Capítulo 2
Habían pasado 2 días desde aquel incidente del centro comercial; sólo eso había bastado para que Royal Woods esté casi repleto de zombies.
Cada noche se transmitían noticias por televisión. Al parecer habían zonas donde no había ocurrido nada y los recursos aún funcionaban. Durante el día la familia se limitaba a hacer los deberes de la casa. No podían hacer las cosas como antes, puesto que el sonido atraía a los infectados y eso sería peligroso. Para Luna, quien amaba tocar su guitarra, esto era de lo peor. Había intentado usarla sin amplificador pero no era lo mismo.
Ya estaba harta de todo esto. Quería salir y gritar, tocar música a todo volumen y olvidarse de todo por un rato. Pero no era la única.
Lynn, quien amaba los deportes, no podía hacerlos dentro de la casa porque no había suficiente espacio, y salir era demasiado peligroso. Aún así, ambas se las arreglaban para sobrellevarlo.
A Lori le preocupaba la comida, puesto que sólo quedaba para un día más; si querían seguir adelante, deberían salir a buscar algo. La sola idea de salir con esas cosas la aterraba, e intentaba darse valor diciendo que hacía esto por su familia y nadie más. En la tarde haría una reunión familiar para ver que harían.
La desaparición de sus padres tampoco ayudaba. Ambos habían ido al trabajo y desde el brote, no supieron nada de ellos. Lucy se había quedado leyendo sus novelas de vampiros en algún ducto de aire, o en algún lugar frío de la casa. Las cosas no habrían cambiado mucho para ella, sólo eran más grises.
Luan cuidaba de Lily y la hacía reír con sus bromas. Las gemelas; bueno, Lola parecía enojada por la situación afuera, y Lana continuaba divirtiéndose, aunque dentro de la casa y sin hacer tanto ruido, claro.
Sorprendentemente Leni se mantenía calmada y mantenía el orden en la casa. Había tomado la postura de líder, e incluso había superado a Lori. De algún modo sabía como debía llevar las cosas.
Esto sorprendió a todos, en especial a Lincoln, quien sabía sobre esas cosas sólo por los videojuegos y películas de zombies. Algo había pasado en el centro comercial que la había cambiado.
Aunque a Lincoln no le importó demasiado, y comenzó a pasar más tiempo con ella. Nunca había pensado que podría jugar un juego de zombies y ver una película con ella y que ambos lo pasaran bien.
Mientras tanto, Lisa intentaba averiguar que había pasado. Un virus desconocido que había sido detectado en otro estado, había llegado a Royal Wood y causado este gran desastre. No podía haber sido un accidente. No podía ponerse a pensar en eso ahora. Este virus tenía algo.
¿Y si sólo causaba canibalismo, pero no era mortifico?. Entonces habría manera de detener esto como si se tratara de una simple gripe. Tenía que tener una muestra para poder trabajar. Ese era el problema; Lori no dejaba salir a nadie, sería imposible hacer ensayos de esa forma. Necesitaba hacer algo, ¿Pero qué?.
Al medio día, Lori preparó el almuerzo. Todos comieron en la mesa de los grandes, con excepción de las pequeñas. El silencio era incómodo. Lori fue la primera en hablar.
-Se nos acaba la comida-.
-Hay que salir a buscar más-. Leni hablaba como si nada.
-Ese es el problema, ni loca vuelvo a salir con esas cosas-.
-Entonces yo iré-.
-No puedes ir tú sola, yo voy contigo, estoy más preparado para esto-.
-Entonces Lincoln viene conmigo, ¿Ves? Es simple-.
-¿Cómo puedes estar tan calmada en un momento como éste?-.
Leni no dijo nada. De todas formas no tenía nada para decirle a su hermana, estaba paranoica y no sería fácil razonar con ella.
-Eeh yo también quiero ir-.
-¿Lynn?, ¿Por qué?-.
-Necesito salir, distraerme un poco, cambiar los aires. Además, si voy, podremos traer más cosas-.
-¿Qué dices Lori?-.
-Tú tienes que decidirlo, al parecer eres mejor líder que yo-. Dicho esto, se levantó y salió de la sala. Parecía molesta. Luego de eso, nadie dijo nada más.
