LAS DIOSAS HUMANAS P3
ESTOS CAPÍTULOS RECIENTEMENTE LOS ESTOY SUBIENDO AQUÍ. ERAN LOS QUE DEJÉ DE PUBLICAR Y QUE COMPLETAN LA HISTORIA.
Nota
Texto entre " ", pensamientos de los personajes.
Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.
PVO POPP
Por el extraño lugar donde recuperé la consciencia, supuse que me encontraba en lo que llaman plano astral.
Era un espacio muy parecido al cielo en el que únicamente se podía ver una espacie de mar infinito. La soledad del lugar era idéntica a la que siento desde que Dai no está y comprendí que el plano astral es una representación de nuestras emociones.
De pronto unas nubes oscuras empezaron a cubrir el cielo, pero una intensa luz consiguió desaparecerlas.
Aquella luz fue tomando forma y frente a mí apareció una hermosa mujer de cabello castaño, piel blanca, ojos azules como el mar y vestida con una túnica similar a la de Eira, incluidos los brazaletes en sus muñecas, (con una capa hecha de piel de oso).
–No me respondiste... ¿la amas tanto que das tu vida por ella? – el tono serio en su voz me reveló que era Skadi la que entró en mi mente y esa es su forma real –en verdad eres un sabio. Te has dado cuenta sin necesidad de decírtelo, que este es el plano astral de tu interior.
–¿También me lees la mente? –con ella serían dos las que lo hacen y era frustrante.
–No leo la mente. Sólo escucho el eco de tus pensamientos –suspiró con fastidio –en este lugar no puedes mentir. En tu mundo lo haces, pero aunque ocultas lo que sientes, tu alma y corazón no se han corrompido, sin embargo, el de tu amada sí lo está haciendo.
–¿A qué te refieres?
–Hay un sentimiento que esa niña está tratando de desaparecer con todas las fuerzas de su corazón y entre más intenta hacerlo, más desprotege su alma. Los demonios son capaces de aprovecharse de esa debilidad espiritual y aunque no puedo asegurarlo al cien por ciento, por un breve instante pude percibir un aura maligna dentro de ella.
–Eso no es posible –la miré incrédulo –ya te dije que Maam es discípula del amor, y se ganó esa cualidad porque es bondosa con cualquier ser viviente, incluidos nuestros enemigos.
–Pues cuando me atacó, lo hizo con toda la intención de aniquilarme.
–Con tu poder jamás podría herirte.
–Es cierto, pero estabas demasiado preocupado por su seguridad, que no te diste cuenta de que me atacaba como si no fuera ella la que controlaba su cuerpo.
–Si estás aquí y no en el mundo real aprovechando que nadie la protege para matarla, significa que ya no sientes esa aura maligna, ¿o me equivoco?
–¡Y luego dices que no eres sabio! –resopló y se sentó en el vacío con las piernas cruzadas –tienes razón. Cuando te desmayaste, intenté volver a sentir esa aura oscura, pero ya no había nada más que su aura bondadosa... Para matarla a sangre fría, por lo menos debería tener un poco de maldad, de otro modo, yo sería el ente maligno y deshonraría mi posición de diosa protectora de los humanos de corazón puro.
–Jamás volverás a sentir esa aura porque Maam no era la que la emanaba.
–Veo que no vas a ceder –se levantó y expandió su aura mágica.
El brillo que desprendía su cuerpo me cubrió y al abrir los ojos estaba de nuevo en la cabaña.
–¡Ahhhhh! –me quejé porque al intentar levantarme sentí un terrible dolor en la espalda –¿qué... qué me pasa?
–Las heridas de mis mordidas ya te las curó Eira, pero la que tienes en la espalda tardará unos días en sanar –de nuevo estaba hablándome la loba.
Su declaración me hizo buscar a Maam y la encontré desmayada a unos metros de mí.
El dolor de mi espalda era inmenso y no conseguí pararme. Como pude me arrastré hasta llegar a ella y la tomé en mis brazos para evaluar su estado.
«Los rasguños que le hizo mi hermana, han dejado de sangrar, pero no puedo curar las heridas internas que los dos tienen en sus cuerpos», Eira contestó la pregunta que formuló mi mente al no hallar la sangre que vi que le provocaron los arañazos de Skadi.
–Mis ataques astrales no se pueden curar fácilmente –la loba se nos acercó y se quedó sentada a lado de Maam –ni siquiera un dios de alto rango en el reino de Celestia podría curarlos por completo.
