DECISIONES INSONDABLES P1

Nota

Este capítulo se puede considerar un intermedio debido a que hay muy pocas cosas nuevas, sólo detallé las decisiones de Popp hasta la parte en la que se quedó el capítulo de Maam. Si desean saltarlo no hay problema.

Texto entre " ", pensamientos de los personajes.

Texto entre «», consciencia o voces de personajes terciarios.

PVO POPP

El lugar que elegí para llegar no fue la aldea, sino el claro que se encuentra a las afueras. Las hermosas flores que Maam creó se estaban extendiendo más allá de la villa y pronto alcanzarían el reino de Romos.

Había pensado que estas distracciones me salvarían de tener que darle explicaciones de esta decisión, pero últimamente, Maam hace muchas preguntas y aunque dije algo gracioso respecto a mi edad para que aceptara no mencionar nuestra relación, lo único que conseguí es que se molestara. Lo peor vino en el instante en que nos retamos con la mirada, pues sentí que era un adelanto de lo que pronto tendríamos que enfrentar y debo confesar que mi corazón se encogió ante el miedo de que al final me odie para siempre.

Sé que no fue buena idea disculpar mi actitud con la aclaración de que la magia celestial no debe estar influenciada por las emociones humanas, pero en serio no quería verla enojada.

Sorprendentemente Maam contestó que ya estaba enterada de eso. En su rostro se reflejó la decepción al mencionar que me era fácil usar la magia celestial porque lo que siento por ella no es tan fuerte, y de nuevo mi corazón fue el que sintió su dolor.

–Son inmensos –le respondí dulcemente –en todas las luchas que he enfrentado, tú has sido el motivo por el que consigo utilizar poderes tan grandes, pero, aunque mi magia celestial es fuerte, jamás se equiparará a la de los dioses porque mi alma no la resiste por mucho tiempo... Tú fuiste bendecida por el dios de los humanos porque te brindó la capacidad de invocarla sin comprometer a tu alma.

Apenas acabé de hablar, cuando el aura maligna de Koré la cubrió y Maam quedó en trance por unos minutos.

No hice el intento de acercarme porque sabía que había llegado el momento de instruirla para enfrentar la prueba, pero sus lágrimas aumentaron y me asusté al ver que negaba fuertemente con la cabeza.

–¡Espera! –Koré apareció y se interpuso para que no la abrazara –necesito que comprenda algo importante.

–¡Pero está sufriendo! –exclamé con desesperación.

–Te advertí que tenías que alejarte emocionalmente de ella y no estás haciéndome caso –el tono de su voz evidenció su enojo –¡entiende!, ya no pueden comportarse como una pareja. En este momento está en el punto en que te aprecia lo suficiente como para convertir su cariño en odio, pero si se te ocurre seguir demostrándole tu lado amoroso, no se atreverá a luchar.

–¿Por qué los dioses escogieron una prueba de amor? –la miré al tiempo que apretaba mis puños debido al enojo que me produjo aceptar que de eso se trata todo.

–No lo sé –cerró los ojos y me imaginé que es algo que también se ha preguntado desde hace más de mil años –tal vez es porque es el único sentimiento que no han experimentado, o quizás simplemente quieren demostrarles a los humanos que amar los hace débiles y propensos a perder su corazón puro.

–¿Ellos escogieron las pruebas de esta era, o fuiste tú? –me miró entre sorprendida y mucho más molesta que nunca.

–¡Tenemos que hablar seriamente, hechicero!, pero no en este momento –alzó su mano y sin tocarla, lanzó a Maam hacia mí, (a la que atrapé con trabajo porque no me esperaba ese movimiento) –olvídate de los momentos románticos, disminuye los besos, ignora sus sentimientos, demuéstrale que jamás serás parte de su vida y deshazte de ese molesto anillo que estúpidamente se te ocurrió darle.

–Pero es lo único que deseaba que conservara, aunque no me ame –no pude evitar que mi voz se quebrara. 

