. –No te preocupes, ya estás aquí- asintió. Me entregó un sándwich con una limonada, yo lo tomé y prácticamente lo devoré. Susan le riño debido a que tardo demasiado, ella se disculpó explicándole lo sucedido. La enfermera asintió y le obligo a regresar a clases porque falta como una hora para el almuerzo. Ella se despidió tristemente, no entendí su gesto pero sus ojos se oscurecieron más de lo que ya estaban. Me dio una sonrisa triste y salió. Susan dijo que terminara de comer y me daría algún medicamento para el estómago aunque ya me sienta mejor.

Cove Sanz:

Cuando Raze salió todos prestamos atención a lo que restaba de la clase. Pasaron algunos minutos cuando unos toques nos distrajeron, estos venían de la puerta. El profesor Hernández se acercó a abrir, afuera se encontraba Sienna, con el pelo alborotado y las mejillas rojas. Su aspecto era llamativo y lindo, escuché a varios decir <<sexy>>.

-Buen día profesor, ¿puedo pasar?- pregunto con la cabeza agachada.

-Creo que no será posible, la clase termina ahora- terminó de hablar cuando la campana sonó indicando el cambio de clase.

-Ohh, claro- sonrió triste y giro para caminar a la siguiente clase. Salí lo más rápido que pude para alcanzarla, la vi caminando hacia su casillero. Cuando llegué a su lado la tomé del codo y la giré para enfrentarla.

-Sienna, ¿qué pasó? No entraste a clase el primer día- pregunté.

-Fui a ver a Persoon y la enfermera me pidió el favor de llevarle comida pero me perdí y tardeé mucho en llevarle la comida. Por cierto todavía tengo una sándwich y una limonada, ¿quieres?- preguntó. Negué con la cabeza, no me apetece.

-¿Por qué fuiste a ver a Persoon?- tengo mucha curiosidad, Sienna no es de las personas que se lleven con personas como Persoon.

-No quiero hablar de eso, de verdad- su mirada era triste, no insistí más. El timbre sonó de nuevo indicando que comenzaba la siguiente clase, gracias al cielo nos toca juntos en matemáticas. Entramos, tomamos asiento y prestamos atención. Reforzamos el teorema de Pitágoras, todas las ecuaciones que existen, así pasó de rápido la clase porque ya es hora del almuerzo. Nos dirigimos hacía la cafetería.

Sienna y yo tomamos asiento con nuestros almuerzos, la mesa está en el medio de la cafetería. Empezamos a comer; Sienna está perdida en sus pensamientos así que decido indagar pero tres siluetas me detienen. Son Dana, Carol y Helen. Sonrío.

-Hola, no sé si les molestaría que nos sentemos con ustedes- habla, lo lanza como una pregunta pero se escucha como algo irónico así lo entiendo yo. La rubia a mi lado está dispuesta a pararse e irse a otro lugar, yo la detengo.

-Espera Sienna te debo una disculpa. No debí hablarte como lo hice en la mañana, he tenido un día muy estresante y exploté con ustedes- su voz es como una melodía cantada por los mismísimos ángeles para mis oídos. Sienna asiente y se relaja. –Entonces... ¿Nos podemos sentar?- indaga. Me pongo de pie.

-Sería un gusto- les regalo mi mejor sonrisa. Nos sentamos pero Dana voltea a varios lados buscando algo o a alguien.

-Disculpen pero, ¿dónde está Persoon?- pregunta, Sienna se tensa a mi lado. Yo no puedo hacer nada más que admirarla, su belleza es atrapante tanto como la de Raze.

-Se encuentra en enfermería porque está enfermo- gruñe. Su tono de voz me hace reaccionar. ¿Sienna está molesta porque Dana está hablando de él? Esto me sorprende.

Dana Riva:

¡Demonios! Persoon no está aquí y yo lo buscaba a él. La reina me dijo que sería genial que lo llevara a él porque es más rudo que los demás, podría llevar a Raze pero pelee con ella. La reina me explicó que necesita a todos los elementos en guerra entre ellos. O sea que peleen entre ellos, sería lo mejor. Por eso quise empezar por Persoon, sé que él no se negaría a una noche conmigo, obviamente yo tampoco lo haría. Me disculpo con los de la mesa y me dispongo a ir por Persoon.

Camino en dirección a la enfermería cuando lo veo dirigiéndose hacia a mí. Parece que ya salió. Es hora.

-Persoon, hola- saludo coqueta.

-Hola muñeca- sonríe. –¿Se te ofrece algo bombón?- recorre mi cuerpo con su mirada, yo me muerdo el labio.

-La verdad que sí- respondo con picardía.

-¿En qué puedo ayudar a la princesa en apuros?

-Me comentaban que necesitabas algunos besos sanadores- me acerco a él y su mano rodea mi cintura. Sus ojos se elevan, mirando el techo, como si estuviera pensando. Elevo mi mano a su clavícula y comienzo a hacer círculos imaginarios.

-De verdad que los necesito- me mira a los ojos, se acerca y unimos nuestros labios en una perfecta sinfonía.

***

Nota de las autoras:

Voten y comenten por favor 💕💕💕.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top