Capitulo 6

Ya pasaron dos semanas desde que inicié este extraño instituto, ya he tenido todas las clases y sé de qué se trata cada una: Reflejos, Poderes, ilusiones, historia, y muchas otras cosas, pero esas clases son las que más me interesan.

En poderes, con el mismo profesor que inicié mi primera clase de reflejos, he podido controlar mejor uno de mis poderes, fuego, mientras con Toma cada rato libre, para los dos ha sido una nueva experiencia, él me podía ayudar con los movimientos, pero no podía decirme las cosas más exactas, por lo que siempre el salón del gimnasio terminaba todo un desastre.

En la clase de ilusión, eh aprendido algunas cuantas pero la profesora, a pesar de que soy un desastre en su clase, está encantada conmigo.

También Toma me explicó que era un boss: son como monstros que viven en el mundo de corrientes y causan desgracias, las mismas desgracias que creían que hacían los medars. Toma, Josh, Amber y unos pocos más se escapan hacia el mundo corriente por las noches para matarlos por diversión.

Estoy caminando por los pasillos para ir a mi clase de historia. Todavía no sé muy bien manejarme por la escuela, pero se las cosas básicas: mis salones, baño, y salidas.

Llego a la puerta donde se supone que es mi salón. Antes de entrar, aprieto el picaporte con mis manos, es un suplicio ir a una clase donde están todos los admiradores de Any insultándome y diciendo cosas sin sentido. Suspiro y entro.

— ¡Miren, ahí está la nuevita!

— ¿Nos vas a rogar que no te digamos así?

Todos se empezaron a reír.

*Dios que ganas de matarlos a puños* *Tranquilízate Ellie, solo ignóralos*

Me senté en uno de los pocos lugares vacíos más lejos de ellos, justo a tiempo porque llego el profesor.

—Chicos tomen asiento— dijo— Bien, Ellie ¿Hoy quieres presentarte?

Negué con la cabeza, en todas sus clases el me preguntaba eso, solo era motivo para más burlas.

Un seguidor de los de Any alzó la mano.

— ¿Sabe cómo la infectaron? Vera, es lo más patético del mundo: estaba en una fiesta cuando entraron unos medars y la amenazaron a ella con matarla— *Que mierda está diciendo*— Ellie, como tan cobarde que es, primero suplico de rodillas y después, quiso entregar a su mejor amiga como sacrificio— todos empezaron a reír y señalarme *Me canse de toda esta porquería* me levanté de  mi banco de forma brusca y ruidosa, haciendo que todos se callaran y me miraran. Uno que otro seguía riendo, pero otros me miraban sobresaltados.

Sin pedir permiso, caminé hasta estar enfrente del curso.

—Cuando me infectaron no fue este mes, ni siquiera este año— dije mirando al piso— sucedió cuando tenía diez años— levante la mirada, muy pocos se estaban riendo, pero la mayoría me miraban con atención— les doy un consejo, no se crean todos los rumores que se inventan

Todo lo que escuche fue silencio, ya los que estaban riendo se habían callado.

Me dirigí hacia mi asiento pero el profesor me tomo de la muñeca, haciendo que pare.

— ¿Quieres hablar de lo que paso?— me dijo, seguramente ya se había dado cuenta.

Hice que me soltara la muñeca, no me gustaba que me tocaran ahí, y mucho menos él.

Esta vez caminé hacia la puerta del salón.

Cuando salí sabía que él me seguía, decidí darme vuelta.

—Sé que fue duro pero no tenía opción.

— ¡No tenías opción de matar a una niña!— le grité.

—Si me dejas explicarte...

— ¡Me importa una mierda tu explicación!— en el acto le tire una pequeña bola de fuego haciendo que se le quemara un poco su corbata a rayas, el no dijo nada.

Me aleje lo más posible de él.

Me fui al baño de mujeres más cercano.

Este baño estaba todo arruinado, pero no me importaba. Me lavé la cara con el poco de agua que salía del surtidor y me sequé con mi remera. Observé mi reflejo en el espejo que estaba trizado: mis marcas parecían tatuajes y mi ojo gris resaltaba más de lo normal. Suspiré.

En ese momento alguien entró al baño y yo sobresalté un poco. Era Kenta. *¿Este no era el baño de mujeres?*

— ¿Sabes que este baño está abandonado?— me dijo, con una mirada algo amenazante.

Se fue acercando a mí, yo fui retrocediendo, hasta que termine chocando con la pared. *Ellie no seas cobarde, solo muévelo y sal de ahí, estúpida* Me enderecé y fui a su dirección, lo aparte con mi hombro pero él me tomo de la muñeca, su tacto quemaba.

— ¿A dónde vas?

—No te interesa.

El me agarra de la otra muñeca y me apoya contra la pared.

