Capítulo 17
1 mes después...
Pasó un mes y los dos muy ilusionados y contentos nos casamos por el civil.
Fue una recepción sencilla y modesta; con los amigos y familiares más cercanos, a excepción claro de nuestros padres.
Besándonos, nos tomamos de la mano con cariño y miramos la argolla de casados en nuestros dedos, lo que nos hizo sonreír y nos miramos perdidamente.
_ Te amo
_ Y yo a ti mi Joey. Mucho
Sus ojos brillaron de amor y yo los contemplé con delirio; Joey sujetó mi rostro en sus manos y me besó otra vez.
Desnudos, él me tenía tumbada de lado y yo disfrutaba de deseos mientras él me acariciaba los pechos; lo besé con cariño y anhelos.
Excitado y tierno a la vez, correspondía a mis besos, y ambos besándonos, me embistió con ardor y todo su amor.
Gemí en sus labios y Joey me abrazó con más anhelos. Volvió a besarme y acarició a nuestro bebe.
Acarició mi mejilla y me susurró agitado:
_ Te amo Margarita. Te amo demasiado
Nos besamos largamente, hasta que acabamos.
No dejaba de respirar cansada y Joey me sonrió. Yo estaba feliz y él besó mi hombro y volvió a acariciar mi enorme barriga.
_ ¿Cómo te sientes mi vida? – le sonreí.
_ Cansada, pero feliz. Estuvo muy rico – se rió y me susurró al oído:
_ Opino lo mismo – le sonreí embelesada y él acarició con más anhelos y protección mi barriga, lo que me derritió aún más. Derretida por completo, él me sedujo con sus intensos ojos celestes.
Di un suspiro y me miré la barriga y su mano sobre ella.
_ Me siento más pesada y enorme que antes
_ Estás preciosa
Lo miré amándolo aún más.
_ Estoy a punto a cumplir los ocho meses
_ Por eso te lo digo
Lo miré de la misma manera, y de pronto solté un gemido de dolor; él me contuvo más junto a él. Me miró y sonrió tierno, puesto que había sentido a nuestro bebe.
_ Ya se despertó este campeón
_... Si...
Volví a quejarme y él me miró amándome con locura y más me abrazó.
_ Te amo mi amor
_ Y yo mi Joey...
Respiré hondo y me toqué la barriga. Él tomó mi mano junto a ella y ambos acariciamos al bebe.
_... Tranquila hermosa. Tranquila
_... No creo que vaya hoy a la chocolatería...
_ Tranquila. Ya está todo arreglado. Cuando tú dispongas, llamaremos a la persona que contratamos, para que trabaje allá por ti, pero por ahora descansa. Yo me quedaré contigo y te cuidaré, de ambos cuidaré
_ Gracias mi vida. Qué bueno que estés conmigo – sonrió.
_ Yo digo lo mismo. Soy tan afortunado de tenerte conmigo y que me vayas a dar este hijo por tu tierno y puro amor por mí
_ Te amo
Me abrazó con más y más cariño y protección y luego me besó larga y apasionadamente.
Más que ansiosa e ilusionada, aquella tarde tenía control con la ginecóloga y Joey me acompañaría.
Iríamos a escuchar el ultra sonido de nuestro preciado bebe.
Aunque había seguido al pie de la letra la dieta y todas las pastillas y vitaminas que tenía que tomar, no podía dejar de comer chocolates. Eran mi mayor antojo y Joey lo sabía.
Él a mi lado, la ginecóloga lo saludó con un apretón de manos, y luego me saludó a mí con una cándida sonrisa.
_ Ok Margarita. Vamos a subirte a la pesa. Quiero ver en cuanto está ahora tu peso actual
_... Ok...
Caminé descalza hasta la pesa y un poco complicada, me subí a ella...
Joey observándome, yo estaba en un mar de nervios y la ginecóloga vio mi peso.
<< Seguro debo de estar pasada >>
<< ¡Estoy enorme! >>
_ Estás bien en tu peso para tus ocho meses, Margarita
A Joey le brillaron sus ojos al mirarme y yo sonreí.
_ ¿Eso quiere decir que no estoy en sobre peso?