Comieron en silencio y regresaron a sus tareas. Más tarde, Leni se preparaba para salir, usando ropa deportiva y llevando una mochila vacía. Habían algunas tiendas a unas cuadras de la casa; ese sería su objetivo. Lincoln ya estaba listo y esperando abajo. Lynn tenía su bate de baseball, por si era necesario.
Cuando Leni bajó, estuvieron a punto de salir, pero Luna estaba parada en la puerta.
-¿Puedes dejarnos pasar?-. Leni sonaba serena.
-Quiero ir-. Sólo eso dijo.
Lení suspiró. A éste paso todas las hermanas querrían venir; pero en las últimas horas, Luna parecía molesta y quizás salir le sienta bien.
-Bien, trae una mochila y una linterna-.
-En seguida vuelvo-.
Tenían que salir antes del anochecer o sería difícil moverse. Afuera no había ni un alma, al parecer en esta zona no era tan grave. Luna volvió, y así salieron a la calle.
Lincoln fue el primero en salir. Con una raqueta de tennis en manos, seguido de Leni y las chicas. Aún había luz, así que tenían que apurarse.
El silencio reinaba en esos momentos. El día anterior habían escuchado disparos. Sin perder tiempo, caminaron rumbo a las tiendas, que estaban a unas pocas cuadras. Si usaban la van harían demasiado ruido y tardarían menos, pero no tenían alternativa.
El vecindario estaba muy calmado; a Leni le inquietaba eso, no era una buena señal. Algunas casas estaban cerradas, pero podía verse a través de las ventanas y había luz. La electricidad funcionaba muy bien, pero en algún momento va a cesar.
Tenían que abastecerse lo mejor posible para los siguientes días. Necesitaban todo lo que pudieran encontrar. Comida, ropa, medicinas si es necesario. Habían tantas cosas.
-Si tan sólo lo hubiera pensado antes-. Se decía a si misma Leni, quien mantenía un paso firme y ligero.
Al llegar a las tiendas, se encontraron con 2 zombies comiéndose algo que sangraba, pero que ya no era reconocible. Lynn tragó saliva. Era la primera vez que veía uno. Luna trataba de estar seria, pero por dentro estaba asustada. Lincoln miraba alrededor buscando un lugar donde poder esconderse. Y Leni, al ver la reacción de sus hermanos, tomó una botella de vidrio del suelo y la tiró cerca de los zombies.
Éstos, al escuchar el ruido, se acercaron a ver. Momento que los hermanos aprovecharon para entrar en la primer tienda que vieron. Era una farmacia, y para su suerte estaba abierta.
Dentro todo parecía intacto pero no había luz. Rápidamente abrieron la mochila de Lincoln, y la llenaron de todo lo que pudieron. No se habían tomado la molestia de ver que era, sólo querían irse cuanto antes.
Lynn estaba tomando cosas cuando alguien la tomó por la espalda
-Ah... Lynn-.
Era un zombie. Lynn trataba en vano de poder soltarse. Lincoln corrió hacia ella y con la raqueta de tennis, golpeó en la cabeza al zombie, haciéndolo retroceder. Si hubiera tenido más fuerza, podría haberlo herido más.
Lynn se había soltado y ahora con su bate de baseball, golpeó al zombie en la cabeza nuevamente y ésta se rompió, ensuciando su camiseta blanca y roja.
Lincoln quedó sorprendido ante la reacción de su hermana, y mientras recuperaba el aire, volvía a su anterior tarea.
-Gracias Linc-. Fue todo lo que dijo.
Continuaron guardando cosas hasta que la mochila de Lincoln estuviera llena y pasaron a la siguiente tienda. Era electrónica, aunque nada de eso les serviría ahora. La otra era una oficina de abogados; nada útil.
Luego había un pequeño almacén que tenía luz en su interior, seguramente habría gente allí que pueda ayudarlos o darles algunas cosas para comer. Leni asomó la cabeza y lo primero que vio fue un zombie atado al mostrador. Había una nota a su lado. Decía "Lo siento amigo".
-Pobre chico-.
-Bien, el resto parece limpio, entremos-.
Los 4 se dividieron y recorrieron los pasillos, tomando lo que pudiera ser útil según Leni. Comidas enlatadas, pastas, o distintas cosas para cocinar.
Mientras Lincoln revisaba los estantes, encontró uno con golosinas. No pudo resistirlo y tomó una barra de chocolate. Parecía que hace días no veía una. Pero ¿Por qué una si podría tener las que quisiera?. Sin pensarlo más, tomó todos los dulces que pudo. Después de todo, a sus hermanas también les gustaban, así que estaba bien si se llevaba algunas cajas.