–¡No seas ridículo! –su risa fue siniestra y ahí descubrí que su esencia maligna se había fortalecido –es por culpa de ese carácter débil, que esa mujer nunca te consideró un verdadero hombre. El Guerrero inmortal ni siquiera necesitó hablarle amorosamente para que cayera rendida a sus pies –se me acercó hasta colocarse detrás de mí –siempre ha tenido el deseo de unir su cuerpo al de un hombre fuerte, con músculos poderosos que aprisionen su delicada figura de mujer. En cambio, tú, eres demasiado esbelto y para ella eso significa que no eres capaz de protegerla, por eso siente la necesidad de cuidarte como si fueras su pequeño hermanito.

–¡Sólo soy un guiñapo que nunca despertará sus deseos de mujer! –sentí que algo me obligó a decir aquello, pero las palabras se clavaron profundamente dentro de mi alma y mis emociones humanas se redujeron más que antes.

–¡Exactamente! –acarició mi mejilla con una de sus alargadas uñas de demonio –no continúes arrebatándole momentos hermosos que en realidad quiere compartir con su hombre soñado, y hazla aceptar que ustedes jamás estuvieron destinados a ser una pareja. Destruye cada objeto que la haya atado a ti y no te permitas crear alguna unión con aquellas personas que son parte de su vida.

–Ya tenía previsto eso –continuaba respondiéndole como si me estuviera controlando, pero lo cierto es que en esta parte siempre he estado de acuerdo con ella.

–¡Perfecto!, sigue así, y esa mujercita será mía.

–¡No quiero perderlo! –Maam pronunció de pronto y su llanto se hizo más grande.

–¡Pobrecita! –Koré me abrazó del cuello –es que está viendo la muerte del Guerrero inmortal y como te habrás dado cuenta, no puede soportar tanto dolor –pasó sus manos por todo mi pecho –bueno, es mejor que me retire. Sé que esto te duele, pero falta poco para que las cosas regresen a la normalidad –depositó un beso en mi mejilla –¡nos vemos en tus pesadillas, querido hechicero!

Koré se esfumó y enseguida sentí el aumento de mis emociones humanas.

Angustiado traté de despertar a Maam y para mi alivio vi que estaba bien.

El miedo a perder a Hyunckel, ayudó a que aceptara controlar sus emociones humanas y también a no hablar de nuestra recién terminada relación. Lo único que me costó un poco, fue quitarle el anillo. Al tenerlo en mis manos, invoqué una impresionante cantidad de magia celestial para convertirlo en un objeto protector y por fortuna Maam no se dio cuenta porque hice parecer que únicamente estaba uniéndolo al brazalete.

Entusiasmado le conté la cualidad que poseía el nuevo aditamento, para que estuviera enterada de que tendría protección en caso de que ella se olvidara de su propia seguridad.

Me sentía demasiado orgulloso de mi esfuerzo al crear accesorios protectores y armas astrales, que casi revelo que los necesitará para enfrentarme sin dificultades, pero Maam se preocupa con facilidad y por costumbre besé su mejilla para calmarla.

Irnos a su aldea fue lo mejor para empezar a corregir este tipo de errores que ya no puedo darme el lujo de cometer.

Dejar de tomar su mano es de las primeras cosas que hice, y lo más destacable fueron los relatos que le conté a su madre acerca de nuestra relación de hermandad.

La señora Leila es muy amable conmigo y me es fácil conversar con ella.

Estuvimos platicando varias horas y hubiéramos durado hasta la medianoche, de no ser porque a Maam se le ocurrió jalarme para acurrucar su cuerpo en el mío, (su madre se sorprendió al verla abrazarme y acomodar su cabeza en mi hombro).

–Es que a veces me confunde con Merle –le dije nervioso –ellas solían dormir juntas en nuestro viaje.

–Pues abrazaba a esa muchacha con mucho cariño –dijo en tono divertido.

La mano de Maam fue subiendo por mi pecho. Su cara estaba alzándose hacia la mía y salté de la silla en el instante en que sus labios se posaron cerca de mi boca.

–¡Voy a llevarla a su cuarto! –me eché a correr como si alguien me persiguiera y la deposité delicadamente en su cama.

Pensaba que me había salvado, pero Maam no quiso soltarme y al ser más fuerte, me estaba costando quitar sus brazos de mi cuello.

–¡No me digas!, mi hija abrazaba a Merle como si fuera un muñeco de felpa –la mamá de Maam increíblemente me sonrió.

–¡No... no tengo idea! –usé mi poder mental para soltarme y luego salí corriendo de su cuarto.

