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𝐄𝐋𝐄𝐂𝐓𝐑𝐈𝐂 𝐋𝐎𝐕𝐄 ━━ volumen uno
capítulo dos
❝ no strangers here  ❞

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Mis ojos se abrieron automáticamente al terminar aquella pesadilla en la que estaba metida, respirando con pesadez me cubrí la frente llena de sudor.

Aclare mi garganta y fui directo al baño, donde lave mi cara y me tranquilicé.

—No luces nada bien.

Me sobresalte al escuchar la voz de Bloom, teniendo que cerrar mis ojos para mentalizarme de que solo era ella y no un fantasma.

—¿Estás bien? Lo siento, no quería asustarte— sonrió.

Asentí —Si, solo, una pesadilla pero estoy mejor, gracias.

—No es nada.

—¿Como están tus padres? Les escuché hablar entre sueños— cambié de tema, antes de que preguntara sobre mi pesadilla.

—Ah, ellos están bien, creen que estoy en clases así que, creo que es lo mejor.

Sonreí —Ellos son humanos, ¿No?

Asintió rápidamente —Si, ¿Alguna vez visitaste el Primer Mundo?

Acomode mi cabello hacia atrás —Si, un par de veces con mi papá, él amaba la nieve de allá así que siempre compraba...— no pude terminar de hablar ya que sentí un nudo en mi garganta.

Bloom me miró preocupada —¿Estás bien?

—Si, si, todo bien, solo tengo sueño, me iré a dormir, descansa— salí antes de que pudiese contestarme.

Me adentre a las cobijas y cerré mis ojos dejando salir las lágrimas, limpiándolas en cuanto note como Terra estuvo por despertarse por el ruido.

MIRE A TERRA CONFUNDIDA, al darme cuenta que me miraba.

Le sonreí —¿Viste la imagen que envié? Es muy yo— reí.

Imitó mi acción —Absolutamente, ah, de hecho, no lo vi, lo siento.

Fruncí mi ceño levemente —Esta bien, no te disculpes.

Ella asintió rápidamente —Digamos que estoy eligiendo que ropa me pondré hoy...-

—¿Me doy vuelta para que te cambies?— pregunte rápidamente.

—¡No! Yo... esta bien— tomó su ropa saliendo de la habitación.

Salí tras ella, aceptando la taza de café que Musa me ofrecía, viendo a Stella adentrarse con cautela.

—Tu ropa es similar a la de ayer, ¿Del mismo diseñador?— le inquirió Musa.

Sonreí levemente —¿Sabes como me siento con tu chiste o te lo digo?— le cuestiono ella —¿Y Bloom?

—Tuvo una mala noche, gracias a ti— conteste bebiendo del café —Creía que no existían esas cosas pero lo vimos.

Musa asintió —Fue aterrador.

—Parecía que quería matarla— agregué.

—¿Y mi anillo?

Abrí mi boca para hablar cuando Bloom se adentró a la habitación —Esa cosa quemada se la llevo.

—¿Qué?

—Calma, princesa— pidió Musa.

Le miró —No me digas que me calme y no uses mi título como insulto.

—¿En verdad eres princesa?— le pregunté confundida.

—Si, lo soy— devolvió la mirada a Bloom —Mi mamá es la reina y el anillo es una de las joyas de la corona de Solaria, alguien del Primer Mundo no lo entendería, pero es una metida de pata grande.

—Tan grave como darle el anillo, Dowling encerró a la criatura— interfirió Aisha.

—Lo sabrías si hubieras estado cuando nos sermoneó— musité antes de volver a beber de mi taza.

—Si se sabe que un quemado llegó al Primer Mundo, sería un desastre— informó Musa.

—No le dije que perdí el anillo, pero si le decimos...-

—No le diremos— interrumpió Stella a Bloom —Lo resolveré luego de clases, por ahora, nadie le dice nada a nadie— avanzó hasta su habitación —Y que alguien le avise a Terra, no sabe cerrar la boca.

Le mire mal cuando abrió la puerta y me di cuenta que Terra estaba ahí, terminando de cambiarse.

