GUERRERO MÁXIMO
- Cambie el registro de desembarco -informó Maya por el Link- creerán que desembarcaste en Agius, los Reinhart tardaran un poco en darse cuenta del supuesto error
- Gracias por el gesto Maya -suspiré aliviado- hubiera sido terrible que me siguieran hasta acá
- Es nuestro trabajo ahorrártelos a ti -sonrió la canina- también envié la información al Conclave, y extendí la solicitud de visita a Auno a los Comandantes como pediste, algo extraño paso -su rostro mostró confusión- no se negaron inmediatamente como sospechábamos, al contrario, dijeron que hablarían en privado contigo el asunto, que cuando pudieras los llamaras
- «Eso es extraño, me era más esperable que se negaran al momento»
Converse un poco más con Maya mientras el carruaje avanzaba por las tranquilas calles de Barig, una ciudad un poco alejada de Agius y que pareciera estar dentro de un bosque eterno. La razón era simple, la familia Dankworth se encontraba aquí en una casa segura, Zuzen les pidió reunirse a petición mía por un asunto importante a tratar.
Me despedí de Maya como siempre agradeciendo sus gestión, Jarya estaba más ocupado con el contenido del cesto entre sus piernas, apenas llegamos fuimos a comprarle cosas al cachorro para que estuviese más cómodo. Afortunadamente tenia conocimientos básicos adquiridos en el orfanato o si no hubiésemos tenido muchos problemas con el cambio de pañales, el pequeño carnívoro era una máquina de excremento.
El carruaje se detuvo ante una sencilla casa, muy similar a la casa privada de Zuzen a las afueras de Agius, bajamos del vehículo canasto con el cachorro seguro en las manos de Jarya. Pague al chofer y nos acercamos a la entrada principal a tocar la puerta, unos segundos después nos abrió Kaira muy emocionada, literalmente le arranco el canasto a Jarya de las manos y corrió al interior.
- Parece que le da gusto vernos -murmuró Jarya-
- Siquiera nos saludó, solo te arranco el cachorro -le miré con ceja alzada-
- Por eso mismo lo digo
Nos adentramos al cálido hogar cerrando la puerta atrás, Kaira estaba en una mesa del salón haciéndole cariño al cachorro que reía ante sus gracias. Al minuto bajo Zuzen a paso veloz por las escaleras del fondo tan rápido como su vestido beige le permitía, literalmente paso de largo hacia el canasto para unirse a Kaira.
- «Empiezo a sentir celos...»
- Yo también -dijimos mi hermano y yo al mismo tiempo-
Nos fuimos a sentar a un sofá porque aparentemente esto iría para largo rato, no nos equivocamos, estuvieron media hora completa jugando con la pequeña criatura como si nunca hubiesen visto una. En un punto Zuzen la dejo con Kaira y se acercó a nosotros dándonos un abrazo a modo de disculpa, dijo que su modo abuela primeriza se había activado con mucha fuerza al saber que había llegado la criatura.
- ¿Mis padres y mi tío ya están aquí? -pregunto Jarya-
- Deberían llegar en cualquier momento, sabes que siempre me adelanto, tu sabes, revisar y limpiar la casa, no quiero oídos u ojos indiscretos -alzo los hombros- Kaira, cariño, llévalo al salón pequeño y quédate con el hasta que te avise ¿Si?
- Claro abuela -tomo el canasto- ven, te enseñare algunos de mis artículos de trabajo
- ¿Abuela? -la miré nervioso-
- Tranquilo, le encantan los cachorros, no le acercara nada cortante o punzante -se rió-
- ¿Qué tal les fue con el interrogatorio? -cambió el tema mi hermano-
- Mejor de lo que esperaba, los felicito por la extracción, en especial a ti cariño
Mi abuela atrapo a Wissen en un abrazo y comenzó a darle pellizcos haciéndolo reír, después de un rato lo soltó para continuar hablando.
- La información que le sacamos verifica y complementa la que ya teníamos, estamos listos para la purga del Clan -su rostro se puso serio- se llevara a cabo en dos semanas, en esta ubicare a mis efectivos de confianza, en la próxima hare el anuncio de que por fin me retirare y dejare a un sucesor -miró a Jarya- obviamente serás tú, aunque ellos no lo saben, hare correr una desinformación de que será uno de ellos, eso combinado con la llegada del cachorro debería atraer a la mayoría a la reunión -me miró- ¿Como van con la fórmula que me mencionaron por cierto?
- Va bien, faltan unos detalles no más, es difícil hacer pruebas sin un sujeto de prueba real
- «Básicamente debo hacer una simulación de un cerebro completo, es agotador» -se quejó Wis- «Pero ya está casi perfeccionada, en unos días mas te la enviamos, por si acaso la runa de Palabra Sagrada anula sus efectos en caso de ingerirla accidentalmente»
- Excelente -asintió Zuzen- está casi todo listo para el día -suspiró pesadamente, tantos años y ya casi llegamos al final
La conversación se vio interrumpida por el sonido de la puerta principal abriéndose, nuestros padres y tío entraron quitándose sus abrigos y colgándolos en un perchero, cuando Drar se dio cuenta de nuestra presencia no pudo evitar sonreír y avanzar hasta nosotros. Primero un abrazo a su sobrino, luego uno a mí de la misma forma, por ultimo pero no menos importante a su madre.
Jarya corrió rápidamente a donde sus padres se encontraban para abrazarlos a ambos, se quedaron así un buen rato, era lo normal pues llevaban un año entero sin verse, solo hablaban por Link. Pude ver como ambas panteras lamian un poco las mejillas y frente de mi hermano como con una necesidad primitiva de reforzar vínculos, mi hermano solo ronroneaba a gusto mientras reía.
Después de unos cinco minutos por fin se separan y Jarya volvió a mi lado, nuestros padres me miraron algo sorprendidos por verme allí, parece que Zuzen no le aviso de mi presencia. Apenas tuve toda su atención hice una suave reverencia hacia ellos.
- Mucho gusto volver a verlos -me erguí- lamento caer de imprevisto en su hogar
No recibí la respuesta que esperaba, Harima se me había literalmente abalanzado encima abrazándome, yo solo pude quedarme de piedra ante tal gesto. Mire a mi hermano y a mi abuela que me miraban igual de sorprendidos, pero intentaban disimularlo, después de unos segundos la hembra se separó de mi viéndome con una cálida sonrisa.
- No te pude ver en persona después de que me trataste -bajó la cabeza- nunca te pude agradecer lo que hicisteis por mí, no tengo como pagarte la oportunidad que me distes de seguir con mi familia
- No hay nada que pagar, yo lo hice gustosamente y lo volvería a hacerlo sin dudarlo señora Harima -le sonreí- quizás hay algo que podría hacer por mí, un pequeño favor, pero lo discutiremos más tarde -puse mi mano suavemente en su hombro haciendo que levantara la cabeza- si no le molesta, o a su familia me gustaría que se sentara, así le hago una revisión de rutina para verificar que todo esté bien ¿Le parece?
Alcé la mirada viendo a Parduc, a este tampoco lo veía desde la última vez que vi a Harima, curiosamente en su mirada conseguí esa misma extraña mezcla de sentimientos que vi en Drargha cuando nos encontramos en Zenica.
- ¿Puedo señor Parduc? -le pregunté con una suave sonrisa-
- S---Si -asintió con dificulta- adelante por favor, y solo dígame Parduc, con eso basta
- Entonces a mí solo dime Harima -me sonrió mi madre- eso de señor y señora es muy formal, estamos en familia
La hembra camino al sofá y se sentó, inmediatamente me arrodille ante ella activando mi visión, todo parecía estar funcionando correctamente, no quedaban secuelas de lo que había pasado.
- «La runa de Palabra Sagrada en ambos están en perfecto estado, ningún intento de envenenamiento, biométrica perfecta» -escribió Wis disimuladamente-
Tome la mano con cuidado de Harima y puse mi dedo indicie y medio en esta haciendo correr mi magia, se sentía algo extraño dentro de mi tener este tipo de trato con ella sabiendo que era mi madre pero no el caso contrario. Seguí haciendo mi revisión de rutina que me llevo unos buenos diez minutos, los cuales fueron usados por los demás para tomar asiento en los otros muebles y Zuzen abastecer la pequeña mesa con una merienda.
- Terminé -me puse de pie sonriéndole- estas en perfectas condiciones Harima, el riesgo de reincidencia es muy mínimo, aun así no es excusa para dejar de hacerse los chequeos rutinarios ¿Bien?
- Bien -asintió ella-
- Yo me encargo de eso -Parduc la miro sonriendo- si fuera por ella los dejaría pasar muy fácil, es algo olvidadiza pero así la quiero
Tome asiento entre el medio de las risas de los presentes, estos parecían ponerse al día con Jarya después de estar tanto tiempo sin verse, Drar nos sorprendió a todos abriendo la pantalla de un Link en la mesa con una grabación. En esta se apreciaba la grabación de nuestra lucha contra el Titán de principio a fin.
- Cuando mi contacto en el ejército me paso esto solo pude decir una cosa -Drar nos miró a los dos- ¡Esplendido!
- ¿¡Has estado peleando contra esas criaturas!? -Harima miró molesta a su hijo- ¡Me dijiste que estabas explorando ruinas!
- ¡Y no mentí lo juro! -negó nervioso- ¡Estábamos en unas cerca de allí cuando todo ocurrió y tuvimos que ayudar!
- ¡Eso no es ayudar! -señaló el video- ¡Literalmente te lanzaste con una guadaña desde un vehículo contra los Esbirros! -miró a Parduc molesta- ¡Dile algo!
- Me encanta la forma en que rebanaste a esos Esbirros hijo -asintió Parduc orgulloso y luego me miro- tú no te quedaste atrás, además de matar algunos en el camino dirigiste el sellado de esa Fractura, de verdad algo muy memorable -miró a Zuzen- no sabía que lo habías enviado con Argoitz a combatir Esbirros madre -la miró extrañado-
- No es exactamente eso lo que hacemos -reí un poco- si es cierto que combatimos Esbirros de cuando en cuando pero solo cuando se interponen en nuestro camino, tal como Jarya le dijo a su madre buscamos ruinas dragonianas, buscamos revelar los secretos tras la guerra que libraron los dragones hace quinientos años
- ¿Algo de suerte con eso? -Drar se mostró interesado-
- No mucha, pero conseguimos una información valiosa en la última que visitamos -retome- aparentemente existe una especie de Registro dragoniano, como el de Vandalas, conseguimos su ubicación, nuestro próximo destino es ese, quizás allí hallemos las respuestas que tanto han evadido al mundo
- Esas cosas definitivamente me gustan más -negó Harima molesta- no andar por allí con una guadaña contra Esbirros
- Pero debes admitir que se lucieron en esa batalla querida -señalo Parduc la pantalla-
Harima y Parduc entraron en una discusión que duro unos diez minutos donde nadie se metió, el lado sobreprotector de nuestra madre había salido a flote. Ya cuando los ánimos se calmaron Zuzen con un tono alto le pidió a Kaira que viniese.