Estaba tan concentrado en ello que no se dio cuenta de que había entrado alguien más a la tienda.
-Suelten eso, ¡Ahora!-.
Los cuatro miraron a quien había pronunciado esas palabras; era un hombre adulto, quien los miraba molesto con una escopeta en mano. Lynn y Luna lentamente dejaron las cosas en el suelo mientras Leni, que estaba cerca del hombre se acercaba a él.
-¿Saben? No quisiera tener que matar niños, así que les diré esto: suelten sus mochilas y los dejaré ir-.
-Pero necesitamos estas cosas-.
-Yo también, y tengo muchas personas que alimentar. Lamento esto, pero no tengo alternativa-.
-Podríamos repartir los alimentos, hay muchos-.
-No estás en posición de negociar, pequeño. Aunque si eso quieres, entonces una de ellas podría venir conmigo-. Dijo mirando a las chicas.
-No-.
Lynn se estaba asustando. Luna la abrazó. Por detrás, Leni estaba muy cerca del tipo con una sartén en mano. Tenía una sola oportunidad de atacarlo; no podía fallar.
Lincoln miraba serio al hombre armado. ¿Por qué se llevaría a una de sus hermanas?, no tenía sentido. Pero cuando él fijó su mirada en Lynn, algo muy dentro de él apareció.
La rabia, la ira, el enojo y muchas emociones más se encontraron; si salvar a su hermana significaba dejar toda la comida y las demás cosas que llevaban, lo haría. Daría la vida incluso de ser necesario
-Bien, puedes llevarte nuestras cosas-.
-Ah, muy bien, pero no creas que es lo único que quiero-. Y volvió a fijar la mirada en Lynn.
-Ella vendrá conmigo-.
-No. No lo creo-. Dicho esto, Leni, quien ya se encontraba detrás de él, lo golpeó fuertemente en la nuca con la sartén, haciendo que su enemigo perdiera un poco la consciencia y cayera al suelo. Se encontraba inconsciente.
-Que tipo más asqueroso. Bueno chicos, creo que es hora de irnos... ¿Ocurre algo? ¿Por qué me miran así?-.
Los tres estaban sorprendidos por la actitud de su hermana. ¿Cuando había aprendido a hacer eso?. Más importante: ¿Cómo había desmayado al tipo ese con un solo golpe?, era todo un misterio. Definitivamente Leni había cambiado, pero no perdieron ni un segundo más. Tomaron sus cosas y emprendieron la vuelta a casa.
Ya había anochecido y las calles estaban completamente obscuras. Sólo se iluminaba parte en donde estaba el almacén. Tomaron algunas baterías y velas y salieron por última vez. Caminaron unos metros hasta que escucharon ruidos; parecían quejidos y gruñidos.
Luna sacó su linterna y al encenderla vio que se trataba de zombies. Éstos, al verlos, se acercaron listos para atacar. Los cuatro empezaron a correr lo más rápido que pudieron, escuchando que los gruñidos se acercaban cada vez más y más. Sería su fin. Eran demasiados como para enfrentarlos y en la noche sería más complicado.
Pero una luz los cegó. Un auto se acercó a toda velocidad, y se detuvo justo delante de ellos. El vidrio bajó y sorprendió a todos.
-¿Quieren que los lleve?-. Era Bobby.
Rápidamente subieron al auto y Bobby aceleró lo más rápido que pudo, alejándose de los zombies.
-Que bueno que los encontré chicos. Lori me dijo que estaban tardando demasiado, y me preguntó si podía venir a buscarlos-.
-Así que viniste a buscarnos-.
-No, salí a buscar comida y Lori me llamó-.
-Bueno, ¿Podrías llevarnos a casa?
-Claro, de hecho pensábamos en ir a verlos-.
-¿Pensábamos?-.
-Si, mi hermana y yo-.
-Hola-.
-¿Ronnie?, ¿Estabas aquí?-.
-Claro Lincoln, deberías ser más atento-.
-En casa no hay nadie y no podía dejarla sola. No hasta que mamá vuelva, salió en un viaje de negocios hace unos días y no ha vuelto todavía-.
