Decidida en ir a visitarme, se bajó de su auto y se acercó a la chocolatería.

Vio que estaba cerrada y miró en la puerta el letrero de "Cerrado" y se enfadó.

_ ¡¿Pero qué mierda?! Si crees que así te puedes reír de mí, estás muy equivocada mosca muerta. Ahora verás de lo que soy capaz. Aún estoy a tiempo de que ese niño no nazca...

Tierno, me había preparado una ensalada de frutas para la cena y yo le sonreí perdidamente.

_ Con esto repondrás muchas energías hermosa. Espero que te guste

_ Que tierno eres mi Joey. Muchas gracias – me sonrió y se sentó junto a mí con una taza de café cargado.

_ ¿Cómo te sientes?

_ Muy bien y feliz, porque estoy contigo – tomó mi mano.

_ Yo también lo estoy. No te imaginas cuanto – le sonreí.

_ Esta noche quiero que te quedes aquí conmigo. Ya es muy tarde y no quiero que sigas durmiendo sola allá en tu departamento – me gustó la idea, pero pensé de inmediato en la chocolatería.

_ Pero mañana debo ir a la chocolatería, cariño – sonrió tierno.

_ Tranquila, iremos juntos si lo deseas, pero con la condición de que trabajaras hasta cierta hora. Ahora debes descansar y cuidarte más por nuestro hijo – sonreí con ilusiones.

_ Nuestro hijo – me sonrió con destellos.

_ Así es. Es ahora cuanto más cuidado y cariño necesitas y yo quiero encargarme de todo eso. Quiero que te vengas a vivir conmigo

Lo miré sorprendida y el corazón se me disparó.

_ No solo eso. Quiero que seas mi esposa ¿Aceptarías casarte conmigo? – abrí la boca y sonreí de emoción.

_ ¿Me lo dices en serio mi amor? ¿Me estás pidiendo matrimonio? – sonrió ilusionado.

_ Si hermosa. Anhelo que seas mi esposa

_ ¡Oh Joey! – se me escaparon las lágrimas.

_ Di que sí hermosa

_ ¡Sí! ¡Acepto! ¡Quiero ser tu esposa mi Joey!

_ Mi niña hermosa

Sostuvo mi rostro en sus manos y nos miramos con una perdura sonrisa de felicidad.

_ Te amo Joey

_ Y yo a ti. Te amo más que a mi vida

_ Mi amor, mi vida

Lo abrasé fuerte y él sin contenerse, me cargó en sus brazos y nos besamos largamente.

Al otro día...

Ilusionada porque él iría conmigo a la chocolatería. Joey me sonrió con ternura.

Se sentía tan pleno y realizado. Recordó que ayer habíamos hecho el amor por primera vez y sonrió vibrante.

Entramos a la chocolatería y yo sonreí de felicidad.

Me acerqué hasta el mesón, el que tenía variados bombones bajo el vidrio y Joey me siguió.

_ ¿Me venderías otros chocolates de menta? – me sonrió coqueto y yo me perdí en aquella sonrisa.

_ Mil veces más, con tal de volver a besarte y a tenerte en mis brazos

Me abrazó fuerte y acarició mi ya largo cabello almendrado.

_ Me siento tan afortunado de haberte conocido amor mío. Todo empezó en este lugar. Si no hubiera venido aquí aquel día, nunca te hubiera conocido

_ Oh Joey

Dije con emoción y tomé su rostro y lo besé con todo mi amor.

Él cautivado y feliz, correspondió a mi beso y me cargó en sus brazos.

Le sonreí coqueta, lo que a él le fascinó.

_ Ya me encanta que me tomes así en tus brazos

_ Qué bueno, porque te cargaré así una y otra vez, hermosa

Sentí que el bebe me pateó y le sonreí con ilusiones.

_ Sabe que eres tú. Me está pateando

Trató de sostenerme con más cariño, y anheló también sentirlo.

