█ . . ، ๋💐 CHAPTER 88 𖤐･ ๋࣭ 𓏲 . . █
❛Amo a Harry por quien
es, no solo porque es el
elegido, perra❜

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*Narra Evelyn*
—Evelyn, —alguien me estaba sacudiendo el brazo aunque no quería levantarme,— Evelyn, despierta.

Abrí mis ojos un poco para ver a Hermione parada a mi lado extremadamente preocupada. Junto a ella estaba Ginny quien me miró un poco molesta.

—¿Qué quieres Hermione? —Murmuré sentándome y frotándome los ojos. Todavía era temprano en la mañana y muchas de las otras chicas aún dormían.

—Ron ha sido envenenado.

—¡¿Ron ha sido qué?! —Eso fue suficiente para despertarme del todo. No esperé a que Harry volviera anoche y me fui a dormir. Por supuesto, siempre que no estoy cerca, estas cosas suceden.

—Sí, ahora mismo está en la enfermería, —susurró Hermione cruzando los brazos con ansiedad.

—¿Qué hay de Harry?

—Él también está allí, —respondió Ginny mirando a otro lado y saliendo de la habitación sin esperarnos.

—Está bien, nos vemos allí, —le dije levantándome de la cama estirándome. Hermione se fue a la derecha cuando dije eso, honestamente me sorprende que no estuviera tan llena de pánico. De todos modos, ¿quién intentaría envenenar a Ron de entre todas las personas?

Empecé a cambiarme a mi uniforme y a quitarme la pijama, poniendo mi cabello en un moño. Desde la esquina de la habitación, no pude evitar notar una mirada de Romilda. Parece que Ginny no es la única a la que le empecé a desagradar sólo porque empecé a salir con Harry.

—Buenos días Romilda, —dije sonriendo levemente. Ella no respondió y continuó mirándome. Su mirada me siguió hasta que dejé los dormitorios de las chicas.

—¡Espera! —Lavender gritó corriendo hacia mí en la sala común,— ¿Has visto a Ron?

Hice una pausa antes de responder, supongo que, dado que técnicamente es su novia, tiene derecho a saberlo. —Aparentemente lo han envenenado anoche, ahora mismo está en la enfermería.

—¡¿Qué?! —Ella exclamó tapándose la boca,— ¿Por quién?

—No lo sé. No he hablado con él desde ayer.

—¿Y por qué nadie me lo dijo? ¡Soy su novia!

—Me enteré a través de Hermione-

—¿Hermione? ¿Se lo dijeron a Hermione y no a mí?

—Bueno, yo-

Antes de que pudiera terminar mi oración, me agarró de la muñeca y me arrastró con ella fuera de la sala común. Corría súper rápido por la necesidad de llorar, realmente se preocupaba por él. No pude evitar sentirme mal por ella, no tenía ni idea de lo que Ron sentía por ella.

—¿Dónde está? ¿Dónde está mi Won Won? ¿Ha estado preguntando por mí? —Gritó, recuperando el aliento cuando entramos en la enfermería. Alrededor de la cama de Ron estaban Harry, Hermione y Ginny junto con la profesora McGonagall, Slughorn, Snape y Dumbledore.

—Buenos días, —susurré de pie junto a Harry. Aunque Harry no respondió y se alejó un poco más de mí. Lo miré un poco herida, pero él ni siquiera pareció moverse.

—¿Qué está haciendo ella aquí? —Lavender dijo recuperando el aliento.

—¿Puedo hacerte la misma pregunta? —Hermione espetó levantándose de su asiento.

—¡Yo soy su novia!

—Yo soy su... Amiga.

—No me hagas reír. ¡No has hablado en semanas! Supongo que quieres reconciliarte con él ahora que de repente es todo interesante.

—¡Ha sido envenenado, tonta niña cursi! ¡Y para que conste, siempre lo encontré interesante!

Honestamente, esto fue un poco vergonzoso. Todos los profesores seguían mirando. Snape no cambió de expresión mientras la profesora McGonagall intentaba ocultar una risa. Ron de repente comenzó a murmurar cosas que llamaron mi atención una vez más. Estaba bien despierto, pero tal vez no del todo consciente.

—Ah, ¿ves? Él siente mi presencia, —dijo Lavender caminando e inclinándose hacia él.— No te preocupes Won Won, estoy aquí, estoy aquí. —Ron murmuró algo de nuevo que no pude escuchar correctamente. Hermione me miró preocupada pero volvió a bajar la mirada rápidamente.

—Her... mione... —Murmuró una vez más. Mis ojos se dispararon hacia Harry, aunque no miró en mi dirección.

—Her... mione... Hermione... —Murmuró un poco más claro. Los ojos de Hermione se iluminaron y estaba un poco sorprendida, pero tenía una sonrisa en su rostro. Ella volvió a sentarse agarrando su mano mirándolo con tanto cariño. Lavender también se sorprendió, pero de una manera completamente diferente. Salió corriendo de la enfermería llorando en voz alta. Me sentí mal, pero estaba destinado a suceder tarde o temprano.

—Oh, ser joven y sentir el agudo aguijón del amor. Bueno, vamos todos. El Sr. Weasley está en buenas manos, —dijo Dumbledore saliendo mientras el resto de los profesores lo seguían.

—Ya era hora, ¿no crees? —Ginny le susurró a Harry con una sonrisa coqueta. ¿Estoy aquí?

