𝗰𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝘀𝗶𝘅𝘁𝗲𝗲𝗻. in the back of my mind
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𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ volumen dos
capítulo dieciséis
❝ in the back of my mind ❞
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Espere impaciente frente en la habitación, mientras mantenía una posición firme, esperando a que aquella mujer llamara.
-Hey- saludó Stella, haciéndome mirarle.
Sonreí a como pude -Hey.
-¿Aún nada?
Negué en silencio, haciéndola adentrarse aún más.
-Ella llamara- aseguró y asentí sintiendo mis ojos lagrimear.
-Si... supongo que lo único que le faltaba era tener una hija hada sin magia- dije irónicamente.
Asintió -Bueno, yo no puedo decirte que todo saldrá bien porque nuestras madres son amigas así que... te apoyare desde aquí.
Le mire rápidamente -Gracias.
Antes de que pudiese contestar, la llamada entró, mostrándome a mi madre con decepción en sus ojos escondidos en aquellas gafas.
-Habla- pidió de mala manera.
-Supongo que ya te dieron la noticia, madre.
-¿Qué mi hija se ha vuelto más incompetente? Si, agradece que le pedí a Rosalind que te dejara quedarte en Alfea, sino, estarías de camino a casa desde que despertaste sin tu magia.
Mi ceño se aligeró -G...-
-Por favor, no hagas que me arrepienta- finalmente me miró.
Asentí -Si, vale... tengo que irme.
Sin decir nada, colgó la llamada.
-¿SEGURA QUE LOS LENTES son necesarios?- inquirió Musa intentando animar el ambiente.
Terra asintió -Si, las raspadoras dejaron cicatrices tan pequeñas que no puedo verlas- me miró -Quien te haya tratado lo hizo muy bien, es una inminencia, creo que sone engreida.
Sonreí a como pude -Hiciste un gran trabajo Terra, gracias.
-Si, justo Flora y yo estábamos hablando sobre eso- añadió Musa.
-¡Si!- ella sonrió.
Suspire cerrando mis ojos, mientras escuchaba a ambas hablar sin parar, siendo la puerta abrirse y mostrar a Riven y Grey adentrarse lo que me hizo abrirlos de nuevo.
Riven era la única persona con quien podía hablar en realidad.
-Hola, chicos, ¿En qué podemos ayudarles?- Terra recibió.
-Nos falta corteza de sauce en el bastión- dijo Riven.
-Ah, si, lo siento, Flora se apodera de las hierbas.
-Esta probando un remedio contra el control mental de las brujas- sonreí, llevándome una mirada extrañada de Musa.
-Es que detesto la idea de que puedan dominar el cuerpo de alguien a voluntad.
-Ella es un espíritu libre.
Riven asintió -Si, eso ya lo sabía.
-Agh, no aquí, no frente a mi- forme una mueca de asco.
-Aquí no hay nada- frunció su ceño al mirarme.
-Ya lo había dicho, somos amigos, no almas gemelas- dijo Flora, arquee una ceja mirándole con picardía -Hablando de almas gemelas, ¿Cómo va todo entre los tortolitos?
Grey se giró -Uh, ah... ah.
Fruncí el ceño -Admito que no es la reacción que esperaba.
-Oí que hubo beso épico- mencionó Flora.
-Y luego un silencio épico, al parecer está trabajando en un proyecto- Grey me observo a Musa y a mi.
Ambas asentimos -Aveces Aisha tiene visión estrecha- dijo Musa.
-Le diremos que sigues con vida- asegure.
-Ahora, si me disculpan, Musa debe hacer ahora sus ejercicios de rehabilitación.
Asentí levantándome rápidamente -Iré a recostarme.
-No tan rápido- Terra tomó mi brazo, haciéndome quejar -Tu también tienes que hacer los ejercicios.
Asentí -Si, a mi no se me da eso así que, buena suerte.
