Un Huracán Llamado Luna
Estoy aprovechando a actualizar lo que pueda ahora que hay algo de tiempo. Viene el tercer combate: Luna Vs Lynn Sr.
***************
Un Huracán Llamado Luna
***************
La situación era por demás desesperante. Lynn, padre de once, se vestía rápidamente mientras su hija Luan respiraba con suavidad, sumergida en el sueño profundo de la pastilla desintoxicante.
Parecía que había sido ayer cuando se levantó una mañana y descubrió que su vida era un caos.
Pero la realidad es que había sido apenas hoy.
Sus cuatro hijas mayores estaban afectadas por un desafortunado perfume que su pequeña genio, Lisa, había creado para su único hijo varón, con la finalidad de atraer chicas (cosa que ya prefirió no reñir tomando en cuenta que su pequeño albino mostraba tendencias trasvestis).
Sea como fuere, había logrado hacer que Lori y Luan tomaran la pastilla que contrarrestaba el efecto. No sin el alto precio de cometer un par de acciones bastante cuestionables. Al final, todo era por ellas. Esa era su frase karmática y la filosofía a la que se aferraba para poder continuar con tan difícil tarea.
Sin embargo, aún no terminaba. Le quedaban dos Louds, Luna y Leni.
Lisa le había dicho que debía aprovechar las debilidades de cada una para lograr que se tomaran el medicamento, que evitara que se juntaran para prevenir una posible batalla de celos por su atención, cariño y amor...y demás cosas. Que no usara su autoridad como padre por que se pondrían sentimentales y armarían drama.
Y que no las dejara solas por que buscarían figura paterna en los varones de las zonas aledañas.
Lynn realmente estaba furioso con Lisa y Lincoln.
-Voy a terminar preso.- Pensaba mientras imaginaba que estaba con su bella esposa en una cama sobre la arena de la playa al atardecer, y comenzaba a quitarle la ropa. -Si tan solo me hubiera dejado sacar un poco de energía en la mañana, pero no, hay que joderse- expresó terminando de colocarse el cinturón. Luego, regreso a la cama donde dormía su dulce niña de braquets y le acarició el cabello.
-Bien, hay que acabar con esto.- Dijo y salió con velocidad de su habitación. Sin embargo, no avanzó demasiado ya que, en la entrada de las escaleras, estaba Luna con los brazos cruzados, viéndole con una mezcla de enojo y tristeza.
-Siempre vas con ellas primero antes de venir a ayudarme a mí, papá. - Le dijo amargamente mientras le veía con decepción y los ojos brillosos. -Fuiste primero con Luan y con Lori, y seguro ahorita vas con Leni.
La verdad es que era cierto, Lynn se dirigía al cuarto de Leni, pero no por preferencia alguna, si no porque era la que estaba más cerca.
-No, Luna, mira, pasaron algunas cosas pero justo ahora iba a ir a verte para ayudarte.-
-Mentira.- Le dijo secamente y comenzó a bajar las escaleras con lentitud.
-Luna, espera, es verdad, yo iba a verte, solo que...tus hermanas me distrajeron un poco.-
-Si, ya vi, te divertiste mucho con Luan. Se nota que la quieres mucho. Mientras yo esperaba allá abajo.
-Luna...
-Sé que estas decepcionado de mí, papá; y que por eso no merezco tu atención. No como se la das a ellas. - Continuó la chica quien apretó los labios y bajó la mirada. Lynn podía notar su molestia.
-Luna, yo siempre he tratado de estar contigo al igual que con tus hermanas.
-No es cierto. Yo no soy tierna...ni dulce, ni elegante, ni...ni femenina...-
-¡Oh no!, no, no, Luna. Eso no tiene que ver.- Dijo el hombre acercándose, pero Luna lo empujó, no con muchas ganas realmente.
-Soy casi como un muchacho, ¿verdad?- Luna lo veía cada vez más molesta mientras hacía un esfuerzo por no llorar.-Por eso yo no merezco nada, ¡porque soy diferente!-
La chica se retiró con velocidad y bajó al sótano. Lynn se talló el rostro, respiró profundo y la siguió.
Una vez que bajó las escaleras se encontró a su pequeña musical de espaldas a una esquina abrazándose a sí misma. Él se acercó.