- Bueno, vamos al punto del porque nos reunimos aquí hoy -dijó Zuzen- estamos aquí a petición de Argoitz como bien abran sospechado -me señaló gentilmente- ahora verán porque
Kaira entro a la habitación con el canasto en mano con mucho cuidado, avanzo hasta la mesa sin decir nada y lo coloco al alcance de la pareja, Harima pareció darse cuenta de lo que era y rápidamente jalo con suavidad la manta revelando al cachorro dormido.
- En la última misión lo rescate, fue el único sobreviviente de un campamento de nómadas -negué- esta huérfano, siquiera pudimos recuperar su nombre -expliqué- es un usuario de la obscuridad, como los Dankworth, lo consulte con Jarya y Zuzen, ellos están de acuerdo con la idea de que ustedes son los padres ideales para el pequeño -miré a mi padre- Parduc -este me miro aun impactado- me debes un favor, y según Harima también quiere pagar lo que hice por ella -señalé al cachorro suavemente- reciban a este pequeño en su familia y me daré por satisfecho
Parduc no pudo responder, parece que su mente había hecho corto, por otro lado Harima adentro sus manos en el canasto y saco a la pequeña cría de león que aún estaba dormida. La coloco en sus brazos con mucho cuidado y la contemplo como una madre que contempla a su cría, sabía que ella había aceptado de inmediato, faltaba convencer a Parduc y a Drar, ellos tenían problemas al respecto.
- Kaira, Jarya, Harima -hablo Zuzen- vengan conmigo, quiero mostrarles un montón de ropa que le compre al cachorro -sonrió- seguro algo le quedara muy lindo
Harima se levantó de forma automática sin apartar la mirada del cachorro, mi hermano me hizo un asentimiento igual que Zuzen y Kaira, me dejaron solos con las panteras machos. Cuando la puerta del fondo de cerro entonces supe que ya era seguro hablar, sin embargo Parduc tomo la palabra.
- No -negó- no puedo, no podemos -miró a Drar buscando ayuda- es muy peligroso
- Coincido con mi hermano -dijo Drar seriamente mirándome ahora- no debiste haber traído a ese cachorro, será difícil quitárselo a Harima ahora, lo ha aceptado sin pensarlo
- Solo serán por dos semanas -me recosté en el sofá- después de la purga será seguro para el
- ¿Qué?
Parduc me miraba estupefacto, no esperaba que conociese un plan tan íntimo del Clan.
- Se todo lo que ocurre en el Clan Parduc -lo miré seriamente- no debes ocultarme nada -mire a Drar- Zuzen me mantiene al tanto, también he colocado la misma runa que está en ustedes en el pequeño
- ¿Qué runa? -intervino Parduc-
Apunte a su estómago e inmediatamente la Runa se ilumino, este alzo su camisa revelando en su pelaje el símbolo.
- ¿Creíste que después de salvar a tu esposa no tomaría medidas preventivas para tu familia? -reí suavemente- ustedes son los que deberían sorprenderme a mí, no al revés -mire a Drar- Drar ya lo sabe, tuvimos un encuentro hace poco en Zenica y se lo confesé -me puse de pie- la runa evita que sean envenenados quien la lleve, no importa el medio o la sustancia, incluso anula la radiación que provoco el cáncer de Harima -volví a mirar a Parduc- soy un aliado de los Dankworth desde hace un buen rato -sonreí tranquilamente- estaré presente durante la purga para aportar mi granito de arena -extendí mi mano hacia él- siento mucho mi mala actitud hace años en tu casa cuando le hice el tratamiento, debía actuar para que no sospecharan, el lugar estaba vigilado, me gustaría comenzar con buen pie esta vez ¿Te parece bien?
Parduc aun seguía con ese extraño rostro que parecía no saber que sentir, después de unos segundos este se puso de pie tomando tímidamente mi mano apretándola. Este me miro ahora con un rostro más relajado y asintió tranquilamente.
- Pero la criatura -Parduc miro a la puerta- un león blanco es muy llamativo
- Zuzen y Kaira estarán con ustedes hasta la purga, los protegerá y mantendrán alejados a quien intente hacerles daño, deben confiar en su familia -mire a Drar- son una buena familia, con muchos talentos, lo mantendrán a salvo
Lo vi en los ojos de ambos, esa sombra de duda y tristeza sobre sus almas, aparte mi mano de la de Parduc para alejarme caminando hasta quedar ante un retrato familiar, debía arreglar este asunto, los necesitaba al cien por ciento.
- Díganle a Jarya la verdad, díganle la verdad a Harima -murmuré- no más secretos, ninguno, no les hace bien -negué suavemente- necesitan perdonarse, todos
- ¿A qué te refieres? -pregunto Drar con cuidado-
- Ustedes saben a lo que me refiero -tomé la foto-
En ella aparecían todos los Dankworth del núcleo familiar mucho más jóvenes, incluso salía Kaira, pequeña y mortal, sin embargo él bebe en brazos de Harima no era Jarya como le hicieron creer seguramente, era yo, lo sé porque Zuzen me la mostro y conto. Me gire hacia ambos mostrando la foto, ambos parecían haber tenido un pre infarto sospechando de que se trataba.
- Argider Dankworth -susurré- no debería ser olvidado y sepultado en sus memorias de esa forma, si él estuviera aquí no creo que quisiera verlos de esta forma, a ninguno
- ¿Co---Cómo? -fue lo único que pudo decir Parduc-
- Zuzen me lo conto -bajé la mirada- Jarya sospecha, escucho el nombre de los labios de Harima cuando esta agonizaba, quizás lo termine descubriendo pronto
- El murió -Drar dijo apenas audible- por nuestra culpa, mi sobrino, mi primer sobrino, Zuzen nos advirtió pero no hicimos caso
- Mi hijo, nuestra hermosa luz
Parduc camino hasta el sofá y se sentó, se llevó ambas manos al rostro conteniendo fallidamente lagrimas junto a sollozos, Drar se sentó a su lado de igual forma para abrazarlo y darse apoyo, era un tema muy doloroso para ambos. Pasaron unos minutos en los que les deje revivir la perdida para luego acercarme a ellos y agacharme a su nivel pasándoles la foto.
- Todos cometemos errores, no soy la excepción -susurré bajo- lo que paso con Argider fue terrible, pero peor fue olvidar su memoria para terminar arrastrando su recuerdo como un castigo autoimpuesto -negué suavemente- Argider no es un castigo, deben recordarlo como la luz que fue cuando estuvo en sus vidas, deben terminar este ciclo en el Clan -miré la puerta- ese cachorro crecerá en una familia llena de amor, lo protegerán, lo criaran, lo verán crecer y volverse un adulto, tal como hicieron con Jarya -les sonreí- ¿No ven el estupendo trabajo que hicieron con él? -me levante suavemente- ojala hubiese estado con una familia biológica como ustedes, sin embargo la vida tuvo otros planes para mí, no lo lamento, así que por favor, denle la oportunidad a este cachorro, no como un reemplazo a Argider, si no como un gesto en su memoria, y ese gesto será verlo crecer en un nuevo y renovando Clan Dankworth
Ambas panteras me veían fijamente con lágrimas en los ojos, el Creador sabía que me estaba desgarrando igualmente por dentro al contener mis lágrimas, pero debía aguantar, aun no era el momento. Estos se pusieron de pie, uno tras otro, Parduc camino hasta mí y sin previo aviso me dio un abrazo, no era fuerte, no se sentía ajeno, se sentía muy familiar y lleno de gratitud.
- Gracias, lo hare, lo haremos -se separó de mi para verme con una sonrisa- ahora entiendo porque mi madre envió a Jarya contigo
- Lo mismo dije yo cuando lo conocí en Zenica -no pudo evitar reír Drar- pero Argo tiene razón, no más secretos de él -se dirigió a Parduc- llamare a Harima y a Jarya
Parduc le asintió mientras este se perdía por la puerta del fondo, al poco tiempo todos volvieron, esta vez Zuzen cargaba al cachorro.
- Los dejare a solas, esto es algo entre ustedes
Me retire al salón de donde había provenido Kaira originalmente cerrando la puerta, tome asiento tranquilamente y entonces ocurrió, lleve mis manos a mi rostro rompiéndome en un mar de lágrimas. Pude ver como Wis había desplegado una barrera insonora para que no me escucharan y tomo su forma presencial ante mí, alce la mirada para verlo y pude ver en su rostro una tristeza muy similar a la mía, no hemos formábamos parte de su vida hace mucho, solo un recuerdo, no deberíamos sentir esto, pero lo sentimos, nos duele mucho.
- Ya paso Argo, ya paso -me asintió Wis- falta poco
Este me abrazo sin decir nada más y lo abrase con fuerza llorando de igual forma un rato más, dolía mucho ser la causa del dolor de mi familia y no poder ponerle fin, tantos años sufriendo por mí, me tenían tan cerca y tan lejos a la vez. Pude calmarme un poco y entonces Wis bajo la barrera, pude escuchar inmediatamente algunos sollozos provenir del salón principal, ellos debían estar pasándolo tan mal como yo.
Wis seco mis lágrimas con su luz y muy consideradamente hizo que el enrojecimiento de mis ojos desapareciera para no levantar sospechas, a los minutos Kaira apareció tras la puerta diciéndome que podía volver. Me levante y volví al salen donde todos estaban de pie alrededor de Harima quien sostenía al cachorro en manos, se notaba como todos, sin excepción, habían derramado lágrimas.
- El cachorro será acogido en nuestra familia -dijo suavemente Parduc- será un Dankworth, será nuestro hijo -me asintió-
- Me alegro que tomaran dicha decisión -les sonreí- ¿Ya saben que nombre ponerle? -miré a Harima-
- Si -asintió esta con una sonrisa- su nombre será Erasmo Dankworth -miró al pequeño león con cariño- significa amado, significa que vivirá lleno de amor -me volvió a mirar- muchas gracias Argo, de verdad
El ambiente de la sala cambio rápidamente, ya no había melancolía por el recuerdo de Argider, ahora era alegría y expectativa por Eramos, el nuevo integrante de la familia, nuestro nuevo hermano adoptivo. Pasamos una hora completa compartiendo en el salón, Zuzen se notaba más feliz de lo normal, aparentemente estos momentos eran muy extraños de que ocurriesen, claro, ella, mi hermano y Kaira eran los únicos que sabían que la familia estaba realmente completa, incluso Argider.
Me disculpe un momento para salir al patio trasero, había recordado que tenía una llamada importante pendiente por hacer y no quería hacerlos esperar sinceramente. Saque mi Link y busque el contacto de un par de bisontes muy particular, tras unos cuantos todos en la pantalla apareció Naba con los brazos cruzados.
- Hasta que te dignas a llamar -Neba- pensé que esto era urgente y te tomaste tu tiempo
- Mis disculpas Alta Comandante -incliné la cabeza- estaba atendiendo un asunto bastante delicado de carácter familiar -suspiré- Maya me informo que extendió la solicitud de ir a Sezo por las ruinas, sé que no le dio respuesta, si la respuesta era negativa pudo habérselo dicho de una vez -alcé los hombros- soy realista, no quiere a nadie por allá, de hecho quería afinar detalles sobre el grupo de arqueólogos que seguro enviara a revisar el lugar, me gustaría una exploración con Link guiada para que Wis y yo podamos explorar con nuestra luz a través de este.