Antes de que pudiese irme, tomó otra vez de mi brazo, haciéndome mirar a Riven suplicando por su ayuda.
-De hecho, Silva está preguntando por Leigh- dijo él -Necesita escuchar de nuevo lo qué pasó en la cabaña.
Ambos miramos a Terra en busca de su respuesta, a lo que festeje internamente cuando asintió.
-Bien, ve.
Acepte el brazo de Riven cuando lo extendió para ayudarme a caminar.
-¿Era cierto lo de Silva?- inquirí caminando fuera junto a él.
Negó -No, sabía que querías ser rescatada de ahí.
Reí -Si, de hecho si.
-Estas ahí todos los días, haciendo ejercicios de respiración- formo una mueca -Te puso a hacer tonterías de yoga.
-Ella lo llama Terraeróbico, cree que el perro boca abajo me devolverá la magia.
Rió ligeramente, girándose hacia mi, note como se me quedaba viendo, haciéndome fruncir el ceño y suspirar.
-Bueno, gracias, ya van dos.
-¿Por qué?
Encogí mis hombros -Nunca te agradecí por traerme de vuelta, aún envuelta en sangre.
-Si, estabas inconsciente, te cargue como costal de papas y salí corriendo al carajo.
-¿Costal de papas?- enarque ambas cejas.
-Lo siento, seré más delicado la próxima vez que te salve de monstruos- señaló -En fin, ¿Cómo estuvo la llamada con tu mamá? Dijiste que era una bruja.
Asentí -Si, estuvo... bien, supongo, corta.
Asintió levemente -Entonces, ire a entrenar, ¿Si? Avísame si necesitas que te salve.
Reí ligeramente, viéndolo irse pero arrepintiéndome -¡Espera, Riv!- se detuvo de inmediato -¿Puedo ir contigo? Debo.. ir a ver a Rosalind pero si digo que estoy ayudando a los especialistas...-
-Si, claro, puedes ayudarme a entrenar.
Festeje -Gracias.
ME ADENTRE TRAS BLOOM a nuestra habitación, quedándome de pie al tomar una taza de café y ver a las chicas remodelar la sala.
-Esto es raro- serví la envoltura de leche deslactosada.
-¿Están redecorando?- se preguntó la pelirroja.
-Lo siento, necesitamos espacio para la ceremonia de convergencia de Leigh y Musa.
Ambas fruncimos el ceño ante las palabras de Aisha -¿Nuestra ceremonia de conve qué?- cuestionamos en unisonido.
Aisha solo sonrió con complicidad, haciéndonos confundir más.
-De hecho, antes de que empecemos con eso, eh... no estamos juntas hace unos días y... ahora que lo estamos necesito dar un anuncio- llamo Terra.
Todas pusimos nuestra atención en ella, me crucé de brazos y me coloqué junto a Stella, poniendo atención a las siguientes palabras de Terra, pues sonaba a algo importante para ella.
-No es nada malo ni raro- siguió -Bueno, quizá sea raro, no es raro para mi, además, no es la gran cosa... para mi si, pero no quiero un festejo ni un pastel aunque a nadie le darían un pastel por esto, uh....- limpió su frente de sudor mientras Flora le tomaba del brazo en apoyo.
No entendía que quería decirnos, pero solo le pude sonreír con amabilidad para que siguiera.
Ella suspiro con temor y nervios, cerrando sus ojos y tomando aire profundo hasta mirarnos de nuevo.
-Entonces... soy gay- soltó, haciéndome arquear las cejas -Una parte de mi siempre supo que era gay y... uh, comparto esa parte de mi ahora con ustedes y por favor, ajusten sus percepciones de mi según lo que dije y bien, hay que mover la alfombra.
Le hice callar al rodear mis brazos sobre sus hombros con fuerzas.
-¿Q... que es?
-¡Shhhh!- sisee -Solo te apoyo.
