Capítulo 21
Vio al doctor y corrió a preguntarle por mí y nuestro bebe.
_ ¡Doctor! ¡¿Cómo está mi mujer y mi hijo?!
_ Debido a la fuerte caída que Margarita tuvo, se le adelantó el parto. Tendremos que hacerle una cesárea
_ ¡¿Una cesárea?!
_ Estábamos viendo la posibilidad de que fuera parto normal, pero ya no hay tiempo
_ ¡Quiero verla! ¡Quiero ver a mi esposa!
_ Afortunadamente recobró el conocimiento – sus ojos brillaron.
_ ¿Dónde está?
_ Venga conmigo...
Doliéndome mucho, solo quería verlo a él y Joey entrando, mi corazón latió de felicidad y él me miró perdidamente.
_ Joey ¡Mi Joey!
Él corrió a abrazarme y yo rompí en llantos.
_ Mi vida
_ Ya mi hermosa, aquí estoy, aquí estoy. Nunca te dejaría sola en este bello e importante momento – más lo abrasé.
_... Mi Joey...
Escuchó mis llantos y se sintió culpable.
_ Perdóname, perdóname mi amor. Nunca debí haberte dejado sola mi vida, nunca
_... No es tu culpa... Fue ella... fue... - acarició mi mejilla llena de lágrimas.
_ Lo sé amor mío. Esa malvada mujer te empujó por las escaleras
_... ¿Cómo fue capaz?... Fui tan tonta en haberle creído
_ No mi vida. Esa mujer es la única culpable de todo y ahora las pagará
_...Me quitó mi relicario – más acarició mi mejilla.
_ Lo recuperaremos, tranquila
_ Oh Joey
Más lloré en sus brazos y sentí una fuerte contracción y solté un gemido. Él me miró alarmado.
_ ¿Qué pasa amor mío?
_... Me duele... Duele mucho
Se recostó junto a mí y tomó mi mano con cariño en mi barriga.
_ Tranquila mi amor. Estoy contigo. Respira, respira hondo
Así lo hice y las lágrimas me corrieron por los ojos.
_... Qué bueno que estés aquí conmigo
_ Lo estaré siempre amor mío. Siempre
_ Mi Joey... No quiero que nada malo le pase a nuestro bebe
_ Nada le va a pasar mi vida, tranquila. Te van a hacer una cesárea – me dio miedo.
_ No me dejes sola por favor
_ No amor mío. Yo te voy a acompañar – volví a abrazarlo y más lloré.
_ Quiero que me ayudes a dar a luz a nuestro bebe Joey – me abrazó con todo su cariño y me amó con locura.
_ Voy a ayudarte amor mío. Estaré contigo. No dejaré que nada malo te pase a ti y a nuestro bebe
_ Mi Joey...
Llegó el doctor con los camilleros.
_ Hay suficiente dilatación, de modo que haremos el intento por un parto normal
_... Ok...
Joey me miró y los camilleros me ayudaron a recostarme, me llevaron rápidamente a la sala de partos y él fue a mi lado.
Todo listo, Joey tierno tomó mi mano, me la apretó con amor y yo comencé a pujar con todas mis fuerzas.
Él fijo en mí, me alentaba y no soltaba por nada mi mano; yo pujaba y pujaba y Joey me miraba con amor y admiración. Solo rogaba que los dos estuviéramos bien.
_ Vamos amor mío, tú puedes. Te amo
Me susurró y yo saqué mis últimas fuerzas y pujé hasta quedarme sin aliento.
Su conmovedor y fuerte llanto nos llenó de alegría a ambos y a él le brillaron los ojos de felicidad y de amor.
Gracias a dios nuestro bebe había nacido sano y fuera de peligro; el doctor pasándomelo, yo lo sostuve con todos mis anhelos y amor y se me escaparon las lágrimas de emoción.
_ ¡Es! ¡Es nuestro bebe Joey! ¡Nuestro bebe! – él sonrió con lágrimas.
_ Si, es nuestro hijo Margarita. Nuestro hijo
_ Es tan lindo. Tiene tus ojos
_ Es mi dulce angelito. Te amo tanto mi Margarita
_ Y yo a ti mi Joey, ahora y siempre
El bebe sin dejar de llorar, nos sonreímos con amor, agradecidos de que todo haya salido bien y luego nos besamos.
Ya en la sala de recuperación, yo feliz cargaba a nuestro bebe y Joey a mi lado, me miro perdidamente enamorado. Yo lo miré de igual forma.
_ ¿Quieres cargarlo?
_ Sí, me encantaría
_ Ten, sostenlo así. Con cuidado tómale su cabecita...
Se lo pasé y él cargando a nuestro bebe, sonrió inmensamente feliz. Se sintió realizado, todo vulnerable y pleno.
Tomó con cariño y cuidado su pequeña manito y le sonrió.
_ Hola hijo. Soy yo, tú papá. Mi amado hijo. Te prometo cuidar siempre de ti y de tu madre, a quien amo con toda mi alma
Le sonreí y Joey se me acercó con nuestro pequeño.
_ Te amo tanto hermosa
_ Y yo a ti mi Joey – me miró tierno y luego miró a nuestro hijo.
_ Aquí está hermosa. El hijo que tanto anhelabas tener, por fin está a tu lado, tal como siempre lo soñaste
_ Y que seas tú su padre. Esto es lo más hermoso
_ Así es. Esto nos unirá para siempre y estoy tan feliz de que así sea
_ Mi Joey
Nos sonreímos y nos besamos con todo nuestro amor.
