Capítulo 3 - SIN EDITAR

Jericho ya se había acostumbrado a que cada mañana, Ban estuviera a los alrededores de su hogar, apesar de que este comportamiento solo llevaba una semana en el chico.

-Está ves llegaste tarde, chico ¿no deberías estar en la universidad? -Ban soltó una burla baja.

-¿olvidaste que estudió de tarde?.

-¿A si? Pero eso no significa que puedas estar aquí todas las mañanas. Así que, ¿porque estás por aquí? -Jericho mencionó mientras caminaba junto a Ban y limpiaba los corrales, después seguiría el establo. Aguantó la risa y tapó su boca antes de decir lo siguiente.- ¿acaso me estas acosando? Serias mi primer acosador.

Ban le miró con un tono de burla y curiosidad, al ver la sonrisa sacarrona de la chica, negó revolviendo los mechones de la mujer levemente.
Ella con una risa apartó su mano y comenzó a ordenar su cabello mientras le dejaba la escoba.

Hablaron mientras limpiaban, jugando un poco en los quehaceres hasta que tempestad los interrumpió y trató de matar a Ban.
Jericho sólo calmó al semental mientras reía al ver a Ban "defendiéndose" con una cubeta y una escoba. Y Ban... Formó una sonrisa ladina al ver a jericho reír gracias a él y tempestad, quien le miraba incrédulo.

Luego siguieron terminando los quehaceres, en los cuales jericho afirmó que jamás se había divertido tanto una mañana.

Compartir tu día a día era bastabte agradable, o al menos con solo ese chico.... Ahora tenía curiosidad. Por lo cual dejo de cepillar a uno de sus caballos y miró al lejano ban detrás de las vallas para no asustar a los equinos.

-Oye, Ban... ¿Que estudias? Yo quiero ser fotógrafa o algo parecido.

El joven dejo de perseguir a los pájaros sobre los árboles con la mirada y le sonrió de forma algo nerviosa. La chia volvió la vista al caballo haciendo lo que debía mientras esperaba una respuesta, que salió de forma dudosa.

-Bueno... Lo principal que estudio es jardinería..., aunque me gustaría también estudiar un poco de leyes e industrias... Quizás cuando tenga dinero.

-Ya veo, ¿Jardinería? ¿Entonces eres bueno con las plantas? ¿Alguna que no sea muy frecuente de ver por aquí? -Le miró con una sonrisa esperando escuchar el nombre de alguna flor rara, ban puso una cara pensativa, casi una mueca.

-hmm... Creo que se llamaba... Orquidea vanda. Es casi imposible encontrar una en el pueblo.

-¡Tienes razón! ¡Jamás a visto a alguien con alguna de esas! Solo las he visto por Internet... -Mencionó sorprendida antes de deprimirse, pero al instante se recuperó con una sonrisa nostálgica- y una cuando era niña, sin embargo ya estaba casi muerta...

-.... Cuando sea un experto y me pidan trabajos fuera, te traeré una de esas. -Ban no supo si fue por verla triste, pero al decir esas palabras sintió en algo en su pecho se movió, y más al verla sonreír al escuchar eso.

-¿Enserio? ¡Gracias! Entonces yo estaré practicando para hacerte la mejor tarta de calabaza que hayas probado. -Ban puso una sonrisa sincera mientras asentía para luego bromear con la chica.

El tiempo pasó así, a medida de estupideces y juguetos, y la tarde llegó.

Si algo conocía jericho, eran los alrededores de la escuela de equitacion, pues había estando recorriendo estos desde los 7 años con tempestad y aveces con su padre o tío.

Conocía el pequeño bosque a su alrededor, el valle más cercano, algunos ríos y llanuras cercanas, donde los caballos solían cabalgar de ves en cuando, y ellos solían traer sus machos en busca de hembras y viceversa.
Ella conocía todos los alrededores como la palma de su mano junto a su hermoso caballo, y habían visto todos los animales que vivían por allí, llegando incluso a fotografiarlos y sumarlos a su colección llamada:

"Hogar".

