Capítulo 5
Dichosa, abrí la chocolatería y esperé con ansias a que todos quisieran comprarme mis chocolates.
Ordenaba una bandeja de bombones veganos, cuando volví a recordarlo a él y sonreí perdidamente, e inevitable, abrí el relicario en mi pecho y miré con amor su foto.
_ Será un bebe maravilloso amor mío. Sueño con que tenga tus mismos ojos y tu dulce encanto de hombre...
Un sinfín de entrevistas acopló su tiempo y el de su banda y aunque en ocasiones le agradaba por su carrera de cantante, en otras, le cansaba en exceso.
Asistía a cada una, pero siempre mantenía latente el sentimiento por mí.
Se esperanzaba en que quizás, en más de alguna de todas esas entrevistas, yo lo viera y sintiera ese dulce beso de ambos, y reviviera lo mismo que él sentía por mí.
2 meses después...
Más que desesperada por comerme una barra de chocolate, una mujer muy distinguida entró a la chocolatería. Yo quedé casi sin aliento.
_ Si te comes las ventas, así nunca ganarás lo suficiente, y serás siempre una mediocre
_... Tía Eliana...
_ Creo que te he sorprendido con mi presencia, pero te sorprenderás aún más cuando te dé la noticia que este lugar es mío
_ ¡¿Qué?! ¿De qué estás hablando?
_ ¿Qué nadie te lo dijo? Tú padre por ser mi hermano menor, me heredó la gran parte de esta chocolatería, lo que a ti te excluye querida
_ Eso no es verdad. Mis padres al momento de irse a la India me heredaron por escrito que esta chocolatería quedó bajó mi nombre
_ Pues yo aquí también tengo un documento legal que dice que yo por ser la hermana mayor de tu padre soy la dueña máxima de este lugar
_ No, eso no es posible
_ Si no me crees, aquí lo tienes. Léelo y compruébalo con tus propios ojos...
Me pasó con burla aquel documento y yo más que desentendida y nerviosa comencé a leerlo y quedé perpleja, pues ella no había mentido.
La miré y no tuve que palabras articular.
_...
_ ¿Qué te dije? ¿Ves? Es un documento legal, de modo que no tienes nada más que hacer en este lugar
_ ¡No! pero es que...
_ ¿A caso estás sorda o qué? no eres nadie aquí. Tú deshonesto padre te engañó, yo soy la única dueña de todo esto, así que fuera ¡Largo de aquí!
Pensé en mi bebe y el corazón se me aceleró.
_ No. Tú no me puedes echar de aquí
_ ¿Disculpa?
_ Soy tan dueña como tú, además no me puedes correr porque estoy embarazada – abrió los ojos.
_ ¡¿Qué?!
_ Si, así es. Estoy esperando un bebe, de modo que es contra la ley despedir a una mujer en espera – deseó matarme.
_... ¡Eres una!
_ ¡No vengas a insultarme! ¡Mira que te puede salir peor!
_... Ya verás. Te vas a arrepentir. Te vas a arrepentir...
Más que indignada salió de la chocolatería y yo aún asustada por todo lo que me había dicho, pensé desesperada que ella no podía echarme así como así de mi propia chocolatería y urgiéndome, me dieron unos deseos enormes de vomitar y corrí rápidamente al baño.
Se juntó con su abogado y enfadada, le exigió que yo no podía seguir trabajando en la chocolatería.
_ Pero señora Eliana según lo que me ha dicho, la muchacha está embarazada. La ley la avala al encontrarse en ese estado
_ ¡Es que no puede ser! ¡Esa chocolatería debe, tiene que ser mía!
_ Lamento decírselo, pero con un hijo en camino es imposible que usted pueda apoderarse del lugar. Además es herencia de su padre
_ ¡Eso no me importa! ¿O qué? ¿No nos sirve el documento falso que usted me redactó para que yo se lo enseñara a ella?
_... Bueno sí
_ Entonces. Miré, juguemos hasta la última carta. Le pagaré lo que me pida, pero mi estúpida sobrina no puede seguir siendo la dueña de esa chocolatería ¡No! ¡Haré todo lo posible por sacarla de ahí!... Incluso, si hago que pierda ese maldito bebe...
Días después...
Sonriendo con simpatía para una entrevista, esta acabó y bajó la mirada, cansado y ausente.
No dejaba de pensar en mí y atormentado, subió a su auto y volvió a casa.
Conduciendo, esbozó una sonrisa al recordar aquel único e inolvidable beso y el corazón se le aceleró de felicidad.
_ Si al menos pudiera volver hasta esa ciudad. Iría hasta su chocolatería con el pretexto de querer esos deliciosos chocolates, sabor a menta, y así podría verla. Volver a verte mi amada y dulce Margarita
Impaciente, tomó el celular y llamó a Vicente.
_... Joey...
_ ¿Qué tal Vicente?
_ Que insistente te has vuelto últimamente...
_ Vamos, si sabes porque razón te estoy llamando
_ Y la respuesta es no...
Se desanimó aún más y sin aún entender la razón, necesitaba saber si alguna mujer había escogido sus muestras para convertirse en madre. Por otro lado, Vicente no sabía qué hacer y urgido, vio la hora y más le urgió cortarle...
_ Amigo, tengo una paciente. Debo colgar - Joey suspiró.
_ De acuerdo, pero no creas que te desharás tan rápido de mí, ya lo sabes. Es mi derecho saberlo
_ Si Joey. Ahora debo colgar. Hablamos...
_... Adiós...
Sin ánimos de seguir pensando, siguió su largo camino conduciendo hasta su casa...
Entré a su sala de consulta y Vicente me sonrió de oreja a oreja, lo que yo ignoré por completo.
_ ¿Cómo te has sentido este segundo mes Margarita?
_ La verdad bien, salvo que los mareos, náuseas y vómitos no me han dejado tranquila
_ Bueno, todos esos síntomas son normales dentro del primer trimestre del embarazo
_ Ya veo
_ Ahora recuéstate en la camilla, que procederé a tomarte la presión y a ver como esta tu bebe – sonreí con ilusión.
_ Si doctor...
Al cabo de toda la revisión, me volví a colocar el vestido y él me miró fijamente.
<< Si Joey supiera que esta bella y joven mujer fue la que escogió sus espermas >>
<< ¿Qué diría? >>
<< ¿La aceptaría? >>
_ Doctor, doctor, disculpe pero ¿Cómo está mi hijo? ¿Mi embarazo está bien? – me sonrió.
_ No hay de qué preocuparse Margarita, tú y tu hijo están en perfectas condiciones – pensé en Joey y me llené de amor y de ilusiones.
_ Qué bien doctor. No sabe cuánto me alegra oír eso. Ya muy pronto cumpliré los tres meses
_ Tienes que cuidarte mucho más ahora que vas a entrar al tercer mes. Trata de comer equilibrado. Haz ejercicios y por ningún motivo pases malos momentos
_ ¿Malos momentos?
_ Sí, me refiero a discusiones y a esas cosas, ya que pueden afectarte a ti y a tu hijo
_... Comprendo...
Solo pensé en él. Sentí que más lo amé y me acaricié el vientre soñando con nuestro amado bebe.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top