- Nada de eso -negó ella con su mano-
- Pero si ni siquiera estaríamos en Auno -la mire molesto- no---
- No me entiendes -suspiró mirando a un lado- Gagor y yo coincidimos en que debido a la importancia del asunto se te conceda el permiso para ingresar -levantó su dedo índice- por medios convencionales, nada de volar, también tu hermano podrá acompañarte, dado que ambos están en esta misión se lo concederemos
- «¿¡Enserio!?» -Wis se puso a mi lado- «¡Podremos revisar el lugar personalmente, quizás encontremos algún dato importante por fin!»
Un fuerte tosido al otro lado de la línea se escuchó, Neba estaba con el ceño fruncido, por el Creador ¿Acaso Gagor no le satisfacía para estar siempre de mal humor?.
- Emití un permiso especial autorizando sus pasaportes, podrán entrar sin problemas, sin embargo estarán bajo un acuerdo similar al del Conclave con Garoin, todo lo que vean dentro de nuestras fronteras se quedan en nuestras fronteras y sus cabezas, sino les daremos caza, avisen cuando vengan en camino, es todo -se quedó pensando y luego sonrió- por cierto, excelente trabajo con el Titán y la Fractura, datos bastante valiosos, luego me gustaría discutir en persona con ustedes algunas estrategias ¡Ah! -exclamó- denles saludo a Zuzen de mi parte
Antes de poder decir algo la llamada termino dejándome aún más confundido por lo último dicho.
- ¿Conoce a Zuzen?
- «Preguntémosle»
Volvimos adentro y nos sentamos en nuestro asiento, el cachorro parecía haberle dado la vuelta tres veces a todos en el salón, al final termine haciéndole la pregunta a la pantera mayor.
- Si -asintió- algunas veces tuve que ir, el Clan tiene buena relación con Auno de hecho, nos piden ayuda cuando tienen alguna fuga de información, traidores básicamente -alzó los hombros- igualmente si sabemos algo de alguna incursión en sus tierras les advertimos
- Auno es una de las pocas naciones en las que el Clan no tiene casi presencia -Drar- la razón es simple, aunque no lo parezca es muy estable, su exportación e importación es mínima, es una nación que casi a alcanzado la auto sustentabilidad en todos los aspectos -explicó- al llegar a este punto no tiene razones para tratar con otras naciones, sin tratos no hay conflictos, es la muestra más cercana que existe a un buen balance de poder, curiosamente los tachan de un país militar hermético peligroso, nada más lejos de la realidad pues quieren evitarlos a como dé lugar
- Fascinante -miré a Jarya- bueno, acabo de hablar con Neba, la Alta Comandante, nos autorizó a entrar para ir a las ruinas
- ¿Así de fácil? -me miró extrañado-
- Así de fácil -lo miré igual de extrañado- deberíamos tomar camino, no quiero forzar nuestra suerte y que cambie de idea la verdad
- Te doy la razón
Antes de poder decir algo más mi Link empezó a sonar, vi la pantalla algo extrañado por la persona quien se comunicaba, usualmente hablábamos los domingos para ponernos al día y apenas era martes. Puse el Link en la mesa y desplegué la pantalla contestando, en eso una guepardo bien conocida me saludo con una sonrisa.
- Duma -le sonreí- ¿Paso algo? -la miré preocupado- usualmente hablamos los domingos para ponernos al día ¿Laira está bien? ¿Las muchachas?
- Tranquilo, tranquilo -negó con su cabeza sonriendo- todo está bien , sin novedades, excelente desempeño con la irregularidad en Tierras del Vacío por cierto -miró a mi lado- veo que estás entre los de tu especie, se te ve cómodo, encajas bien en esa pintura -se rió un poco- un pajarito me dijo por allí que iras a Auno de visita, así que pensé en hablar contigo -suspiró casi resignada- te llamo para pedirte un favor en realidad, aunque no lo parezca yo soy Auniana, se me fue concedida la nacionalidad Eriana cuando empecé a trabajar para tu padre, es algo que muy pocos saben, la cosa es que hace años que me están molestando para asistir a un evento importante el cual he evitado desde hace unos digamos quince años, pero esta vez me insistieron mucho, tienen algunos problemas y con mi mera participación se resolverían, sinceramente no quiero ir, como tu iras quiero que vallas en mi representación, al ser mi discípulo se ven obligados a aceptarte
Bien esto era muy extraño, era la primera vez que Duma lanzaba un dato de su pasado sin siquiera pedirlo, cada vez que tocábamos ese tema ella se cerraba herméticamente. Que me pidiera un favor personal debía ser algo muy importante, nunca pedía favores.
- Te enviare la información y el contacto de quien te recibirá, iras a una ciudad llamada Monzape, suponiendo que ingreses a Auno por la ciudad militar de Manhail en Tierras del Vacío quedará en tu ruta hacia la capital de Auno, el evento será en dos días, dura dos días igualmente, se le conoce como Torneo del Guerrero Máximo, un torneo anual muy importante para los Aunianos
En ese momento el sonido de Zuzen ahogándose con una galleta nos llamó la atención, empezó a golpear su pecho fuertemente hasta expulsarla y luego tomar algo de té.
- ¡Eres tú! -gritó Zuzen señalándola- ¡Sabia que escondían algo!
- ¡No lo digas! -se rió Duma- deja que lo descubra, será una sorpresa, se divertirá mucho además -guiñó un ojo a la pantera y me miró- con este favor descubrirás más de mí en esos días de lo que te compartí todos estos años como mentora, al fin sabrás mi historia verdadera -bajo la cabeza suavemente- buen viaje Argo, estaremos en contacto y no te olvides de pasarlo bien
La llamada termino dejándome muy confundido, no solo a mí, a todos, instantáneamente giramos a ver a Zuzen quien se encontraba pensativa, era extraño ese tipo de reacción de ella.
- Ya veo -asintió Zuzen- bueno, si así lo quiere ni modo, respetare su decisión, de todas formas te confió ese favor -me miró con una sonrisa- sí, se a que se refería Duma, si, sé que es el torneo, no, no diré nada al respecto, mejor que lo veas tú mismo
El tema quedo atrás aunque sinceramente resonaba bastante en mi mente, la velada siguió un rato más entre historias y risas, al fin entendía un poco más de lo que Jarya me había dicho tiempo atrás, veía una faceta diferente de ellos, su verdadera cara en la intimidad de la familia. Un carruaje aviso que había llegado afuera, nos despedimos de todos con un abrazo, tanto Jarya como yo nos despedimos de Erasmo con una suave lamida en su frente, este solo se limitó a agarrar nuestros bigotes fallidamente entre risas.
Abordamos el carruaje con rumbo a la estación, un largo camino nos esperaba por delante y era mejor llegar a tiempo a nuestro primer destino. Un tren para llegar a la frontera, otro magnético para salir a Tierras del Vacío, un último para cruzar el extenso territorio en medio día. Durante el tranquilo viaje aproveche de ponerme en contacto con Jaga, todo marchaba bien, ya estaba en Phlius, hable con Libax, con Asada, con Gera, con Boga, la lista seguía y seguía.
Maya seguía informándome de los intentos de los leones por contactarme pero sin mucho éxito, aparentemente el incidente con el Titán, Luan y Reon, los pusieron algo nerviosos. Finalizando el primer día de viaje ya habíamos hecho una parada en la frontera con Auno, allí un oficial reviso nuestros pasaportes escaneándolos, se sorprendió de saber que habíamos sido autorizados por los mismísimos altos Comandantes.
Sin demora nos escoltaron al siguiente tren que nos llevaría mas adentro al interior de Auno, curiosamente este también era un tren magnético en lugar de uno convencional, por lo que pude notar todos los pasajeros eran civiles, lo que era curioso. Me asome por la ventana, no podía apreciar mucho la verdad, una fuerte ventisca bloqueaba cualquier visibilidad, apenas se podían ver algunos árboles agitarse por el viento y la nieve, el famoso clima helado perpetuo de Auno.
La ubicación geográfica de Auno lo condenaba de cierta forma a este clima, no había otra estación que no fuese el invierno según tenia entendido, esto a su vez incrementaba las dudas de como una nación en estas condiciones podría ser tan autosustentables con importaciones tan mínimas. Sin mucho más que pensar me dispuse a dormir en mi asiento mientras Jarya y Wis se distraían conversando sobre una mejora de veneno contra esbirros.
Jarya me despertó, vi la ventana descubriendo que el tren se había detenido, habíamos llegado a Monzape, salimos de nuestro camarote individual y caminamos a la salida bajo la atenta mirada de tanto civiles como militares. Podía sentirlo, estábamos bajo el ojo de todos, éramos extranjeros bastante vistosos en una nación donde esto era casi imposible desde hace un siglo.
- Quizás debimos pedir un uniforme militar Auniano para pasar más desapercibidos -le susurré a Jarya-
- Quizás aún estamos a tiempo, envíale una solicitud a Neba -respondió bajo-
Caminamos hacia la salida de la estación, muchos nos miraban de manera disimulada, ya estaba empezando a sentirme incomodo, tire mi vista a la ciudad ante mi descubriendo que era bastante simpe, cubierta de nieve con cielo gris pero simple. Quizás lo más destacable era una enorme montaña en el fondo, se veía gigante, si mi percepción de la profundidad no me fallaba estaba bastante lejos.
- Es el Monte Monzape, la ciudad recibe su nombre por el
Baje la mirada al frente consiguiéndome una pequeña y curiosa figura, un tapire negro hembra bastante anciana que vestía un abrigo de cuerpo completo, seguro por el frio.
- Mi nombre es Daty -inclinó suavemente la cabeza- Duma me aviso que vendrían, he venido por ustedes
- El placer es de nosotros señora Daty -me incliné- yo soy Argoitz -señalé a mi Jarya- mi hermano, Jarya
- Un placer señora -se inclinó mi hermano-
- El placer es mío, no tienen idea de lo feliz que estoy de tenerlos aquí -me señaló cuidadosamente- en especial a su discípulo, su representante -sonrió-
La anciana nos pidió seguirla, aparentemente tenia a otro acompañante de su misma especie pero más joven que la escoltaba, nos condujo a un carruaje, al entrar sentimos el alivio de la calefacción.
- Se hospedarán en mi casa, no los dejare por allí en cualquier lugar -se rió- Duma me mataría si se entera que los deje a su suerte, mas siendo mañana el primer día del torneo
- Revisé la información que me envió Duma del torneo pero -intenté buscar la palabra- ¿Es algo vaga? -terminé diciendo- por no decir inútil, no sé qué esperar realmente ¿Tan difícil es?
- Bueno, el Torneo de los opuestos de Erion se queda muy pequeño comparado con este -Daty- se divide en tres fases
La tapire rodo la cortina de la ventana del carruaje y señalo la montaña al fondo.
