EXTRA

SAINT

Llamo por quinta vez a mi marido para que acabe de vestirse, tenemos que llevar a Gulf y ya llegamos tarde. Si tardamos un poco más a Mew le puede dar un ataque, estará pensando en las mil cosas que le pudiesen haber pasado a su prometido para llegar tarde a su propia boda.

-Zee o bajas ya o me voy por mi cuenta - le grita Gulf desde el salón de casa de sus padres.

-Ya voy hermanito, no te preocupes que Mew no irá a ninguna parte, además es bueno que aprenda a esperar un poco, mantiene la chispa - le dice Zee bajando despacio por la escalera haciendo que la paciencia de su hermano llegue hasta el filo.

-Zee, por favor deja de molestar a tu hermano, es el día de su boda ten un poco de compasión - le reprendo, pero riéndome con su travesura.

-Métete en el coche mi ángel antes de que te lleve arriba te quite ese traje de tu precioso cuerpo y entonces si vamos a llegar tarde - me susurra al oído.

-Eres increíble Zee Pruk, pórtate bien y a lo mejor tenemos un rato tú y yo en ya sabes dónde - le respondo mordiéndome el labio inferior. Zee pega un respingo y sus ojos se nublan con el deseo y la anticipación.

-Gulf, vámonos ya, que tengo una cita después de tu boda - le grita a su hermano que pone los ojos en blanco y se sube en el sedán blanco que lo llevará hasta Mew.

Gulf me ha pedido que sea su padrino de bodas, es un honor que quiera que esté junto a él el día más importante de su vida. Todavía la culpa de lo que le pasó me araña el corazón, mi venganza le pasó factura a mucha gente, nunca pensé que mis actos tuvieran tanta repercusión en otros.

Quizá el padre de Zee tenga razón cuando dice que he pasado demasiado tiempo solo y todavía no me he hecho a la idea de que tengo una familia, una estupenda.

Earth me ha machacado con su sermón de la responsabilidad familiar, que no solo cuenta lo que yo quiero, debo pensar en las personas que me quieren. Le he dicho que he aprendido la lección y que no daré nada por sentado, ahora tengo muy claras mis prioridades.

De camino a la cabaña de Mew, donde se celebrará la boda, pienso en lo mucho que ha cambiado mi vida. No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero cada parte del camino ha valido la pena. La pérdida, la decepción y el dolor eran necesarios para encontrar el amor, la pasión y la familia que ahora son lo más importante para mí. Y hoy uno de mis mejores amigos y al que ya considero mi hermano, se unirán para que todos seamos testigos de su amor.

ZEE

La boda de mi hermano ha sido muy hermosa, íntima y emotiva. Solo la familia y los pocos amigos más cercanos que tenemos, Mew y Gulf solo querían amor sincero el día de su boda y vaya si lo han conseguido. Ellos han iniciado su luna de miel inmediatamente, quince días recorriendo Europa en moto. No sé cómo Mew ha conseguido convencer a Gulf de semejante locura, pero lo ha hecho, Gulf no solo estaba convencido totalmente, sino que la expectativa lo hacía feliz. En realidad no reconozco a Gulf en ese hombre risueño, feliz y con una sonrisa permanente en el rostro, definitivamente Mew es bueno para él. Y al fin creo que mi padre lo ha comprendido también, él se ha dado cuenta de lo feliz que es mi hermano y un padre no puede pasar eso por alto. Me alegro de verdad, porque la felicidad de Gulf no estaba completa sin la total aceptación de nuestro padre.

Poco a poco los invitados se van retirando y al final quedamos solo Saint y yo, que hemos decidido aprovechar para pasar unos días solos en la cabaña. Saint está con un caso de robos de bebés y lleva un par de semanas agotadoras, sin casi tiempo para vernos, así que me debe dos semanas de arrumacos y besos. Después de lo que pasó con su padre hemos hecho un trato, debemos dedicarnos el mismo tiempo a nosotros del que dedicamos al trabajo. Dos semanas sin parar, dos semanas que es mío en todos los aspectos y hasta ahora ha funcionado muy bien. El equilibrio entre nuestra profesión y nuestra vida privada nos ha dado esa paz que tanto buscábamos.