Ella acepto mi abrazo, colocando su mejilla sobre mi hombro. Pronto sentí los brazos de Flora rodearla también, luego los de Stella, Bloom, Aisha y Musa, apretándola aún mas con todo nuestro apoyo.
-Me hacen sentir muy querida- sollozo.
Me separé de ella junto a Stella -Supongo que ahora tenemos que ayudarte a encontrar una chica.
Reí ligeramente levantando mi mano -¡Uh! Yo tengo muchas opciones.
-Claro, te conseguiremos una dama- añadió Musa.
Ella se quejó con una sonrisa -Ese es un modelo heteronormativo con el que no concuerdo.
-¿Segura? Porque ya tienes el ojo puesto en alguien.
Mire a Flora con los ojos muy abiertos -¿De cuanto me he perdido?
-¡Dinos quien es!- pidió Bloom.
-¿La conocemos?- cuestionó Musa.
-¿Estudia aquí?- bombardeó Aisha.
-¿Te das cuenta que tendré que aprobarla?- inquirió stella.
-No olvidemos que esto no es sobre mi salida del closet, es la fiesta de Leisa y su magia.
Fruncí el ceño al escuchar a Terra -¿Leisa?
-Ah, es su nombre junto, es una abreviatura que hicimos- contestó Terra.
Musa rió -Supongo que ya tenemos nuestro nombre de ship, esposa mía.
Acepte su mano -Tendrás que invitarme a cenar primero.
Las chicas rieron, -Pero ya, enserio, ¿Podemos retroceder un poco? ¿Qué es todo esto?
-Está alfombra no se moverá sola- ignoró Stella.
Me hice a un lado, tomando la roca con cristal que de pronto Aisha me entregó, abriambos ojos con asombro.
-Tu cara dice que esto es importante- dije y ella asintió -No es por criticar su plan para ayudarnos pero, ¿Qué tan peligroso es esto?
Musa se sentó donde Terra le indicó, sintiendo un leve empujón por parte de Bloom hasta colocarme junto a musa.
-No lo suavizaré- admitió Aisha -Vamos a inyectarles magia pesada, así que si, es arriesgado, pero... nos tengo fe, hagámoslo.
Terra asintió -Ah, una advertencia, estoy probando algo nuevo, magia mineral, no me juzguen.
Negué -No lo haremos.
-Muy bien, ahora empecemos.
Tomé con mi mano libre la de musa, tomando así ambas la roca en medio de nosotras. Bloom fue la primera en invocar su magia, mientras que así cada una hacia suyo, haciéndome sonreír al estar orgullosa de cada una de ellas.
-Muy bien, ahora si, canalicen la magia- indicó Aisha y todas obedecieron -Ahora, Leisa, ábranse a la magia, como siempre.
Ambas asentimos, cerrando mis ojos y tomando aire para aligerar mi cuerpo.
-El resto de nosotras tenemos que abrirnos a ellas.
Espere unos segundos, abriendo los ojos al mismo tiempo que Musa.
-¿Deberíamos sentir algo?- se giro a mi -¿Tu sientes algo?
Negué levemente, -Se supone, ¿Están concentradas?
Todas asintieron y Aisha dio la indicación de intentarlo de nuevo. Volví a abrirme hasta la magia, sin recibir nada.
-No, nada aún.
-Creo que no tenemos suficiente poder- murmuro Aisha y todas miramos a la pelirroja.
-¿La llama del dragon?- propuso Bloom -¿Seguras?
-Solo si puedes controlarla.
-Puedo controlarla.
Forme una mueca al sentir culpa, tener que exponerlas a todas todo por un descuido mío.
-¿Estan todas lists?- inquirió Bloom y ni siquiera me moleste en asentir.
Solo cerré mis ojos -Bien, intentémoslo otra vez.
La llama del dragón llegó hasta el cristal, haciéndonos retroceder al sentir la magia.
-¿Está funcionando?- inquirió Aisha.
-Algo así, lo siento en mi magia, es poderoso- contestó Stella.