_ Lo siento – volví a sonreírle – Este campeón patea bastante

_ Si, sabes que eres su papi

_ Oh mi hermosa

Me abrazó con delirio y me susurró en los labios:

_ Soy tan feliz de ser el padre de ese hijo que esperas con tanto amor. Ser parte de tu transformación

_ Mi amor

_ Te amo. Te amo Margarita

Me susurró y me besó con todo su ser. Yo lo abrasé fuerte y él acarició mi espalda y cintura y yo sonreí.

_ ¿De verdad piensas quedarte conmigo aquí en la chocolatería?

_ Si hermosa. No quiero dejarte por nada sola. Quiero ayudarte y ver como trabajas. Siempre quise ver como atendías a tus clientes que mueren por un chocolate

_ Jejeje, me dará vergüenza

_ Sé tú misma. Me encantará observarte y cuidarte

Le sonreí y de pronto recordé mis medicamentos.

_ ¡Oh rayos!

_ ¿Qué sucede hermosa?

_ He olvidado mis pastillas y vitaminas. Debí habérmelas tomado ayer y hoy en la mañana – tocó mi mejilla.

_ Tranquila. Iré a buscarlas a tu departamento. Dame la dirección e iré en mi auto para no tardarme demasiado

_ ¿Podrías traerme también una muda más de ropa por favor?

_ Claro que si hermosa, pídeme lo que necesites y yo te lo traeré

Le sonreí con destellos y él me sedujo con sus maduros y profundos ojos celestes.

_ Que tierno eres mi Joey – acarició mi mejilla.

_ Haré lo que sea para que tú y nuestro hijo estén bien y felices hermosa - me susurró en los labios y me besó.

Al cabo de besarme, yo le sonreí más que embelesada, di un suspiro y él se rió tierno.

_ No te tardes tanto por favor – sonrió.

_ No lo haré. Estaré aquí en menos de lo que te imagines hermosa

_ Te amo Joey.

Dentro de su auto, miró la dirección, que yo le había dado y miró el departamento y se bajó.

Caminó por el pasillo y tomó el ascensor.

Molesta de tocar el timbre, frunció el ceño y golpeó fuerte la puerta.

_ ¿Dónde rayos está esta mocosa? Pero si hoy no vuelve a abrir la chocolatería, se las verá conmigo. Estoy perdiendo la paciencia

Volvió a golpear fuerte la puerta, cuando de pronto, se abrió el ascensor y Joey salió de él. Sacó las llaves de mi departamento y miró en seco a la que era mi tía, quien estaba de pie fijo en mi puerta. La miró serio y supo que se trataba de ella.

De tan solo recordar todo lo que me había hecho, apretó los puños y ella lo miró anonada. No lo podía creer; pensó en mí y reaccionó a sonreírle con coquetería.

_ Hola ¿Qué tal?

_...

_ ¿Buscas a alguien aquí en este departamento? – le urgía por saber y Joey se acercó a mi puerta y colocó la llave en ella.

_ ¿Se refiere a mi mujer, Margarita, su sobrina?

Eliana abrió los ojos al ver que Joey estaba conmigo, y que peor, lo sabía todo, en especial del bebe y fingió que ella no sabía nada. Ardió de rabia y envida por dentro.

_ ¿Así que mí sobrina y tú están juntos? Vaya que sorpresa. Entonces, tú debes ser el padre de ese bebe que ella espera – la miró más que irritado.

_ Deje de fingir señora. Sé todo lo que le ha hecho a Margarita y le advierto que esto no se va a quedar así

_ ¿Perdón? Pero ¿De qué me estás hablando? ¿Qué mentiras te dijo mi sobrina de mí?

_ Margarita no es ninguna mentirosa. Ella es transparente y buena, además de dulce y honesta, no como usted

_ ¡¿Cómo te atreves a insultarme así?! ¡Esto no lo voy a tolerar!

_ ¡Y yo no voy a tolerar que vuelva a hacerle daño a mi mujer! ¡Porque si lo hace, me encargaré personalmente de que la encierren por maltrato y violencia!

_...