—¡Entendido!—señaló ella con una gran sonrisa.

TERMINE DE MORDER el cuernito cuando Dowling estuvo apunto de mirarme, con Musa riendo levemente, le sisee para que la directora no se diera cuenta que comía en su clase.

—Y en nuestro círculo de piedra, se magnifica— agregó ella a su discurso —La Vasija prueba su habilidad para canalizar esa magia, luego aprenderán a conectarse con otros elementos pero este año aprenderán sobre el elemento con el que nacieron.

Asentí dándole otro mordisco a escondidas, sin embargo, mis movimientos se detuvieron cuando vi que Dowling me miraba.

—Señorita, Shaw— llamó y le mire.

Ella indicó que pasara a la Vasija con solo mirarla a lo que asentí sacudiendo mis manos, aclare mi garganta y avance hacia el frente con todos susurrando y otros riéndose, incluida mi mejor amiga.

Tomé ambos extremos de la pequeña Vasija, respire hondo pensando en aquello que necesitaba para cuando volví abrir los ojos, varios rayos tronaban entre mis dedos y palmas de mis manos, haciéndome sonreír.

—El aire— presentó Dowling —Velocidad, temperatura, sonido, sus propiedades eléctricas y energéticas, con eso es suficiente.

Asentí deteniéndolo y volviendo a mi lugar cuando Dowling presentaba todos los demás elementos, al finalizar, se giró a nosotros.

—Sea cual sea su elemento, las emociones subyacentes son las mismas— dijo, mirando a por último a Bloom.

Quien avanzó algo decidida a hacerlo, tomó la Vasija.

—Ábrete a la magia del mundo que te rodea— indicó la directora y una pequeña chispa apareció —Deja atrás tus dudas.

La Vasija no hizo nada en absoluto, lo cual me hizo prestarle mi total atención, mire a Aisha y ella a mi.

—Concéntrate en emociones claras y positivas— indicó nuevamente.

—Usa a tus papás— aconsejo Aisha —Piensa en cuanto los amas.

Sin embargo, nada apareció, los demás susurraba y eso solo lo empeoraba para ella.

—No funciona— mencionó.

—Deja de pensar, la magia viene de...—

—Las emociones, se lo que debo hacer— le interrumpió.

—Esto es un desastre— canturrio Musa y le golpeé levemente las costillas.

—No está resultando, ¿Puede continuar?— pidió Bloom.

La directora asintió y más tarde terminó la clase.

—ESTÁ DONA DE azúcar, es de lo mejor— señale a Terra mientras sonreía.

—Veamos— dijo Bloom, robándose una de mis donas —Si, son muy buenas.

Le entregue una a Terra cuando subí la mirada, la baje sin importancia y luego la volví a subir confundida, mi corazón latía rápidamente y todo iba en cámara lenta, mi estómago se revolvió por completo al ver aquel chico bajar por las escaleras.

—Tierra llamando a Leigh— Musa chasqueó los dedos y la mire rápidamente —Uh, ya veo qué pasa.

—Cállate— pedí cerrando mis ojos —No me leas.

—Escuchen, este es el plan— interrumpió Aisha —Haremos una lista de detonantes...—

—Aisha— le interrumpió Bloom —Te lo agradezco, pero puedo solucionarlo sola.

Quite el azúcar de mis mejillas.

—Claro, solo creo que puedes estar estresada y que sobreanalizas lo de ser suplente.

Fruncí mi ceño —¿Qué? Espera, ¿Eres una suplente? ¡Eso es...!

—Leigh, no— pidió Musa antes de que terminara mi frase.

—¿Ya lo saben?— preguntó Bloom.

—Evidentemente yo no, ¿Acaso vivo en una roca?— inquirí confundida, mire a Bloom —¿Por eso te alteraste en la Vasija?

—Tiene sentido, esa es la tarea más fácil... y lo estoy empeorando— paro de hablar cuando Musa se lo indico.

—Miren, tenemos un plan para recuperar mi anillo— hablo Stella al llegar a nuestra mesa.

Le mire —¿Qué es esto?