—¿Qué le sucedió? —Pregunté aclarándome la garganta.

—Bebió un poco de hidromiel con veneno que se suponía que iba a ser un regalo para Dumbledore anoche con Harry y el profesor Slughorn. —Hermione respondió sin apartar los ojos de Ron.

—¿Qué? Harry, ¿tú también lo bebiste? ¿Estás bien?

—No lo bebí. Ron se derrumbó antes de que el profesor Slughorn y yo pudiéramos tomar un sorbo. —Respondió sin mirarme.

—Bueno, ¿qué estaban haciendo ustedes dos anoche con Slughorn de todos modos? Te entiendo, ¿pero Ron?

—Estaba bajo una poción de amor, así que fui a ver a Slughorn con él.

—¿Una poción de amor? ¿De Lavender?

—... Fue originalmente para Harry de Romilda pero Ron lo tomó. —Hermione respondió en cambio mirándome. Romilda le dio a Harry una poción de amor, eso es gracioso. Podía sentir algo romperse y mi sangre comenzó a hervir. Romilda le dio a Harry una poción de amor. Estaba en la sala común la última vez que la vi, así que todavía debería estar allí.

—Los veré más tarde, —dije dándome la vuelta para irme.

—Oye, no, no, no, no. ¿A dónde vas? —Harry dijo rápidamente agarrando mi muñeca.

—A ver a Romilda, por supuesto.

—No, no lo estás.

—¿Qué? Solo quiero hablar con ella. —Dije tirando su mano y saliendo pisando fuerte. Por supuesto, solo iba a tener una pequeña charla, tal vez con un par de maleficios mientras estoy en eso.

Justo cuando estaba subiendo las escaleras circulares de regreso a la Sala Común de Gryffindor, noté que Draco también subía las escaleras circulares. Nadie estaba con él, solo él. Parecía que no había dormido por un tiempo, estaba caminando tan... Sin rumbo fijo. Comencé a seguirlo por los pasillos asegurándome de que no me viera.

Dejó de caminar frente a una pared que conocía demasiado bien. Respiró hondo cerrando los ojos y la pared comenzó a revelar una puerta. La sala de requisitos, donde practicamos nuestros hechizos de DCAO el año pasado hasta que nos atraparon. Caminó dentro de la habitación asegurándose de que nadie lo siguiera. La Sala de los Menesteres solo se muestra para las personas que tienen una gran necesidad de algo. Qué querría Draco encontrar en la habitación, esa era la pregunta.

Esperé a que saliera, estuvo allí un rato. Me estaba cansando de esperar y me apoyé contra una pared esperando. Ningún estudiante pasaba por los pasillos cerca de la sala de requisitos, estaba extrañamente silencioso.

—¿Evelyn? ¿Qué estás haciendo aquí? —Draco gritó haciéndome saltar un poco.

—Podría preguntarte lo mismo.

—Estaba practicando mis hechizos.

—¿Practicando tus hechizos? —Me burlé caminando hacia él. Noté una pluma blanca en la manga de su camisa. No fue difícil notarlo debido a su sencillo traje negro. Levanté lentamente la pluma de su camisa, era muy pequeña. No puede ser de una almohada u otro mueble.

—¿Qué demonios estás haciendo? —Escupió golpeando mi mano.

—Bueno, ¿qué diablos se le hacía en la habitación de menesteres?

—Eso no es asunto tuyo, —escupió de nuevo alejándose. Merlín, nunca me perdonará lo que le dije en la fiesta, ¿verdad?

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Esperé en la sala común con los brazos cruzados a que Romilda entrara. No estaba en los dormitorios de chicas ni en la sala común cuando regresé después de encontrarme a Draco. De todos modos, es casi toque de queda, así que tarde o temprano vendría. Harry no me ha estado hablando desde que nos reunimos en la enfermería, honestamente se siente como si me hubiera estado evitando.

—Evelyn, por favor, vamos a dormir, —dijo Hermione suspirando mientras se apoyaba en el sofá.

—Ella tiene que venir en cualquier momento.

—¿Y si lo hace? ¿Qué estás- —Hermione nunca terminó la oración. Nuestra atención se centró rápidamente en un grupo molesto de chicas que se reían tontamente que entraban en la sala común. En el medio estaba la misma chica de cabello negro, Romilda.

Rápidamente me levanté agarrando mi varita aunque Hermione fue lo suficientemente rápida para detenerme. Romilda retrocedió un poco antes de sonreírme. De verdad, sentí que algo se rompía.

—¿Le gustaron los chocolates? —Preguntó mientras las chicas detrás de ella seguían riendo.

—No se lo comió sabiendo que venía de ti, —mentí. Las chicas rompieron a reír y ni siquiera trataron de ocultar el hecho de que se estaban burlando de mí.

—¿Estás segura de eso?

—Soy literalmente parte veela. ¿Por qué me dejaría por ti? —Murmuré frunciendo el ceño. Su sonrisa desapareció muy rápido y se convirtió en un ceño fruncido.

—Amo a Harry por quien es, no solo porque es el elegido, perra, —escupí antes de irme a los dormitorios de las chicas. Si tan solo Hermione no me detuviera, estaría practicando todos mis maleficios con ella.

—¿Amo? —Hermione dijo con una sonrisa metiéndose en la cama. Mi cara comenzó a calentarse al darme cuenta de lo que había dicho. Fue en el calor del momento, ni siquiera me di cuenta de que dije que amaba a Harry Potter.

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