_ No. Estás excelente. Sigue con la misma dieta y no te preocupes si te dan deseos de comer "ciertos alimentos". Es muy normal a estas alturas que quieras comer y no parar
Sonreí más contenta y Joey también sonrió.
<< Cuanto te amo Margarita >>
<< Te ves muy preciosa >>
_ Bien Margarita, ahora te recostarás en la camilla, para hacerle el ultrasonido a su bebe – ambos sonreímos.
_ Si...
Me recosté con cuidado en la camilla y Joey junto a mí, tomó mi mano. Yo lo miré toda enamorada y él me sonrió con destellos.
La ginecóloga se sentó junto a mí y nos dio una sonrisa a ambos.
_ Muy bien Margarita. Ahora veremos cómo esta su bebe. Levántate el vestido por favor
Sonreí con anhelos y un poco nerviosa, porque él estaba ahí conmigo; me levanté le vestido y a Joey le brillaron los ojos.
Me echó el gel en la barriga y yo me estremecí.
_ ¡Ah! ¡Está helado!
Joey me sonrió intenso y yo lo miré perdidamente.
La ginecóloga comenzó a pasarme el aparato por toda mi barriga y ambos pudimos ver a nuestro bebe en la pantalla, lo que nos llenó de alegría e ilusiones a los dos.
Él emocionado, vimos como se movía nuestro hijo, y tomó con más cariño mi mano.
_ Es increíble mi amor
_ Ahora vamos a escuchar el ultrasonido de su bebe
_ Si
Dije igual de emocionada que Joey y los dos nos sonreímos.
_ Miren esto, su bebe va a ser muy inquieto al parecer
Nos reímos por su comentario y lo vimos moverse en la pantalla.
_ ¡Oh! Miren eso
Joey lo miró con deslumbro y mi corazón brincó de amor y de ternura.
_ Se está chupando el dedo
_ Sí, eso está haciendo
_ Es, es asombroso
Sin evitarlo más, me besó en los labios de felicidad, y yo sostuve su mejilla con cariño.
Volvimos a sonreírnos y escuchamos de pronto el ultrasonido y más irradiamos nuestra felicidad y ternura.
_ El niño está en perfectas condiciones. Será muy sano
Sonreí ilusionada y agradecida y Joey me miró vibrante.
_ ¿Eso quiere decir que mi embarazo está bien doctora?
_ Así es, pero ahora debes cuidarte mucho más que los meses anteriores. Recuerda que ya entraste al octavo mes, de modo que es en donde más debes descansar y estar tranquila. Sigue tal cual la dieta y tomate todas las pastillas y unas vitaminas extra, que ahora te voy a recetar
_ Descuide, yo me encargaré de que siga tal cual lo que debe, o no debe hacer – me sonrió y yo tomé su mano.
_ Bien señores. Entonces nos veremos aquí para tu última ecografía, Margarita
_ Si doctora
_ Cuídate mucho y nos vemos muy pronto...
Salimos de la clínica y yo me sentí muy pesada. Abrí las piernas para caminar y Joey tomó mi mano.
_ ¿Quieres ir a casa a descansar?
_ No, quiero ir a la chocolatería ¿Me vas a acompañar?
_ Por supuesto mi vida, pero iremos por un rato ¿Ok? Recuerda que la doctora te dijo que ahora debías descansar y estar más tranquila
_... Si lo sé... es que... Tengo antojos de chocolates
_ Jejeje, muy bien. Iremos por tus chocolates preferidos...
Me abrió la puerta de su auto y Joey me tomó de la cintura.
_ Espera, déjame ayudarte a subir hermosa...
Le sonreí y él me ayudó a subir a su auto. Me acomodé y él me colocó el cinturón de seguridad.
Al llegar a mi chocolatería, abrí con dicha la puerta y Joey detrás de mí, yo traté de correr hasta las vitrinas y el mesón, y él tierno me siguió.
_ Cuidado tesoro. No te apresures
Me fascinó escuchar su suave voz detrás de mí y él corazón se me elevó de amor.
<< Cuanto te amo amor mío >>
Junto tras la vitrina, tal como cuando nos reencontramos, busqué con ansias unos chocolates que en verdad me moría por comer y Joey tierno y sexy, se me acercó y me habló al oído.