—Es Alfea— contestó Terra con felicidad —La línea punteada es la barrera y ese es el arroyo Crag, ¡La pradera del Viento! De niña pase...-

—Gran historia, Ter— le interrumpió Stella.

—Lo se, escucha, solía ir a practicar mi magia y trataba de mover hojas para hacer un ciclón.

—¿Qué es un ciclón?— me pregunté.

Ella estaba apunto de contestar —¿Sky?— le interrumpió Stella —¿Donde crees que lo tienen?

—Uh, hay pocos edificios fuera de la barrera donde sería decirlo retenerlo— contestó el chico —El granero y el molino.

—Votó por el granero— dijo Terra —Mi papá fortificó las vigas por un caballo que llegó hace mucho.

—Y nosotros nos escabulliremos y recuperaremos mi anillo.

Fruncí mi ceño —Que raro uso de nosotros, me huele a manada.

—Si, es algo que tú deberías hacer— agregó Musa.

—Yo no lo perdí— justificó.

—¿Cuándo lo haremos?— interrumpió Bloom.

Le mire —Lo siento, me gusta ser honesta pero, Bloom, no controlas tu magia— recordé.

—Y eso es cuando logras canalizarla— incluyo Aisha.

Asentí —Es mala idea.

—Yo perdí el anillo, lo recuperaré.

—Deberíamos pensar...—

—Creo que están exagerando demasiado— interrumpió Stella a Sky —¿El quemado está encerrado?

Terra asintió —Y sometido, papá está destilando el aceite con el que lo someten, se llama zanbak, yo podría preparar más.

—Gracias, Terra, por ayudarme— Stella sonrió y nos miró al resto —Y gracias, Bloom, por hacerte responsable y gracias a las demás por... nada, supongo, gracias por nada.

—Avísame cuando vayamos— pidió Bloom antes de salir de la cafetería.

—Y ENTONCES, LA pelota de béisbol me golpeó a mi, en lugar de a la pared— terminó de contar Musa con una sonrisa.

Me detuve de golpe al ver al mismo chico otra vez, lo cual claramente Musa se dio cuenta rápidamente así que termino de hablar y nos miró a ambos.

—Wow, ¿Qué fue eso?— se preguntó y le mire devuelta.

—Nada— encogí mis hombros —Solo tuve un... un Déjà vu.

Sonrió —Tus sentimientos dicen otra cosa.

Le mire mal —¿Que dijimos respecto a leerme?

—No recuerdo haber hablado de eso contigo— mintió descaradamente.

—Sigue pretendiendo que eso jamás pasó y le dire a Sky que acechas a su mejor amigo— acuse.

Me miró confundida —¿De qué hablas, mujer?

Me crucé de brazos, avanzando nuevamente cuando el chico se desvaneció de la faz de la tierra.

—Riven...-

—¡Calla!— gritó haciendo que varios estudiantes nos vieran y haciéndome reír al mismo tiempo.

—Estamos a mano entonces— supuse sin dejar de avanzar.

—Te encerrare en un sótano si dices algo.

Fingí un candado en mis labios, dando a entender que mi boca estaba cerrada y no diría nada al respecto.

—¿QUÉ TAN TARDE llegaron?— le pregunté a Aisha somnolienta.

—Estaba dormida, así que tarde— supuso caminando junto a mi —No me gusta lo que le enseña Stella.

Bueno, Stella y Bloom habían estado muy unidas desde que pusieron en marcha su plan de buscar el bendito anillo.

Bostece —A mi tampoco, espera, ¿Estás celosa?

Me miró confundida —Solo somos compañeras de cuarto.

—Uh, bueno, Musa ha sido la única amiga que tengo así que no se mucho de amistades.

Me detuve y ella imitó mi acción —¿Encontraste al de chaqueta verde?

Negué —Es muy raro, la primera vez que lo vi me paralice y jamás me había pasado eso, solo una vez, larga historia, pero aveces siento que esta cerca y cuando volteo ¡Puff! Desaparece.

—Bueno, misterio resuelto— miró detrás de mi.

—Madre de todo lo bueno, no me digas que esta detrás de mi— rogue.

—No lo voy a decir, es un hada de tierra.

