Capitulo 4
Se hizo un silencio incómodo.
—Esta es tu primera clase, es de defensa y reflejos, aquí te va a ir bien, siendo que desde que te convertiste te mandé pruebas...— se calló de repente, como si hubiera dicho algo de sobra ¿Pruebas? ¿Qué pruebas? Recordé: siempre tenía que actuar con reflejos, como cuando pase por la obra en construcción.
— ¡¿Tu lo hacías?!— le grite.
—Ahora es tu clase— me dijo metiéndome al salón.
Era todo un gimnasio pero con tecnologías mucho más avanzadas. Veo al que creo que es el profesor: tiene piel bronceada, pelo castaño chocolate, vestido con ropa deportiva y de su cuello cuelga una tira que está unida a un silbato, aparenta unos cuarenta años, y tiene cara enojada.
— ¡La clase va a comenzar!— grita y todos nos acercamos en una ronda alrededor de el— ¡Hoy vamos a trabajar en reflejos!— todos abuchearon —¡¡Cállense si no quieren que los lleve con el Boss!!— y de repente se callaron.
— ¡Muy bien! ¿Cómo te llamas? Novata— Gritó, dirigiéndose a mi
—Ellie— le respondí.
— ¡Firmeza al contestar! ¡Me encanta!— *Lo disimulas muy bien* — ¡Hoy empezaremos contigo a ver qué tal tus reflejos! ¡Pero no es la simpleza que hacían en tu estúpida escuela de corrientes! ¡Es mucho peor!— *Bueno, si es peor por las millones de veces que podría haber muerto caminando por una simple calle, no sé cómo lo haré*
— ¡Mira! ¡Te vas a meter adentro de esta habitación, es simulación! ¡Tú solo tendrás que pensar rápido!— Asentí con la cabeza y el me guió hacia la entrada de aquel lugar y, sin decirme más nada, me empujó hacia adentro.
Era todo oscuro, no veía absolutamente nada.
Después de estar allí un minuto, vi que algo verde se dirigía hacia mí, cuando vi mejor era como una flecha representada por luces fluorescentes, me agaché sin pensarlo haciendo que la flecha se clavara en la pared y desapareciera pixel por pixel.
Me preparo para la segunda, veo otra luz verde, pero esta vez sobre mí, salte hacia atrás haciéndome caer de espaldas, antes de que estallara arriba de mí, me levanto.
Veo que algo rápido viene por debajo, como una cuchilla en horizontal que era tan larga como el grosor de esta habitación. No había forma de evitarla así que la salté.
Paso así muchas pruebas, como de esquivar balas, rodar y cosas así.
Me preparé para la próxima pero la puerta se abrió:
— ¡Impresionante!¡La primera estudiante que paso un record muy alto! ¡Más alto que los de aquí que llevan un año!— me sentí aliviada.
Me senté en unas sillas. Una chica viene corriendo para asentarse junto a mí, era Any.
—Hola Ellie estuviste muy bien— me dijo con tono de alegría hipócrita.
—Gracias— le dije con el mismo tono de hipócrita.
— ¿Sabes? Los que ya hemos terminado podemos salir, me han dicho que te has encontrado con Kenta, ¿Ya te ha ligado? ¿No es guapo?— Dios que hueca, y ¿Quién era Kenta?
—Ven salgamos— tiró de mi brazo, haciendo que me levantara y corriera para irme del gimnasio.
Cuando salimos estaban las otras zorras aquí, algo iba mal.
Any quiso agarrarme del cuello pero la esquive y su puño choco con gran brusquedad en la pared.
Largó un gritito y aire brusco me largó para la pared. Seguramente es de aire
—Mira nuevita, más te vale que te alejes de Toma y Kenta, si no lo haces te haremos la vida imposible ¿Entendiste?
Ardí en llamas, ¿Quién era ella para amenazarme?, vi que de mis puños comenzó a salir humo y chispas. Quemé a las huecas que me tenían de la muñeca y le pegué un puñetazo en la cara a Any, haciendo que tambaleara hacia atrás. Me iba a dar un puñetazo en la garganta...
— ¿Que están haciendo?— Volteé a ver y era ese chico al que le grito Toma.
— ¡Kenta!— respondió Any con voz de víctima, con que él era Kenta— ¡Protégenos! ¡La nuevita me hizo daño!— dijo señalando su moretón en la cara el cual yo había provocado.