–Y entonces, ¿qué le pasará a Maam? –pregunté angustiado al notar que el rostro de mi compañera estaba pálido.
–Morirá sin remedio –contestó como si no le importara.
–¿Y lo dices así? –me estaba llenando de ira ante su comportamiento –¿qué puedo hacer para evitar que muera?
–Nada... las heridas causadas por magia astral atacan el interior. Si quieres que sea más específica, su alma es la que está muriendo.
–No puedo creer que siendo diosas, ninguna tenga el poder de curarla –mi voz era un grito angustiante –fue tu magia la que la lastimó y Eira es una diosa con el poder del mundo de Celestia.
«Quizás el poder astral no es considerado por los tuyos como una magia de gran impacto, pero lo cierto es que cualquier ser vivo, incluso los divinos y los demonios, sucumbirían rápidamente con un ataque astral contundente», explicó Eira, «Si mi hermana usara magia curativa, tal vez podría combinar ambos poderes para ayudarla, pero sin esa habilidad, no hay nada qué hacer»
Miré el rostro moribundo de Maam y no pude contener mis lágrimas.
–¿Qué ha pasado, Popp? –Merle entro a la cabaña y corrió hacia nosotros al darse cuenta de que Maam estaba inconsciente –¡Dios mío! –se cubrió la boca –siento que su cuerpo ya casi no tiene fuerza interna... es como si estuviera muriendo.
–¡No va a morir! –limpié mis lágrimas y miré a Merle –sé que lo que voy a pedirte te causará muchas preguntas, pero ninguna puedo responderla ahora.
–Si lo que piensas hacer salvará a la señorita Maam, te prometo que jamás te preguntaré nada –su determinación me conmovió y agradecí nuestra unión mental que nos permite entendernos sin tener que decir una palabra.
–¡Gracias Merle! –me hinqué y sin soltar a Maam, gateé hasta una esquina de la cabaña.
Con mucho trabajo logré sentarme con ella sobre mis piernas, luego la acomodé para que quedara de lado y apoyé su cabeza en mi hombro.
–¿Dónde está la joven que salvamos? –me agité por el sobre esfuerzo y el dolor de mi herida, pero al menos seguía teniendo voz y logré hacerle esa pregunta a Merle.
–Está afuera. No quiso entrar porque dijo que su lobo se convirtió en un demonio.
–Bien... debes ir con ella a su casa. Quédate ahí esta noche y mañana en la mañana, regresas aquí... Si mi plan funciona, Maam y yo estaremos listos para volver contigo a un lugar cálido.
Merle asintió con la cabeza y como prometió, no hizo ninguna pregunta al salir de la cabaña.
–¿Qué estás planeando? –Skadi se estaba acercando y con mi mano le indiqué que se pusiera del lado contrario al hombro en donde descansaba Maam –ya estoy situada en el lugar que señalaste, ¿ahora sí me vas a decir lo que quieres hacer?
–¿Puedes llevarme con el cuerpo astral de Maam?
–Sí podría, pero en tu condición no es bueno que hagas desdoblamientos corporales. La herida que tienes se extendería y si llega a tus pulmones o tu corazón, morirás antes que esa niña.
–Yo... yo puedo usar magia curativa y si me das un poco de tu magia astral, con esa combinación seré capaz de curarme también para que eso no suceda.
–Tu plan es curar su alma, pero tu poder no les va a alcanzar a los dos y desgraciadamente no podré darte más magia de la que tu cuerpo logre controlar.
–¡Conseguiré manejar tu magia!, ¡te lo aseguro! –la miré y no sé qué vio en mis ojos, pero movió su cabeza para aceptar mi plan.
–Antes debo advertirte que si el aura maligna que sentí en ella, se vuelve a presentar, mi poder helado atacará tu cuerpo real y si no mueres por la herida astral, lo harás por la hipotermia.
–Maam no tiene... maldad.
Por tercera vez en este día, me desmayé.
Al despertar, me encontré en un campo que identifiqué como el que se encuentra en la villa de Nayle, pero en vez de estar rodeado de flores y pasto verde, la tierra estaba erosionada. Las nubes oscuras no permitían el paso de ningún rayo de sol y en segundos comenzó a llover con fuertes vientos que me empaparon por completo.
