Capítulo 15

La verdad es que los profesores exageran, las once y media es tarde solo para una abuelita. Pero en fin, no supervisan las puertas y podemos entrar y salir.

No sé por qué pero siempre eh sentido un lazo especial que se conecta conmigo y la noche. Me da un poco de miedo los horrores que pueden ocultarse tras sus sombras pero mi curiosidad siempre gana es estas ocasiones.

Voy caminando por el mercado negro, me quito la capucha que llevo y suelto mi pelo, me gusta esa sensación de viento fresco que choca contra mi cara y pelo. Sigo caminando, con las manos en los bolsillos.

Encuentro el punto donde termina el mercado negro y las tierras de los corrientes. Me coloco otra vez la capucha y salgo del mercado negro.

Voy empezando a anotar los lugares extraños donde podría estar pero en mi camino me topo con el lugar que le llaman centro: es un lugar justamente en el centro de esta ciudad donde están los mejores y más caros locales de ropa, restaurantes, discotecas y más. Aquí viene la gente con dinero, algunas que otras veces mi madre trato de convencerme de comprar ropa en estos lugares, pero me conformo con ropa vieja y de mala calidad.

Obviamente "un chico" con una simple campera negra y unos jeans y zapatillas desgastadas marca el punto de atención. Me acomodo más bien la capucha para que no se vea mi cara.

En eso choco con alguien.

—Disculpe caballero— dice con un tono familiar. Cuando veo quien era no podía pensar en otra cosa que en "trágame tierra".

Mi padre se estaba limpiando el saco que supuestamente yo había manchado, a su lado estaba mi madre, con un vestido celeste apretado hasta los tobillos, que de ahí se desprendían como campanas, y sus codos sostenían una bufanda algo peluda color rosa pastel, que rodeaba su tronco. Su cabello negro lo tenía recogido en un rodete bien peinado con pasadores decorados con piedritas. Tenía muy bien delineado los ojos y un rosa pastel al igual que su bufanda en su boca. Mi padre con un saco y corbata roja, bien peinado y afeitado.

—La culpa fue mía, estaba pensando en el cielo y no me daba cuenta que estaba caminando por el suelo...— digo con un tono de voz mil veces más grave que la mía, tapándome aún más con la capucha. Ese refrán se decían entre sofisticados cuando alguien estaba despistado, yo nunca lo dije así que creo que no tienen la más mínima idea de quién soy.

—Adiós— se despide y toman rumbo otra vez a su destino.

Yo tengo que saber dónde está Zoey.

Pero quiero seguirlos. Quiero saber que traman.

Me escabullo entre la gente y los persigo.

Ellos van a un  restaurante de los más caros, pero alejados del centro, en las calles no hay nadie pero las luces de él restauran iluminan toda la calle. Me fijo en el nombre: Illumanen.

Veo que hay una pizarra al lado de la puerta de entrada, y dice asi:

Esta noche reservado para:

Reunión de Ejecutivos

El poder de este gran gobierno está dividido en tres: el ejecutivo, generalmente son los que llevan el mayor poder, el experimental, son los médicos y científicos que son específicamente elegidos para "crear curas" y Jurídico, que son los que hacen las leyes y demás.

Últimamente el experimental ha tenido más poder que el ejecutivo, ya que no buscan curas, sino que experimentan con medars.

Mis padres están en el ejecutivo, siempre tienen reuniones como estas, pero nunca me invitaron.

Todo esto lo sé porque una noche antes de ser infectada no pude dormir y espié a mis padres discutiendo sobre esto.

Voy caminando de cuclillas hasta la vidriera, veo que mi madre todavía está saludando gente, comienza a hablar el jefe, que es castaño con algunas canas, con bigote y un poco gordo. Yo me hago una leve ayuda con el poder de sonido.

—Estamos aquí por una extraña cuestión que nos ha pedido el jefe de experimental, Warbeck Robert...

Abro los ojos, ¿Robert? ¿Ahora esta con el gobierno?

—Dice, que hay otra escaza raza de infectados, que averiguo por su cuenta, unos tal llamados elicted o algo así...

Un joven bien vestido que estaba a su lado se le acerca al oído.

—Es elected, señor— le susurró un poco fuerte.

—Elected, pues resulta que ellos tienen otro extraño poder que, por el momento, es imposible de evadir por nosotros, ya que no han podido diseñar trajes específicos.

— ¡Eh! ,hablando de guardias— Un joven de no más de treinta años, de piel negra y ojos marrones habla y se dirige a los guardias que están atrás de la puerta, cuyos trajes son de un negro grisáceo y tienen armas especiales que no pueden cargarse con una sola mano— vayan a vigilar afuera.

