SAINT

No he podido dormir mucho estos días, estoy trabajando 9 horas diarias y estoy colaborando en el caso de Zee. Nim ha cogido ella misma el caso, no sé cómo se lo pagaré pero aunque tenga que invertir todo lo que tengo no consentiré que castiguen a Zee por salvarme.

Le he dado muchas vueltas a todo esto y hay algo muy extraño en este caso que no me deja dormir bien. Lhong tiene que estar muy seguro de poder probar que Zee se excedió con su fuerza al apartarlo de mí. Lhong no deja nada al azar, si no hubiese sido por la pulsera que escondí en el coche Zee jamás me hubiese encontrado a tiempo. Debe tener un as bajo la manga y yo debo saber cuál es.

Sé que Zee se enfadará muchísimo cuando se entere pero he pedido cita para visitar a Lhong en la cárcel, espero que acepte verme.

Estoy en el despacho que Zee tiene en casa y que de momento me ha prestado hasta que termine el mío, que estamos preparando al lado del garaje delantero, cuando suena mi móvil.

-¿Saint Suppapong?- pregunta una voz femenina al otro lado de la línea.

-Sí, soy yo- respondo.

-Le llamo de la penitenciaría estatal, es referente a su solicitud de visita al preso Lhong Kaewcharoen, el reo ha aceptado verlo. Podrá visitarlo mañana de 10 a 13 horas.

-De acuerdo, muchas gracias señorita, buenos días- le respondo

-Buenos días a usted también- me dice colgando el teléfono.

Tengo que mantener la mente fría, necesito saber que trama, la libertad de Zee depende de ello.

De momento esta noche quiero recoger a Zee e invitarlo a cenar algo, necesitamos despejarnos un poco y lo echo mucho de menos.

Con esta idea en mente termino algunas tareas del bufete que tenía pendiente y voy a darme una ducha y a cambiarme de ropa.

A las 21.00 h. estoy en la puerta de Kan Security en mi precioso Mustang rojo regalo de mi familia, me encanta como ruge el motor y sus asientos de cuero son increíbles. Creo que me dejaré follar por mi novio en el asiento trasero, así tendré un buen recuerdo cuando conduzca mi coche.

Salgo del coche y me siento en el capó a esperar a mi precioso novio, que no se hace esperar y aparece moreno, guapo y tremendamente sexy por la puerta de la oficina.

Cuando me ve se le enciende la mirada y corre a darme un abrazo, me encanta su efusividad.

-¿Qué haces aquí?, no te esperaba- me pregunta con una sonrisa

-Echo de menos a mi novio y quiero cenar con él, ¿tienes tiempo?- le respondo

-Por supuesto para mi ángel siempre tengo tiempo- me dice y se sube al coche de un salto.

Rodamos unos cuantos kilómetros y cojo la autopista, quiero llevarlo a un pequeño restaurante de marisco que nos encanta a los dos. Zee pone algo de música en el reproductor y en un segundo Highway to Hell de AC/DC resuena por los altavoces a todo volumen. Su cara es de felicidad y empieza a mover la cabeza de delante a atrás, su precioso pelo negro se mueve alocado, es hermoso.

Le sigo el juego y los dos cantamos a pleno pulmón, lo hacemos de pena pero es tan divertido que cuando la canción acaba estamos riendo sin parar.

-Gracias mi ángel, necesitaba esto- me dice poniendo su mano en mi muslo, demasiado cerca de mi entrepierna.

-Cariño estoy conduciendo, no me distraigas- le advierto.

-Estaba pensando que este coche tiene unos asientos muy cómodos, debería follarte detrás para que te acuerdes de mí cada vez que conduzcas tu coche- me dice el muy descarado.

Yo me río con ganas escuchándole decir eso, no es posible que sepa lo que deseo en cada momento.

-¿Cuál es el chiste?- me pregunta divertido.

-Parece que me lees el pensamiento, he pensado eso mismo esta noche cuando fui a recogerte, me está dando miedo tu telepatía la verdad- le contesto.

Salgo de la autopista cogiendo una carretera secundaria que nos lleva directamente a nuestro restaurante favorito, aparco y entramos cogidos de la mano.