—No seas mentirosa— dijo Kenta con voz y cara de picardía— vi todo desde que la agarraste a la pobre novata del cuello.
—Pero...— replicaron todas a la vez.
—Pero nada, váyanse, después hablo con ustedes— dijo él.
Las chicas se fueron replicando, abucheando y maldiciendo, o más bien, maldiciéndome. Miré a Kenta.
—Bueno gracias, me voy, adiós— le dije y comencé a irme cuando él puso sus dos manos en la pared rodeándome.
—Todo esto tiene un precio, nueva.
¿Qué mierda? Traté de apartarlo pero no pude
—Muévete— dije con molestia pero el solo iba acercando su cuerpo con el mío.
— ¿Y si no quiero...?— me preguntó Kenta, estábamos tan pegados que sentía su respiración, me empecé a alterar.
—Te aparto— el largó una carcajada.
Mis opciones para defenderé eran nulas, no podía ni golpearle una cachetada, ni un rodillazo en la entre pierna.
Fue acercando sus labios con los míos, *No, no, no*
— ¡Te dije que con ella no!— gritó Toma, tomándolo del hombro y apartándolo con brusquedad hacia la pared paralela a la que yo estaba. Me sentía débil, ya que él me estaba protegiendo cuando yo debería apañármelas sola.
Toma lo tomó del cuello y su otra mano la levanto en forma de puño, de este salían rayos de electricidad.
—No te le acerques más— dijo enfurecido, bajó su puño y se dirigió a mí con una señal de que nos fuéramos.
Cuando estuvimos lejos de aquel pasillo, y rodeados de más personas comencé hablar.
—Yo no me acerque, él lo hizo...— dije un poco incomoda recordando ese mal momento.
—Lo sé, como no vas a iniciar hasta la semana que viene tus clases sobre cómo controlar tus poderes, te enseñare yo, así puedes defenderte— Dijo con firmeza, pero con una sonrisa en su rostro.
—Gracias— y le devolví la sonrisa.
— ¿Te han dicho que eres muy bella cuando sonríes?— me dijo en tono ligón.
— ¿Te han dicho que si usas esa misma frase con cada chica que ves pierde su esencia?— le respondí en tono amargo. Los dos reímos.
—Sí que eres rara— me respondió—yo se lo decía a todas las nuevas y se sonrojaban, me decían ''Gracias, y tú también eres muy guapo''— dijo imitando una voz chillona y haciendo movimientos afeminados con las manos— o ''Ya lo sé''— yo me empecé a reír.
—Tu eres la primera chica que conozco que sea tan rara— me dijo sonriendo.
—Y tú unos de los chicos más cretinos e idiota que yo eh conocido— Nos empezamos a reír los dos.
—Bueno aquí llegamos a tu clase de historia— me dijo enfrente de una puerta— Aprende mucho— me saludó y se fue. Él es de esos idiotas que te hacen reír por cualquier estupidez.
Entré a clase y vi unos bancos que estaba la chica del pelo corto que me había querido ayudar. Ella me hizo señas para que me sentara a su lado.
Yo fui y coloqué mi único cuaderno borrador en el pupitre.
—Te debo una— Le dije sonriendo.
—Yo siempre complacida de ayudar a las chicas nuevas a que no les chupen el cerebro
De repente entro Any y sus grupos de seguidores.
— ¡Eh! aquí está la nuevita modosita— Dijo uno y todos rieron
—No les hagas caso, dejaran de llamarte así en tres días más o menos.
Yo encogí los hombros.
— ¡Ahí viene el profesor!— gritó uno que estaba en la puerta, y todos se sentaron es sus lugares como angelitos
Cuando pasó le veía un aire familiar: el pelo, los ojos, la boca.
—Buenos días chicos.
De repente me helé.
*Esa voz... no, no me lo creo, no puede ser, el no...*
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Bueno aqui lo dejo, otra vez en suspenso :3, no saben lo que me a costado hacer este capitulo, e tenido que estrujar mi cerebro para que salieran ideas. Perdonen los errores de ortografía, cada vez somos mas y mas :3 muchas gracias!!! recuerden: voten, comenten, recomienden que no les cuesta nada y hacen mucho en mi, cuidense, les mando un abrazototototote y nos vemos CHAO :D
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