Nerviosa, pensaba huir por un tiempo y luego regresaría a reclamar por lo que supuestamente le correspondía y empacándolo todo, tocaron a su puerta.
Quedó perpleja al ver a la policía en la puerta y se le fue el aliento.
_... ¿Qué necesitan?
_ ¿Es usted Eliana del Monte?
_... Sí, yo soy
_ Queda detenida por intento doble de homicidio en contra de la señora Margarita Larsson, además de falsificar documentación al fisco. Llévensela...
Los policías la esposaron de inmediato y mi tía reventó en gritos.
_ ¡NO! ¡Soy inocente! ¡Soy inocente! ¡Ella fue la que me atacó! ¡Mi sobrina! ¡Suéltenme!
_ Guarde silencio, o si no, todo lo que diga podrá ser acusado en su contra ¡Vámonos!
_ ¡NO! ¡No pueden llevarme así! ¡Suéltenme!
Así se la llevaron detenida y el juez dictó una larga pena de cárcel para Eliana, la que duraría muchos y muchos años. Algo que sin duda, ella jamás contó para sus planes.
Días después...
Meciendo a nuestro pequeño, lo recosté suavemente en su cuna y él se durmió por completo.
Lo vi dormir y se me regocijó el alma y sonreí de emoción. Me quedé ahí junto a su cuna y lo observé dormir.
Joey viéndome junto a nuestro bebe en la cuna, sonrió tierno y se me acercó.
Yo le sonreí y él besó mis labios.
_ Tengo algo para ti hermosa
_ ¿Una sorpresa para mí?
_ Así es. Cierra tus ojos
Volví a sonreírle y cerré los ojos. Joey dulce se me acercó por la espalda y me colocó mi preciado relicario, el que me había quitado Eliana.
En cuanto lo vi, lo tomé con amor y miré a mi amado Joey.
_ Es, es mi relicario ¿Cómo lo rescataste?
_ Gracias a él, se pudo comprobar que esa mujer te había atacado, de modo que a ese delito y los demás, estará por muchos años en la cárcel
Lo abrasé fuerte y con alivio.
_ Oh mi Joey
Sonrió tierno y me aferró a sus brazos.
Me miró con todo su amor y acarició mi cabello.
_ Has hecho tanto por mi Joey
_ Y lo seguiré haciendo mi vida, porque te amo, eres mi esposa y eres el amor de mi vida
_ Mi Joey
_ Te amo
_ Y yo a ti
Nos besamos y nos abrazamos muy fuerte, como la primera vez.
Mucho tiempo después...
El tiempo pasó y los dos muy felices con nuestro pequeño Joey, yo pude volver a mi querida chocolatería y hacer lo que me gustaba y llenaba el alma. Vender todos mis chocolates a quienes quisieran.
Todos contentos porque había vuelto, me preguntaban por mi bebe y yo les respondía con alegría.
Aquel día fue lleno de emociones. Llegó mucha gente a comprarme y yo le sonreía a todos con dicha.
De pronto, llegó una pareja y en cuanto me pidieron que les vendiera el chocolate con sabor a menta, el corazón me latió de felicidad y pensé en Joey con todo mi amor; cuando justo, llegó él con nuestro bebe en sus brazos.
Lo miré perdidamente y él me sonrió con destellos.
La pareja sonriéndonos, compraron y se despidieron.
Joey tierno se me acercó y yo le sonreí.
_ Buenas tardes hermosa dama ¿Me podría vender unos deliciosos chocolates, sabor a menta? – me reí.
_ Por supuesto, a usted se los vendería siempre – me miró brillándole sus ojos de amor.
_ Te amo Margarita
_ Y yo a ti. Eres el amor de mi vida
Me sonrió y yo cargué a nuestro bebe, el que se había quedado dormido en el camino.
Le entregué con todo mi amor la caja de chocolates, sabor a menta y él me amó con locura.
_ Aquí están amor mío
_ Mis preferidos. Si no fuera por estos chocolates, no te hubiera conocido nunca
_ Ni yo a ti
Sostuvo mi rostro con cariño y comenzó a besarme y me abrazó con todo su afecto y protección.
Al cabo de besarnos, nos reímos y él se hecho un chocolate a la boca y luego tomó mi mano.
_ Ven, mira lo que le compré a Joeycito. No pude evitarlo – le sonreí.
_ A ver ¿Qué le compraste amor?
_ Espera y lo verás hermosa...
Tomada de su mano, él me llevó afuera y yo riéndome, salimos de la chocolatería y vimos unos enormes globos a gas, de distintos colores, atados en la parte trasera de su auto.
Sonreí fascinada y Joey me tomó con cariño por la cintura.
_ Se los compré a Joeycito, pero se quedó dormido
_ Que tierno eres Joey. Están tan lindos – miramos los dos a nuestro pequeño.
_ No creo que quiera despertar
_ Lo mismo pienso yo
Nos sonreímos, Joey besó su cabecita y nos acercamos hasta el auto.
Joey desató los globos y estos volaron por los cielos.
Abrazados, y con nuestro bebe en nuestros brazos, miramos con ternura y alegría volar todos aquellos globos; sonreímos felices y tomándonos de la mano con cariño, miramos con detenimiento como se alejaban más y más los globos de los tres y de mi chocolatería.
Fin.
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