Historia OO4

Nota: Antes de comenzar la historia debo decir que no me volví loca y que es una historia muy MUY PECULIAR que se me vino a la cabeza después de ver un Live Action de Scooby-Doo.

Chapter 4:"¡No seas llorón, Allen!"

Descripción - Frost/Cait y Flash se enfrentan a un peculiar meta-humano con poderes realmente extraños, este logra causar en ellos algo que no olvidarán por el resto de sus vidas y cambiará la forma en la que ven al otro.


Habían recibido su mañana con una fuerte alarma de meta-humano. Siquiera habían podido acabar su café, que ya se encontraban en el banco Central de la cuidad, esperando localizar el atacante que las alarmas habían detectado. Se encontraban espalda con espalda, cubriendo el rango del otro y derribando a aquellos maleantes.

— ¡Eso es chicos! ¡Pateen traseros!— apoyaba Cisco cómodamente desde su silla acabando su café.

Ya ambos héroes habían logrado derribar a la mayoría de los atacante y liberado a los rehenes. Sólo faltaba el líder, el único que se encontraba paciente y expectante a lo que sucedía, no atacaba o se veía nervioso... Él solo estaba allí.

— Vamos amigo, acompáñanos. —le dijo Flash, sujetandolo de su hombro a la par de su compañera.

— Demasiado fácil para ser real. — sonrió la chica helada.

Las palabras de Frost habían recobrado importancia, cuando el líder de los atacantes que ahora estaba sujetado de ambos lados por los héroes, comenzó a experimentar un gran resplandor rojo en sus ojos y tanto Frost como Barry sintieron un choque eléctrico en sus manos que los mareo por un momento, dejando su vista borrosa pero volviendo a la normalidad después de varios parpadeos.

— ¿Por qué mi velocidad no funciona?—se preguntaba el castaño, moviendo su vista a sus manos y tocando su cuello. — ¿Está es mi voz? ¿¡Por qué está es mi voz!? ¿¡Frost!?

— ¿Chicos que hacen? ¡Está escapando! —exclamó Cisco, que veía por las cámaras de seguridad como el sujeto se iba y sus amigos no dejaban de mirarse fijamente.

— Cisco.. Ven por nosotros. Tenemos problemas graves — pronunció Caitlin por el auricular quien hasta el momento se había mantenido estática sin decir una palabra.

Pasaron los últimos minutos desde que Cisco los fue a buscar con una brecha, sin dejar de mirarse ni un momento reflejando en sus caras una expresión de sorpresa, incomodidad y muchos más conjuntos de emociones extrañas.

— ¿Qué pasa? ¿Qué pasó allí y por qué no han hablado desde que los traje? ¿Están bien? — preguntaba preocupado el latino.

— Esto es algo difícil de explicar, Cisco. — comenzó a decir. — Yo soy Caitlin y él es Barry.— explicó la joven en el cuerpo de su amigo, sorprendiendo a Barry de lo calmada que se encontraba.

—¿Cómo dijiste?—preguntó atónito el chico, dejando caer aquella paleta que estaba comiendo hacia segundos. — ¿Me estas tratando de decir que... Tú estás en el cuerpo de Barry y Barry está en tu cuerpo? — retomo con otra pregunta, viendo como ambos asentían y no pudo evitar soltar una carcajada.

— ¡Cisco esto no es gracioso! ¡Es horrible! — exclamaba Barry, parando en seco al notar sus palabras. — No digo que tu cuerpo sea horrible, Caity. Tu cuerpo es wow.. Pero no un wow malo sino un...

— Entendí Barry. — sonrió de forma cálida. - ¿Gracias? Supongo. — dijo con una sonrisa torciendo su mirada. — Esto es.. Complicado, es incómodo y extraño. Lo que entiendo es que es meta tenía el poder de intercambiar las almas de las personas y debemos encontrarlo cuanto antes si queremos regresar a la normalidad. — explicaba la bio-ingeniera intentando adaptarse a la estructura de su cuerpo masculino.—Hay algo más... Frost no está conmigo así que...

¡Estoy aquí! Bienvenido a mi paraíso, Allen

— ¡Oh por dios que susto!—exclamó el chico al sentir la voz de Frost en su mente. — Ahora entiendo lo que siente Caitlin al tenerte dentro de ella. ¿Cómo es que sigue aquí y no está contigo en mí cuerpo?

— Intuyó que es porque el meta transporta la personalidad dominante al cuerpo de intercambio. — explicaba Caitlin.

¿Acaba de decir que soy la personalidad pasiva? ¡Ya tendremos una seria conversación, Snow!

Barry soltó una carcajada ante las ocurrencias de Frost, preguntandose si así era convivir con ella siempre en su mente y podía entender como Caitlin vivía día a día con ello, era extraño pero reconfortante el saber que nunca estaría sola mientras se tengan la una a la otra. Pero los pensamientos de Barry estaban medio difuminados en este momento, era un caballero y se encontraba en el cuerpo de su mejor amiga, pudiendo sentir cada uno de sus atributos, sus molestias, su sabor en la boca.. Podía sentirlo todo y eso era traspasar un límite de su amistad.