Todo fue rápido, trate de alejarme un poco pero ni siquiera pude moverme un metro, ellos ya estaban afuera.

Me vieron y me tomaron de la muñeca.

—Señor, un desconocido, hemos comprobado sus armas, es medar— dice el chico joven que me sostenía, mostrando mi brazo y quitándose el casco, justo aprovecho para atacar, le lanzo una ráfaga de fuego en la cara. El grita y me suelta, se queda sollozando. La gente se levanta y yo empiezo a correr.

Siento tiros detrás de mí, lo único que quiero es volver.

Una bala me penetra en el hombro. Caigo de rodillas al mismo tiempo que gimo.

Me levanto y hago que llamas salgan del suelo y hagan una pared. No sé por qué pero ellos no la traspasan, supuestamente tienen esos extraños trajes creados por el experimental. Me voy corriendo otra vez hacia el marcado negro.

Al llegar me meto en un espacio entre  un local y otro y me siento en el suelo. Antes de llegar al instituto tendría que sacarme la bala. Me voy tocando cuidadosamente la parte de atrás del hombro hasta que llego a la herida. Lo sé por el pequeño dolor que sentí y mis dedos manchados. Me quito el abrigo y la camiseta y cuido que nadie me venga. Toco la bala y un gemido sale de mi boca, esta aun tibia. Mordiéndome la lengua de tal manera que empiezo a sentir el gusto de la sangre rondar por mis papilas gustativas, logro sacarla, pero esta gran abertura me duele aún más. Me pongo la camiseta y el abrigo. Llego al instituto, trato de escabullirme pero no lo logro, el profesor de historia viene hacia mí.

— ¿Por qué has salido?— miró mi herida— ¿Qué te ha pasado? Te llevare a la enfermería.

—No, no, no me ha pasado nada, solo me tropecé y me clave una piedra.

— ¿Por qué mientes? Esa herida solo puede hacerla una bala ¿No estabas enferma?

Yo quede muda.

—Por favor, no se lo pido como alumna, si no como persona, no le diga a nadie.

Él sonrió y me golpeo suavemente la cabeza, como un dueño a su perro.

—Te debo eso y más, pero por favor, no salgas, puede que si salgas otra vez no vuelvas—dijo susurrando luego se alejó.

Fui al cuarto rogando que Toma estuviera dormido, abrí la puerta sigilosamente y la luz todavía estaba apagada, vi la cama de Toma y el seguía allí, con los ojos cerrados y de la forma que se movía parecía tener una pesadilla.

De un cajón saco tranquilizante y vendas, voy al baño. En eso me coloco las vendas en mi hombro, me ducho, coso mi abrigo y  camiseta y las lavo, el abrigo quedo perfecta, pero la camiseta seguía teniendo una mancha, la metí al cesto y me puse otra.

Fui al sofá donde me sumergí en un sueño sin sentido.

—Ellie, Ellie despierta pedazo de vaga durmiente— Toma me gritaba.

Abro los ojos y lo veo a él sosteniendo mi camiseta manchada y el bote de tranquilizante a pocos litros de acabarse.

— ¿Qué es esto?, parece sangre, y esta botella estaba más llena.

*¡Ellie! ¿Sabes lo que eres? Una estúpida, eso es lo que eres, ahora piensa y no metas el pie devuelta en el hueco.

—Lo que pasa es que no tenía sueño así que fui a la cafetería a tomar algo. Entonces me asuste por un ruido de mi imaginación y me volqué la bebida en mi . Cuando llegue aquí para no despertarte, sin querer moví el ropero y el cajón de la medicina y todo eso estaba medio abierto y la botella se derramó, limpie todo, me duche y listo.

— Si eso fue así, la mancha marca justo en tu hombro izquierdo, quiero que me lo muestres, si no tienes nada entonces te creeré, sin embargo, si tienes vendas o alguna que otra cosa extraña, no será otra opción que no volver a confiar en ti...

Miro a lo primero que podría salvarme: la hora. Definitivamente se me estaba haciendo tarde.

—Mira ahora no puedo participar en tus jueguitos ridículos de detective, tengo que irme a clase dije poniéndome de pie y agarrando los jeans que use la noche anterior. Me encerré en el baño. Suspiré y me pegue con la palma de mi mano la frente.

Me puse los jeans y salí evitando a Toma.

HOLAAA espero que les haya gustado el caaaaaaap!!! me cuentan muchoo!! LOS QUIEROOOOOO gracias por comentar mandarme animos, siempre antes de escribir los leo para tener mas ganas de escribir!!! muchas gracias, ojala que se cuiden y nos vemos en el próximo capitulo!!! CHAO :D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top