¿Qué Hiciste Lisa?
Bueno, este va a ser un fic cortito, de unos 6 a 7 capítulos. Esta enlazado con los one-shots "El Perfume I & 2" aunque por ahora sin trapos.
Una comedia con toques ecchi y bastante incomodidad de parte de un buen padre.
Esto es
- Electrashock -
-¿Qué hiciste Lisa? -
**************
En el cuarto del matrimonio Loud, dos adultos se terminan de arreglar para comenzar con las actividades de aquel sábado de primavera.
-¿Querida, has visto donde está mi perfume?-
-Lincoln lo tomó, cariño. Ya vez que tenía una cita con esa niña de trenza castaña que ha estado viniendo y quería oler bien.-
-Pero si él tiene el suyo, ¿por qué agarra mis cosas?-
-Dijo que quería algo más adulto para impresionar. Ya sabes cómo son los chicos.-
-Oh, bueno, lo importante es que está saliendo con chicas y dejo atrás esa etapa de querer ponerse vestido. Así que quiero mis 500 dólares para hoy en la tarde.-
-Lo siento, cariño, ese dinero, como nuestros sueños de jóvenes, se ha ido.-
-Entonces me lo cobraré en especie.- Dijo mientras se le pegaba a su esposa por detrás. La mujer le acarició el cuello.
-No sea atrevido, Don Lynn. ¿Acaso pretende cobrarme de esa forma?-
-De alguna manera debo recuperar mi dinero.- Le dijo al oído pegándose más y tomando a Rita de la cintura bajando levemente hacía su vientre.
La mujer sonrió pícaramente echando la cadera hacia atrás, y de inmediato le dio un empujón con lo que separó de súbito a su marido.
-Pues prepárese, Don Lynn, porque no solo le pagaré sus 500 si no que, usted me deberá otros 500 de tan bien que la pasará. -
El hombre se estiró el cuello de la camisa al sentir una oleada de calor subiéndole a las orejas.
-No me des ideas o no sales de aquí ahorita.-
-No tan de prisa, señor calentura. Tengo que llevar a las niñas con los abuelos y tú atender tus obligaciones. - Luego camino contoneándose a él. -Pero estate preparado para cuando vuelva por la tarde; pasaré por ti y tendremos unas ocho horas de diversión. Las mayores no nos necesitan aquí. Ni notarán que no estamos. -
-Excelente, primor. Ya nos merecemos nuestro tiempo a solas.-
Y aquella pareja de enamorados, cerró el trato con un beso.
*****
Rita partió con la van rumbo a casa de su padre. Llevaba a Lily, Lana, Lola y Lucy a pasar un fin de semana con los abuelos. Lynn no había aceptado ir por que tenía un partido de fútbol a las 10 de la mañana, de básquet a las 12 y de béisbol a las 2.
Lincoln, por su parte, tenía una cita con Jordan niña. Su padre se había alegrado tanto al escuchar eso después del incidente con el vestido, que le dio para gastar 100 dólares.
Y el resto de las hermanas estaba en casa simplemente flojeando en aquel curioso día libre.
Lori texteaba a Bobbie palabras cursis de amor en el sillón de la sala, Leni terminaba un vestido color verde esmeralda que parecía un atardecer en el bosque en su cuarto, Luna aprendía un solo de guitarra de Slash en el sótano, Luan escribía chistes subidos de tono acostada en su cama.
Una mañana de sábado bastante normal.
Lynn padre, cuando su mujer partió, subió al cuarto de Lincoln a buscar su perfume, sin embargo, no lo había encontrado por ningún lado.
-Que se la va a hacer.- Se había dicho.- Me tendré que poner del suyo.-Y agarró un frasco que había en el tocador del chico y procedió a rociarse abundantemente.
-No tiene mal aroma. Creí que olería a dulce o algo así.-
Luego partió a la cocina.
Sus tareas consistían en alimentar a los que quedaran en la casa, y arreglar algunos desperfectos de los cuartos. La casa ya necesitaba mantenimiento mayor pero el dinero aun no alcanzaba para pagarlo. Así que lo haría él mismo.
-¿Qué les cocinaré a mis hermosas princesa?- Se preguntó sonriente. Su buen humor se refería a la noche de pasión que imaginaba tendría con su esposa esa noche.
-Je, je, creo que llevaré el equipo "especial"- Pensó recordando su viejo maletín con artefactos de cuero, arneses y demás accesorios para una vida sexual sana y activa. Bueno lo de sano es relativo.
