█ . . ، ๋💐 CHAPTER 59 𖤐･ ๋࣭ 𓏲 . . █
❛No soy como mi madre❜

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*Narra Evelyn*
«DUMBLEDORE, ¿TONTO O PELIGROSO?»

La portada del Diario El Profeta estaba cubierta de muchas historias. La historia más grande cubierta fue el niño que miente y Dumbledore. El Diario El Profeta niega todo esto y está hablando mal de Dumbledore y Harry. Hablaba un poco sobre el ataque del dementor a Harry y sobre él fue absuelto de todos los cargos, como debería.

«La caída de la familia Clermont»

Justo debajo de la historia había una foto mía y de mi familia. Las manos de papá estaban sobre mis hombros y ninguno de nosotros sonreía. Esta era una foto de hace un tiempo cuando Fleur y Gabrielle también estaban aquí.

«Apolline Clermont, una mortífaga, desaparece después de matar a su marido Monsieur Clermont. Sus hijas mayores y menores no se encuentran por ningún lado, mientras que su segunda hija, Evelyn Clermont, continúa asistiendo a Hogwarts»

Los párrafos debajo de nuestra foto profundizan en nuestra historia familiar, pero no pude leer más. En la esquina de la portada había un párrafo que hablaba de los fugitivos de Azkaban. Todos los nombres que aparecen en el periódico eran los nombres que había escuchado durante la cena con el señor oscuro. Suspiré y coloqué el diario El Profeta en la mesa, descansando mi espalda en mi asiento.

—¿Rana de chocolate? —Ron me ofreció.

—No, gracias —le di una débil sonrisa.

El compartimento quedó en silencio, nadie dijo nada. Solo suspiros profundos y todos quedaron atrapados en sus propios pensamientos. El niño que vivió se convirtió en el niño que miente en cuestión de días. Pasé de Evelyn Clermont a la hija de un mortífago en cuestión de días. Harry y yo no hemos hablado sobre el beso desde el día en el cuartel general, ninguno de los dos lo mencionamos.

El tren llegó y los cuatro esperamos hasta que todos se hubieran ido solo para evitar el alboroto de empujar a todos. Hermione unió su brazo con el mío mientras caminábamos hacia la entrada.

—Sorpresa, el Ministerio está dejando que la hija de un mortífago camine por aquí, Clermont —Pansy pasó rozándome y golpeándome los hombros.

—Vete a la mierda Pansy —Draco la empujó hacia un lado caminando con Crabbe y Goyle detrás de nosotros,— Hay un sótano en Azkaban con tu nombre Potter.

Harry se abalanzó hacia Draco y rápidamente lo aparté. Draco nos miró a Harry y a mí antes de irse con sus dos secuaces.

—¿Qué te dije? Se ha vuelto loco —escupió.

—¡MANTENTE LEJOS DE MI! —Harry le respondió bruscamente. Entendí por qué estaba enojado, pero nunca lo vi arremeter así. Había cambiado desde la muerte de Cedric.

—Es solo Malfoy, ¿qué esperabas? —Ron dijo a mi lado. Todavía recuerdo a Draco en la torre de astronomía donde no estaba bajo la presión de su nombre, el Draco que estaba aterrorizado en la cena. Realmente no todos lo ven como es.

Caminamos hacia un camino con carruajes. Hermosos huesos negros como caballos tiraban de ellos. Frente a nuestro carruaje, Cho se giró para mirar a Harry dándole una sonrisa ansiosa por saltar y correr hacia el brazo de Harry. Me burlé de la vista, dos empanadas de calabaza, por favor.

Los tres hicimos una pausa y observamos cómo los carruajes se alejaban en la distancia esperando que otro carruaje viniera a recogernos.

—Hola chicos —Neville se acercó a mí.

—Hola Neville —Dijeron los cuatro al unísono.

Otro carruaje se detuvo detrás de nosotros y Harry se acercó al caballo tirando del carruaje examinándolo.

—¿Qué es? —Preguntó

—¿Que es que? —Ron preguntó dándose la vuelta para mirar al caballo.

—Nada tira del carruaje Harry, se tira solo —dijo Hermione frunciendo el ceño.

—¿Ustedes no lo ven? —Yo pregunté.

—No te estás volviendo loco —dijo una voz soñadora desde el carruaje. Dimos la vuelta al carruaje para ver a una chica rubia que bajó lentamente un libro. Luna Lovegood, la recordaba del año pasado fuera de la sala común de Ravenclaw.

—Yo también puedo verlos, ustedes dos están tan cuerdos como yo —continuó. ¿Tan cuerda como Luna Lovegood? Así que estoy... ¿loca? No obstante, los cinco nos sentamos en el carruaje. Ron se sentó al lado de estar visiblemente incómodo y yo me senté al lado de Harry.

—Esta es lunatic- —Hermione se detuvo mirando a Luna desde su ladoz— Luna Lovegood

Nadie dijo una palabra.

—Ese es un collar interesante —dije rompiendo el silencio.