–¿Te encuentras bien? –la señora sujetó mi brazo y me giró hacia ella –si quieres te presto una colchoneta para que te quedes con Maam. Yo también me acostumbré a dormir junto a mis compañeros de viaje y sé lo difícil que es volver a la normalidad.

–No es necesario. Yo puedo irme a casa de mis padres para no incomodarlas.

–Sé que puedes usar el hechizo de teletransportación, pero Maam se entristecerá si no te siente cerca.

–No se dará cuenta de que me fui. Anoche se desveló en la celebración anticipada de su cumpleaños y me imagino que dormirá hasta mediodía.

–¡Hagamos esto!, duerme en este lugar –me empujó suavemente hacia el cuarto donde nos quedamos Dai y yo, la primera vez que vinimos aquí –tengo la sospecha de que estaremos desayunando muy temprano, y no quiero ver triste a mi hija en caso de que no regreses a tiempo.

Su sonrisa amable me convenció y acepté quedarme.

Pensé que podría dormir rápidamente sin Maam abrazándome, pero estuve una hora mirando el techo a causa de la soledad que me embargó.

De pronto una bruma oscura me cubrió y aparecí en medio de un coliseo mucho más grande que el del reino de Romos.

–¡Hermoso!, ¿no es cierto? –la voz de Koré resonó en el lugar, sin embargo, no la vi en ningún lado –es una ilusión. El verdadero coliseo aparecerá el día de la prueba... Los dioses decidieron que la hiciera aquí, para tratar de atormentarme con los recuerdos y de ese modo, disminuir mis poderes malignos, pero son tan ignorantes, que no saben que es al revés.

El manto de la noche le daba una apariencia muy siniestra a esa estructura de piedra fría. Los rastros de sangre me hicieron imaginar la desesperación y el miedo que tuvieron que vivir aquellas mujeres a las que mataron para diversión de humanos perversos.

–Skadi es más fuerte físicamente que yo a pesar de ser más joven –Koré seguía sin aparecer, pero su voz ahora sonaba triste –si no hubiese tenido mis poderes de hechicera, no habría sobrevivido ni un solo combate –su silueta al fin se materializó y el brillo plateado de su aura iluminó el coliseo –ella te contó nuestro desafortunado pasado y no intentes negarlo, por eso preguntaste lo de las pruebas de esta era.

–¿En verdad perdiste las que los dioses te impusieron hace mil años? –me le acerqué y por primera vez fui consciente de que aunque es más alta que Astrid, a mi lado se ve más pequeña e igual de frágil que Eira. 

–Yo no fui la que perdió la última prueba –su aura maligna se incrementó de golpe –ese maldito cobarde prefirió su vida sobre la de la persona a la que le juró amor, pero la estupidez de los dioses al perdonarme me dio la oportunidad de disfrutar el instante en que destruí su miserable cuerpo –sus ojos adquirieron el color de la sangre.

Koré camino alrededor del coliseo. Su andar rígido me indicó que estar aquí no le era fácil.

–La emoción del amor no sirve de nada –pronunció sin dejar de recorrer el lugar –por ese motivo, los dioses solamente les permitieron conservar un diminuto corazón humano a sus creaciones, pero sin explicarles el por qué les dejaron un órgano tan inútil como ese... El dios de los humanos y yo, somos los únicos que sabemos la razón de ese capricho.

–¿Cuál es su razón?

–Ninguna que debas conocer –me miró con enojo –limítate a preocuparte por la última prueba de esta era. Si tu adorada mujercita la pierde, aniquilaré a tu odiosa raza con mucho placer.

–¿Por qué no la destruyeron en tu época? –me le empecé a acercar y el tono de mi voz fue subiendo de intensidad –¿por qué los dioses te están permitiendo jugar con nosotros si te llaman traidora?

–¡Eres muy obstinado! –frunció la boca en un intento de sonrisa –las dos preguntas que hiciste tienen la misma respuesta, pero lo único que voy a decirte es que ellos quieren obtener algo valioso que sólo yo puedo darles.

–¡¡No te entiendo!! –grité con ira e inmediatamente di unos pasos hacia atrás asustado, porque mis emociones negativas estaban superando a las positivas.

–No necesitas entenderlo –colocó su mano en mi pecho y quedé atónito al ver que absorbió las energías malignas.