Mientras otras personas usaban su tiempo libre para hacer tareas y leer, ella se la pasaba explorando con su caballo, tomando fotos para su carrera y para su álbum.

En este último escribía todo lo que hacía desde los 6 años, todo lo que escribía, todo lo que sentía todo lo nuevo que experimentaba y a los lugares que visitaba. Como si fuese una especie de aventurera....

Ella no se preocupaba mucho por sus clases, pues solo las tenía los miércoles, sábados y lunes por la mañana. No tenía tiempo ni dinero para asistir a clases toda la semana, así que tuvo que elegir ese horario para poder mantener la escuela de equitacion abierta los martes, jueves y domingos.

Algunos dirían que es mucho que hacer para un alma tan joven, sola y con demasiado estrés.

Sin embargo ella había sabido sobrellevarlo. Había aprendido a ser como su tío una ves le dijo....

"-Jericho, escucha nena. Debes ser como el río-Mencionó un hombre de cabellos blancos, pero no por la vejez, al igual que ella, tenía el cabello blanco nieve de forma natural. Él tomaba sus manos de forma delicada, sentados en el pasto frente a un pequeño riachuelo.

-¿Como el río?... -La pequeña de 6 años le miró confusa, apresiando los bonitos ojos azules que poseía su tío.

-Exacto nena, como el río o más bien como el agua. Ella siempre consigue avanzar aunque la tapes, la embaces o sequen... Ella al final volverá a ser agua y fluirá de forma imparable. ¿Trata de ser como el agua, si? Para que no me tenga que preocupar por si alguien te vence. -Río el hombre acariciando la mejilla de la pequeña, quien empezó a reír alegando que su tío decía cosas raras."

-Sin embargo, eso no es lo único que hace el agua, tío -Jericho río tomando fotos cerca de una bella Cascada, el agua que caía de esta bañaba a tempestad tanto como a jericho, pero eso no les importaba.

Jericho estaba más concentrada en poder tomarle unas fotos a las flores que crecían alredor de esta... La flores amarillas y blancas deslumbraban en el lente de jericho con cada gota de agua el brillante sol que les tocaba.

Tan hermosas... Sin embargo, toda la concentración de la fémina se fue al escuchar un horrible chirrido frente a ella y ver que era el zorro que se había quedado en su casa, cazando un conejo que aún se retorcía bajo su hocico.

-Oh cielos, oh cielos -susurró ocn temor y asco alejando un poco a tempestad, quien estaba alerta y a nada de atacar con sus pezuñas al anaranjado canino.

Jericho sabía exactamente que ese era el mismo zorro que se había quedado en su casa ¿porque? Aquel animal tenía los mismo ojos que el de su visitante esa tormenta... Los mismos ojos miel pura brillantes y cazadores, pero al mismo tiempo amables en su persona...

Quizás era una coincidencia, pero esa idea se fue de su cabeza al ver al zorro victorioso que al notar su presencia se acercó con todo y animal muerto en la boca.

-¡Whaaa! ¡No te acerques! -El grito asustado que dio jericho al ver al animal con el hocico lleno de sangre, asusto a tempestad, quien bufo en amenaza.

Y asusto también al zorro que retrocedió con su cabello erizado.

Santo cielo, ¿que le pasa a esa humana? O algo así expresaba la mirada confusa del zorro. Este soltó el conejo no muy lejos de él y trató avanzar hacia la chica, quien tembló detrás de su corcel.

Ahora si más que curioso, parecido algo molesto resignado.

Tomó el conejo y comenzó a caminar lejos de ella hasta que él agua le sirvió como reflejo... Notando así que su boca estaba roja y chorreante de sangre de su presa, detuvo su caminar. Volvió a mirar a jericho, quien curiosa se mantenía lejos mirando y reteniendo a tempestad.

La joven de cabellos blancos vio de forma extraña como el zorro dejaba a su presa bien escondida en el pasto, justo cerca de ellos, para luego ir a la Cascada y salir completamente mojando pero limpio.

Volviendo a acercarse a jericho, quien está ves con menos de temor y asco dejo que se le acercara.

