1.-Gema roja

(Punto de vista de Tomaru)

-¡Despierta de una vez o llegarás tarde!-

-¡Me estoy bañando mamá!- Espete desde la regadera. A pesar de la temperatura casi helada del agua, no dejó de bostezar...

Me siento cansado, pocas horas son las que llegó a dormir, pero no puedo dejar de esforzarme. Estoy realmente atrasado con los demás, apenas y puedo controlar por pequeños segundos mi elemento, pero lo peor es cuando pierdo el control y mis propias rocas me golpean a mi...

Baje la mirada brevemente y de entre mi piel atezada, habían pequeñas manchas rojizas entre abdomen y cicatrices en mis brazos, solamente di un ligero suspiro ante mis fracasos y enjabone mi cuerpo. Sin embargo, cuando levanté la mirada, había una figura, una silueta brillante de color verdoso y de ojos rojizos reflejándose entre las cerámicas de la pared, al voltear, sucede lo mismo de siempre... Otra vez no es más que algo que parece mi imaginación, pero a pesar de las incontables veces que lo he visto, nunca encuentro una explicación... ¿Qué se supone que son? ¿Qué quieren? ¿Por qué cada vez que intento verlos, no llegó más allá de los reflejos?

Por más que lo piense cada día, no es más que malgastar tiempo. Agarré aire profundamente antes de soltarlo de golpe, cerré la llave de la regadera antes de salir de esta, secando mi cuerpo con una toalla blanquecina. Al acabar, camino hacia al espejo con la toalla en la cintura, acomodando mi pelo húmedo para atrás, luego de lado, pero al final, siempre se termina acomodando solo.

Al salir a mi habitación, caminó hasta la silla donde estaba mi uniforme, una polo blanca con un símbolo en el pecho derecho, cada elemento con el nombre de 'Element' bordado en tela dorada, un abrigo grisáceo con bordados ennegrecidas, corbata verde aqua, pantalones del mismo color y unas botas negras. Siento un poco apretado el pantalón otra vez... ¿Esta no es la quinta vez que siento mi trasero apretado? Se que entrenar también suele aumentar la musculatura, pero... Bueno, ya que...

Baje por las escaleras con rapidez, deslizándome en el barandal antes de llegar con mi mamá, quien me miró con una suave sonrisa antes de servir algo de jugo en mi vaso favorito.

-Buenos días mi niño, ¿Que tal dormiste hoy?- Pregunto mi madre, dedicándome una sonrisa suave

-Más o menos, aún estoy algo fatigado por los entrenamientos de la academia-

Taira, mi madre, suspiraba, con preocupación en su rostro, toca mi mejilla con suavidad antes de darme un ligero beso en la frente. -No te preocupes, verás que pronto se irán tornando más fáciles. Sakebu es estricto, así que no te distraigas, ¿Si?-

-Si mamá, lo prometo- expresé con una libera sonrisa antes de continuar comiendo. Al acabar, lleve mi plato al lavavajillas, abriendo el grifo para lavarlo

-Déjalo así, llegarás tarde, es mejor que te apresures si no quieres llegar tarde- aclaró mi madre, pero solamente negué con la cabeza. -No tardo nada, no te preocupes-

Cuando acabe, deje el plato en el escurridero y fui con mi madre, dedicándole un pequeño beso en la mejilla. -Me voy ma', vuelvo más tarde- me despedí.

-Cuídate mi niño-

Salí de mi hogar con tranquilidad, estirándome un poco en la banqueta, no podía seguir comportandome como si apenas hubiera salido de la cama, necesito despertar aún más rápido. Cacheteé mis mejillas hasta dejarlas rojas para después soltar un pequeño grito de guerra. ¡Estoy listo!

Camine por la banqueta hasta llegar a una casa con un patio extenso, en el, estaban las flores más bellas y hermosas del vecindario, habían decenas por no decir centenas, diferentes tipos de flores, cada una más bella que la anterior y había algunas que ni siquiera sabía que existían. Afuera estaba un hombre de piel clara y cabello rubio, acompañado de unos ojos verde oliva. Era el señor Soyozake, padre de uno de mis mejores amigos, Derian.

-¡Hola señor Soyozake! ¿Regando las plantas?- Pregunté con entusiasmo al ver desde la valla de madera.

-Buenos días Tomaru, y si, definitivamente estás pequeñas necesitan cuidados especiales- Expreso con orgullo, sacando pequeñas esferas de agua de su palma, para después ver cómo una pequeña bruma de calor salía de aquella esfera. El derramó con cuidado el agua en unas rosas rojas que parecían tener pétalos fosforescentes realmente únicos.