- El torneo comienza en lo largo de su base -continuó- por el ascenderán hasta la cima mil candidatos a optar por el título del Guerrero Máximo, tendrán un día exacto para llegar a la cima, los que no lleguen quedan automáticamente descalificados -cerró la cortina- el ascenso se hace en parejas designadas por los reguladores del torneo, la segunda etapa es el descenso, estando en la cima con un digamos escudo grande deberán bajar la montaña, véanlo como surfear en nieve, solo que mucho más rápido, frio y peligroso, en esta fase mueren algunos al años -se rió restándole importancia- los primeros cien que lleguen a la meta al otro lado de la montaña ganan el derecho de participar en la tercera y última fase, una batalla todos contra todos, el último en pie es el ganador y listo
- Bien -asentí cuidadosamente- entiendo, entiendo, creo -miré a mi hermano confundido- ¿Duma enserio hacia esto anualmente hace años?
- Te sorprendería mucho las cosas que presenciamos estando Duma en esos torneos -suspiró con nostalgia- que buenos tiempos, fue como una época dorada sinceramente para el Torneo
No hablamos más acerca del Torneo, la tormenta había vuelto a comenzar y llegamos a una residencia bastante grande situada en el centro de la ciudad. Allí nos recibió un pequeño comité de empleados que tomaron nuestros abrigos y nos escoltaron a una habitación conjunta, dijo que dormiríamos juntos a petición de Duma, la razón me era desconocida.
Unos minutos más tarde nos escoltaron a un baño privado bastante tradicional, una sala amplia con duchas en sus paredes, piscina con agua caliente y cubos por todas partes. El lugar había sido apartado solo para nosotros de manera que no habría interrupciones, nos terminamos de desvestir e ingresamos, era un poco extraño bañarse de esta forma pero no podíamos quejarnos.
Wis nos acompañó cepillándonos las espaldas con unos largos cepillos que encontró, sin embargo parece que algo llamo su atención al igual que Jarya. Desde nuestra llegada habíamos estado bajo la observación de diferentes individuos desde las sombras, la intuición de Jarya decía que no tenían buenas intenciones, Wissen lo confirmo al revisarlos con su luz, habían armas y venenos escondidos en sus ropajes.
Luego de una cena bastante completa donde Daty fue nuestra anfitriona nos contó un poco más acerca de la historia de la ciudad, esta se volvía mas importante incluso que la misma capital durante el torneo que sería transmitido en tiempo real a todo Auno. Lo verdaderamente importante eran los premios para el ganador, habían tres, dos se los reservo a petición de Duma, el otro si despertó mi atención, el ganador podía hacerle una petición directa a los Altos Comandantes, si estaba en su posibilidad se lo concederían, era como pedir un deseo.
Después de cenar nos retiramos a nuestro dormitorio asignado, tenía una puerta corrediza que daba a un jardín tapado bastante bonito, sin embargo, por la amenaza detectada previamente decidimos cerrarla. Jarya dijo que dormiría con un ojo abierto, Wissen afirmo que lo acompañaría, que yo no me preocupara y descansara pues necesitaría toda mi energía mañana en la mañana cuando comience el Torneo.
Sin querer llevarles la contraria me dormí rápidamente, tuve un sueño relativamente tranquilo aun con la extraña situación en la que me encontraba, desperté estirándome como si estuviera en mi cuarto en Vandalas. Lo primero que hice fue divisar a Jarya dormido plácidamente, Wis apareció en ese momento ante mí.
- «Ni te imaginas la noche que tuvimos» -escribió Wis- «Te puse una barrera insonora para que no te molestarán, fueron como 25 intentos de envenenamiento a distancia, 10 directos y 5 de asesinatos» -se giró hacia Jarya- «Los despachamos todos y arrojamos uno por uno al jardín, a eso de las 3 de la mañana se detuvieron, luego un grupo de individuos ajenos a ellos se los llevaron a rastras detenidos en silencio, como si fuese lo más normal del mundo»
- Mierda -murmuré- creo que no les caemos bien
- «No sé si es porque somos extranjeros o porque serás un participante del torneo, o ambas, digo, un extranjero que participa en su torneo debe ser una ofensa muy grande, pero según dijo Duma las reglas los obligan a recibirte»
- Espero que al final de esto me den algunas respuestas -me senté en la cama- pobre Jarya, le debo una
Apenas dije su nombre este se giró en su manta viéndome con los ojos entreabiertos mientras soltaba un bostezo.
- Hoy me dedicare a buscar información mientras tu subes y bajas esa montaña -dijo- no me parece muy normal ese recibimiento, más en la casa de alguien tan importante como Daty
- ¿Importante? -lo miro confundido-
- Ella es la coordinadora del torneo -volvió a bostezar- recuerda que mi trabajo es la observación, una mirada por aquí, otra por allá, encajar las piezas y listo, además Wis lo confirmo rápido también, aparentemente Daty era quien le pedía a Duma que viniera y ella te envió a ti, quizás ese pequeño recibimiento de anoche tenga que ver con el problema -se sentó en la cama y estiro- veamos que descubro hoy
Tome camino al baño con mi hermano, aparentemente el simple hecho de caminar como dos vivos comunes y corrientes sorprendió a más de uno, nos limitamos a sonreírles a todos ampliamente. Fuimos al mismo baño donde tomamos una rápida ducha e hicimos nuestras necesidades por separado, luego volvimos a nuestra habitación donde un uniforme diferente ofrecido por Daty nos esperaba.
Para Jarya un uniforme clásico militar Auniano, era muy parecido al Eriano pero más ajustado al cuerpo, la tela variaba, estaba enfocada para aislar la temperatura. El mío por otra parte era un poco diferente, un traje que me recordó un poco a los trajes Accel, con el toque de la bufanda capucha del Desseriano, al ponérmelo pude constatar que era un traje térmico afortunadamente, lo único que quedaba expuesto al aire eran mis patas, las manos, la cola y la cabeza que podría proteger con la bufanda.
- Daty informo que las tres pruebas eran sin armas o accesorios de ningún tipo -Jarya- sin embargo no me cabe la menor duda que jugaran sucio, ten cuidado hermano
- Ya me daba una idea, lo tendré en mente, solo espero que mi pareja de ascenso no sea uno de esos homicidas -suspiré- Wis se quedara contigo, te ayudara a recopilar información
Tomamos un desayuno ligero junto con Daty, se disculpó por si los perros ferales de la casa nos despertaron, no están acostumbrados a extraños, asentí con una sonrisa al igual que mi hermano mientras negábamos. Después de desayunar un carruaje nos guio por un par de horas por un camino de piedra que iba directo a la montaña, aparentemente este estaba muy transitado.
Al descender del vehículo parece que todos los presentes se paralizaron solo a verme, no les di mayor importancia y seguí a Daty quien hablaba animadamente de cualquier cosa sin sentido. Tras unos minutos caminando bajo la atenta mirada llegamos a una especie de zona aislada de la nevada por un domo elemental, cortesía de algunos magos de viento y agua.
Una sirena sonó pidiendo que todos se reunieran en el sitio, me tuve que separar de Daty, Jarya y Wissen para unirme con el resto de participantes que no dejaban de mirarme y resoplarme en la cara. Después de conseguir un lugar relativamente apartado donde no me molestarán me detuve a mirar al podio donde estaba la tapire.
- Bienvenidos todos la Torneo del Guerrero Verdadero numero trescientos cincuenta y nueve de nuestra nación -comenzó- la senda señalada por el personal autorizado los guiaran a sus puntos de partida, conocen las reglas, nada de armas o accesorios, si un árbitro los ve infringiendo las normas serán descalificados
Alzo su mano y una esfera negra se posiciono en esta levitando, me parecía que la había visto en Beza, un prototipo de cámara multidireccional.
- Estarán por todos lados observándolos, estarán en el ojo de Auno -me miró un momento- así que jueguen limpio, cuando diga sus nombres y numero diríjanse a la senda, allí se encontraran con su pareja seleccionada para el ascenso
Daty comenzó a llamar cada nombre con un numero al azar, esto tardaría un rato por lo visto, sin embargo y contra todo pronóstico me llamo.
- Argoitz A. R. D. Bergemore -dijó por el micrófono- en representación de Melai Duma como su discípulo oficial, puesto de partida numero doscientos diecinueve
- ¡Carajo! -grite mentalmente- dígalo más fuerte que algunos no escucharon
Avance con dirección al inicio de la senda, todos se me quedaron mirando ahora más que antes, algunos con obvio odio, otros con mucha curiosidad, lo peor fue que esas cámaras flotantes se acercaron y comenzaron a girar a mi alrededor. En una pantalla gigante tras Daty apareció lo que estos veía, literalmente me estaban revisando de pies a cabeza, me sentía desnudo, seguro Duma se las había arreglado para ver esto en directo, ahora que lo pienso los Altos Comandantes seguro lo están viendo.
Camino manteniendo mi postura lo más serio que pude y me perdí por la senda, podía ver algunos caminando ante mí y otros atrás, me tomo unos quince minutos conseguir mi lugar, un pedestal con el número correspondiente. A su lado había otro pedestal vacío, supongo el que sería mi compañero.
Tire mi vista al frente, hacia la montaña, a pocos metros iniciaba un bosque nevado, aun seguía nevando, seguro se pondría peor más adelante, sin mencionar que posiblemente me intenten sabotear en el camino. Suspire pesadamente mientras cerraba los ojos y me relajaba, me enfoque en mirar con la luz todo mi entorno sin perderme algún detalle, pude notar como dos imbéciles colocaban una trampa en unos árboles ante mí, seguramente pensando que pasaría por allí, novatos.
Media hora más tarde uno de los tantos que pasaban atrás de mí se detuvo a observarme, luego miro a mi derecha y con un asentimiento camino hasta el pedestal. Pude ver que vestía el mismo uniforme que yo al igual que todos los presentes, revise un poco más profundo constatando que no tenía armas o algo sucio, el gran oso polar parecía decente al contrario de muchos que pasaron antes de él.
- ¿Tanto te crees que siquiera me miras? -dijo con una suave y gruesa voz-
- No estaba seguro si sería ofensivo -le conteste sin verle- soy un intruso aparentemente, ya me han intentado asesinar varias veces, no quiero provocar mi suerte contigo -le mire con una media sonrisa- ¿Intentaras matarme con una trampa mal hecha como la que está frente a nosotros entre los árboles?
- No soy de esos -bufó- si te voy a vencer será limpiamente en la etapa final -miró al frente- hasta entonces procura llegar a la cima y bajar en una pieza, intentare cuidar tu trasero pero tampoco te ayudare
- ¡Que sorpresa! -reí- muchos parecen que le pusieron precio a mi cabeza cuando en realidad lo valioso es mi trasero, tu sí que sabes reconocer lo importante
El oso rió un poco por el comentario, no tenía muchas alternativas en cuanto a confiar en él, posiblemente Daty me lo asigno por alguna buena razón.
- Seguro ya sabes mi nombre -susurré- ¿Puedo saber el tuyo?
- Dogor -hizo un momento de silencio- ¿Es cierto que eres discípulo de Duma?
- Me temo que si -reí un poco- me entreno desde los once años, actualmente no coincidimos tanto pero cada vez que lo hacemos practicamos
- Impresionante que La Pacificadora haya tomado por discípulo un Eriano, más un Mago de Luz que en aquel entonces aun no eran tan reconocidos
- ¿La Pacificadora? -lo miré con curiosidad-
- ¿Qué? -me miró algo molesto- Ahora me dirás que no sabes quién es La Pacificadora
Ante mi falta de respuesta y confusión el oso pareció sorprenderse y llevo su mano a su frente cansado.