Terminó de cocinar, colocó los platos y acomodó cada alimento de manera perfecta, sincronizada y elegante. Incluso puso servilletas de tela y música clásica suave.
-Mis niñas se lo merecen.- Se decía alegre.
Se paró en la puerta de la cocina, y pegó el grito de guerra:
-¡Chicas! ¡Ya está el desayuno!-
Desde diferentes lugares, pero al unísono, se escuchó.
-¡¡SI!!- Y en tropel fueron apareciendo aquel conjunto de chicas. Dos rubias, dos castañas.
La golfista, la modista, la musical y la comediante.
Sinceramente adoraban quedarse en fines de semana a solas con su papá. Sin Rita y sin sus hermanos menores.
Esto porque, siendo las mayores, de pequeñas, eran las que convivían de esa forma con él.
Luego, con la llegada de los demás chicos, ellas fueron pues, quedando, digamos, en segundo plano. Aunque su padre jamás había hecho distinción alguna entre ellas, así habían, en determinado momento, llegado a sentirse.
Así que la alegría en el aire era palpable. Eran ellas con su papá consentidor.
Se asomaron todas a la puerta de la cocina como gatos. Obviamente estaban jugando, y se sorprendieron de lo mucho que su padre se había esmerado.
Platos de los finos (los que usaban para navidad), puestos en orden con servilletas de mantel, cada plato tenía cinco hot cakes, coronados con miel y un cuadrito generoso de mantequilla natural. Un vaso largo de jugo de zanahoria, agua caliente para café o té, música y un aroma delicioso.
Al final de la mesa, el señor Lynn de pie, con una sonrisa enorme.
-Buen día, princesas. Bienvenidos al comedor de Lynn.- He hizo una reverencia.
Fueron entrando una a una a la cocina admirando la mesa.
-Papá, a que se debe tanto esmero.-
-Si, esto no parece el desayuno de siempre.-
-Bueno,-respondió Lynn- Quiero consentir un poco a mis hijas mayores como se merecen. Tomen asiento y buen apetito.
Todas se dirigieron hacia él emocionadas y lo abrazaron. Él les correspondió el abrazo grupal.
-Eres un amor, papá.-
-Gracias por el detalle, papito.-
-Eres especial, dude.-
-Si, y hueles rico.-
Para eso, todas comenzaron a olfatear levemente la ropa de su padre.
-Es verdad, papá, hueles literalmente...no sé. Es rico.-
-Como a vestido nuevo...-
-No, como a humo de concierto...-
-A mí me huele chistoso, jajaja...¿entienden?-
-Bueno, bueno, ya vayan a desayunar.- Dijo el hombre sacándoselas un poco de encima. -Es un nuevo perfume que tengo. -
Las chicas obedecieron y se fueron a sus respectivos lugares.
-Pues no dejes de ponértelo, te queda muy bien, papá.- Dijo Leni.
-La verdad es que si, muy rico.- Dijo Lori.
-Secundo la opinión.- Dijo Luna.
-El más rico que te he sentido.- Dijo Luan. Todas las chicas sentían un hormigueó en mejillas y orejas bastante curioso.
El desayuno fue delicioso. Las chicas comieron y tomaron sus alimentos en una amena charla.
-Entonces, papá.- Preguntó Lori.-¿Qué vas a hacer hoy?-
-Bien, hay unos desperfectos en el cuarto de las gemelas. Creo que su cama esta desnivelada y voy a tratar de que...-
-¿Te puedo ayudar?- Continuó la rubia.
-Claro, linda. Pero, ¿no prefieres descansar? Es sábado y no quiero atosigarte con tareas.-
-No, papi, de verdad quiero ayudarte y de paso me enseñas algo de carpintería.- Dijo Lori sonriendo dulcemente. Se le podía notar un ligero sonrojo.
-Mi cuarto también tiene un desperfecto. -Adelantó Luan.- La ventana se traba y muchas veces no abre. ¿Podrías checarla, papi?-
-Cl...claro, corazón.-
-Mi máquina de coser se rompió.- Dijo Leni.
-Y mi guitarra eléctrica no enciende.- Enseguida, Luna.
Lynn se les quedó viendo un momento a todas sus hijas, la mirada de ellas era brillosa y se notaban un poco rojas del rostro. Todas expectante igual, de su respuesta.
-Claro, chicas, les ayudaré con sus problemas. Para eso estoy aquí.- Dijo sonriéndoles de vuelta.
