A donde quiero ir
Tenia solo seis años cuando lo note por primera vez.
Lo difícil que era mirarme al espejo.
Enfrentar el reflejo de lo que me había convertido.
Ver mi silueta cubierta por completo por la sangre de alguien más.
Ver mis propios ojos jade, devolverme la mirada, ver en mis propios ojos el vacío infinito de un alma destrozada, y poder notar el insistente latir de ese órgano vital, que obsoleto, es incapaz de sentir emoción alguna.
Un ser sin corazón.
Eso es en lo que me convertí.
Es irónico, a decir verdad.
Todo lo que he hecho hasta ahora, fue con el único motivo de poder sacarle una sonrisa a mi madre, de hacerla sentir orgullosa de mí, de hacerla sentir, sin importar cuan pequeño sea, solo, algo por mí.
Y como resultado, lo único que obtuve fue la inexistencia de mi propio sentir.
Al final.
Mi madre nunca me sonrió.
Pero a cambio, mi corazón dejo de sentir, hace mucho tiempo ya.
Deje de anhelar ser amado, deje de preocuparme por comprender si lo que estaba haciendo estaba mal o no, deje de preocuparme por saber de quien era la sangre que manchaba mis manos, dejo de importarme si realmente me encontraba presente en la realidad, o perdido en mi inconsciente, si aún estaba cuerdo, o ya había sucumbido ante la locura.
Dejo de preocuparme si me encontraba vivo, o ya estaba muerto.
Solo era el arma de destrucción masiva que madre tanto quería.
Lo que me devolvía la mirada en ese espejo, a pesar de solo tener seis años, ya no era un niño.
A veces, incluso dudo que sea humano.
Cuando me di cuenta de la línea recta, esa mueca permanente de mis labios que parecía nunca abandonar mi rostro inexpresivo, cuando conté las cicatrices que adornaban mi piel, cuando note que mis ojos estaban tan vacíos, que era imposible ver la probabilidad de la existencia de un alma en mi cuerpo.
Quizás, realmente ya no poseía una.
Tal vez, ya solo quedaba de mí, tan solo un caparazón vacío.
Quizás, la salvación ya no sea una opción, para este roto ser en el que me he convertido.
Es agotador.
Agonizante, torturador, repugnante, aplastante.
No se si puedas entenderme, poder entender este sentimiento.
Ese que surge al mirarte al espejo.
Mirarte al espejo y que nada te guste, del ser en el que te has convertido.
Mirarte al espejo y no encontrar ni un vestigio del que alguna vez fuiste.
De ese niño inocente, que solo buscaba hacer sonreír a su mamá.
Del que solo quería un abrazo, una caricia en el pelo, y un "Lo hiciste bien".
Mirarte al espejo y no encontrar ni rastros de esperanza, de verte derrotado, de ver que has aceptado el monstruo en el que te has convertido, el destino que alguien más escribió para ti, comprender, que no te vez capaz de enfrentarte a ello, de ver, de saber que no tienes la fuerza para cambiar lo que aborreces de ti mismo.
Mirar en el espejo y no ver nada de ti.
No poder verte a ti, en esa imagen que te devuelve la mirada.
La mirada de un extraño, que ya no eres capaz de reconocer.
Y a cambio, solo poder ver a alguien que esta cayendo, cada vez más abajo, y más y más.
Ver a alguien, que solo sabe caer.
Pararte a pensar sobre ti y solo poder derramar lágrimas de frustración e ira.
Porque no te gustas.
Porque no eres como quisieras ser.
Porque eres tú.
Y no eres el tú, que alguna vez quisiste ser, ni siquiera el que quieres ser ahora, y el camino que estas obligado a seguir, definitivamente no te llevara a donde esta el tú que algún día quieres lograr ser.
Me pregunto si realmente eres capaz de entender.
El saber, que lo único alentador que puedes decirte a ti mismo, es que pongas un pie delante del otro, y quizás, un día llegues allí.
Porque decirte cosas como, "¡Hey! tu puede" o "¡Puedes hacerlo mejor!", ya no funcionan.
A veces me pregunto si soy ingenuo o un tonto.
Me pregunto.
¿Querer ser alguien diferente esta mal?.
¿Porque no puedo ser alguien especial para mamá?.
¿Que es lo que hace especial a alguien?.
¿Realmente debe haber un motivo?.
¿Cual es ese motivo?.
No puedo entender, porque no puedo ser amado.
Y eso duele.
Con el paso del tiempo, he decidido que todo es mejor si solo uso una mascara.
Una mascara que pueda ser usada ante el mundo, una que solo muestre lo que otros esperan ver de mí, lo que el mundo quiere de mí, lo que madre quiere de mí.
La mascara del niño arrogante, orgulloso, indomable, ese ser sin corazón o emoción, el que solo sabe ser un asesino, la mascara del príncipe, del heredero Al Gul.