Un sollozo se dejó escuchar y caminé algunos pasos antes de ver a Maam toda empapada, sentada en medio del campo, abrazando sus piernas.
Conforme me acercaba, al fin pude descubrir las heridas causadas por las flechas de Skadi y me apresuré a llegar a su lado al ver que sangraban.
–¡Maam! –la llamé y volteó de inmediato.
–¡Popp! –aún con lo mal que debe sentirse, se puso de pie y me detuve abruptamente al ver que una esplendorosa sonrisa iluminó su cara –¡viniste por mí!
Los pasos que nos separaban, los terminó cuando saltó hacia mí y por instinto la envolví en mis brazos.
–Sabía que vendrías –me dijo llorando, a la vez que me devolvía el abrazo con fuerza –siempre llegas cuando más te necesito y no te imaginas lo feliz que eso me hace.
–Maam, yo... –puso un dedo en mis labios y se alzó en puntas para que nuestras miradas se encontraran.
–No digas nada –sus preciosos ojos brillaron como casi nunca lo hacen, (salvo cuando ve a Hyunckel) –en este momento lo único que quiero es dejar de luchar contra lo que siento, y mientras estes conmigo, mi alma estará en paz –colocó su cara en el hueco de mi cuello y el golpeteo de su respiración hizo vibrar todo mi cuerpo.
La lluvia dejó de caer. Los rayos del sol, por fin se abrieron paso hacia nosotros porque las nubes desaparecieron y el campo empezó a recobrar su verde pasto y sus flores.
–Maam, necesito curarte y para hacerlo tenemos qué sentarnos. Tus heridas van a requerir más tiempo para sanar.
–En este lugar no sirve la magia. Intenté curarme varias veces, pero ni siquiera pude liberar mi aura mágica.
–Mi magia servirá, te lo prometo.
Maam se alejó un poco dubitativa, pero no tardó en hacerme caso y me jaló hacia abajo para sentarnos.
Mi corazón latió nervioso cuando se acomodó entre mis piernas y prácticamente recargó todo su cuerpo en el mío.
–¿Te molesta esta posición? –nuestros rostros estaban demasiado cerca y mis mejillas se enrojecieron porque podía sentir partes de su cuerpo que volverían loco a cualquier hombre.
–No... claro que no –contesté y liberé mi poder curativo para sanarla.
Su sonrisa se amplió y recostó su cabeza en mi hombro.
"¿Desde cuándo Maam me sonríe tanto?... ¿será la verdadera?"
–Popp, tú... –su voz denotaba nerviosismo.
–¿Yo qué, Maam?
–Tú aún me qui...
«¡Popp!...¡Popp!... ¡ayúdame, por favor!»
La voz de Dai se dejó escuchar, y aunque no detuve mi hechizo, sí busqué con la mirada algo que me indicara que mi amigo está aquí.
Una gran esfera apareció frente a nosotros y en el reflejo que mostró, por fin pude ver a mi amigo.
Dai se encontraba físicamente igual a la última vez que lo vi, (incluyendo sus heridas). A su alrededor había llamas que lo cubrían. Su posición era de combate y por lo poco que alcancé a ver, lucharía contra un gigante de un ojo que tiene su boca repleta de afilados colmillos.
–¡Daiiiiii! –grité desesperado cuando la esfera desapareció.
–¿Qué sucede, Popp? –Maam sujetó mi cara para que volteara a verla, pero yo continuaba observando el lugar donde había estado la esfera.
–Dai está en peligro.
–¿Dai? –su voz se escuchó extraña y al mirarla vi que sus ojos habían perdido su hermoso brillo –mi corazón siempre había querido a Dai... aún lo hace, pero ahora que está robando algo muy valioso para mí, siento que empiezo a odiarlo.
–¿Qué quieres decir con eso?... ¡Ahhhh! –la herida en mi espalda empezó a dolerme más de lo que alguien puede tolerar.
–¿Dai es más importante para ti? –me empujó y al ponerse de pie su cuerpo se rodeó de un aura oscura –¡mentiroso! –sus ojos marrones se volvieron negros y me miraba con furia –¡eres un maldito mentiroso que ha olvidado sus promesas!
–Ahora lo entiendo –me levanté con dificultad y me le fui acercando lentamente –eres el demonio que estaba atacando a Skadi. Seguramente aprovechaste un descuido de Maam para poseer su alma, pero tu plan va a fallar porque ella cuenta con un aura bondadosa que no permitirá que un ser maligno la controle.