-Fiuh... Listo-espeto mientras limpiaba el sudor de su frente. -Derian sale en un momento Tomaru, ya sabes cómo es~-

-Lo sé bien...-Reía ligeramente ante ello...

De repente, la puerta de la casa fue abierta, mostrando como Derian iba saliendo, aunque no de la manera que esperaba... El estaba allí, mi amigo, muy parecido a su padre en casi todos los aspectos, la única diferencia eran los lentes morados que denotaban los ojos cansados de Derian, quien, flotaba en un pequeño tornado de viento que lo llevaba a mi lado. Parecía no querer levantarse, pero finalmente termina parándose, dando un largo bostezo antes de estirarse.

-¡Ya me voy papá!- Alzó la voz antes de caminar a mi lado

Su padre es bastante cariñoso con Derian, a veces yo me preguntó cómo es sentir el cálido trato de un padre a su hijo, que te corrijan cuando estás mal, que te enseñen el valor, el respeto, la generosidad, el amor incondicional, incluso algún día, escuchar lo orgulloso que está de tenernos... Ah, creo que otra vez me dejó absorto en mis pensamientos.

-¿Y ahora por qué estás tan cansado?- Pregunte al notar que aún seguía dejando largos bostezos.

-Lo creas o no, en la noche escuché ruidos raros en la habitación de Maka, pero era tan alto que no podía dormir...- Admitió con disgustó, tratando de estirarse para tratar de despertarse más.

-¿Ruidos raros?-

-Si, eran como gritos, pero como decirlo... ¿Sonaba como si estuviera emocionada? Eran suaves, pero intensos. Videos raros de mi hermana...- Confesó con somnolencia

¿Gritos emocionados, pero suaves e intensos a la vez? Extraño, no se me ocurre algo similar para tal descripción. ¿Quizá estaba entrenando? Quizá tal vez sea eso, aunque pensándolo mejor... ¿Que loco entrenaría a tan altas horas de la noche? Espera, yo soy ese loco... Bueno, simplemente haré como que no pensé eso, aunque algo estúpido, no hay nadie que pueda leer mis pensamientos, nadie podría saberlo~

-No te preocupes, si vuelven a dar una clase sobre el origen de los núcleos podrías aprovechar para dormir- Comenté por las bastantes veces que nos explicaban el mismo tema. Fastidioso, pero bueno, ellos son los que se encargan de la educación.

-Sabes que no podría, tener a Awa como vecina de asiento me distrae...-

Cierto... No recordaba que Awa se había cambiado de asiento para estar más cerca de nosotros, desde entonces Derian a estado más distraído por su amor a Awa.

-De solo pensarlo, me hace preguntar si ella ya llegó a la escuela, no la hemos visto y ya casi llegamos a la academia- Espeto el nervioso

-Probablemente si, o probablemente se quedó dormida. Lo descubriremos en... Tres. Dos...- Cuando estaba por llegar al último número, de repente escuché un grito a la lejania. Un grito conocido y que erizo la espalda a Derian-Uno~-

Cuando termine de contar, sentía el repentino golpe de mi amiga subiéndose a mi espalda mientras reía...

-¡¿Siempre tienes que hacer eso?!- Me queje enojado

-Jejejeje~-

-¡Nada de "Jejeje" que eso duele!-

Al sentir que ella se bajó, camino un poco hasta ponerse frente a nosotros, dedicandonos una sonrisa mientras levantaba los dos primeros dedos con entusiasmo. Allí estaba ella, alegre, algo fastidiosa y un poco melosa por querer casi siempre tener contacto físico, lo cual es raro porque pareciera que solamente es muy directa conmigo.

-¡Buenos días!-Saludo ella

-B-Buenos días-

-Buenos... días...- Conteste aún algo molesto, pero luego di un ligero suspiro y acomode mi voz. -Buenos días, y deja de hacer eso, por favor-

-No~-Sonrió alegre. -Y menos aún cuando ese bulto no está en tu espalda- se bur... ¡¿QUE?!

Revise desesperadamente en mi espalda pero no estaba, ¡No estaba! ¡Ni rastro de ella! ¡¿Dónde se supone que está?! Espera... Recuerdo que salí de la cocina, abrí la puerta y salí... ¡No agarre la mochila! ¡Mierda! Ya estoy practicando afuera de la academia, a pocos metros, y sin embargo, estamos a solo diez minutos de que suene la campana...