Ahora estoy acabando de ducharme y espero que mi marido esté en la cama, con poca ropa o sin ella si tengo suerte. No me canso de hacerle el amor a Saint, cada vez es como si descubriera una nueva parte de él que desconocía. Sabe cómo mantener mi interés sin casi pretenderlo. No sé si es por su precioso cuerpo o su cara de ángel o porque simplemente lo amo más que cualquier cosa o persona en este mundo, pero ahora mismo solo puedo pensar en meterme en su cuerpo hasta el fondo. Con tan solo ese pensamiento mi erección no tarda en aparecer, joder es pensar en su olor y ya estoy listo para estamparlo contra la pared.

Me visto con un pantalón suelto de lino y sin camiseta, sé que Saint no se puede resistir a mi torso desnudo y por eso me mato en el gimnasio, quiero mantener su interés también.

Lo busco en el dormitorio principal y no lo encuentro por ninguna parte, miro hacia la puerta y veo una nota amarilla pegada en ella, la retiro con cuidado y leo el mensaje que me ha dejado mi marido con su pulcra letra de abogado:

"¿El sexo es sucio? Solo cuando se hace bien"

Woody Allen

Sigue el camino de baldosas amarillas Dorothy.

Tu marido.

Una carcajada se escapa de mi garganta y salgo al pasillo. Por toda la pared hay notas amarillas con frases subidas de tono, que me llevan directo al cuarto rojo. En la puerta de entrada a la habitación, la última declaración de Saint, una que hace a mi corazón acelerar de cero a cien en un segundo:

"Esto es todo lo que soy, la mejor versión de mí que te puedo dar. Quiero entregarme por completo a ti, aunque eso signifique que solo pueda regresar hecho pedazos"

Abre la puerta Zee Pruk.

Con mis manos temblorosas intento girar el picaporte de la puerta, y cuando lo consigo lo que me espera tras ella es algo que no había deseado ni en mis sueños más húmedos.

Saint está en el centro de la habitación, su cuerpo semidesnudo con un arnés de cuero y unos pequeños boxes negros. Pero lo más impactante de todo no es eso, sino el collar que lleva alrededor de su cuello, de cuero negro con incrustaciones de plata. El contraste con su piel es lo más hermoso que he visto jamás.

Hace unas semanas hablé con Mew acerca de algunas prácticas que Saint y yo estábamos incluyendo en nuestra vida sexual. Él fue quién me habló del collar. Un collar de sumiso no es un juego, es algo serio con muchas connotaciones.

Para el sumiso significa que se entrega sin condiciones a su dominante, su amor, su corazón y su total confianza es entregada por completo. El dominante se compromete a cuidar, proteger y amar al ser que le regala su confianza, sin abusar nunca de ella. El collar envuelve el cuerpo y el alma de las dos partes, sumiso y dominante.

Cuando hablé con Saint de ese tema noté que era un gran paso para él. Me ama, eso no lo dudo, pero la entrega total que significa ese collar es algo para lo que no estaba preparado.

O por lo menos no lo estaba en ese momento porque ahora me espera de rodillas con mi collar en su hermoso cuello y su corazón en sus manos, entregándome cada átomo de su ser.

Me falta el aire, de repente la responsabilidad que este acto conlleva me apabulla un poco. Si acepto esta entrega no puedo fallar, debo cuidar del fabuloso regalo que me está haciendo.

Respiro suavemente y me dirijo hasta mi marido, paso mis dedos por el suave cuero del collar, gozando con su tacto.

-Saint mi ángel, eres el ser más hermoso que he visto jamás. No creía que podría decir que hay algo más sexy y atrayente que tú sin ropa, pero tú con ese collar es algo fuera de este mundo - le digo con mi voz ronca por la emoción.

-Me alegro que te guste mi regalo, y que quieras aceptarlo - me dice en un susurro.

-Ningún ser humano con sangre en las venas rechazaría semejante regalo, pero de todos ellos solo yo tengo la suerte de tenerlo, y eso me hace inmensamente feliz, gracias por elegirme Saint, te prometo que no te arrepentirás nunca - le contesto.