-Creo que pueden quedarse con nosotros, Lori no debería tener problemas. Además podrían ayudarnos-.
-Gracias Leni. ¿Sabes?, te noto algo diferente-.
-Oh, cambié mi ropa; Eso es todo-.
Lincoln se acercó a su oído.
-Todo esto parece haberla cambiado-. Susurró.
-Oh, de acuerdo-.
El resto del camino estuvieron charlando sobre como se organizarían en la casa y dónde dormirían. Tratándose de Lori, no tendría problema en que su novio y su hermana se queden con ellos.
Al llegar, Lori los recibió con los brazos abiertos. Realmente estaba preocupada por su familia. Mayor fue su sorpresa al ver a Bobby y a Ronnie e inmediatamente los dejó pasar.
Leni fue a la cocina a guardar los suministros junto con los demás. Tenían suficiente como para una semana o al menos unos días más. Quizá.
Lincoln guardó los dulces en una caja, y la escondió en su habitación. Las comería otro día, junto a los demás.
Luego de cenar, los hermanos Santiago durmieron en la habitación de los padres de la familia Loud.
Lynn estaba sentada en su cama, mirando su camiseta favorita manchada de sangre. ¿Qué le había pasado?, siendo la más ruda de la familia, se había asustado e inmovilizado cuando el zombie apareció. Se sentía débil, necesitaba que alguien la consuele.
Entonces alguien tocó la puerta. ¿Sería Lincoln?. Caminó a la puerta y al abrirla se topó con Lisa. Se decepcionó un poco, pero trató de ocultarlo.
-Eeeh, ¿Que necesitas Lisa?-.
-Necesitaba pruebas para continuar mi investigación, pero cuando pedí que me trajeran algo, nadie me escuchó-.
-Oh, lo siento-.
-No pude evitar ver que tu camisa tenía sangre, y como no tienes ninguna herida, debo suponer que es de infectado, ¿Podrías dármela?, Sólo necesito esa sangre, prometo lavarla y devolverla cuando termine-.
-Está bien, déjame cambiarme y te la daré-.
-Gracias-.
Luego de cambiarse y entregar la camisa, se acostó para intentar dormir un poco. Estos días habían sido complicados. Realmente necesitaba un descanso.
Estaba a punto de dormirse cuando alguien volvió a tocar la puerta. ¿Será Lisa?. No, no tardaría tan poco en algo complicado.
-Lynn, soy yo. ¿Puedo entrar?-. Era Lincoln.
-Adelante-. Dijo Lynn mientras abrazaba una almohada.
Lentamente entró a la habitación de su hermana. Al verla en esa posición en la cama no pudo evitar sentir compasión. Era la más ruda y fuerte de la familia, pero seguía siendo una chica.
-¿Estás bien?-.
-Sí, sólo algo nerviosa, no sé que me pasó allá en el almacén-.
-Está bien, te sorprendió, esas cosas son peligrosas, está bien sentir miedo-.
-Pero me salvaste-.
-Sí, lo hice-. Dijo levemente sonrojado.
-¿Podría seguir haciéndolo?-.
-Bueno, no voy a estar buscándolos, pero... Es broma tonto, la próxima vez quizás yo deba salvarte-. Ambos rieron.
Para él, escuchar su risa era como la más dulce de las melodías. Odiaba ver a sus hermanas tristes, pero más aún ver a Lynn así. Le dolía en el pecho. Aún si ella lo golpeaba o lo molestaba, la seguía queriendo y nunca la abandonaría.
Sin darse cuenta se había quedado viéndola a los ojos con una sonrisa. Ella lo notó y rió. Lincoln se sonrojó y ella lo abrazó.
-Gracias Linc, eres el mejor-. Él le devolvió el abrazo. Un delicado abrazo que para ambos duró una eternidad.
Mientras tanto, afuera había comenzado a llover. Leni veía la lluvia desde la ventana de su habitación. Hasta ahora las cosas habían ido bastante bien. Mientras tengan agua, electricidad y comida estarían bien.
Pero afuera se escuchó una fuerte explosión, a unas pocas calles de su casa. Poco a poco las luces fueron apagándose hasta llegar a ellos.
-Oh, mierda-.
Esa noche quedaron a obscuras.
----------------------------------------------
No se preocupen, estoy guardando los archivos de Texto. Si Wattpad llega a borrar el fanfic, lo subiré una vez más gracias a esto.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top