_ ¿Cuáles estas buscando?
_ Los que son rellenos con frambuesa y yogurt, pero creo que ya no tengo...
Me giré y le sonreí coqueta y mimada.
_ Entonces yo iré a comprártelos. Espérame aquí y te los traeré
Me susurró más sexy, apuesto y yo me derretí...
A punto de irse, lo detuve.
_ Joey espera
Se volteó, y yo lo tomé de improviso y con anhelos de su rostro, y lo besé perdidamente.
Feliz, me correspondió y me abrazó fuerte a su pecho.
_ Te amo mi amor. Te amo demasiado
_ Y yo a ti mi hermosa Margarita
No me pude aguantar y lo abrasé con todo mí ser.
_ Amor mío – disfrutó de mi tierno abrazo y cerró los ojos con delirio.
_ Me encanta cuando me abrasas así
_ Si...
Sentí un pequeño dolor y solté un gemido, lo que a él le preocupó al instante.
_ ¿Qué pasa mi vida?
_... Es que me dolió un poco...
No dejé de abrazarlo y él me abrazó con más cariño y protección.
_ ¿Estás bien?
_... Si...
_ ¿Segura hermosa?
_ Si. Ya se me está pasando...
Me miró y yo aún estaba un poco afligida por ese inesperado dolor.
_ Me preocupa dejarte sola cariño
_ Ve tranquilo. Nada malo va a pasarme. Aquí estaremos esperándote tú hijo y yo
Me sonrió tierno y sostuvo mi rostro con cariño. Tomó los mechones de mi cabello.
_ De acuerdo. Me tardaré lo menos posible hermosa. Te amo
_ Y yo a te amo a ti mi Joey...
Aquella tarde me había entrado mucha clientela a la chocolatería, y yo más que contenta, todos me felicitaban por nuestro querido bebe.
Cansada y acalorada, di un suspiro y me senté en el mesón.
Era inevitable, ya no podía cerrar las piernas como antes, se me abrían solas por lo grande que ya estaba mi barriga.
_ Menos mal que traigo vestido...
De pronto, Joey llegó con un hermoso ramo de margaritas, además de mis chocolates preferidos. Yo le sonreí con asombro y amor.
Él me miró perdidamente y me sedujo con sus profundos ojos celestes. Se me acerco anhelante, y yo con el corazón palpitándome de felicidad, me costó levantarme de la silla y lo hice con cuidado, lo que a él le llamó la atención y me miró tierno y apasionado.
_ Lo siento. Me cuesta moverme
_ Tranquila, así está bien
_...
_ Son para ti. Espero que te gusten
Me pasó con todo su cariño el ramo de margaritas, y yo se las recibí embelesada y radiante.
_ Oh Dios. Son bellísimas mi amor – me miró fijamente por unos instantes. Yo tomé una y olí su aroma con dedicación.
_ Me encantan. Muchas gracias mi amor
_ Qué bueno que te gusten hermosa
_ ¿Te confieso algo? Nunca antes me habían regalado flores. Eres el primero – me miró despampanante.
_ Eso me enorgullece aún más. Esas margaritas están hechas para ti
_ Amor mío
Me le acerqué a sus brazos y sin soltar el ramo, Joey me abrazó y yo comencé a besarlo. Él derretido, me amó perdidamente.
Coloqué con cariño las margaritas en un jarrón lleno de agua. Joey sentado en la cama, me observó fijamente y sus ojos otra vez brillaron de amor y de anhelos.
_ Que hermosas margaritas. Vivirán por mucho tiempo
Las miré con emoción y él me tomó por la espalda y me susurró al oído:
_ Son tan hermosas como tú
Sonreí de dicha y lo miré perdidamente.
_ Te amo Joey. Te amo
_ Oh niña mía...
Me levantó el mentón con cariño y comenzó a besarme. Yo lo abrasé y nos besamos muy apasionados.
_ Cuanto te amo Margarita
Me susurró en mis labios y volvimos a besarnos largamente y nos abrazamos fuerte.
_ No dejes de besarme
_ No lo hare, descuida...
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