–No comprendo de qué hablas –la voz era la de Maam, pero sé que no es ella –lo único que sabe mi corazón, es que te estás olvidando de mí porque Dai ocupa todos tus pensamientos.
–Dai es mi...
–¡Ya lo sé! –gritó y sostuvo su cabeza como si le doliera –es tu hermano pequeño y no hay nadie más importante para ti que él... Estoy harta de escuchar siempre la misma letanía, pero voy a ayudarte a encontrarlo solamente para destruirlo.
Este demonio dice cosas muy raras, pero no cuento con mucho tiempo para perderlo con él. Las heridas de Maam deben curarse lo más pronto posible.
«El aura maligna está contigo, ¿verdad?», Eira nuevamente hablaba en mi mente.
"Sí, ¿cómo lo sabes?"
«El poder de mi hermana está congelando tu cuerpo. Si se va de la cabaña, te salvarás»
"¡No!", grité desesperado, "si se va, regresaré al mundo real, pero Maam morirá por sus heridas".
«Mi hermana dice que esa aura es de tu amada. Su recomendación es que la dejes morir, pero yo tengo otra idea mejor, y si de verdad quieres ayudarla, vas a tener que hacer todo lo que te diga»
"¡Haré lo que sea por Maam!"
«Es bueno saberlo», guardó un desesperante silencio y tuve que exigir que continuara, «no eres muy respetuoso de los seres divinos... Está bien, voy a pasar por alto tu grosería... lo que harás no es nada complicado, sólo debes demostrarle tu amor»
"¡Qué!", gritar también se me está haciendo costumbre, pero es que estas diosas me sacan de quicio, "Es una broma, ¿no?".
«No lo es, pero te haré una promesa que quizás te anime a hacer lo que te pido sin que tu orgullo de macho sea pisoteado... Con un hechizo borraré de la mente de tu amada, todo lo que ha pasado desde el ataque de mi hermana, hasta lo que hagas en el plano astral»
"¿Puedes borrar la memoria de cualquier ser vivo?, ese es un hechizo excelente que me serviría para cuando la haga enojar".
«Si te comportas como un hombre enamorado y consigues que el aura maligna deje de dominarla, te prometo que te enseñaré ese hechizo»
Acepté porque con semejante aliciente, no sólo liberaré a Maam del aura maligna, también mi alma quedará libre de todo lo que he venido conteniendo desde que le confesé que la amo.
–Maam, yo... yo te... –era fácil decir que lo haría, pero mis nervios no ayudan mucho y menos el recuerdo de lo enamorada que está de Hyunckel.
«Te juro que no recordará lo que le digas o lo que hagas, pero si pasa más tiempo, ninguno vivirá»
Tomé todo el aire que pude, (mi pulmón dolió y supe que Eira no mentía; la herida ya había alcanzado esa parte de mi cuerpo y no tardaría en llegar a mi corazón).
Concentré mi aura y mi insignia del valor brilló alentándome a cumplir con mi deseo de salvarla.
Con decisión me le acerqué.
Maam, (o el demonio), no vio la necesidad de adoptar una posición de ataque. Lo único que hizo fue levantar su puño en mi dirección y con dos pasos separándonos, se cubrió de aura indicándome que su idea era golpearme con el Puño de luz arrollador.
–¿Por qué? –pronunció con tristeza.
–No comprendo tu pregunta –le dije dando el último paso que dejó a su puño en el lugar donde está mi corazón.
–¿Por qué olvidaste lo que prometiste? –colocó su otra mano en su pecho –me lastimaste, pero no te importa porque la realidad es que tú tampoco sabes lo que es el amor.
"Jamás hubiera pensado que un demonio dijera cosas sobre el amor, pero si leyó la mente de Maam, supongo que debe estar confundiéndome con Hyunckel".
–No te mentí. En verdad, te amo Maam.
Sus ojos regresaron a ser los suyos por unos segundos, pero de inmediato volvieron a oscurecerse.
–Si me amaras, no te estarías dedicado a poner barreras entre nosotros y lo más cruel es que siempre me abandonas.
"Definitivamente habla de Hyunckel... bueno, tendré que usar su confusión a mi favor".
–Si quieres matarme, puedes hacerlo, pero primero tienes que entender que no lo hago por lastimarte. Lo que pasa es que estoy tan asustado como tú y ambos queremos negar nuestros sentimientos.