-Sabes que no es así.- Le dijo. -Jamás nos ha importado nada más que tu felicidad. Verte alegre, feliz y contenta, y tú también eres y siempre serás una de mis hermosas niñas.-
-Quieres más a Leni y Luan. Ellas son lindas y agradables. - Dijo hipeando un poco y sin voltear a verle.
-Te amo tanto como a ellas, Luna, eres un orgullo para mí y lo sabes.- Dijo ya hablando más firme el hombre.
-Entonces...entonces...- Luna se giró para ver por fin a su padre.
-¡Entonces bésame como lo hiciste con ellas! ¡Demuéstrame que me quieres tanto como a ellas y que no me desprecias por parecer un chico!-
Y Lynn guardó silencio.
Es verdad que sabía lo que tenía que hacer, pero no era fácil. No era absolutamente nada fácil.
Luna se quedó viendo sumamente triste a su padre.
-No puedes hacerlo, ¿ves?- Bajó la mirada nuevamente y unas lágrimas salieron. -No soy como ellas...lindas y agradables.
La verdad, el sr. Lynn comenzaba a molestarse mucho al escuchar a su hija hablar así de sí misma. Simplemente no pudo más.
-Cállate.- Le dijo con seriedad. -No vuelvas a decir eso de ti misma, ni vuelvas a decir que yo no te quiero, ni vuelvas a decir que eres menos que tus hermanas por que me da mucho coraje.- Luna se encogió en sí misma y comenzó a temblar. Lynn dio dos pasos hacía ella y la abrazó con fuerza.
-No vuelvas a hablar así de ti misma nunca, ¿me oyes?, eres muy hermosa, tan hermosa como cualquiera de tus hermanas, tienes un enorme talento y siempre vas a ser una de mis adoraciones, ¡está claro!-
Luna levantó la mirada de entre los brazos de su padre, se le quedo viendo, aun hipeando un poco, por fin sonrió. Lo abrazó y restregó su nariz en el pecho de su padre. -Es que tú siempre las eliges a ellas.- Dijo ya sonando como una niña caprichosa. Lynn suspiró un tanto más aliviado.
-Prometo prestar mas atención a esos detalles, Luna.-
-¿Lo prometes?-
-Lo prometo.-
-Ok, papá. Pero...a ellas...las besaste.- Lo miró nuevamente hacia arriba y le sonrió ampliamente.
Lynn sabía que no tenía salida, así que acarició el rostro pecoso de su Luna mientras pensaba que lo haría rápido para acabar pronto, en un movimiento se llevó la mano a la boca y se colocó la pastilla.
-Bien.- Dijo el hombre.- Solo cierra los ojos cari...- Pero no terminó la frase, Luna apenas lo escuchó se lanzó a sus labios de un brinco y le dio un beso muy, muy apasionado. Se colgó de su cuello y fue tan súbito y fuerte que Lynn trastabilló. Descubrió con alarma que no podía pasar la pastilla por que la lengua de Luna no le daba oportunidad.
-Luna esp...Lun...Luna...- Tenía que aceptar que su hija era una experta besadora. Lynn, en su experiencia, se daba cuenta que Luna estaba acostumbrada a llevar el control; y ese detalle se le estaba volviendo en contra. Con razón Sam no la dejaba para nada.
Necesitaba cambiar la estrategia. Para esto Luna logró derribarlo.
Ya encima de su padre en el suelo del sótano, Luna comenzó a besar el cuello de Lynn mientras respiraba con dificultad. Era un beso continuo de ida hasta su oído, luego de regreso y pasaba rápidamente del otro lado para repetir el proceso al momento que su padre quería alegar algo.
-¡Ah! Luna espera...-
Lynn comenzó a alarmarse porque la pastilla comenzaba a deshacerse, y si él la consumía, sería una catástrofe. Tomó de la cintura a Luna para buscar controlarla, pero la joven lo tomó como una invitación: velozmente subió su falda a la cintura y se dejó sentar sobre la pelvis de Lynn padre. Inmediatamente comenzó un leve vaivén.
¡Luna!- Exclamó el hombre incorporándose para quedar sentado pero Luna de inmediato lo silencio de nuevo con un beso donde metió su lengua en lo más profundo mientras gemía y suspiraba.
-No puedo más, papi...no aguanto más...me encantas.- Decía entre besos.