La cena está buenísima, Zee y yo nos relajamos un poco hablando de cosas triviales y riéndonos un poco de la relación de Gulf con Mew. Sus padres ya se han enterado de que clase de empresa lleva Mew y se ha creado un pequeño drama. Han exigido hablar con Mew para que les cuente con pelos y señales como funciona lo de su empresa y si es totalmente legal.

Me hubiese gustado estar en ese momento, ver a Mew intentando explicarles todo sin mencionar detalles vergonzosos. Zee y yo nos reímos con ganas de todo eso.

Volvemos a casa en mi pequeño bólido y Zee se empeña en conducir y yo se lo permito, la verdad no tengo ganas de ponerme al volante ahora mismo.

En un momento dado Zee se desvía por una vía secundaria que se convierte en un camino lleno de baches. Mi pobre coche nuevo, no me lo puedo creer.

-Zee ¿dónde me llevas?- le pregunto un poco molesto por lo que le está haciendo a mi precioso niño.

-Ya casi estamos, relájate tu coche no sufrirá daños- me dice tan tranquilo.

De repente para el coche y apaga las luces. Estamos en la cima de una pequeña colina con la vista más impresionante que he visto nunca. Se divisa toda la ciudad con sus luces resplandeciendo, es hermoso.

-Como ya te dije este coche no se ha estrenado en condiciones todavía y eso hay que remediarlo ahora mismo- me dice mientras me quita la camisa.

Se quita la suya también junto con los pantalones y se pasa al asiento trasero. Yo me desnudo por completo y lo sigo a la parte trasera.

Me siento a horcajadas sobre él y lo beso salvajemente, joder hace tiempo que no hacemos el amor y eso no se puede consentir.

Juego con su lengua y él no deja de tocarme, mete dos dedos en mi boca y después van directo a mi trasero. Tiene prisa y yo no lo voy a detener dejo que me penetre con sus dedos, es maravilloso.

-Saint, te necesito mucho, joder te he echado tanto de menos, pero te veías tan cansado que no he querido molestarte.

-Zee nunca estaré lo suficientemente cansado para rechazarte, así que no lo vuelvas a hacer más, solo hazme el amor siempre, por favor- le pido.

Él se ríe con ganas y mete su poderosa polla en mí y yo me derrito por momentos. Elevo mis caderas para que él tenga más espacio para taladrarme con fuerza. Voy a morir de placer eso es un hecho, quiero más, lo quiero todo.

-Más fuerte, ahora- le exigo mientras le muerdo el hombro que tengo más cerca de mi boca.

Zee pega un respingo, me sujeta por la cintura y me empala fuertemente una y otra vez, así quiero estar siempre.

Estoy al límite así que cojo mi erección y la muevo rápidamente, Zee aparta mi mano y me acaricia al ritmo de sus estocadas, esto es el cielo. En segundos me estoy corriendo en su mano mientras le muerdo el cuello. Esto hace que mi amor aumente el ritmo y se corra en mi interior con un fuerte gemido.

Queda inaugurado oficialmente mi coche nuevo.

ZEE

Anoche inauguramos oficialmente el coche de Saint, fue maravilloso, lo echaba tanto de menos que me dolía, pero estos últimos días ha estado trabajando tanto en la defensa para el juicio contra mí que no quería incomodar su sueño.

Yo me he dedicado a trabajar normalmente, tengo que tener la mente ocupada para no pensar de más. No quiero que Saint se culpe por nada, ese mierda de Lhong nos va a hacer la vida imposible hasta que lo metamos entre rejas una buena temporada.

Confío en Saint y sé que Nim es la mejor abogada para mi caso, pero han citado a todos mis compañeros y a Kao como testigos y además sé que ha investigado mi vida al detalle. Lhong trama algo, lo sé pero no consigo saber que es.

Kao me ha aconsejado que confíe en Saint y en mi abogada, ellos se encargarán de todo y yo decido hacerlo, no tengo idea de leyes, ni de juicios, así que será mejor que le deje a los profesionales trabajar.

He de admitir que estoy asustado, no quiero dejar aSaint solo y que se culpe por todo si al final me declaran culpable, ese pensamiento es el que me impide conciliar el sueño.