- Por el Creador -negó- mejor concentrémonos en el ascenso por ahora
Dogor me explico que la parte más difícil del ascenso era el inminente choque que abría entre todas las parejas al inicio, mientras más arriba más posibilidades de encontrarnos con otra que quieran atacarnos y él sospecha que muchas nos buscaran solo por mí. El principal problema era el terreno irregular con nieve, si bien yo podría movilizarme más rápido Dogor no al ser más pesado, pero él tenia ventaja de resistencia al inclemente frio por su especie.
El aviso de un minuto se dio a conocer, Dogor y yo tomamos posición, preferimos ir lentos pero seguro de modo que apenas comenzáramos nos daría un refuerzo en caso de emboscadas. Faltaban diez segundos, asumimos posición de carrera, enfoque mi vista y le avise al oso de la trampa, se dio por enterado y entonces la sirena de partida sonó.
Habíamos conseguido una muy buena cueva antes de que la noche cayera, habíamos estado aproximadamente seis horas corriendo hasta la base de la montaña y dos ascendiendo. El caos se formó pocos minutos después de superar la pequeña trampa cuando entre tres parejas nos emboscaron, lo peor de todo es que tenían armas y no había ningún arbitro cerca, siquiera una cámara.
Nos las arreglamos para vencerlos rápidamente y retomar nuestro camino, una pequeña inmovilización con Relaxat Coactus lo dejarían fuera del torneo, sin embargo los problemas no hicieron más que escalar. Flechas, armas de fuego, espadas, lanzas, minas terrestres, no parecía una carrera, parecía una carrera de obstáculos en modo supervivencia. si bien yo podía detectar y esquivar todo a tiempo Dogor no tenía la misma agilidad y recibía algunas.
Lo curaba rápidamente mientras el despachaba a los contrincantes de más peso, cuando iniciamos el ascenso si bien las emboscadas disminuyeron la dificultad de las restantes solo subió. Ya un poco agotados y con la tormenta empeorando con la noche decidimos refugiarnos en una grieta que encontramos, una cueva que se habría formado con el tiempo.
Allí el oso usuario de agua descongelo un poco de hielo e hizo que hirviera dándonos un poco de vapor caliente, debía reconocer que ese truco no era fácil pues debía hacer vibrar muy rápido las moléculas del Agua. Un poco más tranquilos hablamos, más de él que sobre mí, evitaba los temas de Duma, la razón no la tenía claro, sin embargo pude conocer que él era un nuevo tipo de usuario elemental que estaba emergiendo inspirado por los Magos de Luz, un usuario hibrido, que combinaba tanto habilidades de guerrero como de mago.
Un par de horas pasaron, dormí una hora, el oso durmió la última, cuando la tormenta bajo un poco decidimos continuar el ascenso a paso veloz, el punto era simple, si llegábamos antes podíamos descansar para el descenso y la prueba final lo suficiente. Lamentablemente en nuestro ascenso nos topamos con algo inusual, un familiar de Dogor, un oso polar feral que fácilmente pesaba cinco veces lo que nosotros juntos y tenía casi el doble de altura.
- ¡No podemos lastimarlo! -me advirtió Dogor- ¡Son sagrados para Auno!
- ¿¡Es una broma verdad!? -le grité- ¡Nos quiere despedazar!
- ¡Justamente por eso son sagrados! -aquivo un ataque y se recompuso- ¡Es la tradición honrar su estilo de vida en este clima frio!
- ¡Sus tradiciones nos quieren matar, son estúpidas con el debido respeto! -le grité esquivando otro ataque-
- ¡Lo sé!
Dado que no debía dañarlo y la bestia era ridículamente veloz no me quedo de otra que con un gesto de mi mano relajar los músculos de toda su pata derecha delantera, este quedo cojo al instante y parece que lo percibió como una herida mortal. Se dio vuelta y salió corriendo con el rabo entre las piernas literalmente.
- Le relaje la pata -respiré aliviado- no lo lastime, en unos cinco minutos volverá a caminar y atacar a todos tranquilamente
- ¿Relajación a distancia? -me miró confundido- ¿Eso es posible?
- Tengo mis trucos, no me gusta usar ese en particular, es poco honroso, pero no quería arriesgarme a lastimarlo, a menos que le hagan una evaluación psicológica al animal y me acusé -alcé los hombros- sigamos, falta todavía
Nos pusimos en marcha, afortunadamente no nos topamos con más osos ferales u otros equipos, tardamos unas cuatro horas en llegar hasta una gran planicie de piedra que culminaba en una escalera de piedra. Corrimos hasta la escalera y la subimos rápidamente hasta llegar a la meta, al parecer algunos equipos ya habían llegado, pero eran bastante pocos, las cámaras no tardaron en enfocarnos a los dos, ojalá pudiera romperlas todas.
Nos apartamos del resto y tomamos asiento en el suelo junto a un árbol, durante el torneo no se nos ofrecía ayuda de ningún tipo, solo contábamos con nosotros mismos y nuestro compañero asignado. Dogor ya no tenía la obligación de estar a mi lado pero prefirió estarlo, dijo que ahora que había estado conmigo en la primera fase seguro se volvería un blanco.
Llego el amanecer, pocos equipos después de nosotros llegaron antes de que una sirena anunciando el fin se hiciera sonar. Ya descansados nos pusimos de pie, el clima frio me estaba empezando a entumecer las patas y manos.
- Ten cuidado, en el descenso del año pasado fallecieron como ciento cincuenta participantes -murmuró Dogor- mantente alerta
Con un asentimiento camine junto a él hasta una zona donde estaban dispuestos una gran variedad de escudos de diferentes formas, tamaños y materiales. Dogor tomo uno que creyó conveniente para él, mientras que yo opte por uno balanceado en cuando a tamaño y peso con una ligera cresta en una punta.
- El descenso comenzara en dos minutos -se escuchó la voz de Daty en un altavoz- recuerden, solo los primeros cien pasaran a la fase final, suerte
Balancee mi cabeza tronando algunos huesos y asumí posición en el borde junto con el resto de los participantes, apenas estábamos separados por un metro entre todos, cuando mire hacia abajo supe que esto sería más peligroso que la subida misma. Siquiera parecía una bajada diagonal, era casi una pared de roca vertical varios cientos de metros hasta llegar a una sección donde parecía comenzar la falda de la montaña.
La sirena sonó, al contrario de la mayoría que se aventaron al vacío espere quince segundos, aparentemente algunos otros tuvieron la misma idea, incluyendo Dogor que me asintió. Me lance con el escudo en mano al vacío, podía ver como los que se aventaron primero chocaban de todas formas entre ellos y peleaban entre sí, realmente estúpidos.
Los voladores con sus alas lograron maniobrarse mejor y poder aterrizar en un mejor ángulo y tomar su ruta, otros muchos no tuvieron suerte y cayeron de lleno contra la nieve, pude escuchar como algunos cuerpos caían unos sobre otros rompiéndose. Un carnero que caía cerca de mi intento golpearme, sin embargo lo puse rápidamente en su lugar y me subí sobre el inmovilizando sus manos tras la espalda.
- Te recomiendo que pongas el cuerpo suave, esto dolerá -sonreí-
Llegue a la nieve y el carnero me sirvió de colchón para amortiguar, salte de su cuerpo inconsciente posicionando el escudo bajo mi pata derecha y con la izquierda tome impulso comenzando a descender. La inclinación aun seguía muy pronunciada de modo que la velocidad era mucha aun, algunos se me abalanzaron pero con unos pocos movimientos podía esquivarlos y contraatacar haciendo que perdieran el equilibrio.
Ante mí una enorme grieta en la montaña se alzaba, la vía se reducía drásticamente, vi muchos chocar contra las paredes, pero sabía habría otro problema, era un punto de vista muerto. Me adentre saltando por encima de la pila de participantes colapsados en la entrada e inmediatamente fui recibido por otros dos con armas en mano, entre en Accel cero esquivándolos con una voltereta.
Justo en ese momento pude ver como un árbitro, un águila blanca, veía en nuestra dirección sin decir o hacer nada, ahora entendía un poco más lo que estaba ocurriendo. Volvieron a atacarme en conjunto pero los tome de sus muñecas y con rápido giro los arroje contra las paredes de piedra deshaciéndome de ellos, al fin salí del punto muerto.
Durante toda la bajada no dejaron de emboscarme con múltiples tácticas, algunas limpias, otras más sucias, sin duda algunas ilegales, pero aunque en algunos casos hubieron árbitros presenciándolo no dijeron o hicieron nada. Ya obstinado entre de manera permanente en Accel cero acelerando la marcha agachando mi cuerpo, entre en el bosque esquivando árboles y trampas de cuerdas casi invisibles, curiosamente otros eran los que caían, quizás participantes honestos.
Minutos más tarde estaba cruzando la línea de llegada saltando del escudo y aterrizando cerca de un árbitro que me veía molesto.
- Me parece que deberían revisarles la vista a algunos árbitros -le sonreí- creo que todos necesitan lentes, soy doctor, se lo que digo
Avance dejándolo atrás escuchando un gruñido tras de mí, parece que no se esperaban que llegase.
- Llegando en el puesto número treinta y tres, Argoitz A. R. D. Bergemore -dijo la voz de la tapire en el megáfono-
Nuevamente fui enfocado por las cámaras, a lo lejos podía escuchar una multitud, levante mi vista en dirección y pude apreciar una especie de estadio mucho más grande que el de Agius.
- Entonces allí será la etapa final -pensé-
Unos minutos más tarde llego Dogor en el puesto cincuenta y cuatro, su escudo venía fracturado, tenía curiosidad por preguntarle que había pasado pero la respuesta se puso en una pantalla gigante. Se la había pegado por la cabeza a otro concursante que se había abalanzado contra el en el aire, un rinoceronte negro, justo en el cuerno rompiéndoselo.
Este me tiro una mirada asintiendo satisfecho por verme allí, con el mismo gesto me fui a sentar lejos de todos, quería evitar la mayor cantidad de problemas. Unos cinco minutos más tarde el ultimo participante, el número cien llego a la meta dando por concluida la etapa. Los árbitros y moderadores nos pidieron entonces hacer una fila única y comenzar a marchar al estadio, pude notar que algunos estaban heridos y sangrando, sin embargo, no recibieron asistencia, incluso vi un perro que había perdido media cola y simplemente la vendo.
Mientras caminábamos las cámaras hacían enfoques en cada uno, en las pantallas salían estas imágenes con nuestros nombres, edades, especialidad, elemento, sin embargo la mía era la única que decía "Discípulo de Duma".
- Me están publicitando -pensé- ¿Quién y por qué? -entrecerré los ojos- ¿Una venganza de los bisontes? -me pregunté- ¿Daty en alineación con quienes atentaron contra mí? ¿La misma Duma?