-¡Derian! Rápido, necesito que uses tu elemento para impulsarme por esta calle- Exprese alterado al agarrarlo de los hombros, señalando la calle

-¡E-Espera! Eso es peligroso y además, esa calle no es por dónde vinimos- comento exaltado

-¡Lo sé, pero puedo cruzar por debajo del puente y ahorrar la mitad del camino! Por favor ayúdame, necesito llegar rápido y regresar lo más pronto posible- Explique y rogue con desesperación

-¡Ah! Está bien, pero si sales lastimado, no es mi culpa-

-No te preocupes, solo asegúrate de usar una cantidad grande de viento, mientras más rápido mejor-Sonreí con desafío y desesperado a la vez

Me posicione ante la calle, colocando mis rodillas en el suelo y mis dedos en el pavimento, al escuchar el sonido del viento recorriendo mi alrededor, respire profundamente antes de que sintiera como mi cuerpo era disparado a una velocidad que apenas y podía visualizar mi camino. El viento disminuía a cada metro recorrido y mi cuerpo empezaba a caer lentamente, pero no importaba, ya estaba cerca del cruce que me llevará al puente, solo debo cruzarlo y llegar a mi hogar. Solo espero que mi madre no me regañe como la última vez...

Pronto fui capaz de ver el puente a lo lejos entre las casas, pero también pude ver por unos instantes a alguien, caminando en dirección hacia la calle que iba planeando, estaba seguro de ello, chocaría con aquella persona y era inevitable. Debo pensar rápido, necesito hacer algo para evitarlo, o por lo menos, tratar de que aquella persona no sufra las consecuencias de mi descuido. Si tan solo pudiera usar mi elemento...

No. No debí pensarlo ahora, no es momento. Necesito salvarlo, ¿Pero cómo? Apenas podía mover ligeramente unas rocas del tamaño de mi palma, por breves instantes, y si trato de detener mi recorrido, solo lograría que mi brazo se dislocara tratando de detenerme. ¡Mierda estoy demasiado cerca! ¡Rápido Tomaru, no es momento de pensar, es momento de actuar! Por favor, por lo que más quieras...

Y al final, tenía lo que temía, pude ver una parte de aquella persona, una piel blanca pálida y tersa, brillaba junto al sol como un espejo, unos labios ligeramente rosados parecidos al de un pétalo de rosa, pequeños pero grandes a la vez, sin expresión pero con elegancia. Su nariz, pequeña y ligeramente inclinada para arriba, brillando en un tono rosado, además de aquella cadena de plata que brillaba ligeramente en su cuello, con una gema, un rubí que sin darme cuenta, su mirada era igual, dos hermosas gemas que por un momento me había dejado cautivado, incluso sin ni siquiera demostrar una expresión, su mera presencia me dejaba boquiabierto... ¡Espera! ¡Estoy en el aire!

Estaba seguro que ni siquiera ella se dió cuenta, pero cuando estuve lo suficientemente cerca de ella, la envolví con mis brazos lo más fuerte que pude, abrazándola, y aunque tal vez no podía ver su expresión, podía ver y sentir su cabello carmesí, suave, aunque ligeramente disparado en distintas direcciones. Cuando pude ver qué ya estábamos descendiendo en una velocidad monstruosa, use mi mano descubierta para tocar el suelo, era un punto de apoyo esencial para poder impulsar mi cuerpo hacia abajo y evitar que ella saliera lastimada, cubriéndola con mi cuerpo. No solo mi mano dolía, mi espalda y mi nuca podía sentirla con grandes raspones, sin duda no fue mi idea más inteligente haberle pedido esto a Derian, pero era lo único que podía hacer. Creo...

Cuando nos detuvimos, solo podía sentir como mi cuerpo estaba adolorido por la caída, no me quería mover, pero al sentir el forcejeo de ella, inmediatamente la solté, viendo cómo ella se quedó observandome sin levantarse por completo, viéndome, fijamente con sus ojos que parecían dos pequeñas dagas juzgando. Su rostro estaba demasiado cerca... Me sentía realmente nervioso, casi de manera inconsciente sonreí con torpeza, quería llorar, pero solo me salía una ligera risa entrecortada

-¿Quien eres, cuál es tu nombre?-pregunto acercando más su rostro, podía sentir su cabello tocando mis mejillas a pesar de estar atando en una coleta

-¿P-Podrías primero quitarte?-Pregunte en respuesta, nervioso al tratar de alejarla con mis manos, pero no podía moverla ni un centímetro...

-Respondes una pregunta con otra...-Marco antes de mirarme muy fijamente a los ojos-De acuerdo- ella casi inmediatamente alejo su rostro, sentándose muy cerca de mi cadera.

Oh no... Eso es muy mala idea. A pesar del ropaje que llevaba, podía sentir sus caderas anchas tocando gran parte de mi ser, su ropaje escolar a pesar de ser cubridor, podía ver sobresalir su cuerpo esbelto entre aquella chaqueta escolar, era sin duda la de mi academia, pero incluso a pesar de eso, jamás la había visto, jamás olvidaría ese rostro fino y suave... Esto realmente me está dando una mala jugada, siento como si el calor me estuviera matando, ya ni siquiera podía entender el porque estaba riendo, aunque probablemente estaba delirando. Antes de que pudiera darme cuenta, mi nucleo empezaba a brillar, un brillo que delataba mi elemento, la tierra...