Sonreí —No soy superficial, pero, ¿Es lindo?

Me miró y luego a él —Hey, ¿Cómo te llamas?

Casi me atraganto con la dona —Aisha, ¿Qué haces? No...-

—Soy Sam, ¿Qué pasa?— contestó él con clara confusión.

Volví a paralizarme y ni siquiera lo tenia frente a mi, no quería imaginar si así fuera.

Ella sonrió —Soy Aisha y ella es Leigh— me señaló.

Negué cerrando mis ojos —Te odio, odio a tus hijos y odio a los hijos de tus hijos.

—Leigh te acechaba— agregó.

—Te ahogare con tu almohada— advertí.

Ella rió, sin más, tuve que girarme para ver al lindo chico castaño, él me sonrió y sentí mis piernas volverse gelatina.

—Que suerte tengo— admitió y le sonreí —Hey, Leigh.

—Adiós, Leigh— escuché de ojos a Aisha.

Si no fuera por mis piernas, caería al suelo sin vida ahora mismo.

—Hey— balbucee.

—¿Quieres dar un paseo?

—Yo, uh, si, me encantaría.

Le seguí hasta fuera, cuando esto termine, seguro mato a Aisha de una.

—ESPERO NO INCOMODARTE pero, ¿Puedo saber que clase de hada eres?— pregunto y le mire.

No podía dejar de sonreír, mis mejillas dolían de tanto sonreír.

—De aire— balbucee.

—Ah, ¿Y cómo funcionan?— preguntó con curiosidad e interés.

Pensé en que palabras usar —La electricidad, la energía y la temperatura.

—¿Ósea que si quiero calentar un plato con palomitas, tú podrías hacerlo?— bromeó, haciéndome reír.

Asentí —Posiblemente, aunque aún no se hacerlo.

—Eres de primer año— supuso y asentí —Tu amiga Aisha dijo que me acechabas.

Sentí mis mejillas calentarse —La matare con mis manos así que.

Rió —No te sientas avergonzada, me gusta que me aceches.

—¿Ego?— me pregunto.

—Empata— corrigió —Ya lo dije, tengo suerte de que una chica tan linda me aceche y ya lo dije, tengo suerte.

Fruncí mi ceño —Lo dijiste dos veces— reí.

Rio al igual —¿Lo ves? No eres la única nerviosa.

—Te acechaba porque sentí como si estuvieses ahí, no lo se, me... paralizaba de un momento a otro, es como si te escuchara.

—¿Es un coro angelical?— preguntó con curiosidad.

Negué —No es un coro angelical.

Bufo —¿Una canción cursi o un anuncio de jabón?

Reí un poco —Te acabo de conocer, ¿Por qué te diría?

—Ni idea— rió al igual —No me malinterpretes, estoy feliz de conocerte pero debes decirme... ¿Es Enya? ¿Sueno como Enya?

Negué nuevamente —Ni siquiera se quien es.

—Voy a fingir que no dijiste eso— bajo la mirada y le sonreí aún más.

Suspire —Suenas como... la ausencia del caos.

Forme una línea con mis labios, antes de avanzar y sentir mis mejillas sonrojarse, teniendo que avanzar rápido para ocultarlo.

—Podría ser Enya— agregó siguiéndome.

—¿Podemos hablar de tu magia?— le pregunte.

—Es aburrida— aclaró —Puedo atravesar piedras y tierra, cualquier cosa natural, no debo hacerlo en la escuela, pero me ahorra tres minutos entre clases.

Le mire asombrada —¿Tres minutos? ¡Vaya! ¿Qué haces con tanto tiempo extra?

—Vagar, forzar a los émpatas a experimentar ¿Paz?— frunció su ceño intentando procesar lo que había dicho, lo cual me hizo sonreír.

Sin embargo, tuve que detenerme a medio camino cuando mi celular resonó en mi bolsillo, lo saqué y revisé el mensaje de Terra.

—Mi compañera me necesita— informe a Sam.

Asintió —Esta bien, nos veremos... después.

—¿Es acaso una cita?— bromeé.

—Algo así.

Reí retrocediendo mis pasos.