Capitulo 4

- Vamos no estarás hablando en enserio ¿o si? - cuestiono Nick mirándole  con una pisca de temor por sus palabras.

- Ya está todo listo Nick ya no podemos dar marcha atrás- respondió la mujer con in tono diferente en su voz usual.

Era obvio que la joven presentía que alguien andaba investigandolos y odiaba que si mano derecha no comprendiera el grado de la situación, se impacentaba al ver que Nick no entendía su sarcasmo. Cuando llegaron a la camioneta ordenó a sus hombres seguir con lo ya estipulado.  Subió en el asiento del copiloto está vez, tenía mucho que aclararle al tinte de Nick.

- ¿ Y bien? - preguntó el hombre impaciente .
La castaña lo miro con cuestión

- Ahora si nadie nos sigue. ¿ Ya puedes contarme tu plan?

La mujer se sorprendió al escuchar aquellas palabras, todo el maldito tiempo su compañero sabía lo sé pasaba pero se hacía al tonto para no levantar sospechas.

- Idiota - soltó con una sonrisa en los labios.

- Por Dios Electra, tengo tiempo de conocerte y eso lo hago muy bien y lo sabes, se que cuando mientes miras a todos lados menos a los ojos- explicó con picardía

- Y ni se te ocurra decir que es por ti, ese juego de palabras ya me lo se de memoria -

- ¿Vez? Nos conocemos así que desembucha - habló con con tono de voz autoritaria. La joven rodo los ojos y con una sonrisa de satisfacción habló

- ¿Quién ha lavado el coche ?- preguntó tanteando todo lo que había en el coche.

- Yo por su puesto, como siempre ¿ a qué se debe esa pregunta? -

- Bingo- exclamó con orgullo sacando de la pequeña caja de documentos un micrófono. Si compañero había quedado atónito, ¿cómo podía haber un micrófono ahí si nadie había tocado el coche? .

- Cariños lo lamento, pero esto no era parte del trato. Voy para ahí- termino diciendo mientras lanzaba al suelo el pequeño aparato para pasarlo con la punta de sus botas, tomó el móvil y escribir rápido en el. Segundos después el móvil de Nick recibió un mensaje y al leerlo una sonrisa se presentó en su rostro.  Sin más decidieron llegar lo más rápido  a lo hombres.

*****

Un tono se escuchaba en aquella habitación, buscaron entre sus pertenencias hasta dar con el correcto.

- ¿Si? - respondió la voz

- Mi señora el trabajo está listo ¿ Qué hacemos? - pregunto uno de sus hombres.

- Perfecto ya iremos para ahí-  termino colgando la llamada .
- Ya está todo listo ¿nos vamos? Preguntó coquetamente a los dos hombres ebrios a sus lados.

- Confiamos en ti hermosura, quedemos a festejar tu logro- habló Marcos tomando un copa - salud - grito y todos unieron sus copas. Electra marcaba una sonrisa de victoria en sus labios mientras dirija miradas a su mano derecha, esto era lo que a ella le encantaba, triunfar, no cabe duda que los hombres eran hombres al fin y al cabo pero, aún estaba a la vanguardia, no podía confiarse de nada en lo absoluto.

- ¿Ahora ha estoy dentro ? - cuestiono tomando a su contrincante por la corbata y acercando su sudoroso y apestoso rostro hasta la de ella, logrando causar el efecto planeado.

- Bienvenida socia - salió de los labios del hombre para después caer rendidos.

La joven hizo una mueca de asco y después sin piedad avento al hombre a un lado, lejos muy lejos de ella. Tomo su bolso y escribio una nota para después marcharse.

- Dios esos hombres parecían de piedra -

- Tenemos que celebrar mi entrada a ese clan. Muy pronto mi propósito será cansinado, pero por ahora quiero festejar vamos al bar- ordenó

***********

Pasada la madruga los jóvenes seguían festejando como era su costumbre, la chica estaba por perder la conciencia con tanto alcohol, al parecer estaba teniendo graves problemas con el alcohol y debían solucionarlo.

Como era costumbre su mejor amigo la terminaba cargando hasta el coche y descansaba hasta estar seguro de que ella estaba bien.

《Un día de estos me volverás completamente loco mujer 》

Susurró cerca de los labios de la chica que hacía inconsciente por el efecto del alcohol.


*****

Los medios de comunicación no se hicieron esperar y pronto en la mayoría de los noticiarios pasaban la desaparición del hombre a quien le habían encargado .

- Ese maldito televisor me está matando - se quejó la joven tomándose la cabeza .

- Eso te pasa por ser una loca inconciente. Y beber hasta perder la noción, así que ahora te aguantas que esto es importante - regaño Nick desde el sillón mirando detenidamente las noticias, esperaba que todo hubiera salido a la perfección y que los noticiarios no la regaran.

- ¿Y cómo van? - cuestiono con curiosidad tirándose al lado de su compañero

- Por ahora todo a la perfección. Esperemos que así sigan - habló mirando como la joven se comía sus palomitas. - Hey eso es mío floja, ve y buscate el tuyo- se quejó

- Lo tuyo es mío, pero lo mío no - se burló - Y con respecto a los noticiarios, les he pagado muy bien para tener esa boca callada, nadie debe saber que ha pasado con el encargo. Si meten la pata me van a conocer-

- Eso espero. Pero, tenemos que pensar en algo, Electra no podemos seguir así. Pronto tendrás que volverte uno de ellos y ahí sabes que nada es fácil - comentó mirando la reacción de su jefa.

- Lo se pero, no tengo opción. Tendré que dar fin a estorbos con el tiempo, estaría haciéndole un favor a la sociedad. Pero no hablemos de eso- dijo cortando la plática y poniéndose de pie.  - Tengo que alistarme, hoy veremos los puntos de entrega de su mugrosa mercancía y nadie puede reconocerme - hablo marchándose del lugar y dejando pensativo a su mano derecha.

******

- Hola marco. ¿Para qué soy buena? - pregunto acercándose a sus socios y como siempre teniendo de tras a su único guardaespaldas.

- ¿Es necesario que ese idiota este? - cuestiono el hombre con fastidio .

- Querido ese idiota que ves ahí parado es el que me protegerá cuando algo me pase, no lo estoy pagando a la gratis - respondió con su seguridad de siempre.

- ¡Diablos! Pues que más, pero no estorbes princesa- hablo dirigiéndose a Nick, mientras que el joven seguía inmune a los comentarios. Su serenidad y paciencia lo hacían no tomar en cuenta las burlas de esos tipos.

- Bien entonces nos decidiremos la mercancía.  La princesa y yo estaremos vendiendo en el casino del diablo y tu junto con Federico estarán el la Universidad de los riquillos de siempre... - hablaba Marcos mientras que la chica prestaba atención a los labios del hombre para poder comprender las palabras clave que decía a su compañero.

- ¿Quieres un beso ? - preguntó el tipo con una sonrisa.

La chica se puso de pie y acomodandose la peluca y los lentes camino hasta su socio y sentándose en sus piernas susurró.

- No me involucró con mis socios querido pero, - hizo una pausa para tomarle la barbilla y con sus dedos marcarle sus labios - No dudaría un segundo contigo - Y así como empezó termino poniéndose de pie y dejando con las ganas aquel hombre calenturiento.

Como era de imaginarse un hombre que hacía parado observando todo se moría de celos porque su jefa actuará así y más por que el sabía los motivos de la chica con el hombre. No era como con todos los que conocía en fiestas o en bares, temia por la vida de la chica.

Estaban jugando con fuego y lo sabía perfectamente.

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