Capítulo 17

Salimos sin decir ninguna palabra.

Nos adentramos en los pasillos llenos de gente haciendo esos trucos que ya no me sorprendían.

— ¡Eh! ¡Miren la novatita! ¡Qué débil!— gritó uno.

— ¿Acaso tienes miedo, niñita?— Era la voz de Any, gire creyendo que se dirigían a mí, pero había una gran ronda en medio del pasillo que acabábamos de cruzar.

— ¡Ay! ¡Miren está llorando!— todos largaron otra carcajada— ¿Quieres a tu mamita?

Yo doy media vuelta y me dirijo al lugar de atención.

— Ellie, olvídalo, tú también te meterás en problemas.

Creo que él no lo sabía, pero eso me había subido la ira a mil.

—Yo creí que eras menos cobarde y mejor persona, me das asco— le dije en tono de repugnancia.

Sin decir una palabra más me dirigí a ese gran nudo que formaba el pasillo. Me escabullí entre la gente y observé: Una niña un poco bronceada, con ojos azules y pelo castaño unido en una cola de caballo estaba en el piso, llorando. Aparentaba unos diez años. Si pensarlo dos veces me dirigí hacia ella.

— ¡Tranquila, no has perdido el puesto de débil!— me gritó Albert.

—Ya solo puedes callarte, el único cobarde aquí eres tú, ¿Crees que no me di cuenta de la trampa?—le dije levantándome y sosteniéndole la mano a la niña.

—Chicos, ya saben— dijo Any dirigiéndose a los dos jóvenes que tenía al lado. Ellos asintieron con la cabeza y se dirigieron a mí, Me tomaron de las muñecas y me pusieron de rodillas. Hice mis brazos de fuego, ese fuego obligo a que me soltaran, dejándolos con las palmas de la mano sin piel.

Tomé la mano de la niña y la impulsé para que se levantara.

—Si me disculpan, me tengo que ir— les dije, los dos chicos que me habían probado un poco de mis llamas estaban mirándome impresionados. Me abrí paso entre la gente.

—Creí que ella también te temía...— fue lo único que escuche decir antes de partir.

— ¡Ellie! Dios te eh estado buscando por todo esa gente... Oh, hola— saludó dirigiéndose en tono amable a la niña— ¡Ey! ¿Por qué lloras?— preguntó poniéndose de cuclillas enfrente de ella— Una princesa tan linda no tendría que llorar...— dijo limpiándole las lágrimas con sus dedos, ella soltó una risita— ¿Cómo te llamas?

—Aeryn— respondió tímidamente.

—Bien Aeryn, ¿Quieres que te compre un chocolate?— respondió con dulzura Toma. Ella asintió con la cabeza y una sonrisa. Yo lo único que podía hacer era quedarme con la boca abierta con estúpid*. Él se levantó, le tomó la mano a  Aeryn y me dirigió una mirada maliciosa.

En ese momento vino Josh.

— ¡Ey! ¿Dónde está...?— se quedó impresionado viendo a Aeryn, la cual se le dibujó una sonrisa en la boca.

— ¡Josh!— dijo soltando la mano de Toma y abrazando, de puntitas de pie, la cadera de Josh.

— ¿La conoces?— pregunto incrédulo Toma.

— Es mi primita.

—Con que aquí estabas, la tía Catherine ha  llorado mucho por ti desde los últimos dos años, siguen buscándote. Se van a poner muy felices cuando...

— ¿Cómo te infectaste?— le pregunto Josh sin hacer caso a lo que le decía.

— ¿Infec-qué?— respondió frunciendo el ceño.

Josh solo se pegó en la frente con la palma de su mano. Comenzó a girarla.

— ¿Qué haces?— le pregunté.

—Todos sabemos cómo podemos infectar a demás gente, tenemos que dejar caer nuestra sangre en la sangre de un corriente, para eso le tuvieron que hacer una herida... ¡Aja!— el señalo una pequeña cortada en su hombro izquierdo— ¿Cómo te hiciste eso?— le preguntó.

—Unos hombres vinieron a la entrada de mi escuela, fue raro, unos guardias empezaron a dispararles, le dieron a uno en el hombro y empezó a correr a mi dirección y me rozo el hombro con su anillo. Después salí corriendo

— ¡Mierd*! ¡Put* Mierd*!— gritó Josh. Aeryn le pego una patada en la pierna— ¿A qué viene eso?

—Dijiste malas palabras— respondió señalándolo. Yo reí.

—Ellie mira— señaló mi hombro, yo no le vi nada importante— ¿No lo ves? Hace rato estabas sangrando, ahora no hay ni una pista de sangre, es como si tu propio cuerpo lo hubiera absorbido...

— ¿Y cómo te hiciste eso? ¿En la pelea?— yo asentí con la cabeza— Bueno, parece que Aeryn te ha tranquilizado— Miro a la niña, ella me sonríe y yo le devuelvo la sonrisa.

—Gracias por salvarme de esos grandes— viene y me abraza las piernas.