No tuve mucho tiempo para seguir pensando, entramos por un gran arco al estadio, nos indicaron a cada uno que sección seguir hasta llegar a un largo pasillo solo para mí, allí un banco con un poco de agua. Abrí la botella e ingerí el contenido sin temor, después de todo si estaba envenenada la Palabra Sagrada lo evitaría, una voz llamo mi atención y me gire quedando frente a otro árbitro, curiosamente parecía realmente neutral.
- Felicitaciones por avanzar a la etapa final joven Argoitz -dijó el pequeño zorro ártico- me envió personalmente Daty para orientarlo antes de entrar en la fase final que empezara en unos minutos -señaló el banco- debe despojarse de toda su ropa y depositarla allí antes de entrar
- ¿Toda mi ropa? -pregunté casi con miedo- ¿Me puedo quedar en ropa interior al menos?
- No -sonrió- la última fase es totalmente desnudo, tal cual dicta la tradición Auniana, afortunadamente la estructura del estadio evita las corrientes de aire exterior, pero como es abierto seguirá cayendo nieve y pues, habrá mucho frio igual
El zorro no dijo más, simplemente se giró y se marchó dejándome con el hocico abierto ¡Debía combatir desnudo contra todos bajo la atenta mirada de toda la nación de Auno!.
- Duma más vale que esto valga la pena -gruñí por lo bajo-
Muy molesto me retire el traje quedando completamente desnudo, el frio de lugar no se hizo esperar y me erizo toda la piel, tenía mucha desventaja en este ambiente, pero si Duma lo logro por años yo también puedo. Me puse en la reja que daba al exterior, se podía escuchar el grito eufórico de los espectadores, al poco tiempo hablo Daty por el altavoz, la hora había llegado.
La reja se abrió hacia arriba y yo sin prisa ni demora avance hacia la luz, podía sentir la tierra en mis almohadillas más abajo de la fina capa de nieve, gire mi vista rápidamente descubriendo que el sitio debía tener quizás unos quinientos metros de diámetro. Era un circulo perfecto, puertas se distribuían a lo largo de este como la mía y de todas salían un único participante desnudo como yo.
Machos, Hembras, mamíferos, reptiles, acuáticos, terrestres, alados, habían de todo allí, en uno de esos pude apreciar a Dogor igual como yo, aparentemente me buscaba con la mirada.
- Bienvenidos a la fase final del Torneo del Guerrero Verdadero -hablo Daty- esto como saben es un todos contra todos, el último en pie es el ganador incuestionable
Algo no estaba bien, la mirada de Dogor mostraba nervios, miraba a los lados como avisándome, seguí su mirada revisando a todos los demás, estaba en serios problemas. La mayoría por no decir todos me estaban mirando a mí, tantos intentos de asesinato, de sabotaje, de publicidad, todo para esto, maldije en mi mente aceptar hacer este favor.
- A la cuenta de diez comenzara, no hay límite de tiempo, conocen las reglas, nada de armas ajenas al combate, accesorios o sellos prefabricados, todo lo demás permitido -siguió- prepárense
He enfrentado cosas peores, puedo con esto, solo debo pensar fría y críticamente, como me enseño Duma en estas situaciones, respiré hondo y cerré mis ojos. Activé mis refuerzos disimuladamente, desvié energía a mis manos activando el Relaxat Coactus, le di una mirada al oso con una suave negación, este asintió entendiendo el mensaje.
La sirena sonó, comencé a correr al centro donde me volvería el centro de atención de todos pero tendría mas área, no podía dejar que me acorralaran contra una pared. Tal como sospeche la mayoría o todos fueron en mi dirección, entre en Accel cero, un búho se me abalanzo pero con un salto lo esquive al tiempo que inutilizaba sus alas haciéndolo caer.
Llegue al centro donde fui rodeado rápidamente, asumí posición de contraataque y respire tranquilamente. Con un movimiento de mi cola manifesté mi sello básico, cayeron en la trampa y un grupo de quizás diez se me abalanzaron creyendo que haría alguna técnica.
Eran lentos, muy lentos, una vida entrenando con Duma y enfrentando Esbirros me habían dotado de muy buenos reflejos, no fui suave con ellos, no los perdone, estaba muy molesto por mi situación actual. Los que se enfrentaban a mí en condiciones limpias los inutilizaba rápidamente paralizándolos, aquellos que me atacaban con algún truco sucio los paralizaba y como bono les rompía algún hueso.
Volví al centro en posición , podía observar más allá como se desenvolvían unas pocas peleas ajenas a la mía, sin embargo todos seguían enfocados en mí. Un pequeño gato blanco estaba a punto de entrar en Accel tres, fue fácil reconocer la posición y técnica de respiración.
Hice una esfera de luz en su cabeza cegándolo, avance contra el dejándolo fuera de combate y me abalance contra todo lo que estaba a mi alcance, estallo el infierno donde caí. Algún usuario de la tierra hizo temblar el suelo, otro de agua o viento hicieron volar la nieve del suelo anulando la visibilidad, active mi visión y resolví el problema.
En ese momento fue cuando todos sacaron sus trucos, armas pequeñas y sellos prefabricados, eran realmente una desgracia para el torneo. Respire tranquilo mientras recibía la primera oleada en todas direcciones, esquive golpes, recibí otros a propósito para hacer un contraataque más certero, paralizaba a otros en el suelo y los remataba.
A los dos minutos la capa de tierra y nieve callo revelando un campo lleno de inconscientes, quedaban la mitad, incline mi cuello y lo hice tronar soltando un gruñido molesto.
- Malditos cobardes -susurré-
Volví a manifestar mi sello y cree una esfera de luz sobre mí, cerré mis ojos y cerré mi puño fuertemente haciendo la esfera brillar con intensidad como un flash cegando a todos los que veían en mi dirección. Corrí rápidamente aprovechando el momento y empecé a paralizar a todos sin demora, después del decimoquinto derribo el resto pareció recuperarse y se abalanzaron en mi contra, algunos con armas hechas de tierra y hielo, al menos eso es más justo.
Con las manos desnudas las detenía y rompía, los refuerzos hacían bien su trabajo, los contrincantes parecían no poder creer que atrapara armas con mis manos, pero más era mi molestia que satisfacción. Continúe con mi labor contraatacando, a veces se me venían tres encima, pero lograba escabullirme entre sus ataques para luego agarrarlos por detrás y paralizarlos.
En un punto me detuve, mire a mi alrededor y no quedaba nadie cerca en pie, todos habían caído de una forma u otra, la mayoría inconscientes, algunos quejándose pero les reste importancia. El estadio completo había quedado en completo silencio, las cámaras flotaban cerca de mí, la miré fijamente y gruñí en señal de molestia, curiosamente se retiraron.
Miré un poco más lejos, pude ver como Dogor despachaba una jabalí con rapidez para luego mirar en mi dirección, parecía impresionado por la vista que tenía. Giré a otro lado y pude apreciar al menos a otros seis participantes, quedábamos entonces solo ocho, me puse en posición de contraataque esperándolos, pero estos en lugar de venir a mí solo dirigieron su vista hacia el más cercano, me ignoraron.
- Primero me buscan y luego me ignoran, de verdad que los Aunianos son muy descorteses -murmuré- mejor termino con esto
Entre en Accel y corrí hacia donde se había formado un enfrentamiento de tres de ellos, pase sobre algunos caídos pero poco me importo. Cuando estaba lo suficientemente cerca estos percibieron mi presencia y parecieron entrar en pánico, tome al que estaba más cerca con mis garras afianzando el agarre en su mano y le metí un puñetazo lo suficientemente fuerte para desorientarlo.
Lo libere para tomarlo con ambas manos por su pata, el lagarto no tuvo velocidad de reacción y lo lance contra los otros dos que se habían alejado, uno de ellos, una loba gris logro esquivarlo. Me abalance contra los dos y los paralice con el Relaxat Coactus, me gire hacia la loba que me ataco son sus garras de manera fiera.
Pude ver un brillo rojizo en sus garras, había canalizado elemento fuego en estas para incrementar el daño, hembra lista y además habilidosa, sus movimientos eran muy cuidadosos, pero yo era mejor. En un descuido dejo su costado descubierto y di un fuerte puñetazo allí desequilibrándola, un barrido y cayó al suelo, me abalance contra ella y sin mediar palabras aseste contra sus coyunturas paralizándola.
- Tranquila, solo será un rato -le guiñé un ojo-
Rápidamente me gire al lado contrario, Dogor peleaba contra los tres restantes, parecían ser un par de gorilas y un canguro rojo, ambos gorilas usuarios de la tierra y el marsupial de viento. Sin embargo, el oso de manera contundente los derribo a todos y noqueo con un fuerte golpe en la cabeza a cada uno, este se levantó algo agitado viéndome.
Camine hacia el tranquilamente y este hizo lo mismo, nos detuvimos en el centro rodeados aun de los participantes en el suelo, apenas separados por unos diez metros.
- Algo me decía que tú y yo seriamos los últimos en pie -le sonreí- ¿Estas satisfecho Dogor?
- No podría estarlo más Argoitz -sonrió igual-
Pude ver como su pelaje parecieron moverse líneas, me costó reconocerlo pero descubrí que era agua en un punto cercano a la congelación, las líneas tomaron posición en sus manos en forma de sellos. Este se agacho y poso su mano en el suelo y manipulo la nieve formando una simple espada que apunto contra mí.
Me puse en posición y nos quedamos observando el uno al otro un minuto entero, estaba seguro que el sería más complicado de lo que parecía. Se abalanzo en mi dirección y yo hacia él, saque mis garras de antemano y desvié su ataque con el arma, di un pequeño arañado a su mano y recibí un puñetazo en la otra mano libre que use para bloquear.
Nos separamos solo para correr nuevamente contra el otro, esta vez logre desarmarlo, la espada salió volando momento que aproveche para patearlo hacia atrás, tome la espada que caía y la apunte contra él. Ese se incorporó con una sonrisa y apunto su mano hacia mí, la espada se derritió al instante, oso listo, se agacho e hizo otra arma, esta vez una lanza.
Corrió hacia mi dando estocadas y cortes, quería mantenerme a distancia pues sabía que tenía ventaja de cerca, sin embargo un arma de hielo no era nada para mí. Detuve su movimiento en el aire y la rompí a la mitad, antes de que pudiera deshacerla la lance contra su pierna derecha rozando el muslo interno sacándole un gruñido de dolor.
Avance contra el con el Relaxat Coactus para terminar, pero justo cuando estaba a punto de hacerlo una punzada de dolor en mis dedos me hizo retirarme inmediatamente.
- Fascinante -murmuré-
Justo donde iba a aplicar el Relaxat Coactus habían unos rastros de sangre, de mi sangre, no era fácil de ver pero allí estaba, el agua de la nieve del ambiente recubría su cuerpo, su pelaje se erizaba a voluntad con el agua y se solidificaba creando miles de agujas, era una defensa ofensa perfecta. Con eso no podría aplicar el Relaxat Coactus sin recibir un daño considerable, se notaba que su pelaje tendría al menos unos dos centimetros de largo.