Ambos se miraron por unos segundos viendo al parecer, la reacción del otro, hasta el pequeño canino se acercó a su pierna y se restregro en ella antes de mirarla a la cara.

Obviamente le mojo tanto la pata del jean que jericho sintió un poco de repelús, pero lo supo sopartar y con una sonrisa acarició la cabeza del pequeño zorro.

-Hola a ti también. ¿Vienes por aquí? Me doy cuenta que te atrape justo en tu almuerzo. -Con una sonrisa risueña, el zorro se acercó a su presa e hizo una "pose" triunfadora.

Pues era un conejo grande su caza. Jericho solo rió tomándole algunas fotos.

-Te ves muy bien aunque estés mojado ¿quieres verlas? -El animal se acercó como si pudiera entender, la "miró" unos segundos y después movió un poco la cola moviendo la cabeza gustoso.- ¿verdad que son buenas? Pareces un modelo, deberías llamarte: The Flirtatious Fox. ¿Que te parece?.

El Zorro hizo un sonido similar a una risa, por lo que ella tomándolo como un sí también río.

Y tempestad solo se mantenía como todo un gruñón en una esquina.

Aquella tarde de día libre, para jericho, sus amigos decidieron reunirse en su hogar, ya que amaban la vista y el pequeño quiosco donde comían.

Gowther ponía música en su pequeño pero funcional reproductor con muy buen sonido, meliodas y Elizabeth bailaban solo para pasar el rato, merlín terminaba su cuestionario mientras que escanor ayudaba con la comida y bebidas. Diane y kin tenían esa típica charla de novios mientras que jericho solo veía a Ban cocinar.

Ella sabía que van cocinaba pero no de forma tan experta, por lo cual le estaba pidiendo consejos mientras le veía cocinar la carne para sus hamburguesas.

Ban había insistido en cocinar y hacer todo por el mismo, incluso el pan. Así que mientras el pan salida del horno y se enfriaba, se encargaba de voltear las carnes. Escanor se encargaba de cortar el pan y empezar a hacer la mezcla de las hamburguesas.

Y jericho simplemente estaba tan fascinada que no podía dejar de verlos.

Siempre le pareció algo interesante y hasta atractivo los jóvenes que cocinan, y más aquellos que su cocina competía con su buen físico. Es más, quizás si escanor no estuviera ya en una relación con merlín, ella probablemente le hubiera propuesto salir.

Pues había que admitir que desde que el hombre piso la pubertad, era tan atractivo y envidiable que parecía de otra tierra.

Pero ni modo, había perdido su oportunidad con ese chico ¿que más se podía hacer?. Suspiró con algo de pesadez antes de mirar a su computadora y volver a ordenar su trabajo para la universidad, eso hasta que sintió algo en su oreja que le hizo alejarse y reír.

-¿Que estas haciendo?.

-Pues parecías molesta y te salieron 29 tipos de arrugas nuevas que jamás había visto -Burló el peliblanco con un diente de león en su mano, que había puesto sobre la oreja de jericho para darle cosquillas.

-Por favor, a nadie le salen tantas arrugas -La chica le sonrió viendo como el chico le ofrecía un plato con su porción de hamburguesa, papás y ensalada.

-¿Quieres apostar?.

-Wow, esto es igual o incluso mejor que el McDonald's -Dijo la joven tomando una foto a la deliciosa comida antes de probarla.

Y al igual que King y Elizabeth, soltó un "¡Que delicia!" después del primer bocado.
-Bien, es bueno saber que calentarse tanto valió la pena. ¿Todos tienen su porción, verdad?.

Con un leve sonrojó por la alegría de la deliciosa comida, jericho dirigió la mirada al peliblanco, quien se quitaba el delantal y la camisa, quedándose en tan solo su chaqueta por el calor.
Mostrando sus músculos bastante sudados y brillantes gracias a la luz del atardecer, tostado tan bien esa piel y cubriéndolo de un brillo color miel....

Jericho tomo un largo trago de agua fría para aliviar su fuerte sonrojo alegando que era por el calor de la tarde.

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