El desayuno acabó sin más contratiempos y Lynn padre recogía los platos. Las chicas se acomidieron y le ayudaron igual a levantar todo.
-Gracias por la comida, papá, te quiero mucho.- Dijo Luan.
-Yo lo quiero más que tú.- Dijo Luna.
-Pues yo lo quise primero, novatas.- Dijo Lori.
Lynn padre reía por la infantil discusión, mientras colocaba la sartén en el lavaplatos.
Entonces Lori le tomó suavemente de la mano.
-¿Me avisas cuando vayas al cuarto de las gemelas? ¿Para...para que te ayude como quedamos? - Su voz sonaba muy melodiosa y suave. Lynn sintió un miedo de pronto cuando Luan se le colgó del brazo.
-No tardes para arreglar mi ventana.- Dijo sonriendo.
Alguien le abrazó por detrás pegándose completamente. -Te espero en el sótano, dude.- Era Luna.
Y Leni lo abrazó de frente. -También quiero que vengas a mi cuarto, papá. Mi...ya no me acuerdo que, pero algo necesita arreglo también. - Y todas se apretaron a él.-
O algo no andaba bien, o él estaba muy sensible por el tema de la cita en la noche con Rita.
-...Si, si, gracias, chicas, ahora vayan a sus cuartos a lo que estaban haciendo en lo que yo voy, ¿si?- Dijo escabulléndose por un lado.
Todas asintieron y obedecieron con rapidez.
Apenas estuvo fuera de vista de sus hijas, Lynn respiró profundo y se quitó el mantel.
-Esto no puede ser...- Subió las escaleras con prisa rumbo al cuarto de su único hijo varón.
-Los voy a matar.- Pensaba mientras entraba a la habitación.
Fue directamente hacia el frasco del perfume, lo levantó y revisó sin encontrar marca alguna, era un frasco completamente liso y oscuro.
O era muy barato...o era hecho en casa.
De inmediato sacó su celular y marcó a la casa del abuelos.
El teléfono dio timbre un par de veces.
-Hola, ¿abuelo, como has estado?... Si, si, bien, bien... Ajá, que bueno... si, si...si...oye, ¿estará por allí Lisa?... sí, por favor...gracias.-
La línea quedó en espera mientras Lynn rezaba porque todo fuera producto de su imaginación y de su enorme deseo de estar con su esposa en una apabullante sesión de entrega carnal desenfrenada, como acostumbraban de vez en cuando.
-¿Hola? ¿Qué pasa, padre? ¿Te volviste a equivocar con la declaración de impuestos?- Sonó Lisa en el teléfono.
-No, es algo diferente. Lisa, dime... *suspiro*...¿Le hiciste a Lincoln un perfume para alguna cosa en particular?-
-¡Oh! Veo que sabes del Loud 212. Si, lo hice por una módica suma, pero no te estreses, padre, es un perfume totalmente seguro. Lo único que hace es hacer que la joven que lo huela sea ligeramente más susceptible a generar empatía con el portador. Es muy leve su efecto, casi como un perfume normal. El único requisito es que el portador sea menor de 18 años.-
-...-
-...-
-No te lo pusiste, ¿o si?-
-Estaba buscando mi perfume y solo encontré esta cosa. ¿Qué significa que el portador debe ser menor de 18 años?-
-¿Te lo pusiste? ¿Por qué rayos te lo pusiste? ¿No te ha olido ninguna mujer o si?-
-Lisa...-
-Bueno, el aroma en un hombre adulto, pues, podría potenciar su efecto provocando que la fémina desarrolle una atracción u enamoramiento mucho más fuerte del deseado. Pe-pero, ¡no te preocupes! El perfume está hecho para ayudar a los deseos preexistentes a aflorar. No crea nuevos. No debería afectar a personas que no sienten nada por ti. -
Lynn suspiró aliviado.
-Vaya, eso es una buena noticia. Solo tus hermanas me han olido hoy.-
-...-
-Padre, tenemos un problema, y es enorme...-
-¿¡De que hablas Lisa!? ¡Tus hermanas obviamente no están enamoradas de mí!-
-Lo sé...pero...tendríamos que checar como andan con... el síndrome de Electra...y tomando en cuenta que hablas de Lori, Leni, Luna, Luan puede que si haga efecto...con Lynn no hay tanto problema, creo yo.-
-Lynn no está en la casa, además, eran demasiado pequeñas cuando ocurrió esa etapa.-
-Si eso que dices es verdad, y ellas no tienen ningún nivel de síndrome de Electra, entonces, ¿por qué me llamaste? -
Hubo un silencio algo largo e incómodo.