–Es cierto –bajó su puño y de sus ojos empezaron a resbalar lágrimas –tengo mucho miedo de lo que provocas en mí. No soporto sentir esto, porque no quiero pasar por el mismo dolor que el de mi madre cuando perdió a mi padre. Por eso me esfuerzo cada día para convencerme de que sólo eres un amigo, pero esa mujer está jugando conmigo y me hace más difícil conseguir enterrar mis sentimientos.
"Nada de lo que está diciendo tiene sentido. Ahora el confundido soy yo y no sé qué hacer".
«¿Qué tanto haces?, tu cuerpo está completamente congelado y el de ella va por el mismo camino», Eira estaba muy molesta.
"¿Es lo mismo un contacto físico en el mundo real, que en el astral?".
«Skadi dice que no, ¿por qué lo preguntas?"
Sólo necesité escuchar eso para decidirme a terminar con esta desastrosa situación.
–¡Perdóname, Maam! –aprovechando su estado confuso, la sujeté de la cintura y antes de arrepentirme, uní mi boca con la de ella.
Mi corazón aceleró sus latidos con el contacto suave de sus labios.
Siendo mi primer beso en el plano astral, soy tan torpe que como si estuviera en el mundo real, pero Maam no es más hábil que yo, y ambos nos damos tímidas caricias con los labios mientras encontramos la forma de convertirlas en un beso decente.
Luego de un rato, por fin nos dejarnos llevar y con ternura profundizamos el beso. La sensación es hermosa y todo mi ser se llenó de felicidad. Maam me sujetó con fuerza y yo le correspondí envolviendo su cuerpo con mis brazos.
El sabor dulce de su boca me enloqueció y sujeté su nuca para impedir que se nuestros labios se separaran y ella hizo lo mismo conmigo.
«¡Popp!», Eira me llamó, pero no le respondí porque no quiero terminar con este maravilloso momento, «¡Escúchame!, el aura maligna ya desapareció, pero si no curas las heridas de esa niña, lo más seguro es que muera»
Con renuencia disminuí la intensidad del beso para luego terminarlo finalmente.
Me alejé un poco y vi que Maam aún tenía los ojos cerrados. Cuando los abrió, me sonrió y acarició mi rostro. De nuevo me atrajo hacia ella y noté que iba a decir algo, pero como no quiero escucharla pronunciar el nombre de Hyunckel, empecé a expandir mi aura mágica curativa todo lo que pude.
"¡Eira, por favor!, ¡hazla olvidar!".
La diosa me escuchó y Maam se desvaneció al recibir una descarga de energía en su cabeza.
Luego de varios minutos, las heridas por fin se fueron cerrando y supe que era hora de regresar.
Cuando desperté, vi que la cabaña estaba oscura y yo me encontraba acostado de lado, con Maam abrazada a mí.
–Los humanos son los seres más estúpidos que he conocido –Skadi habló desde un rincón y luego se levantó para acercarse a nosotros –esa mujer estará bien, pero tu herida no se curó y estarás mínimo una semana con fuertes dolores en tu pulmón y pecho, así que te recomiendo que durante ese tiempo detengas la búsqueda de tu amigo.
–Vi a Dai en una esfera que se apareció dentro de la mente de Maam. He confirmado que está en el Inframundo y estaba peleando con un monstruo, si dejo pasar el tiempo, esos malditos lo van a matar.
–Lo que me intriga es la razón de que esa cosa apareciera en la mente de esa niña... ¿ella tiene contacto con tu amigo?
–No que yo sepa, ¿por qué?
–Para que te digo lo que pienso si no me vas a creer –dio la vuelta y regresó a acostarse en el rincón donde estaba –¡duérmete!, la herida disminuirá si descansas.
Skadi se durmió, (o fingió hacerlo).
Yo quise levantarme debido a la posición demasiado íntima con la que el cuerpo de Maam abrazaba al mío, pero al intentar separarme, los puños que tenía cerrados en mi ropa no me lo permitieron y además, el dolor en mi pulmón me quitaba el aliento y decidí quedarme así.
Dormí muy poco, porque al cerrar los ojos, recordaba el beso y mi mente no dejaba de crear escenarios románticos entre los dos.