Respire con pesadez al escuchar a cada una hablar, cada recuerdo de esa noche venía a mi mente por alguna razón.
-Paren- pedí llevándome una mirada de Musa.
-Un poco más, Leigh.
Negué -Por favor, deténganse.
-Concéntrate, Leigh, estarás bien.
-No puedo...- trague en seco al sobresaltarme y sentir una mordida sobre mi pierna, provocándome soltar el cristal y hacerlo caer.
Mire el cristal con miedo, mirando al resto, la cuales ya me miraban confundidas y preocupadas.
-¿Qué paso?- cuestionó Bloom.
Negué mirando mi pierna sana y salva al levantarme -No funcionaba.
-Claro que si.
-¡Espera, Leigh! ¿A donde vas?
Ignore el llamado de Stella, cerrando la puerta detrás de mi y huyendo rápidamente de la habitación.
-¿ESTÁS OCUPADO?- inquirí al colocarme frente a Riven, quien me observo preocupado.
Dejó de hacer lo que fuera que estuviera haciendo y negó -No, ¿Qué sucede?
-Necesito desahogarme, ¿Crees que podamos volver a nuestras prácticas de antes?- inquirí un poco dudosa.
Esperando a por su respuesta, agradecí en voz baja cuando asintió y me guió hasta la plataforma de entrenamiento.
Donde lance golpes incontrolables, una y otra vez sin detenerme mientras el chico los desviaba hasta cansarse, ni siquiera me importaba que estuviese pidiéndome que me detuviera.
No podía parar.
-¡Leigh, basta!- finalmente le escuché cuando quito el bastón de mis manos -¡Leigh, para ya, es suficiente! Ven aquí.
Le mire confundida cuando sus manos tomaron mis brazos.
-¿Qué... que estás haciendo?- le cuestione muy alto mientras seguía manoteando.
Se aferró a mi, rodeando con ambos brazos mi cuerpo, obligándome a juntar mi mejilla con su pecho, mientras me apachurraba.
Finalmente me rendí, sollozando bajito en cuanto pude calmarme y parar el manoteo.
-Está bien- susurro acariciando mi cabello -Estás a salvo.
-No lo estoy- hable en voz bajita -Soy una persona egoísta.
-Leigh- llamó la voz de Terra, mientras me separa de Riven lentamente para mirarla.
Ella nos miraba con claro recelo y molestia.
-Vas a estar bien- me musitó él.
Provocando solo que Terra se acercará más -Que rara escena, Riven, ¿Nos das un momento?
Sorbí mi nariz y tomé mi chaqueta para empezar a huir de ella, mientras comenzaba a bombardearme con preguntas de a montón.
-No tengo más que decir, Terra- hable sin detenerme.
-De acuerdo, pero yo si.
-Estoy harta de esto, de hablar- me giré levemente -Y de avanzar, de intentar, de luchar... y del Terraeróbico, no más de eso.
-Tuvimos un contratiempo, no te puedes solo rendir.
-Pues, si, si puedo- me giré -Ya lo hice, Terra, realmente me agrada que vivas tu verdad pero no eres experta en mis sentimientos ni en la verdad de los demás así que solo para.
Volví a avanazar, y ella sin dudar volvió a seguirme -Con esto no puedo, no, así que si quieres quéjate, se que soy agobiante y fastidiosa pero no voy a parar, no hasta que recuperes tu magia y tu vida.
-Mi vida apesta ahora y apestaba antes, no necesito sermones sobre amar la vida.
-¡Leigh!- exclamó, haciéndome girar y mirar confundida cuando sentí mis pies hundirse en la tierra.
Le mire confundida, notando sus ojos verdosos que me miraban con clara molesta.
-¿Qué carajo?- murmullé.
-¡Hey, Terra!- Riven volvió -Esto es muy excesivo.
Tomando de mis brazos para que no fuese a caerme.
-No, no lo hice a propósito- admitió ella -Algo le pasa a mi magia.
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