—Es un encanto en realidad, mantiene alejados a los nargles. Hambrienta, espero que haya pudín —respondió con su voz soñadora habitual. A veces pienso que está un poco por encima de las nubes.

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Las charlas llenaron el Gran Salón y muchos tipos diferentes de comida estaban frente a nosotros. Ron estaba empujando su cara con comida a mi lado como de costumbre, pero la pellizqué comiendo muy lentamente.

Todos se distanciaron de Harry y de mí, hija de una mortífaga y del niño que mintió. Recibíamos miradas extrañas y miradas que fingí no notar, pero realmente me estaba molestando.

—Buenas noches a todos —la voz de Dumbledore hizo eco a través del gran salón y todos se quedaron en silencio.— Ahora tenemos dos cambios en el personal este año, nos complace dar la bienvenida a la profesora Grubbly-Plank. Ella se encargará de dar Cuidado de Criaturas Mágicas mientras el profesor Hagrid no está temporalmente aquí. También deseamos darle la bienvenida a nuestra nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dolores Umbridge. Les deseo buena suerte a todos nuestros profesores recién incorporados.

Junto a Snape había una mujer sonriente vestida de rosa brillante. Dolores Umbridge, encabecé ese nombre antes. Papá me dijo que es un dolor con el que tenía que lidiar en el Ministerio.

—Como de costumbre, nuestro cuidador, el Sr. Filch, me ha pedido que le recuerde- —Dumbledore fue interrumpido por el sonido de una tos. Se volvió para ver a Umbridge subir lentamente hacia el frente del gran salón.

—Ella estuvo en mi audiencia, trabaja para Fudge —le susurró Harry a Hermione.

—Gracias, director, por esas amables palabras de bienvenida. Y qué hermoso es ver todas sus caras brillantes y felices sonriéndome. Estoy seguro de que todos seremos muy buenos amigos. El Ministerio de la Magia siempre ha considerado de vital importancia la educación de los jóvenes brujos y magos. El pensamiento de cada director ha aportado algo nuevo a esta histórica escuela. Hay que desalentar el progreso por el progreso. Conservemos lo que hay que conservar, perfeccionemos lo que se puede perfeccionar, y podar prácticas que deberían estar prohibidas —Dijo soltando una risita antes de caminar de regreso. Dumbledore comenzó a aplaudir lentamente y algunos de los otros estudiantes se unieron inseguros.

—Gracias, profesora Umbridge, realmente fue un gran discurso —dijo Dumbledore.

—¿Gran discurso? Qué montón de tonterías, —me susurró Ron.

—¿Qué significa? —Harry miró por encima del hombro de Hermione y preguntó.

—Significa que el ministerio está interfiriendo en Hogwarts —respondí sin apartar la mirada de la mujer vestida de rosa. Dudo que Dumbledore la contratara, probablemente Fudge le dio el puesto.

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Harry y yo entramos en la sala común. Cuando entramos, todos dejaron de hacer lo que estaban haciendo para mirarnos. Ya estaba acostumbrada a esto, no me molesté y seguí caminando. Sobre la mesa noté el Diario El Profeta, el que hablaba de Harry y Dumbledore, y también de mi familia.

—Dean, Seamus, ¿Buenas vacaciones? —Harry preguntó deteniéndose antes de subir las escaleras. Dejé de caminar y me volví para enfrentar a Dean y Seamus de pie junto a Harry, sé que él estaba más de mal genio estos días.

—El mío estuvo bien, mejor que Seamus —dijo Dean mientras Seamus arrojaba al profeta diario sobre la mesa antes de levantarse de su asiento.

—Mi mamá no quería que volviera este año

—¿Por qué no?

—Déjame ver, eh, por ustedes dos. El Profeta ha estado diciendo muchas cosas sobre ti y Dumbledore. Sin olvidar a la hija de una mortífaga

—¿Y tu mamá cree eso?

—Bueno, no había nadie allí, Cedric murió. Por lo que sabemos, Evelyn podría ser la que conspiró para matar a Cedric. Por eso estaba tan cerca de él, ¿qué otra cosa haría el hijo de un mortífago?

Mi corazón dio un vuelco y me quedé allí en estado de shock.

—Bueno, supongo que deberías leer El Profeta, entonces, como tu estúpida madre, te dirá todo lo que necesitas saber, —le espetó Harry antes de que cualquier sonido escapara de mi boca.

—No te atrevas a hablar así de mi madre

—Deténgase, los dos —los miré a los dos.

—¿Quién sabe si tú también eres una mortífaga, como tu madre?

—No soy como mi madre, —le espeté,— Y no, no planeé matar a Cedric. Saber quién fue el asesino de Cedric, —espeté una vez más antes de pasar junto a Harry y caminar hacia los dormitorios de las chicas. Encima de mi cama estaba el diario El Profeta y eso solo avivó mi ira. Corrí hacia él y lo rompí en pedazos, lo desmenucé y lo tiré al suelo.

Respiré hondo y enterré mi rostro en mis manos tratando de calmarme. Ni siquiera salían lágrimas de mis ojos, solo odio ardiente por todo.

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