—Tenemos algo pendiente— me lanzo una mirada algo picara.

Se fue acercando a mí, pero yo pude librarme de una mano. Llene esta con fuego y le pegué una cachetada. El retrocedió algo sorprendido y atontado, me fui corriendo.

Cuando ya estaba lo bastante lejos empecé a caminar, tratando de calmar mi respiración tan agitada. En eso choqué con alguien.

—Perdón, no me fije por donde iba.

— ¿Qué te crees, zorra, para chocar conmigo ensuciar mi traje?

Yo mire para ver quién era, Toma.

— ¡Estúpido!— dije entre risas pegándole despacio en el brazo.

El empezó a reír pero después miro mi muñeca, que estaba entremedio de mi pecho para calmar mi respiración. Inmediatamente torno su sonrisa a una línea recta, con mirada preocupada.

— ¿Qué ha pasado?

—No es nada importante ¿Podemos hablar en la cafetería?

—Dime.

Puse los ojos en blanco.

—Pues yo... fui a un baño para lavarme la cara, pues resulta que era uno abandonado y Kenta me siguió.

— ¿Qué te hizo ese hijo de perra?— respondió con tono amenazante.

—Más bien ¿Qué le hice yo a él?— hice una sonrisa algo picara.

—Ellie, el karma de los imbéciles— dijo el con voz de comentador de peleas.

Largamos una carcajada.

—Bueno solo te diré que le di su merecido.

Puso su mano para chocar los cinco, pero el hizo una broma y la desvió antes de que yo la chocara.

—Que tonta eres.

—No más que tú haciendo esas bromas infantiles.

Empezamos a caminar hacia la cafetería.

—Y dime ¿Qué has hecho en la clase de historia?

—Nada especial— dije recordando todo ese espectáculo que armé— ¿Y tú?

—Bueno, tuve mi clase de poderes, y se me declararon dos chicas.

— ¿Y?

—Las rechacé— me respondió levantando los hombros.

—Oye no seas tan frio, ¿No hay ninguna chica especial?— él me miro a los ojos— Bueno, está bien... ¿No hay ningún chico especial?— el empezó a reírse, dejando atrás su seria mirada.

—Que graciosa— dijo sarcásticamente.

En eso se nos acercó Josh.

— ¿De qué hablan?

—Nada, ella ya descubrió mi atracción por los hombres— dijo Toma levantando los hombros.

— ¡¿Q-que?!— respondió Josh asustado, mirándolo fijamente, exigiendo explicaciones.

Toma y yo nos miramos y empezamos a reír.

—Si, ja ja, que graciosos.

Llegamos a la cafetería.

—Miren, la nuevita llego— dijo Any levantándose de la mesa y señalándome, pero esta vez nadie se rió.

Esbocé una sonrisa de orgullo y ella me dirigió una mirada amenazadora. Seguí mi camino.

En la cafetería yo me sentaba con: Amber, Josh, Toma, Zoey y Connor.

Esos dos últimos los había conocido en el transcurso de las dos semanas.

Zoey era una chica de pelo largo teñido de celeste, alta y con muchos piercings, y dos expansores medianamente pequeños en sus dos orejas.

Connor era un chico de cabello castaño oscuro, con un arito en su ceja derecha, y siempre lucía con colores oscuros.

No sé bien en que sitio me sentaba, creo que era en el de los matones o populares, o normales. Me da igual.

Nos la pasamos toda la media hora que nos daban para almorzar, hablando de bosses y cosas así.

Ahora me tocaba clase de poderes, justo una clase que me tocaba con Toma.

Entramos al gran galpón mixto donde muchos estaban practicando y peleando.

Any estaba con sus admiradores alrededor, la verdad es que ha perdido bastantes, pintándose las uñas *¿¡Enserio?! ¿¡No puede escoger otro momento para hacer eso!?* Any me miro e hizo una sonrisa.

—Miren la nuevita— nadie se rió— ¿Qué acaso no les dije como se infectó?

—Ella nos contó...— apareció uno de sus ex seguidores—y tú no tienes por qué burlarte de ella—dijo con malicia— nos vemos Any— en el acto volteo su pintauñas en su vestido ''deportivo''.

— ¡Hey! ¿Eres hueco o qué?

—Me parece que eres tú la hueca.

Ella solo gritó de capricho.

*toma zorra, en toda tu cara pintarrajeada*

Vino el profesor.

— ¡Acérquense!— grito como siempre—¡Hoy toca que alguien se enfrente contra el boss, ya saben, los vamos a sacar si los llega a matar!— *¿¡Matar!?*. Todos comenzaron a susurrar.

— ¡Este día le toca ah...!— empezó a ojear su lista de nombres—¡Mendrick Ellie!

Tenía que luchar yo contra una bestia que podría matarme.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top