_ Esa chocolatería solo le pertenece a ella. Su padre se la heredó y como tal, usted no tiene ningún derecho sobre ella, Así que será mejor que retiré todas esas falsas demandas en contra de mi mujer

_ ¡No! ¡Esa chocolatería es mía! ¡Mi sobrina es una vil mentirosa, que solo quiere quedarse con lo que me pertenece! Y si eres inteligente, es mejor que te alejes de ella, o si no, te robará todo, tal como lo hizo conmigo

_ Es increíble que Margarita la tenga a usted por su tía – ella se desfiguró.

_...

_ Ya está advertida. No vuelva a acercarse a mi mujer, porque o si no, ahí sí que se las verá de verdad conmigo y lo pagará aún más caro que ahora. Usted dice tener poder, pero yo lo tengo aún más

_ ¡Eres un...! ¡Imbécil!

Le gritó por ultimo y subió enceguecida al ascensor.

Joey molesto, y a la vez preocupado por mí y nuestro bebe, llamó de inmediato a su abogado.

_ Alex, necesito que vayas ahora ya a la chocolatería, mientras que yo voy en camino hacia allá...

Entró rápidamente a mi departamento y vio todo, mis cosas; algunas desordenadas y sonrió.

Buscó mi dormitorio y entró en él.

Vio mi cama tendida y la cuna de nuestro bebe junto a ella. La miró con detención y luego sonrió perdidamente y se acercó a ella.

Observó el tierno cubrecama, de color celeste, miró el móvil y con cariño tocó el corral.

_ Oh amor mío. Cuanto te amo Margarita...

Enfurecida, se pasó tres semáforos en verde y más deseó deshacerse de mí y de mi bebe.

_ Infeliz ¿Cómo rayos lo supo? Ahora ese famoso está a tu lado, pero tu felicidad no será por mucho, rata de mierda. Crees que ya ganaste, pero no es así. Ese hijo no va a nacer y ni tú, ni ese famoso sujeto, podrán impedirlo...

Todos estaban sorprendidos de ver a Joey Tempest en mi chocolatería; él actuó de lo más normal y se sentó junto a mí en el mesón. Yo le sonreí.

Les vendía a todos con entusiasmo y alegría mis chocolates y Joey me miraba perdidamente enamorado. Sonreía con destellos.

Algunos querían sacarse una foto con él, además de pedirle su autógrafo, lo que a mí me causaba risa. Joey feliz y carismático, se los daba y accedía a tomarse fotos con todos.

_ Quiero una caja de bombones con sabor a menta – ambos nos sonreímos.

_ Qué buena elección – le dije y Joey me sonrió con ternura.

_ ¿Podrías darme tu autógrafo Joey? También quiero una foto por favor

_ Jejeje, por supuesto...

Yo le sonreí; la muchacha posó junto a él y se tomaron la foto.

_ Muchas gracias por los chocolates y a ti Joey por el autógrafo y la foto. Adiós

_ Adiós...

Él me miró y yo me le acerqué con una dulce y coqueta sonrisa. Me tomó en sus brazos y yo rodeé su cuello con mis brazos.

_ ¿Y qué tal? ¿Qué te ha parecido estar aquí hoy en mi chocolatería? – me sonrió.

_ Genial. Eres muy tierna. Atiendes muy bien a las personas

_ Jejeje, pero eso sí, no me gusta mucho que las mujeres vengan y se acerquen a ti, para coquetearte y pedirte fotos – me sonrió tierno y sexy.

_ ¿Estás celosa?

_ Si, un poco...

Se rió y me cargó con más cariño a sus brazos.

_ Mi amor, yo te amo solo a ti. Es parte de mi trabajo tomarme fotos y dar autógrafos a los fans, lo sabes

_ Si, lo sé... - lo miré mimada.

_ Yo solo tengo ojos para ti, para nadie más, hermosa – le sonreí y él tierno me sonrió.

_ Te amo

_ Y yo a ti

Me dijo y sin soltarme de sus brazos, me besó perdidamente y yo lo abrasé más que feliz, y amada por él.