"¿Será posible que Maam supiera que era yo y no Hyunckel, a quien estaba besando?, sé que se encontraba dominada por un demonio, pero no creo que cambiara mi apariencia por la de otra persona –acaricie su labio inferior con mi pulgar – me besó tan amorosamente, que tal vez ha empezado a verme de manera diferente y si eso fuera real, lucharía con todas mis fuerzas para conquistarla".
La sonrisa en su rostro me daba esperanzas de que ese momento especial fuera el inicio de algo maravilloso, y con los primeros rayos del sol, me propuse volver a confesarle mis sentimientos.
–¿Por qué estás sonriendo como idiota? –Skadi estaba junto a nosotros, con una mueca de asco al encontrarme admirando a Maam mientras jugaba con un mechó de su cabello.
–Porque he decidido que no seguiré negando mis sentimientos. Después de tener el privilegio de probar sus labios, me di cuenta de que no es un enamoramiento pasajero. Mi amor por Maam no hace más que crecer y es lo que me da la fortaleza para enfrentarme a cualquier peligro.
–Pues ojalá no te arrepientas de esa decisión –Skadi se marchó un poco molesta.
Yo continué mirando a mi dulce Maam, pero de pronto su rostro reflejó angustia y desesperación.
–¿Qué tienes Maam? –intenté despertarla cuando se empezó a mover como si estuviera peleando.
–No... Hyunckel... –pronunció entre sueños –Po... por favor... no me dejes.
Si hubiera un sonido para describir cuando un corazón se destroza, el que escuché del mío sería el ejemplo perfecto.
Mis ojos ardieron por el deseo de llorar, pero me negué a continuar siendo el idiota de siempre y usando toda mi fuerza, apreté las manos de Maam para obligarla a soltarme. Una vez libre, me levanté ignorando el dolor de mi herida, (que era insignificante comparada con la de mi corazón).
–No... –Maam volvió a hablar –...¿por qué eres tan insensible?
Cubrí mis oídos porque si llamaba de nuevo a Hyunckel, era capaz de traérselo únicamente para acabar con este grupo que nunca debió formarse con miembros equivocados.
Rápidamente salí de la cabaña y me dejé caer en el escalón al quedarme sin aliento por culpa del dolor en mi pulmón.
–¿Te diste cuenta de que esa niña tiene maldad? –Skadi se sentó junto a mí sin dedicarme una mirada.
–¡Eira!, ¿me escuchas? –llamé a la otra diosa con un hilo de voz.
«Te escucho», respondió.
–Por favor, ¿me puedes borrar la memoria a mí también?
«¿Por qué?»
–Sólo hazlo, te lo ruego.
–Ya que quieres olvidar lo que te había hecho tan feliz –dijo Skadi mirándome por fin –tengo que informarte que lo que preguntaste respecto a que si es lo mismo el contacto físico del mundo real, con el astral, la respuesta completa es no, porque lo que se está tocando en aquél lugar es el alma y ese contacto nunca desaparecerá... ni el hechizo de mi hermana, ni el paso del tiempo o la reencarnación, conseguirán borrar ese recuerdo de sus almas.
–Algo podrás hacer. Eres dueña de una poderosa magia astral y sé que conoces una manera de sellar ese momento.
–En ti se sellará para siempre porque es tu deseo, pero en ella tal vez no pueda desaparecerlo completamente.
–Mientras yo lo olvide me basta... Eira, borra los recuerdos de mi estadía en el mundo astral y cambia lo que necesites para cubrir los huecos que queden.
La luz azul, (característica de Eira), me rodeo y las imágenes de lo sucedido con Maam desaparecieron.
–¿Te encuentras bien, Popp? –Merle me sostenía para tratar de levantarme, pero su fuerza es muy escasa y me incorporé por mis propios medios, sin embargo regresé a sentarme por la falta de aliento –¿cómo se encuentra la señorita Maam?
–Ella está... –toqué mi cabeza porque extrañamente no podía recordar lo que pasó después de que le pedí a Skadi que me ayudara a entrar a la mente de Maam –no... no lo sé.
El sonido de la puerta al abrirse nos hizo voltear y vimos a Maam saliendo de la cabaña.
–¿Por qué mi cuerpo duele como si me hubieran golpeado?
Merle y yo nos miramos en busca de una excusa y fue mi amiga la que le dijo que el exceso de frío nos obligó a resguardarnos en la cabaña y nos quedamos dormidos todo el día anterior, hasta esta mañana y por consiguiente, nuestros cuerpos están entre entumecidos y adoloridos por la incomodidad del suelo duro.