–Si no lo entiendo, ¿cómo puedo confiar en que no me vas a traicionar?

–Si hablamos de traición, tú no has confiado completamente en mí. El sellar todos los portales del Inframundo demostró tu desconfianza y ahora incluso estás tratando de eliminar tu humanidad por el mismo motivo –me miró acusadoramente mientras liberaba a mi corazón de los sentimientos oscuros –a pesar de tu traición, sigo siendo cooperativa con tu deseo de salvar la vida de tus amigos, cuando la realidad es que no los necesito a todos para cumplir mis objetivos.

¿Qué podía decirle?, esta mujer prácticamente percibe todos mis sentimientos y los utiliza en su beneficio. Ninguno de los dos es sincero con el otro y aunque casi he adivinado sus verdaderos motivos, aun me falta el más importante. Sin esa pieza, no puedo decidir qué hacer.

–Hechicero, olvidemos temporalmente nuestra desconfianza mutua. En cuanto a la prueba, sabes que es necesario que las cosas que planeamos sigan desarrollándose así –quitó su mano de mi pecho y caminó hacia una de las gradas para sentarse –supongo que esa jovencita ya aprendió a usar su magia celestial, ¿verdad?

–Decidí que no era conveniente que liberara ese poder. El aura maligna aparecería con más fuerza y eso debilitaría su magia.

–¿Y cómo se supone que va a vencerte?... en cuestión de magia, la superas por mucho.

–Sí, pero en habilidades de combate, ella lleva una gran ventaja.

–Quiero un combate equilibrado. Si planeas que luche cuerpo a cuerpo, te va a derrotar muy rápido.

–Tú elegiste un combate, pero yo decidí cómo quiero que se desarrolle.

–Nunca dejarás de ser su pelele –nuevamente su aura maligna provocó que mis emociones negativas aumentaran –cada noche sueña que está en los brazos del Guerrero inmortal. Ya es una mujer adulta que tiene deseos que tú jamás podrás satisfacer, pero está obligada a intimar contigo para crear el tercer futuro.

–¿Por qué te esfuerzas en herirme? –sentí su nerviosismo y me pregunté si tiene un plan aparte. Quedarse callada y apartar la mirada de mí, me confirmó que estoy en lo correcto. –No tienes de qué preocuparte. Desde hace mucho dejé de confiar en Maam. La amo, pero en mi mente están ancladas todas las muestras de amor que le dedicó a Hyunckel y ni muerto voy a olvidarlas.

Koré volvió a mirarme. Sus ojos dorados dejaron ver un destello de compasión que desapareció en segundos.

–¡Bien!, has lo que quieras –se puso de pie y sus alas de murciélago aparecieron –a partir de hoy, tenemos que estar más en contacto. Sé que odias que se adentren en tu mente, pero no puedo estar en persona si esa mujer está cerca.

–Sólo no me atosigues demasiado. Oír voces no es nada sano y ya tengo suficiente con los reclamos de mi consciencia.

–Me necesitas para no caer en las mentiras de tu adorada mujer –su bruma oscura me cubrió otra vez, y ambos nos fuimos diluyendo –tienes un corazón puro bastante peculiar que tengo que cuidar.

Mis ojos se cerraron y el aura maligna de Koré cambió a una que trasmitía una gran paz y bondad, (la misma que Eira emitía).

Sé que no desperté en toda la noche porque esa aura le estuvo devolviendo a mi cuerpo la fuerza que había perdido al usar magia celestial.

Para cuando abrí los ojos, me sentía lleno de energía.

Al no tener emociones negativas, mi carácter animoso regresó y hasta me atreví a decirle a Maam que la había extrañado.

«En serio eres un débil de carácter», Koré habló molesta y me alejé de Maam rápidamente.

Iba a culparla porque fue debido a su aura bondadosa, que estaba comportándome como el Popp de antes, pero al final no dije nada.

Si con Maam no puedo ser cariñoso, ni divertido, al menos con su madre pude comportarme agradable.

Después de desayunar, llevé a Maam hasta el claro para que practicara la invocación de su magia celestial. Lastimosamente pasó una hora sin ningún tipo de avance y como yo usé ese tiempo para reducir mis emociones humanas, me comporté como un energúmeno con ella, (hasta me atreví a darle algunos golpes leves con un pergamino que tomé de su casa). Luego de tres horas sin resultados, me rendí y me acosté en el suelo para mirar el cielo.