— No hay de que— respondo, palmándole suavemente la cabeza.

—Bueno, vamos a la cafetería...

—Vayan ustedes, yo tengo que ir a buscar algo y ducharme—Les respondo y me voy.

No eh tenido tiempo de agradecerle a Kenta, quiero hacerlo, sino, no me sentiré tranquila.

Voy hacia la habitación de Kenta. Cuando eh llegado toco la puerta.

— ¿Quién es?— pregunta vacilando.

—Yo— respondo.

—Ah Ellie pasa.

Observo el entorno: La habitación seguía pintada de un violeta casi negro, con posters extraños pegados, la ropa tirada en cualquier lugar y la cama sin tender. Lo único que daba luz era una gran ventana a cinco metros de la cama, la cual era paralela a esta. Allí se encontraba Kenta, con unos pantalones sueltos y con una camiseta a tirantes, sentado en el marco de la ventana abierta, con una pierna colgando para adentro y otra apoyada en el marco de manera que formaba una V al revés.

Cierro la puerta a mi paso.

— ¿A qué viniste? — me pregunta vacilando, sin despegar la vista de la ventana. Yo me muevo un poco para ver el panorama que muestra: Es increíble, la ventana se conecta con el mundo corriente, pero él no está mirando los edificios y las personas, sino que está mirando al cielo.

—Quería agradecerte por salvarme de un feo momento...

—Yo más bien lo describiría como horrible, ven siéntate— me dice, señalando la otra esquina del marco. Yo me dirijo hacia él y me siento de la misma forma.

— ¿Eres elected?

Yo me quedo mirándolo, con los ojos un poco más abiertos de lo normal. Trato de disimular, niego muchas veces con la cabeza.

—N-no, ni siquiera se bien lo que significa eso...

El aparta la vista y me observa a mí, frente a frente.

— ¿Entonces quién es el elected de tu grupo? Porque Alex lo conozco y él no lo es...

— ¿¡Que!?— Respondo— Yo no conozco a ningún Alex...

— ¿Y entonces de donde te hiciste eso? Ellie no soy imbécil, sé que esos bosses en esta ciudad hay pocos y los únicos que hay están en "la casa de los bosses" donde vive Alex...

  Yo quedo mirándole, después bajo la cabeza.

—Ya me parecía que no eras solo de fuego...— hace una leve sonrisa— Cuando me paso esto fue el año pasado, yo tenía una amiga llamada Haydee. Nos conocimos cuando yo era novato, era un débil al que todos se le burlaban— ríe un poco— solo ella se apiado un poco de mí, me hablaba y se sentaba junto a mí. Poco a poco nos hicimos grandes amigos. Cuando tuvo mucha confianza me dijo que ella fue elected, pero cuando era niña le robaron la mayoría de los poderes y solo le quedaron el de tierra y oscuridad. Recuerdo que ella venía a mi habitación, por ese momento los corrientes no se habían apoderado de esta calle, saltábamos juntos desde esta ventana y ella antes de que llegáramos al suelo, sacaba de aquel unas raíces negras y gruesas, que alentaban nuestra caída. Sin quererlo, empezó a atraerme...

— ¿Cómo era ella?

—Tenía un pelo castaño oscuro y ondulado que casi le llegaba a la cintura, su ojo gris con uno color miel eran hermosos, y su voz era dulce pero segura, como si te ofreciera protección. Mi mayor miedo era perderla— suspiro otra vez dirigiéndose al cielo— Después de unos años ya éramos fuertes, y teníamos un grupo. Ella quiso ir a la casa de los bosses y todos fuimos, como tú y Toma y los demás. Ahí nos encontramos con Alex. Todo fue divertido hasta que llego ese boss. Unos que, nunca los volví a ver, escaparon pero todos menos Haydee y yo quedaron hipnotizados, no sé cómo no pudo hipnotizarme. El tema es que vino a por mí y me clavo sus garras, pero envés de ilusionarme con mi peor miedo, lo hizo realidad: Ella lo atravesó con un lazo negro y se escucharon disparos, rápidamente ella hizo una ilusión conmigo y creo que me desapareció. Vi como se la llevaban los hijos de perra del gobierno mientras yo quede inmóvil, sin hacer nada...— vi sus puños, estaban tan apretados que de sus palmas caían gotas de sangre. Se levanta— ¿Sabes por qué te lo digo?

Yo niego con la cabeza y me paro.

—Porque... Tú me recuerdas mucho a ella— en ese momento me abraza.


holaaaaa!! espero que les haya gustado, no lo publiqué ayer porque me faltaban dos paginas y no quise hacer el capitulo de cinco hojas!! Gracias a los nuevos lectores por darle una oportunidad a mi "libro" por decirlo así. Ayer no pude publicarlo porque fui al dentista, comienzo los estudios para la ortodoncia o brackets Dx no quero!!! me tienten que quitar los cuatro colmillos!! #put*bida. Bueno espero que les guste!! y nos vemos en el proximo capítulo, CHAO CHAO :D :D

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