¿Caitlin? Ella en estos momentos tenía una mezcla de emociones en su mente y corazón, primero el hecho de sentir el silencio ensordecedor de la soledad de Frost en su mente, después. Estaba en el cuerpo de Barry, estaba sintiendo a Barry en todo su ser, hasta la incomodidad de su traje de héroe, por completo pegado a su cuerpo en cada rincón de él y podía jurar que Barry estaba sintiendo algo parecido a lo que ella estaba manifestando. Tenían que arreglar esto cuanto antes, no sabía cuanto tiempo iba a aguantar en su cuerpo.

Cisco por su parte se encontraba disfrutando de la situación desde un rincón de la sala, no todos los días podía ver algo tan sorprendente y gracioso a la vez, que no destruyera media cuidad. Para él esto era como un buen regalo de cumpleaños.

— ¿No te sientes apretada en este traje? ¿Cisco porque nos haces los trajes tan apretados? — preguntaba nervioso el castaño, tratando de estirarse un poco.

— Si les molesta, cambiense. Tienen ropa de civil por allí. — contestó a Barry con una sonrisa pícara y señalando a la sala de entretenimiento

— No yo.. Yo no ¿cambiarnos? Es decir quitar.. ¿Quitarnos la ropa.. No se, no — balbuceaba Barry dando gracia a Caitlin sintiendo extraño el como balbuceaba con su voz.

¡No seas llorón, Allen!

— ¡No me digas llorón! Si es tan fácil ven tu a hacerlo—le dijo a Frost, esperando que ella lo ayudara en esto.

Relaaajate ¿Esta bien? , te ayudaré con esto solo cálmate y déjame salir

Momentos después, el pelo castaño del cuerpo de Caitlin se encontraba en brillante blanco y una sonrisa en el rosto. Frost pudo observar la misma sonrisa cómplice en Cisco, esto era para ellos como un juego de niños. Sin pensar ni un segundo en la incomodidad de sus compañeros.

— Hola Cariño, te ves guapa en ese cuerpo – soltó Frost, con una sonrisa sacarrona hacia Caitlin, que le dio una fulminante mirada de regalo.

— ¡Frost! — revoleó sus ojos, usando la velocidad de Barry para poder cambiarse.

¿Por qué ella no se ve incomoda? — se preguntaba Barry pudiendo ver todo aunque Frost tuviera el control. Aunque ella podía bloquearlo cuando quisiera.

— Es tu doctora y mientras estabas en coma, Allen. Te ha visto desnudo más veces de las que ha visto a otro hombre en su vida. — contestó Frost en voz alta, como si fuera lo más normal del mundo.

— ¡Frost por favor! — exclamó Caitlin con su voz ronca y profunda, ya que era la de Barry pero eso no quitaba el rubor por el comentario de su hermana.

— Le contaré esto a mis nietos, se los juro — reía Cisco, viendo como Frost se iba a cambiar.

En un principio se habían decido por intentar localizar al meta que había intercambiado sus cuerpos, pero aún así ambos jóvenes le insistieron a Cisco que trabajará en algo que pudiera regresarlos en caso de no poder localizar al sujeto, después de todo no sabían mucho de él y se le notaba un perfil bajo. Pero estaban decididos en que necesitaban volver a la normalidad antes de que todo se vuelva más incómodo y imposible de dejar atrás.

Cuida mi cuerpo ¿De acuerdo? — pronunció en una leve amenaza la dama helada

Actualmente Barry decidió ausentarse un momento, yendo a la sala de entretenimiento, esperando tener un poco de calma mental entre toda esta locura. El estar en el cuerpo de Caitlin era algo que lo estaba sobrepasando, un conjunto de sentimientos se estaba apoderando de él al tener tanta cercanía con aquella que denominaba su mejor amiga.

— Lo hago. Aunque creo que hay algo mal... —comenzó a decir la joven.—¿Cómo es que no he tenido hambre desde el café en la mañana? Ya han pasado horas desde ello

- A veces Caity se saltea algunas comidas... Ya sabes, trabajar y hacer muchas cosas a la vez, se le olvida - informa.

- ¿Tú no le avisas que tiene que comer? - preguntó un tanto preocupado.

- Lo he intentado, pero me bloquea a veces para trabajar tranquila. Es una chica extraña.

- No te preocupes, mientras esté yo aquí las voy a llenaré esta cuerpo de carbohidratos. - dijo soltando una carcajada. - ¿Se golpearon la espalda recientemente? Es que duele de morirse. - preguntó con una expresión de dolor.

- Se llama ser mujer, Flash. Ahora sabrás cómo se siente cada mes.

- ¿Cómo dices...? - comenzó a decir, pero fue interrumpido.

- Cisco lo encontró - se anunció Caitlin ingresando a la sala.

Barry se levantó de inmediato, siguiendo a su compañera junto a Cisco. En las pantallas se pudo ver la presencia de aquel meta en un comercio de la cuidad, nuevamente con sus misma vibra relajada. No se lo pensaron dos veces decididos a detenerlo para volver a la normalidad de sus cuerpos.