Afirmé distraídamente que algo debía denotar su poder y Maam me pidió que la acompañara a un lugar en el que podría invocar su magia.

Dicho lugar era un hermoso lago escondido detrás de un risco del bosque oscuro, que observé maravillado.

–Nadie en la aldea lo conoce. Ni el maestro Aván, ni mi madre –mencionó mientras estaba absorto en la preciosa imagen frente a mí –El risco siempre ha estado aquí, pero el lago apareció cuando yo tenía catorce años. En ese tiempo ya había recibido la instrucción de nuestro maestro, por eso él no supo de su existencia y como soy la única que se atrevió a escalar las rocas, tuve la suerte de hacer de este lago, mi lugar especial.

–¿Tu lugar especial? –de nuevo empezó a invadirme la ira y apreté mis puños para no dejar en libertad al Popp grosero.

–¡Sí!, es un sitio hermoso y tranquilo en el que siempre encuentro la paz que necesito, y ahora que seremos esposos, quiero que tú también disfrutes de su belleza.

«¿Cómo pudiste arrebatarle al Guerrero inmortal algo tan valioso... ¡eres un egoísta!», las palabras de Koré también tienen la cualidad de aumentar mis emociones negativas.

Ni el amoroso beso de Maam consiguió reducir la culpa y el coraje en mi corazón, y luego de que entendí que la compasión es el detonante de su poder, regresé al claro sin esperarla, pero al ver que las flores se marchitaron a causa de sus sentimientos melancólicos, decidí que entrenara con el maestro Aván y el maestro Brokina. Pulir sus habilidades combativas era indispensable porque no es capaz de controlar sus emociones.

Desde que amanecía me dedicaba a ubicar monstruos malignos para que los enfrentara. Los maestros la entrenaban intercaladamente y mientras ella se dedicaba a aprender nuevas técnicas, yo me alejaba para que mi mente no registrara ninguno de sus ataques, pues sin ese conocimiento, no le llevaré ventaja.

Ante los maestros me comportaba distante, pero al verla dormir incómodamente en el suelo, mi corazón volvía a sentir ese amor que no logro reducir con nada y me le acercaba para que descansara sobre mis piernas. El hechizo de letargo me ayudaba a que no se diera cuenta de que sigue siendo importante para mí, pero el maestro Aván lo notó y el último día de entrenamiento quiso saber el motivo por el que la estuve tratando así.

–De entre todos los maestros y maestras que he tenido, es usted en quien más confío, por eso quiero contarle la verdad. Nadie más debe enterarse de lo que voy a decirle... Sé que ninguno será capaz de comprenderme, salvo usted.

Rebelarle las cosas que supongo, van a acontecer, no fue sencillo. El maestro Aván demostró su preocupación al conocerlas y no le gustó para nada que hubiera ideado uno de los planes más egoístas del mundo, sin embargo, entendió que no había otra opción si queríamos que Dai y Maam, dejaran de lado la debilidad de sus corazones.

–El corazón puro de Dai y la bondad de Maam, son los que les impiden usar toda la fuerza que habita en su alma –lo miré a los ojos y él me devolvió una mirada melancólica –es un arma de doble filo, pero si tengo razón en mi presentimiento, no sólo conseguiremos ganar la apuesta de Koré, también obtendremos lo que tanto ansían los dioses celestiales y los del Inframundo. Con ese poder, el equilibrio en las dos fuerzas se mantendrá y cuando llegue el momento de enfrentarse a Velzar, Dai no morirá.

El maestro Aván no respondió inmediatamente. Se mantuvo pensativo varios segundos y luego de un largo suspiro, me miró de nuevo.

–En la guerra contra Vearn, le dije a la princesa Leona, que todos mis discípulos son muy bondadosos, pero que las batallas son muy despiadadas y que algunas veces es necesario secarse las lágrimas y seguir hacia adelante para conseguir la victoria –sus ojos reflejaban ahora una dolorosa aceptación –tú comprendiste eso sin que nadie te lo dijera y estoy orgulloso de tu mente prodigiosa, no obstante, no es fácil verte caminar entre las llamas sin tener la posibilidad de ayudarte... Si tuviera tus poderes actuales, no te dejaría hacer lo que planeas en absoluta soledad.