Nuevamente me puse en posición, este no creó otra arma, asumió posición de ataque cuerpo a cuerpo, estaba en desventaja o eso creía el. Sostuve mis manos y aplique algo que no me gustaba usar, Anulación de dolor. Con esto podía bloquear los transmisores de dolor de un área hacia mi cerebro, sin embargo, era algo de doble filo, tendría que herirme a propósito y curarme después.
Dogor se abalanzo contra mí con una expresión que demostraba satisfacción pura, no pude evitar responderle de la misma forma, el oso era un guerrero en toda regla que solo y únicamente dependía de él y solo él. Ataco con sus puños y contraataque con mis garras, estas apenas le rozaban la carne a cambio de recibir un ligero daño en mis dedos, la batalla así se extendió unos cinco minutos, mis manos se tiñeron de rojo y derramaban sangre, el pelaje del oso estaba cortado en varias secciones por mis garras.
Manifesté mi sello y llene el campo alrededor del oso de pequeñas esferas de luz, señale una cerca de él y exploto creando un flash, este apenas entrecerró los ojos pero entendió el mensaje. Sonreí y me abalancé contra él al mismo tiempo que detonaba otra atrás de mi afectando su percepción visual, apenas pudo defenderse.
Este iba a contraatacar pero detone otra esfera cercana afectando su trayectoria, aproveche de cortar un poco sus brazos sin recibir mucho daño, este retrocedió. Me abalancé contra el e hice detonar dos esferas más mientras atacaba con un barrido sus piernas haciéndolo caer, pude sentir el dolor en mis patas por su pelaje punzante, incluso allí tenia defensa.
Detone más esferas haciendo que se cubriera el rostro y me posicione sobre el sin tocarlo, saque mis garras y las apunte a sus ojos cerrados.
- No te muevas Dogor -dije seriamente-
Este se quedó paralizado y abrió los parpados tímidamente para darse cuenta que mis garras estaban a centímetros de sus ojos, un movimiento en falso y se las clavarias. sus manos cayeron en señal de que se rendía y entonces me separe del tendiéndole la mano, este la acepto poniéndose de pie.
- Fue la mejor batalla que he tenido en mi vida -asintió sonriendo-
Este se puso en posición de firme, llevo su mano derecha a su hombro izquierdo y alzo la mirada hacia arriba, el saludo militar de Auno, una señal que indicaba respeto y sumisión al mostrar el cuello.
- El ultimo guerrero en pie, el Guerrero Máximo de Auno este año -Daty- ¡Argoitz!
Y entonces recuerdos del Torneo de los Opuestos vinieron a mí, el estadio estallo, las pantallas estallaron aclamando mi nombre, al minuto no tardó en aparecer la pequeña tapire seguido por otros dos representantes. La tapire usaba un micrófono cerca de sus labios mientras que uno de los de atrás tenía un enorme trofeo con un oso rugiendo en su punta, que ironía, creo que había llegado el momento de poner las cosas en orden.
Daty dio una palabra antes de pedirme que yo diera algunas, antes de eso me pasaron el micrófono que ajuste en mi oreja y el enorme trofeo, las cámaras me enfocaron desde todos los ángulos. Sonreí ampliamente al terminar de maquinar mi discurso.
- Gracias a todos por permitirme participar en tan maravilloso torneo -dije- ha sido una experiencia que difícilmente olvidare y llevare en mi corazón por el resto de mis días, fue incluso casi tan emocionante como enfrentarme a un ejército de Esbirros en las Tierras del Vacío, para los que lo hayan hecho me entenderán -reí un poco- pero al estar parados ante ustedes como el ganador, entiendo porqué mi mentora, Duma Melai, me envió a participar en su lugar
En ese momento cambie mi expresión a una de enojo, tome el trofeo por cada extremo y lo hice bajar rápidamente a la vez que mi rodilla subía partiéndolo en múltiples pedazos que tire al suelo. Mi mirada subió a las cámaras, la multitud había hecho una exclamación de asombro total, no entendían que pasaba.
- Me envió porque este torneo es una desgracia para Aunianos como ella, me envío porque no soportaria participar y ver en lo que el concepto del Guerrero Máximo se había convertido -gruñí- un chiste, una blasfemia contra los que tienen este estilo de vida -señale a un árbitro en el extremo opuesto que bien reconocía- ¿Cómo es posible que los árbitros presenciaran que otros participantes usaran armas contra mí no permitidas y no hicieran nada? -señalo las cámaras- ¿Cómo es posible que ustedes, Aunianos espectadores, permitieran que alrededor de ochenta supuestos aspirantes a guerreros se abalanzaran contra mí con armas y sellos escondidos? ¿Contra uno solo? -rugí- ¿¡Esto es lo que significa ser el Guerrero Máximo de Auno!? ¡Pues no lo quiero! ¡Quédense con su asqueroso trofeo! -señalé a Dogor- ¡Él fue el único guerrero que me enfrento limpiamente, él y los otros seis que no vinieron por mí!
Extendí mi mano y cree ocho esferas de Recuperación Dividida, señale a Dogor y a los otros seis, la última fue para mí, adicionalmente anule el Relaxat Coactus en los últimos tres que enfrente.
- Ellos son los auténticos guerreros, los auténticos aspirantes, todo por haber superado todas las trampas habidas y por haber, el mero hecho de pararse aquí ya los hace merecedores, ahora, con su permiso me retiro, espero que no vuelvan a intentar asesinarme mientras duermo, el torneo ya termino, solo como recordatorio, que tengan buen día
Me gire molesto hacia la puerta por la que llego Daty, nadie dijo nada, el estadio se sumió en completo silencio.
- Excelente -pensé-
Al llegar a la salida vi a mi hermano esperándome con una ropa en mano, Wis me hizo una rápida limpieza con su luz, no tarde en ponerme el uniforme molesto para salir del lugar.
- Eso sí que fue todo un espectáculo -Jarya- un todos contra uno desnudos -rió nervioso- espero que nuestra madre o Gera no vean esos videos
- «No creo que salgan de Auno sinceramente» -Wis-
- Díganme que al menos encontraron algo interesante durante este estúpido torneo, mientras, vamos a comer algo que muero de hambre, luego nos vamos a la capital a reportarnos con Neba y de allí a Sezo
Unos minutos más tarde estábamos sentados comiendo en una cafetería, había pedido como tres hamburguesas con doble de todo, pude notar como algunos de los clientes y empleados me miraban incrédulos.
- ¿Sabías que apareciste en nacionales? -Jarya- todos vieron lo que hicisteis en la etapa final, hasta lo del trofeo
- Me importa poco, me tenían ya muy molesto -me comí una hamburguesa de un mordisco- guerreros una mierda, luego hablare con Duma seriamente -miré a Jarya- ¿Que averiguaron?
- No mucho en realidad, el torneo tiene problemas como abras visto, muchos intereses, lo realmente interesante es la historia tras Duma -tomó de su bebida- se le conoce como La Pacificadora, es una leyenda Auniana, hay muchas historias tras ellas, muy exageradas por cierto, a veces la misma historia variaba varias veces, es difícil saber que es real y que no, es como preguntar acerca de Garoin, todos han oído de él pero nadie sabe la verdad tras de el
- «Llego al torneo teniendo quince años por primera vez, los próximos diez años los gano de forma ininterrumpida, sin embargo de un momento a otro dejo de participar, aparentemente fue captada por el gobierno, por los Altos Comandantes para servir a la nación, unos tres años después ocurrió un evento fronterizo que le otorgo el sobrenombre de La Pacificadora, desapareció de Auno sin dar explicaciones al mismo tiempo, desde su desaparición nadie ha sabido nada de ella, hasta ahora que llegaste tú como su discípulo»
- Según entendí muchos la buscaron para ser sus discípulos o ser entrenados por ella, sin embargo los rechazo a todos -se recostó en la silla- de modo que enterarse de que un Eriano era su discípulo debió crear cierta indignación en los más adeptos a ella, por eso su odio irracional hacia ti
- Odio que hicieron crecer con la publicidad excesiva, sumado a la ya corrupción presente -suspiré- bueno, supongo que dejaremos ese tema de lado y nos concentraremos en Sezo por ahora
- «Tenemos compañía»
Miramos a nuestra derecha, Daty se encontraba mirándonos con una sonrisa, el lugar había quedado misteriosamente vacío de un momento a otro.
- Les ofrezco mis más sinceras disculpas -se inclinó- si me lo permiten me gustaría llevarlos a un lugar especial, allí responderé sus preguntas, incluyendo las de Duma y porqué ocurrió todo esto ¿Les parece?
- ¿Nos intentaran matar nuevamente? -la mire incrédulo-
- ¡Oh por el Creador no! -se rió- ya casi todos los implicados están en custodia gracias a ti ¿Vamos?
Suspirando pesadamente y mirando a mi hermano asentimos al final, la seguimos a un carruaje que tomo un rumbo desconocido, al principio pensé que sería a su casa pero descubrí que no. Era a una casa aún más grande y elegante, aparentemente hecha de pura piedra, tenía un aspecto antiguo pero con un toque moderno, allí descendimos y caminamos al interior, muchos soldados estaban custodiando el lugar.
- Este es el Hogar del Guerrero -Daty- este se vuelve el hogar del ganador por los próximos seis días, donde tendrá su recompensa y derecho máximo, a la vez que debe cumplir con un deber simple, sin embargo con respecto a lo primero ya me informo Duma que no lo podrías hacer por motivos personales, lo que solo te deja el deber
La seguimos hasta una enorme puerta doble que fue abierta por un par de soldados, ingresamos a un enorme recinto lleno de mesas alargadas con comida fresca de todo tipo.
- Mira, si hubiésemos venido aquí en primer lugar no tendríamos que haber comido hamburguesas -rió Jarya-
- En efecto joven Jarya -Daty se detuvo y se giró- actualmente no hay nadie en este amplio lugar, estamos solos y es seguro, puedes salir joven Wissen
- ¿Que? -la mire confundido-
- Duma me dio aviso de quien eres realmente -sonrió- ella y yo somos muy viejas conocidas, por favor sígame a esta mesa, aquí podemos sentarnos tranquilamente y les explico mejor
La seguimos aun con algo de desconfianza hasta una mesa circular más o menos grande, Wis salió del Velo revelándose, aproveché y di una mirada al lugar. Note que además de las mesas en dos esquinas habían dos piscinas climatizadas, parecidas al baño de su casa, en las otras dos esquinas parecían haber una especie de hundición acolchada con muchos cojines ¿Qué clase de sitio era este?.
