Capítulo 4
15 días después...
Más cansada de lo normal, había tenido nauseas y vómitos la última semana, además de muchos mareos.
Me había costado trabajar en la chocolatería; los clientes me miraban con extrañeza por mis muy marcadas ojeras, lo que me incomodaba un poco. De pronto sonreí y supuse de cuál sería el motivo y me acaricié con ilusión el vientre.
<< Ya no cabe duda >>
Al término de la tarde, cerré la chocolatería y me fui casi corriendo a mi casa.
Nerviosa, tomé la prueba de embarazo y me la hice. Me senté en la tapa del retrete y esperé impaciente el resultado. Aquellos tres minutos fueron lo más largos de mi vida.
Sonreí de emoción, lo que tanto anhelaba y esperaba. El resultado me había dado positivo. Estaba embarazada, embarazada de Joey.
Me cubrí la boca con la mano de felicidad y a punto de gritar, pensé en él y en que mi sueño se haría realidad.
_ Joey, mí amado Joey. Tendré un bebe, un hijo solo tuyo, el que yo tanto esperé.
Para asegurarme de todo, al día siguiente fui a la clínica de fertilización y esperé para que el doctor Vicente me revisara y me lo confirmara.
Más que inquieta y nerviosa, casi no podía respirar. Vicente colocó en mí ese extraño e incomodo aparato que casi lo pude sentir llegar a mi garganta y con el corazón pegado al pecho, solo pensé en Joey, en que me había besado y más me desesperé.
Vicente me miró fijamente y yo ahora asustada, temí que los resultados fueran falsos. Casi sentí que el mundo se me vino encima y lo miré alarmada.
_... ¿Y doctor?
_ Felicidades Margarita. Efectivamente, estás embarazada. Tienes dos semanas
_ ¡Estoy embarazada! ¡Voy a ser mamá!
_ Así es...
No dejó de mirarme fijo y pensó en su amigo Joey, y en su condición.
<< Bien amigo. Tú condición ha sido cumplida >>
_ Ahora te daré una lista de las cosas que puedes y no puedes comer durante este proceso – le sonreí más que emocionada.
_ Si, descuide. Haré todo lo que me pida, con tal que mi bebe nazca sano y fuerte
_ Qué bien que lo digas, porque además deberás tomar unas pastillas que serán calcio y proteínas para ti y tu hijo
_ Ok, también las tomaré. No se preocupe...
Me miró detenidamente y solo pensando en su amigo, deseó que yo me siguiera atendiendo con él durante todo el embarazo, por si llegara a ver una posibilidad de... que Joey regresará... Así me tendría más que cuidada y vigilada para él...
_ Otra cosa Margarita. Desde este momento, yo comenzaré a tratarte hasta que termine tu embarazo – encontré extraña aquella sugerencia.
_ ¿Y por qué motivo? Es decir, yo ya tenía pensado en que clínica controlar mí embarazo
_... Bueno, porque... como yo fui el que te hizo la inseminación, entonces me siento responsable de ti y de tu bebe, además que es mi deber
_... No lo sé realmente
_ No te arrepentirás. Esta es una de las mejores clínicas de la ciudad. Te aseguro que no te sentirás más segura en otra que en esta...
Seguía sin entender y sin pensarlo más acepté su propuesta.
_ Está bien, si me asegura que durante esta instancia mi bebe estará bien, entonces no tengo problema
_ ¡Estupendo! Te veré entonces aquí el próximo mes
_ De acuerdo, ahí lo veremos entonces – pensó en algo rápido.
_ ¡Ah! Otra cosa, necesito tomarte una foto para el ingreso definitivo a la clínica
_ ¿Una foto mía?
_... Así es, verás, es un requisito que cada paciente debe realizar al momento en que la concepción se lleva a cabo
_... De acuerdo...
Vicente posicionó su celular frente a mí y yo sonriéndole, él captó mi pose y sonrisa y me tomó la fotografía.
_ Bien Margarita, con eso hemos concluido. Nos veremos el próximo mes
Más que contenta, ignoré lo de la fotografía, lo demás y tomé mi cartera y me despedí de él con un fuerte apretón de manos y antes de marcharme, recordé una última pregunta.