- Vayan por él, los esperaré aquí con la celda lista. - anunció Cisco, yendo al acelerador.

- Yo.. No creo que pueda.. Tu velocidad, no..no la sé controlar ¿y si algo sale mal? - susurro asustada Caitlin desde el cuerpo de Barry.

- Confío en ti y en que puedes hacerlo. No te preocupes Caitlin, estaré ahí si necesitas. - sonrió el chico, dejando que Frost tomará el control.

- Gracias Barry. - logró decirle antes de ver aparecer a su hermana.

- Basta de cursilerias ¡Pateemos traseros! - gritó entusiasmada la helada, atravesando la brecha a su izquierda.

Cómo si tuviera fuera una verdadera velocista, Caitlin pudo con todos los retos y más al momento de encargarse del sujetos, ayudar a los rehenes y cubrir a su hermana. Era algo que nunca en su vida creyó que lograría hacer, pero ahí estaba.. Sintiendo la electricidad en su cuerpo y la seguridad de que a pesar de no sentir la voz de Frost dentro de ella, no estaba sola. Tenía tanto a Barry como a Frost si necesitaba ayuda y estaba más que agradecida por todo ello.

- Hola nuevamente chico malo. - sonrió la peliblanca al sujeto dentro de la celda.

- Queremos que nos devuelvas a como establos antes. - habló Caitlin con la voz gruesa de Barry y sus brazos cruzados. - Ahora. - culminó.

- ¿Por qué debería? Veo que la han pasado muy bien - sonrió el sujeto con malicia.

- Hazlo o juro que te congelarse cada músculo de tu miserable cuerpo - amenazó la helada, escuchando la insistencia de Barry dentro de ella.

- De acuerdo, de acuerdo. Calmada fiera. - sonrió el joven. - ¿Siempre es así de violenta? - preguntó con sarcasmo.

Cisco con mucho cuidado abrió la celda, para que los poderes del sujeto comenzarán a surgir. Todos en la sala estaban muy atentos a que su invitado no hiciera algún movimiento sorpresivo. Por otro lado, él ya estaba comenzando a manifestar sus poderes cuando sus ojos se acentuaron en rojo. Tanto Barry como Caitlin comenzaron a notar el mismo mareo de la vez pasada, con aquel borrón visual, haciendoles saber que todo estaba funcionando.

Ambos bajaron su mirada a sus manos, observando como cada uno había recuperado su cuerpo. Se dedicaron una sonrisa antes de proseguir a mirar serio al sujeto, que por supuesto se encargarían de él más tarde, un rato en esa celda no le vendría nada mal para pensar un poco en lo que había causado.

- ¿Quieres ir a comer algo? - preguntó Barry a su amiga, mientras caminaban hacia la salida de los laboratorios.

- No gracias, no tengo ham...

- Si tienes, estuve en tu cuerpo ¿Recuerdas? - sonrió interrumpiendola. - Deberías comer más seguido, no vivir a base de café. - sugirió con una mirada tierna.

- Ya besala o algo, Allen. ¡Diablos, que cobarde!

- Ya cállate, Frost. - susurro la castaña, fulminado su mirada a la nada.

- Veo que tenemos compañía - sonrió. - ¿Qué dijo?

- Nada, Nada. Solo que acepte tu invitación. - mintió, dedicandole una sonrisa y siguiendo su camino al restaurante más cercano.

Desde ese día, Caitlin pudo notar como a cada hora de almuerzo y cena, Barry iba a buscarla al ala medica, casi obligandola a ausentarse para comer algo. Quizás el no pudo llenar su cuerpo de calorías cuando estaba en el, pero si que podía hacer que la misma Caitlin descansará de sus propias obligaciones, sabiendo que era alguien que se sobre-obligaba a si misma.

Aunque cada uno había vuelto a su cuerpo correspondiente, las cosas ya no iban a ser como antes de aquello. Habían experimentado una intimidad que nunca nadie podría entender como ellos hacían y a pesar de que quizás no la volverían a experimentar, estaban más que seguros que no se arrepentían de conocer cada parte del otro.

FIN

Escena extra OO1 -

- Apúrate con esto Cisco, quiero ir al baño. - se quejaba la chica en el cuerpo de su amigo.

- Ve entonces ¿o acaso algo te detiene Caitlin? - sonrió pícaro el latino, viendo el revoleo de ojos de su amiga. - ¿Tienes miedo de sorprenderte con algo?

- ¡Cisco, por favor!.

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Escena extra OO2 -

- Cait, hay algo que tengo que decirte... - comenzó Barry mientras caminaban al auto después de comer.

- Dime. - lo miro atenta, sintiendo que su corazón salía de su pecho.

- Quizás, solo quizás... Te compré cuatro paquetes de protectores. - admitió sonrojado, entregandole una bolsa de compra, evitando la mirada de la chica.

- Ni que fueramos una canilla. - rieron el par de hermanas ante su amigo

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Gracias por leer! Este es el final de un nuevo One-Shot. Ojalá que les haya gustado, déjenmelo saber en los comentarios uwu. Esto es lo más loco que he escrito en mi vida ajsjsjs.

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