1 semana después...
Nerviosa, había pasado una semana y aún no dejaba de pensar en Joey y en ese romántico beso que me había dado.
<< Quizás ¿Dónde esté? >>
<< Ya debe estar lejos, muy lejos de esta ciudad y de mí >>
<< ¿Le habré interesado en verdad? >>
De pronto aquellos pensamientos se vieron interrumpidos al sonar mi celular. Desperté de ellos abruptamente y tomé rápidamente la llamada.
Era el momento. Días atrás había pedido la hora para realizarme la inseminación artificial y me estaban llamando para confirmar la cita.
Ya lo había decidido y sin vuelta atrás, cerré la chocolatería y emprendí camino hasta la clínica en donde haría realidad mi sueño, el sueño de por fin convertirme en madre.
Más que nerviosa, entró el doctor Vicente, quien al momento de verme me dio las gratas felicidades por yo tomar aquella gran decisión.
Nerviosa, él lo notó y se me acercó.
_ ¿Estás segura de seguir adelante con esto Margarita?
_... Si doctor, lo estoy. Si no lo hago ahora, me arrepentiré siempre
_ Perfecto, mira, iré a buscar unos formularios que debes llenar antes de iniciar el proceso. Ponte cómoda. Vuelvo en breve
_... Ok...
Suspiré más nerviosa que al principio. Solo ansiaba comerme unos bombones de fresa y con el corazón pegado en el pecho, miré de pronto una carpeta, de color amarilla, en el escritorio del doctor, la que tenía por nombre "Últimos donantes de espermas".
Curiosa, tuve la necesidad ¿No sé por qué? de ver quiénes eran aquellos donantes y nerviosa, me armé de valor, me cercioré de que el doctor aún no regresará, y me acerqué rápidamente a su escritorio, y tomé la carpeta.
La lista de donantes era larga, miré detenidamente cada nombre, y la impresión me sobrepasó al leer el nombre de Rolf Magnus Joakim Larsson, alías Joey Tempest...
No lo pude creer y agitada, volví a leerlo para confirmar que era él realmente quien aparecía en esa lista, como donante de esperma.
<< No es posible >>
<< ¡Joey es donante de esperma! >>
<< ¡Pero ¿Por qué él?! >>
Creí que me desmayaría en ese instante y solo pensando en él, en su dulce beso y en lo tierno que se había comportado conmigo, recordé:
"_... Así que mañana te irás...
Él suspiró...
_ Si. Hay algo que debo hacer, es de la ansiedad que te había mencionado antes
_ Oh, entiendo... Sea lo que sea, espero que todo resulte y te vaya bien... "
Desperté de aquel recuerdo, rememoré su tierna y coqueta sonrisa. Su dulzura, simpatía conmigo, sus preciosos y seductores ojos celestes y su imborrable y romántico beso y volví a mirar su nombre en aquella carpeta.
<< Si escojo sus espermas, él no lo sabrá nunca, ya que se fue hace una semana a otro país y no creo que lo vuelva a ver >>
<< Quizás ¿Por qué razón habrá querido ser donante? >>
<< Sea cual haya sido su razón, yo no lo sabré jamás >>
_ Oh Joey, mí amado Joey... Tú debes ser el único a quien yo debo escoger...
Escuché el giro de la manilla de la puerta y dejé rápidamente la carpeta sobre el escritorio.
El doctor me miró y se sentó en su escritorio. Yo le fingí una sonrisa, muriéndome de nervios y de ansiedad por dentro.
_ Aquí te traigo unos formularios que debes llenar para el proceso Margarita
_ Ok...
Miré con disimulo la carpeta.
_ ¿Le puedo hacer una pregunta doctor?
_ Las que quieras
_ ¿Yo podría escoger algún donante de esa carpeta?
Vicente me miró un poco incomodo frente a mi pregunta y tomó la carpeta, ya que había sido descuido suyo haberla dejado ahí, a vista de que cualquiera la viera.
_... ¿A caso quieres escoger algún donante de esta carpeta?
_... Descuide, si le preocupa, no leí ninguno de los donantes que aparecen allí. Yo solo le preguntaba por como en esa carpeta dice "Últimos donantes", pensé que tendría más altas probabilidades de quedarme embarazada
Me miró detenidamente. Sentí que casi me vi delatada por mi mentira.
_ Si, tienes razón. Tienes muchas más probabilidades de embarazarte con estos espermas
_... Entonces como estoy pagando y quiero que la inseminación resulte ¿Puedo optar a escoger alguno de esos donantes de esa lista?
Vicente no supo qué hacer, me miró y pensó que yo desconocería la identidad de su amigo, por aparecer su nombre real y no por el que todos lo conocían.
_... De acuerdo, aquí está la lista. Escoge el que quieras...
_ Gracias doctor...
Le di una sonrisa torcida y fingí buscar cualquier nombre de la lista, cuando yo ya sabía a quién había escogido realmente para ser mi donante y padre de mi futuro hijo.
Simulé buscar cada nombre, ya me había pasado el suyo y volviendo a leerlo, lo escogí, aparentando que ignoraba su identidad, al igual que la de cualquier otro donante de aquella lista.
_ Escojo este para ser mi donante doctor...
Me miró fijamente al yo señalarle con el dedo el nombre de Joey y yo solo lo miré y actué de lo más normal, sintiendo que los nervios me comerían por dentro.
_... ¿Estás segura que ese es el donante que quieres Margarita?
_ Si ¿Por qué me lo pregunta doctor? ¿A caso, hay algo malo con ese donante?
_ No, es tan solo que...
_ ¿Qué cosa?
_ ¿Te suena ese nombre? ¿Sabes quién es?
_ No la verdad ¿Por qué tendría que saberlo? No me diga que es alguien famoso
_ Eh no. Son solo preguntas frecuentes, que como doctores debemos hacer antes de iniciar con el proceso de inseminación
_ Ah, ya veo... ¿Entonces no hay problema con que escoja a esta persona para donante?
Volvió a mirarme con atención, recordó la condición de Joey, aquella única condición y yo seguí fingiendo, cuando en el fondo ahora lo que más deseaba no era solo ser madre, si no quedarme embarazada de mi único gran amor Joey.
_... No en lo absoluto...
_ Genial. Espero que todo esto funcione y pueda al fin concretar mi sueño de ser madre
_ Haremos todo lo posible Margarita, pero descuida, ya que las posibilidades en tu caso son altísimas por ser una mujer joven
Pensé en Joey con amor e ilusión y sonreí sin evitarlo. Me sentí inmensamente feliz...
_ Bien Margarita, ahora procederemos. Necesito que te sientes en esa camilla para comenzar con la implantación de los espermatozoides del donante que escogiste
No pude disimular mi alegría...
_ Si doctor, comencemos por favor...
_ Abre las piernas y relájate. Casi no sentirás nada, luego esperaremos unos 15 minutos y ya luego podrás irte a casa
Suspiré nerviosa.
_ Ok...
Así de nerviosa, solo tuve a Joey en mis pensamientos durante todo el proceso, aquel inolvidable momento en que me implantaron sus espermas en mi vientre.
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