_ Casi lo olvidaba doctor ¿Puedo seguir comiendo chocolates? Es que soy un poco aficionada a ellos
_ Tendrás que bajar la cantidad, ya que el comer mucho dulce puede provocarte diabetes gestional
_ Oh...
Me desanimé al saber que no podría continuar comiendo chocolates como antes, y sin más, salí de su sala de consulta.
Vicente nervioso, recordó las palabras de Joey y suspirando, tomó el celular y pensó en llamarlo para contarle que yo era la mujer que había escogido sus espermas y entonces pensó en voz alta:
_ ¿Qué sentido tiene que se lo diga? A él no le importará. Jamás conoció a esta muchacha y viceversa, ella tampoco. Tienen vidas totalmente diferentes. No tiene sentido que lo sepa. Él quería esa condición y ya se le cumplió. Ya se le inseminó solo a una mujer, a esa joven mujer y ya. Ya está. Es mejor que no lo sepa nunca...
Más que ilusionada, llegué a mi casa y solo con ansias de comerme un chocolate, pensé en Joey, en mi amado Joey y me acaricié el vientre con cariño.
_ Vamos a tener un bebe mi amor. Si lo supieras. Me encantaría que así fuera, pero es imposible. Tú ahora estas muy lejos de mí vida y aunque tuvimos ese dulce y corto acercamiento, no creo que te acuerdes de mi, en cambio, yo te llevaré siempre aquí en mi corazón. Ahora vives en mí.
Con urgencia y anhelos busqué en mi baúl de madera un antiguo y grande relicario con forma de corazón y al hallarlo sonreí solo pensando en él. Coloqué una dulce foto suya y me lo coloqué en el cuello. Lo abrí y miré su tierna sonrisa y profundos ojos celestes, los que me hicieron amarlo aún más.
_ Ahora estarás siempre conmigo mi Joey...
Leía un libro de Stephen King, cuando de pronto volvió a pensar en mí, en mi dulzura y en nuestro inolvidable beso. Su corazón se le aceleró.
_ Me pregunto ¿Cómo estará? Era muy hermosa. Tan independiente y muy inteligente.
¿Por qué no me la puedo sacar de la cabeza? Pero es que fue tan dulce y atenta conmigo. No tiene comparación a ninguna otra mujer...
Llegó a la cuenta que hacía tres semanas que había vuelto a su ciudad y se tornó aún más pensativo.
Cerró el libro y se sentó frente a su piano; comenzó a tocar una suave melodía.
Tocó nostálgico, ido...
_ Si me hubiera dado el tiempo para haberla conocido más... No dejo de pensar en ti, Margarita...
De repente recordó que había donado sus espermas y en su única condición. Por impulso deseó saber si a alguien ya se las habían implantado y llamó exasperado a Vicente.
Alarmado al ver que se trataba de él, pensó en no atenderle la llamada y valiente, dio un suspiro y contestó.
_ Halo
_ Hola amigo ¿Cómo estás? Creí que no me llamarías en un buen tiempo más
_ Yo también... Las cosas aquí están como siempre. Vicente, necesito que me respondas con la verdad – se tensó por completo. Presintió lo que le preguntaría.
_... Dime... ¿Qué deseas saber?
_ ¿Si ya alguna mujer habrá tomado mis muestras?
_... Amigo ¿Qué fue lo que te dije esa vez? No hay ninguna posibilidad, ni la más minina, que conozcas a esa disque mujer y mucho menos ella a ti
_ Entonces ya inseminaron a una
_ No, me refiero a que ¿Por qué ahora insistes en saber algo que es imposible? Tú estuviste de acuerdo, cuando decidiste a ser donante, y en que cuando inseminemos a una mujer, solo será a una. Ese fue nuestro acuerdo – él dio un suspiro.
_ Lo sé, pero es que... siento que, quiero saberlo. Es mi derecho
_... Tranquilo sí, que cuando eso pase te lo diré
_ Gracias Vicente...
Al cabo de colgar, miró la foto que me había tomado con su celular...
_ Tiene razón, se lo diré, pero no todavía... De todos modos, insisto en que no tiene ninguna lógica que lo sepa, si a la muchacha no la ha visto jamás...
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