Una mascara que incluso pueda usar ante el espejo, y poder fingir que no me importa ser herido, una y otra vez, una que no me permita ver, la verdadera imagen de mí que se refleja en el cristal.
Una que me permita perderme y olvidarme de mi verdadera esencia.
Y también, he descubierto a través del tiempo, que la noche es mi mejor aliada, que es en la noche el mejor momento para intentar descubrir mi verdadero pensar, para vagar por mi mente y re descubrirme a mi mismo.
Usar esas largas noches de insomnios, donde el recuerdo de lo que e hecho en el día me tortura y me persigue y no me permite conciliar el sueño, para permitirme a mi mismos cuestionarme mis propias decisiones, de descubrir mi propio pensar, de oír mi propia voz, y los gritos agónicos, que muchas veces, prefiero encerrar en lo más profundo de mi ser.
Acallarlos, ignorarlos, fingir que no soy consciente de mi propia miseria, de mi dolor, de las heridas abiertas en mi alma y mi corazón sangrante.
Fingir que no me doy cuenta, del monstruo que soy.
De permitirme con libertad soltar lágrima tras lágrima, y solo dejarles rodar.
Porque la silenciosa noche ofrece su consuelo y su silencio eterno, porque podrás confiar en ella, hasta que vuelva a salir el sol, en que escuchara en silencio tu lamento, y lo mantendrá en secreto, perdido en los confines del nunca jamás.
En mis peores noches, siento que cada vez que el viento azota mi ventana con fuerza, que me esta gritando, que es a mi a quien esta regañando tan iracundo, que me aborrece por ser como soy, por ser tan patético, por ser un cobarde.
Tanto o más que yo.
Porque me pase toda mi vida tratando de ser lo que alguien más deseaba que fuera, y me olvide de buscar mi propia libertad.
Pase tanto tiempo tratando de ser lo que mamá quería de mí, que no me di cuenta que estaba perdiendo mi yo de verdad.
Buscando aceptación de alguien más, con tanta desesperación, que me olvide de vivir mi propia vida, ignorando cual era mi realidad, me olvide de disfrutar mis pequeños escapes y de quererme un poquito más.
Pase toda mi vida persiguiendo el momento perfecto para demostrarle a mi madre cuanto valía, que era merecedora de su amor, y no fui capaz de ver el simple hecho de que cada momento en esta vida es perfecto, por el mero hecho de estar ahí, lo es por el hecho de estar vivo y poder respirar, porque a veces se nos olvida que la vida se va en un suspiro, gaste tanto tiempo planeando un futuro donde madre se sintiera orgullosa de mí, que olvide vivir el hoy, y cuando me di cuenta, mi vida se había desviado por completo de lo que alguna vez quise, tomo un desvío tan grande, que esos planes y promesas ya son inutilizables, ya no son la mejor opción, no en el mundo en el que vivo hoy.
Y me pregunto a vece, si el momento de ahora es un momento feliz o que mañana siquiera recordaré, o si es solo uno más de esos momentos que mañana me habré de arrepentir de haber malgastado, de a verle desperdiciado de tal manera.
Pero de algo estoy seguro.
No quiero quedarme donde estoy.
No quiero seguir viviendo esta clase de vida.
No pertenezco al ideal de mundo que mamá quiere para mí.
Y no tengo idea de a donde me llevaran mis pasos de ahora en adelante, pero estoy seguro de que será muy lejos de aquí.
Y sé, que no será a donde yo quiero ir, eso se convirtió en algo imposible hace mucho tiempo atrás, incluso, a veces pienso, que desde un principio jamás fue posible llegar allí.
Pero, sé que si pongo un pie delante del otro, viviendo un día a la vez, incluso si es tan solo un respirar, cambiando incluso una pequeña cosa cada día, llegare a un lugar mejor, estaré un poco más cerca, de ser el yo, que quiero ser.
Y sé que me llevara demasiado tiempo, incluso puede que nunca llegue al lugar deseado.
Pero si continuo avanzando, si sigo dando un paso tras otros, si sigo respirando, esperando el mañana, sé que llegare a algún lugar en este mundo, uno muy lejos de esta prisión, que hoy es el único sitio al que puedo decir que pertenezco, al que puedo llamar hogar.
Sé que será difícil, que será un largo recorrido, por un sendero cuesta arriba.
Pero sé que puedo lograrlo, llegar hasta el final.
No me voy a rendir, sé que en este mundo hay un lugar mejor para mí que la Liga de las Sombras.
Y yo voy a llegar a él.
Puedo hacerlo.
.
.
.
Dedicado para Alex-18- y soloquerialeer gracias por todo su apoyo, gracias por su parecencia en la mayoría de mis historias, saber que les gusta lo que escribo realmente me hace sentir orgullosa de mi trabajo, y hace que todo el tiempo que dedico a cada una de mis historias valga la pena.
También para celebrar que en nuestro grupo, Damian Wayne Prettybird, ya somos 490!!! ❤❤❤.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top