A Lynn le estaba costando trabajo reaccionar. Luna era muy dominante y él, bueno, si bien tenía juegos eróticos con Rita, no era como si fuera a usarlos con alguien más...digamos, sus hijas.
Luna bajó la mano al pantalón de Lynn mientras con la otra le sostenía de la nuca, buscando no romper nunca el beso. Con pericia, le bajó el cierre y metió la mano.
Lynn sintió que iba a explotar, literalmente. Estaba demasiado sensible por lo que había acontecido anteriormente y jamás creyó, hacía menos de cinco minutos, encontrarse en esa situación. Luna había logrado su cometido, y en ese momento movía la mano de arriba abajo con firmeza.
Fue cuando Lynn sintió que tenía y que debía reaccionar a costa de lo que fuera porque las caricias de Luna le estaban cortando la respiración.
Giró para dejar a su hija bajo de él, quedando entre sus piernas, ese giro consiguió que Luna retirara la mano y lo abrazara por la espalda. Sin embargo, Luna entrelazo sus piernas atrapando a Lynn.
-Te deseo tanto, papi...te deseo mucho...-
-Yo también, mi vida.- Respondió mecánicamente mientras su mente trabajaba a mil por hora.
Para esto la pastilla se estaba deshaciendo. Se le vino una oscura idea nacida de la emergencia.
Si era buena o mala, ya era totalmente irrelevante.
Atrapó a Luna en un beso fuerte contra el suelo, aun así, la joven se defendía y Lynn no podía hacer pasar la pastilla.
¡Dios mío, perdóname! Pensó y bajó su mano por el plano vientre de la chica hasta llegar al inicio de la panty, metió la mano furtivamente y después de dejar atrás una leve maraña de cabello, presionó solo una vez, he hizo una serie de movimientos de ida y vuelta, luego circulares, para finalizar atrapando en entre el pulgar y el índice, el clítoris de Luna.
Luna pegó un gemido furioso, arqueó la espalda -¡¡Oh, por...dios!!- Exclamó.
Allí fue cuando Lynn, hizo pasar la pastilla.
Luna tragó, mientras su respiración contenía leves espasmos y unas leves lagrimillas en los ojos. Se quedo viendo a su padre con total cariño.
-Hazme el amor.- Le dijo en un susurro.
-Toda la vida.- Le dijo él con ternura, mientras le miraba con la respiración agitada.
Luna se fue durmiendo poco a poco.
*********
Lynn cargó a su hija en brazos y la depositó con mucho cuidado, en un viejo sillón del sótano. Luego caminó con dificultad y se apoyó en el marco de la puerta. Estaba agotado. Respiraba con fuerza tratando de recuperarse de todo lo recién acontecido.
La fuerza e ímpetu de Luna habían sido mucho para él y contenerla le costó. Había tenido que recurrir a sus conocimientos adquiridos durante 20 años de matrimonio para hacer que Luna se detuviera. No se sentía orgulloso, pero volvió a repetirse que era por el bien de ellas. Tenía que aferrarse a esa idea.
Y necesitaba a su esposa urgentemente.
-Papi...¿puedes venir un momento?- Se escuchó una melosa voz desde una de las habitaciones del segundo piso. -Quiero mostrarte algo.
Lynn Sr., padre de once, miró hacía arriba de las escaleras.
Leni ya le esperaba en su habitación y él realmente deseaba descansar un poco antes de la última batalla.
Se sentía levemente mareado, quizá por el poco de pastilla que tomó mientras se deshacía.
-¿Por qué no vienes, papi?- Se escuchó de nuevo, pero la voz se sintió diferente.
Lynn volteó a ver y de entre las escaleras se asomó Rita Loud, con un baby doll rosa, ligueros y medias. Sus enormes caderas parecían salirse de aquella diminuta ropa interior.
El hombre pasó saliva, no podía creer lo que tenía ante sus ojos.
Sonrió y subió las escaleras con determinación.
**************
Y se actualiza, Electrashok.
Oficialmente deberán quedar dos caps y termina este fic. No sé que va a pasar con Leni pero solo recuerden, esto no es un drama así que Lenita estará bien paaase lo que paaase.
Quiero aprovechar para mandar un saludo a los lectores y gracias por estar. Esta semana si todo sale bien, actualizaré Mi Pasado en Plata.
Saludos!
Gendo -The Sick- Uribe
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top