-Interesante, un raro, pero curioso tierra...- Vocifero sin mucha expresión, pero casi podía ver brillar sus ojos.

-A-Jajajaja... Yo, ah... E-En serio, debo irme-

Cuando sentí la mano de ella chocando con mi pecho, su mirada parecía tener una cierta gracia, una sonrisa muy leve, pero burlona-Oí que los núcleos de tierra son patéticos. Prueba lo contrario-

Cuando escuché sus palabras entrando en mi pecho, realmente sentí como si algo se apagará... Algún crujido, como un papel arrugado y aquel brillo en mi pecho se había desvanecido. Patético... ¿Cuántas veces habré oído esas palabras? ¿Cuántas veces habré sentido en carne propia su definición? ¿Es acaso una realidad la que tengo que vivir por ello? Sabía que no podía hacer mucho contra ella, su fuerza era demasiada con solo intentar moverla hace un rato, pero aún así... Debía hacer algo, realmente debo...

Practique mucho durante demasiado tiempo, pocos son los resultados que he podido ver, y realmente siento como si mis esperanzas se empezarán a degollar con el pasar de los días, entrenamientos sin sentido... ¿No? Creo. A veces lo pienso, un día o dos, en la escuela, en la casa, o en el propio entrenamiento, pero aunque trato de negarme a dicha realidad, es más difícil tratar de despegarse cuando lo único que puedo hacer es mover ligeramente unas rocas... Realmente difícil, no poder siquiera negar las afirmaciones y burlas de los demás por el mero hecho de no tener ni una pizca de avance. Patético...

Debo entrenar, debo estudiar, debo trabajar, realizar trabajos, soportar burlas, soportar mi propio desdén, mi propia decepción. Y ahora, nuevamente esto, a pocos minutos de entrar a clase... Estoy harto, realmente no quiero enfrentar esto tan temprano, tan... Poco despierto. La palma de mi mano tocó el pavimento, y en un movimiento inesperado, el pavimento elevo mi mano hasta levantarme a mi y a la chica, quien sujete desde la cintura para no dejarla caer. No sabía lo que hice, pero era la primera vez que no me sentía patético... Era... Glorioso...

Lo que cree, se desvaneció en un polvo amargo que solo dejaba en pista y prueba, mi presencia y la de ella, quien me miraba con sorpresa. Al devolver mi vista en ella, puse mi mano contra la barda que daba la impresión de pared. No sabía que mirada tenía, pero, era la primera vez que ví en ella, una expresión nerviosa y un tono rojizo en sus pálidas mejillas.

-No existe ningún elemento patético, cualquier elemento puede superar al otro si su maestro es capaz-Sostuve su mentón con mi otra mano, regresandole aquella mirada tan cercana que me dedico hace rato, ahora no era yo quien desviaba la mirada-Realmente deberías entender que, los elementos tierra seguirán siendo repudiados y subestimados cuando siguen con esas actitudes. ¿Que me dices ahora? Señorita...-

Ella no respondió nada, pero podía sentir su mirada cambiar, ya no era burla, ni tampoco algo como juzgar, parecía incluso satisfecha. Por más que quisiera leer como pensaba, me era confuso, aún así...

¡Debo apurarme e irme de aquí pero ya! ¡Se me hizo realmente tarde!

Me separé abruptamente y solo pude ver cómo su mirada se dirigía a mi-Adios-Sin siquiera mirarla, apresure mi paso hasta llegar al puente que debía cruzar, rápidamente baje hasta cruzarlo por debajo, corri rápidamente y subí nuevamente al llegar a una calle que debía cruzar otra vez

Finalmente había llegado a casa... Parece que no hay nadie, debo agarrar la mochila e irme. ¿Dónde la dejé? Revise los muebles, el perchero y... ¿Estaba en la puerta? Dios mío... Debo regresar rápido o llegaré realmente tarde, cerré la puerta y apresure demasiado el paso. Está mañana fue, realmente agotadora y ajetreada, pero, me siento en parte orgulloso por el logro que hice. Mire mi palma, y a pesar de no ver más allá de lo normal, ese sentimiento, ese tacto que sentí en aquel momento... Fue increíble

Solo espero no encontrarme con ella, digo, la academia es en extremo grande, ¿Cuáles son las posibilidades de que esté semestre inicie con una nueva alumna? Dudo mucho la verdad. Espero la próxima vez ignorarla, aunque... En verdad siento que sería una pena.

¡Debo apresurar aún más el paso!

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