Después todo pasa como en un borrón de pasión, saliva y sexo. Quiero verlo solo vistiendo ese collar, de rodillas con su culo expuesto para mí, para azotarlo, lubricarlo y follarlo. Pero antes de llegar ahí quiero llevar a Saint a un estado de total abandono y placer.

Lo desvisto sin dejar de mirar sus hermosos ojos castaños, beso su cuello, sus clavículas y su precioso ombligo. Su pequeño bóxer apenas puede contener su furiosa erección. Eso me calienta hasta el infinito, me excita sobremanera que su cuerpo reaccione a mis caricias con tanto ardor.

Le quito la ropa interior y me dedico a observarlo. Su piel blanca como la porcelana, en contraste con el collar negro que se ciñe a su cuello de una manera que hace a mi cabeza volar. Su polla goteante entre sus muslos fuertes y definidos es demasiado para permanecer solo mirando. Me arrodillo a sus pies, donde estoy todo el tiempo, Saint es un hombre al que hay que adorar de todas las maneras posibles, ha nacido para eso.

Rodeo su polla con mis labios y chupo todo el camino hasta la raíz. Sus gemidos de placer me llenan de una felicidad extrema, no me puedo creer la suerte que tengo. Cuando sus caderas adquieren un ritmo frenético dentro y fuera de mi boca arrastro mi mano hasta su entrada y juego con mis dedos sobre ella, meto un poco el dedo y antes de poder reaccionar Saint grita mi nombre y se corre de manera sorprendente dentro de mi boca que lo espera ansiosa.

Me levanto para poder mirarlo a los ojos, que están vidriosos con la neblina del reciente orgasmo. No le doy tiempo a que se recupere, lo tiendo de espaldas en el potro que hay cerca de la cama. Su culo abierto para mí, la parte trasera de sus muslos se flexionan dándome la vista más excitante de este planeta.

-Eres perfecto mi ángel, lo más hermoso de este mundo - me atraganto con mis palabras, no puedo perder el control, todavía no.

Intento recomponerme, acaricio su terso trasero y sin mediar palabra mi mano lo azota sin piedad. El gruñido que sale de mi marido es una mezcla entre una maldición y una plegaria. Me enciende de maneras que jamás pensé posibles, he descubierto una faceta en mí que nunca me atreví a explorar. No necesito este cuarto de juegos para sentirme completo con Saint, pero he de admitir que es algo que nos apasiona a los dos y que queremos explotar al máximo.

Después de tres azotes el trasero de Saint tiene un bonito color rojo. Es momento de pasar a la acción, Saint está en ese espacio donde el dolor se convierte en un placer exquisito, puedo verlo por la expresión de su cara, por su respiración agitada y su mirada un poco perdida.

-¿Estás conmigo Saint? - le pregunto, no quiero perderlo del todo.

-Sí, por favor, por favor - me pide.

-Por favor ¿qué? - le pregunto en un susurro.

-Por favor fóllame ya, necesito que me folles - gime sin parar.

-Ya llegamos a eso mi ángel, pero primero tengo que prepararte - le contesto lubricando mis dedos y estirando su piel con delicadeza.

-Más, no es suficiente Zee - me ruega.

Mi ángel quiere más y yo no soy nadie para negarle lo que desea, así que lubrico mi erección que está más que preparada y me deslizo dentro de su apretado culo.

Nunca me cansaré de la sensación sedosa, caliente y húmeda de hundirme dentro de mi marido. Su cuerpo me atrapa como un guante, tan apretado y suave que estoy a punto de perder la cordura.

Sigo con mis estocadas, mis caderas chocan contra su trasero fuertemente, mis dedos agarrando sus caderas dejando marcas rojas de pasión en él.

-Dios, un poco más, solo un poco más - gime para mí.

Agarro su collar para elevarlo un poco y que su espalda se apoye en mi pecho, necesito que estemos conectados en todos los lugares posibles.

-Este es el mejor regalo que me han hecho mi vida, lo cuidaré como el mayor tesoro del mundo, ahora córrete para mí - le susurro en su oído.

Y como un huracán el orgasmo nos arrasa por completo, dejando solo pedazos de cordura en nuestras mentes.