Maam pareció quedar conforme con eso, (algo raro porque la historia no explica por qué no lo recuerda), y como fue la única que no se cambió de ropa, el viento helado le era insoportable y volvió a resguardarse en la cabaña.
Merle nos había traído comida para desayunar y nos platicó que la joven ya no quiso regresar porque en su aldea no quieren a los extranjeros y que si la ven con nosotros, la castigarán, (otra mentira para no mencionar el ataque de Skadi).
Al terminar de alimentarnos, llevé a mis compañeras con la abuela de Merle en Terán y luego regresé por Skadi para ir a la montaña de Eira.
Al estar los tres, comentamos algunas suposiciones de dónde buscar a su hermana menor y me sorprendió que me contaran que Dai luchaba contra monstruos en el Inframundo.
Eso me hizo considerar que junto con la búsqueda de la menor de las diosas, también empezaría a buscar los portales que nos llevan al Inframundo. Después de todo, la última diosa probablemente debe estar en los mismos lugares que los portales, debido a la esencia de su magia del infierno.
Estaba por irme cuando Eira me pidió hablar a solas.
–Voy a darte otro encargo, y este es muy importante que lo hagas sin importar tu orgullo herido.
–Si me hablas con esa seriedad, significa que es algo de vida o muerte.
–Lo es para la tranquilidad de todos tus amigos, pero en especial la de esa niña a la que amas.
–Yo no...
–Ya sé que tú no la amas y no sé cuántas mentiras más, pero por favor, Popp, olvídate por una vez de tu orgullo y prométeme que serás amable con esa chica.
–Siempre soy amable con ella –me exalté por su acusación sin fundamentos –Maam es la salvaje.
–No te comportes como un adolescente inmaduro. Esa chica sólo responde al contraste entre el trato que le das a otras mujeres, comparado con el que le das a ella –iba a defender mi posición, pero me silenció al levantar un dedo –hay algo extraño en su aura y mientras tú no provoques sus celos, como amiga, claro, lo negativo se mantendrá controlado.
–¿Entonces piensas que en verdad es Maam la que desprende aura maligna?
–Es una duda que prefiero que no comprobemos a corto plazo. De lo único que estoy segura es de que mientras sienta que la valoras y que le das un lugar importante como tu compañera de aventuras, no vas a tener que preocuparte de que el mal consiga su objetivo de controlarla.
No entendí muy bien lo que quería decir, pero prometí ser más amable y considerado con Maam y empecé a cumplirle, cuando fui por mis compañeras para retomar nuestra aventura.
Usar Ruura sólo me permite ir a lugares cercanos a los puntos donde están los portales, pero tenemos que caminar el resto del tiempo para buscar los probables sitios en donde se encuentran nuestros objetivos.
Merle nunca se queja, pero Maam sí, por eso me preocupé al notarla cabizbaja.
–¿Te pasa algo? –toqué mi pecho disimuladamente por el maldito dolor de mi herida, que amenazaba con no dejarme hablar.
–No es nada. Sólo pensaba en que no cumpliste tu promesa de ser el primero en darme mi abrazo de cumpleaños, y ni siquiera has tenido la delicadeza de darme una explicación.
Estuve a punto de contar una absurda excusa que no la dejaría satisfecha, pero recordé que le prometí a Eira ser más amable con Maam y como no quiero arriesgarme a que esa supuesta aura maligna en verdad se libere por culpa de mi comportamiento grosero, me detuve para luego tomar su mano entre la mía.
–¡Feliz cumpleaños! –le dije al tiempo en que la abrazaba efusivamente –lamento no haber cumplido mi promesa, pero en el futuro, te juro que no volveré a fallarte.
–Nunca olvides ese juramento –correspondió mi abrazo con mayor fuerza y aunque me dolió la espalda, la mantuve así lo que parecieron ser varios minutos.
Al separarnos continuamos caminando, pero sin soltar nuestras manos.
La sonrisa que adornó su rostro me demostró que Eira tiene razón. Independientemente de mi dolor al no ser correspondido y de que siempre seré su eterno amigo o hermano, Maam me quiere a su manera, y ese cariño es capaz de alejar cualquier maldad que intente dominarla.
Por eso desde ahora, me esforzaré para que siempre sepa lo mucho que significa para mí.
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