- Bien, comencemos por lo básico -señalo la mesa- no duden en servirse, no está envenenado si es lo que creen -se rió-
- Si usted lo dice, de todas formas, no nos hará efecto -Jarya- soy especialista en esto y Argo aún mas
- Lose lose -asintió alegremente- cuando le pedí ayuda a Duma dijo que enviaría a la artillería pesada ¡Y valla que lo fue! -se sirvió un poco de té- en fin, la cosa es que desde hace unos años el torneo se ha estado corrompiéndose tal cual comprobaron -tomo un sorbo- a tal punto que intentaron matarte en mi casa ¡En mi propia casa! -gruñó- afortunadamente tu hermano y Wis se encargaron y los dejaron afuera como un regalo, durante el mismísimo torneo se sigo repitiendo el mismo patrón, aunque no lo pareciera había un par de cámaras que siempre te seguían discretamente, incluso en los puntos muertos, con ellos verificamos algunos participantes y árbitros sospechosos de corrupción, y valla que fueron muchos -tomó una galleta- la inteligencia hizo el resto, pero tu actuación al final con lo del trofeo fue maravillosa, digo, si, esto repercutirá en mi reputación, pero yo misma permití que esto llegara a este extremo y tenía que resolverlo a como diera lugar, como tú mismo lo dijiste el pueblo de Auno quedo de testigo -suspiró- después que te fuiste envié estas grabaciones que quedaron por fuera demostrando tu punto para que no hubiese duda de tus palabras, en este momento los Aunianos tienen la cabeza entre las piernas por la vergüenza, incluida yo misma
Esta puso un Link en la mesa y lo encendió, en el aparecieron efectivamente una secuencia de escenas en las que yo enfrentaba a estos tramposos una y otra vez, incluso algunas cámaras infrarrojas captaron la batalla final en la tierra y nieve donde no se veía nada. La tapire se levantó de su silla aun con galleta en mano y me señalo.
- Necesito hablar contigo en privado, asuntos que solo conciernen al guerrero -miró a Jarya y Wis- ¿Puede esperarnos afuera? -señaló una puerta al fondo- allí hay dos personas importantes esperándolos, seguro las reconocen
Miré a mi hermano y le di un asentimiento, parecía que por lo menos ahora estábamos siendo más sinceros, al estos irse la anciana tomo el Link y camino a una mesa mientras buscaba un contacto. Tomo una manzana roja y me la lanzo, la atrape en pleno vuelo sin entender.
- Este banquete está diseñado exclusivamente para ti y tu recompensa máxima, que no cumplirás por cierto -retomo- el Guerrero Máximo debe dejar su descendencia, usualmente hembras de su misma especie voluntarias harían fila afuera para entrar a complacerte y quedar embarazadas de ti, esto por tres días, en caso de que fueses hembra pues serian hombres -rió- aunque sé que no te molestaría, Duma me dijo que obviamente no lo harías por razones personales, lo respeto -asintió- al menos comete esa manzana, Duma me dijo que te gustaban, que son buenas después de largos periodos sin comer, además de usarla para burlarte una vez de ciertos leones
- Sí que te debe tener mucha confianza para haber dicho algo así -le di unos mordiscos- no pierdo nada, como seguro ya sabes tengo una runa que anula venenos
- Lose lose -se rió- ahora mira acá
Alzo su Link y en ella apareció Duma sonriendo ampliamente, inmediatamente mi rostro mostro molestia.
- Así que ya estas allí -Duma- vi la transmisión en vivo cortesía de Daty, no esperaba menos de mi discípulo
- ¡Pudiste haberme advertido! -grité- ¡Aunque sea que la última fase seria desnudo!
- No -negué- si lo hubiese dicho posiblemente te hubieses negado y pues de verdad te necesitaba allí
- ¿Por qué no viniste tu misma? -la mire curioso- estoy muy seguro que tu también podrías haber ganado
- Si, pero tengo mis razones, posiblemente en unos días las descubras, Daty las sabe pero no te las dirá por ahora -suspiró- sé que no reclamaras tu recompensa, pero quería recordarte que aun te queda el deber -miro a Daty- ¿Ya despachaste a Jarya y Wis?
- Si -asintió- en estos momentos deben estar entretenidos con ellos, ahora les avisare lo otro, y si, ya comió algo, así que está asegurado Argo
- ¿Qué? -las mire confundido- ¿A qué te refieres?
- Bueno, el deber que tienes que cumplir -dijo Duma tranquilamente- tres días para dejar tu descendencia, tres días para cumplir tu deber
En ese momento las puerta principal se abrió dejando pasar a un grupo de individuos que muy bien conocía, ya todos curados en perfecto estado y desnudos ¿¡Desnudos!?.
- ¿¡Cuál!? -pregunté ya aterrado-
- El Guerrero Máximo debe fortalecer a los finalistas derrotados por medio de la íntima dominación -sonrió Duma- sexo Argo, tendrás sexo con ellos por los próximos tres días, como si estuvieras en celo, solo que estarás atendidos por todos ellos
- ¿¡Qué!?
Mire hacia los finalistas, justo en el centro estaba Dogor, este asintió haciendo el saludo militar que fue repetido por los otros sin demora, mire aterrado a Duma.
- De todas formas, no hay marcha atrás -bostezó- comiste algo, toda la comida está impregnada con una afrodisiaco seleccionado específicamente para la especie ganadora, entraras en un suave estado de celo
- ¿¡Duma!? -me puse realmente nervioso- ¡T---Tu sabes lo que paso la última vez!
- Lose Argo, lose -asintió suavemente- pero esto es diferente, no es lo mismo, el afrodisiaco es muy suave, siquiera perderás tu conciencia, estarás consiente en todo momento, solo es para ayudarte a bueno, resistir más ¡Son siete después de todo! -se rió- míralo como un pequeño descanso, te lo mereces después de todo lo que te hicimos pasar, gírate Daty
Daty se giró poniendo el Link y a la guepardo de frente a los finalistas desnudos.
- ¡Bien! -gritó- creo que todos me conocen, no se quiénes son ustedes pero si están aquí es porque algo de dignidad de guerrero Aunianos tenían dentro de ustedes ¿¡Me equivoco!?
- ¡No señora! -respondieron todos-
- ¿Están aquí por voluntad propia? -Duma-
- ¡Si señora!
- ¿Por qué? -señaló a Dogor- ¿Por qué estas aquí?
- ¡Porque fui derrotado por un verdadero guerrero! -respondió este- ¡Porque quiero volverme tan fuerte como él y ayudar a proteger mi nación!
- Tú -Duma señalo a la loba- ¿Por qué estas aquí?
- ¡Porque en el reconozco un digno adversario del cual quiero obtener fuerza para continuar mi camino!
Daty se dio vuelta con el Link en mano, ambas tenían una tranquila sonrisa en sus rostros.
- Ninguno esta aquí contra su voluntad, están aquí por gusto, diferentes razones aunque quizás parecidas en el fondo, según su tradición, nuestra tradición es un honor recibir el calor de tu cuerpo en el suyo -Duma- tú mismo reconociste su valor al final del torneo, así que ¿Qué hay de malo? -volvió a sonreír- disfruta estos días, relájate y luego sigue con tu misión, me mantienes informada Daty ¡Ah!, y traten bien a mi discípulo o iré por ustedes y saben lo que soy capaz de hacer -gruñó- ¡Adiós!
La comunicación se cortó dejándome tan perplejo como al comienzo, Daty guardo su Link en el bolsillo para mirarme dándome una palmada en el brazo.
- Yo me retiro, iré con Wis y tu hermano a informales que estarás indisponible unos días, por si acaso hay soldados de confianza resguardando el lugar así que estarás seguro, quedas en buenas manos, diviértete
La tapire se fue casi dando saltitos de alegría, yo simplemente me quede congelado de piedra viéndola irse, justo al mismo tiempo un calor crecía dentro de mí, si bien la Palabra Sagrada anulaba venenos los estimulantes como afrodisiacos no caían en esa clasificación, estaba perdido.
- Argoitz
Me gire viendo a Dogor preocupado con las orejas planas, este simplemente me sonrió tranquilamente.
- La señora Daty nos informó un poco respecto a tu forma de pensar debido a algo pasado -bajó la cabeza- lo siento mucho, pero nosotros no te obligaremos a hacer algo que no quieres -negó suavemente- queremos complacerte en todos los aspectos posibles, tanto físicamente como espiritualmente
A su lado la loba gris camino poniéndose a su lado para comenzar a hablar.
- Quizás mi presencia te haga sentir incomoda por ser hembra -sonrió igualmente- o la de mi compañera -señalo a una cierva atrás- pero le aseguro que no debe tenerlo, seremos pacientes en todos los aspectos
- No es que tenga mucha alternativa -tragué grueso- el afrodisiaco hará que mis preferencias queden en segundo plano
Esta vez avanzo del lado contrario un lagarto cornudo de piel dorada, lo recuerdo, fue el que lance por la pierna contra la cierva.
- A pesar que no tenías la obligación de hacerlo nos sanates con tu luz sin siquiera pedírtelo, revocando la paralización y permitiéndonos conservar nuestra dignidad aun en la derrota -bajó la cabeza- por favor permítenos atender las heridas de tu cuerpo
- Y---Yo -negué- no tengo heridas, ya me las curé
- Lo sabemos –continuo el reptil- pero siempre quedan heridas en el espíritu, además tu cuerpo necesita un baño y atención
Todos se abrieron paso señalando una de las grandes piscinas temperadas en la esquina, Dogor se posiciono atrás de mi posando sus manos en mis hombros tensándome un poco.
- Permítenos, por favor -murmuró el oso-
La loba y el reptil me tomaron ambos por cada mano con suavidad mientras el oso me empujaba suavemente, entre los tres me guiaron al borde de la piscina donde me esperaban los otros cuatro. Por alguna razón sentía que no podía negarme a sus acciones, no sé si por el efecto del afrodisiaco incrementándose, si por la obligación que sentía en cumplir sus tradiciones o por mi propia voluntad.
Con una suavidad que no creí posible retiraron todas mis prendas dejándome tan desnudo como ellos invitándome a bajar los escalones del agua que estaba a una temperatura perfecta. Adentro fue recibido entre los brazos de ambos gorilas de lomo plateado, aparentemente eran gemelos ¡Esto era una locura!.
Dogor paso sus manos por mi cintura pegando su cuerpo a mi espalda, la cierva se acercaba con una bandeja de madera, allí algunas esponjas y soluciones que solo pude identificar como productos de limpieza. Cada uno tomo una por su cuenta y comenzaron a tallar mi cuerpo de forma muy delicada.
Me lleve mi mano a mi rostro conteniendo un pequeño gruñido de frustración, me sentía en conflicto, estaba disfrutando el trato pero seguía sin verlo muy correcto ¡Maldito choque cultural!. Para empeorarlo el afrodisiaco estaba haciendo mejor su efecto, una prominente erección comenzaba a asomar en mi entrepierna.
- Tranquilo Argoitz -susurró el canguro- nosotros nos encargaremos de todo
No tuve que bajar la mirada para saber que había pasado, la cálida sensación en mi miembro me dijo lo que ocurría, al mismo tiempo que soltaba un suspiro ahogado la loba lamio mi cuello mientras Dogor atrás de mi frotaba su miembro entre mi parte trasera. Ambos gorilas terminaban de tallar mis piernas a la vez que la cierva traía consigo una bandeja de comida y el lagarto cornudo paseaba su lengua por mi hocico haciendo que lo abriera.
En el momento que el suave beso comenzó supe que todo estaba perdido y ya daba igual lo que pensara, la poca resistencia que había ofrecido se fue como mi suciedad en el agua, mis conceptos éticos y morales por la borda igualmente. Ese beso fue solo el inicio a quizás la experiencia sexual más alocada que haya tenido en mi vida y dificulto vuelva a experimentar por lo que resta.
- Esta me las vas a pagar Duma –pensé-
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