Cuando mi respiración se estabiliza y el cuerpo de Saint deja de temblar lo llevo hasta el dormitorio. Aseo su cuerpo y nos acostamos en la enorme cama blanca.

-Te amo Saint, ha sido tan especial mi ángel - le digo acariciando su pelo.

-Ahora no podemos ser más el uno del otro - me dice con una sonrisa plena en el rostro.

-Me encantan las notas amarillas, sobre todo la última - le digo.

-Tendré que darle las gracias por la idea a cierto profesor de literatura inglesa que conocemos - me explica con una risa pícara.

-Gracias mi vida, te juro que te cuidaré por siempre.

-Lo sé - me responde posando su mano en mi corazón.

A partir de aquí nada podrá con nuestro amor, juntos contra el mundo, siempre.

DIEZ AÑOS DESPUÉS

ZEE

-Por favor Saint acaba de prepararte y súbete al coche.

-Ya voy papá, no hace falta que grites.

-No te gritaría si obedecieras a la primera.

-No soy un bebé, puedo hacer las cosas por mí mismo.

-Eso no lo dudo, pero mientras vivas en mi casa, harás lo que te diga, pequeñajo.

-No soy un pequeñajo, tengo once años papá.

-Oh, once años, ya deberías independizarte entonces.

-Papiiiiiii, papá es un tirano total.

-Creo que tirano es una palabra muy fuerte, dejémoslo en mandón - me dice mi marido besando mis labios suavemente.

-Por favor, tío Saint, que vas a traumatizar al niño y de paso a mí - le dice Gun entrando por la puerta.

-Que mojigatos me han salido - les suelto a los dos.

-Mi padre me ha dicho que recogiera la tarta de cumpleaños de la abuela y la lleve sana y salva hasta su casa - me informa.

-Gun, por favor ¿puedo ir contigo? Mi padre es un dictador aburrido que me obligará a escuchar música de Metallica todo el camino - le pide el traidor de mi hijo.

-Oye mocoso, Metallica es el mejor grupo de la historia - le contesto.

-Está bien, Off está en el coche, sube atrás y átate el cinturón ahora voy yo - le dice mi sobrino.

-Gracias primo, eres el mejor - le dice saliendo disparado sin mirar atrás.

-Tenemos un hijo un poco rebelde - le digo a Saint que está cogiendo el regalo para mi madre. Es su cumpleaños y vamos a celebrarlo por todo lo alto.

-Se rebela contra la figura de autoridad, es normal a su edad, pero él te adora, como yo - me dice abrazándome por la espalda.

-Y yo a vosotros, son lo más especial de mi vida - le contesto.

Salimos en el coche de Saint hacia casa de mis padres, el trayecto es largo pero adoro pasar este tiempo con mi marido, hablando de todo un poco, es reconfortante.

Nos desviamos en cierto momento porque no puedo apartar las manos y la boca de él, y para evitar tener un accidente Saint estaciona en un camino apartado de las rutas habituales y acabo follándolo en el asiento trasero de su Mustang. Nunca me cansaré de esto, mi marido es adictivo.

Llegamos los últimos con la cara sonrojada y un poco despeinados. Earth nos mira con una sonrisa cómplice en su cara, Kao niega con la cabeza, mi hijo se tapa los ojos y nos grita que somos unos pervertidos antes de salir corriendo a jugar videojuegos con Off.

-En serio hermanito, no puedes mantener tus manos lejos de Saint ni en el cumpleaños de tu madre - se burla Gulf que sale de la cocina con la ensalada de langostinos de mi padre, mi preferida.

-Como si fueras un santo hermanito, no me tires de la lengua - le digo guiñándole un ojo.

-Bueno que haya paz, todos a la mesa, ahora - ordena mi madre y todos nos ponemos rígidos y obedecemos de inmediato.

Esta es mi vida ahora, llena de gente especial, mi familia, mi preciosa y generosa familia. Nunca podré agradecer suficientemente a la vida el haber cruzado a Saint en mi camino, gracias a él puedo decir que tengo algo por lo que luchar, un legado que crear y que proteger. Ellos son mi felicidad, mi razón de ser, mi elección final.

FIN

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top