-Bien, tenemos un problema, Lisa.
Ahora, escúchame bien jovencita, si no me ayudas a resolver esto te juró que cursarás toda tu vida escolar en el CONALEP y esta no es una amenaza vana.-
-Padre, no nos pongamos violentos. A diferencia de la última vez, si tengo un plan por si algo salía mal.-
-Te escucho. -
Afuera, alguien tocó la puerta y luego entró a la habitación.
-Papi, ¿ya vamos a arreglar la cama de las gemelas?-
-E-en un momento, cariño, estoy en una llamada.- Contestó el señor Lynn. -Por favor, espérame afuera. Estoy con un cliente. - Lo último lo dijo en susurro.
-No tardes, por favor.- Dijo.-Te estoy esperando...- Y Lori salió.
-Por lo que escucho, padre, la consanguínea mayor está afectada.-
-Dime como detengo esto, Lisa.-
-Bien, presta atención:
Lo que tienes que hacer es ir a mi cuarto; en mi cajonera, en el segundo cajón, del lado izquierdo bajo una cajita café, hay un frasco. Tiene 11 pastillas. Lo que tienes que hacer es que se tomen una de esas pastillas. Eso las pondrá a dormir y desintoxicará sus cuerpos.
Por otro lado, es importante advertir algunas cosas, padre:
1.- No uses tu poder de padre para tratar de que te obedezcan. Si las regañas, les gritas o algo así, se deprimirán, se pondrán a llorar o peor, dependiendo lo dramática que sean cada una. Recuerda que su complejo de Electra estará potenciado entre 100 y 200 veces en la próxima media hora después de la exposición, dependiendo, además, de lo mucho que te quieren cada una.
2.- Ellas van a buscar tu atención, cariño, mimos, entre otras cosas. Aprovecha eso para hacer que se traguen la pastilla.-
-Oye, que significa eso de "entre otras cosas".-
-Déjame terminar...
3.- Lo mejor será que evites que estén juntas, porque pueden comenzar a pelear y se va a hacer más difícil controlarlas. Sus celos serán enormes entre ellas.
4.- No me mandes al CONALEP, por favor, con semejante credencial no conseguiré trabajo ni en la gasolinera de idiota de Flypp.-
Lynn volvió a suspirar.
-¿Eso es todo lo que tengo que saber?
-Y si, padre, de verdad lo siento, estoy muy apenada.-
-Quería reunirlas a todas en la sala y decirles que les iba a dar una medicina para los parásitos. ¿Qué opinas?-
-Depende, ¿hace más de media hora que te olfatearon? -
-45 minutos aproximadamente, Lisa.-
-Entonces mejor evítalo. Ve una por una, aprovecha sus debilidades, en este momento están embelesadas por ti. Eres el sueño experimental de Sigmund Freud.-
Lisa escuchó gruñir a su padre del otro lado del teléfono. -Pero je, je eso a quien le importa ¿verdad? Solo has lo que te digo y todo saldrá bien. Ya verás. Te mandaré en un mensaje nuevamente las indicaciones por si cualquier cosa.-
-Bien, te aviso y Lisa, no le digas nada a tu madre de esto.-
-Nada de nada.-
Lynn colgó.
Guardó su celular, se talló el rostro, se dio un masaje en las sienes.
-Bueno, primero lo primero, las pastillas.- Pensó.
Salió de la habitación de Lincoln dispuesto a dirigirse a la habitación de Lisa, cuando sintió que unos suaves brazos le abrazaban del cuello y lo aprisionaban a la puerta.
-¿L-Lori?-
-Tardaste mucho.- Le dijo dulcemente mientras recostaba su cabeza en el pecho de aquel desafortunado hombre.-
-¿Te he dicho que eres el hombre mas varonil que existe, papi?-
Y la chica se acercó lentamente y le dio un leve beso en el cuello, que fue subiendo hasta morderle el lóbulo de la oreja.
Cabe mencionar que Lynn sintió que todo se le movía.
-Dios mío...-
Pensó...
**********************
Primer capítulo. Listo.
Y bueno, don Lynn tendrá que lidiar con este pequeño dilema.
Todo es tan fácil como hacer que se tomen una pastilla.
Saludos a todos.
Gendou - Jean Baptiste -Uribe
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