–De sus discípulos, soy el más débil físicamente. Sin importar mis conocimientos, o mi facilidad de aprender el uso de distintos tipos de magia, nunca seré capaz de derrotar a enemigos tan poderosos como Velzar o el dios demonio de la otra dimensión. Lo único que puedo hacer para aligerar la carga de Dai, es ayudarlo a encontrar la manera de vencer sin que arriesgue su vida.

–Creo que Dai preferiría tenerte a su lado en todo momento... Él aún es un niño con un deber demasiado grande, pero he visto que tú lo animas a luchar. Si lo dejas solo, es probable que pierda la fuerza espiritual que le infundes con tu presencia.

–A Dai nunca lo dejaré solo –le sonreí para reafirmar mis palabras –ya alisté una forma en la que siempre estemos en contacto en caso de que algo inesperado suceda con la prueba.

–¿Y Maam?, ¿también preparaste una manera de estar con ella, aunque no sea físicamente? –su cara seria se asemejaba más a una molesta.

–Maam tiene un destino que es importante que se cumpla, y ahí, yo no tengo cabida, ni como amigo.

–No lograrás obtener lo que ansían los dioses si su corazón sufre más de lo que puede soportar, ¿qué no lo pensaste al idear tu plan?

–No tendría por qué preocuparme por algo tan insignificante –esas palabras nacieron de mi falta de emociones –cuando Maam sepa que nuestra relación ya no es necesaria para la prueba, el único sentimiento que tendrá es el de la lástima, pero Hyunckel ya sabe lo que tiene qué hacer para devolverle la tranquilidad a su noble corazón.

–¿Qué no te has dado cuenta? –se alteró tanto que me sorprendió –Maam está...

–¿Enamorada de mí? –me anticipé a lo que diría y me reí quedamente –el día de la prueba verá que esas actitudes románticas no provienen de su corazón.

–¿Qué quieres decir con eso?

–No se lo puedo explicar porque tampoco estoy muy enterado de la situación, pero Koré es capaz de usar sus poderes para manipular incluso los sentimientos.

El maestro Aván no quedó muy conforme con eso último, pero terminó por aceptar lo que me costó mucho planear.

Una vez que se tranquilizó, nos dimos un fuerte abrazo para luego acercarnos a Maam y al maestro Brokina, el cual se puso a decir cosas bastante incómodas y a mi parecer, demasiado fuera de lugar.

Al contener mis emociones humanas, las energías negativas aumentan, y yo las dejo salir con actitudes groseras o burlonas, por eso mencioné que "viene de familia enamorarse de guerreros poderosos", cuando el maestro Aván dijo que de no haber conocido al padre de Maam, seguiría preguntándose qué le vio su madre para enamorarse de él.

El silencio que siguió fue terriblemente incómodo.

Avergonzado por mis tonterías, apresuré nuestra partida, pero al llegar al claro, descubrí que la tierra estaba erosionada en su totalidad.

–Volví a hacerte enojar –me hinqué en el piso para evaluar el daño.

–Más que enojarme, me lastimas –su voz sonó cansada.

–¡Maam! –me levanté de un salto e intenté sujetarla, pero se hizo hacia atrás para que no la tocara –¡lo siento!, he estado cometiendo muchos desaciertos contigo porque pensé que era lo mejor para ti.

–¿Lastimarme es lo mejor? –alzó la voz como hace mucho no lo hacía conmigo y el aura maligna la cubrió completa –¿necesitas destruirme para que tus planes sean efectivos?

–¿De qué hablas? –su acusación me afectó y di unos pasos hacia atrás.

–¿Perder la prueba nos dará la victoria?

Su aura maligna se liberó y se lanzó hacia mí con la intención de golpearme, sin embargo, a unos pasos se detuvo y vi que sus palmas estaban sangrando.

Verla dejarse caer en el piso con una expresión de dolor en su rostro, me devolvió mis emociones humanas y corrí hacia ella para envolverla en mis brazos, pero se removió con fuerza y no conseguí mi objetivo.

–¡Perdóname, mi amor!, soy un imbécil que toma decisiones estúpidas que lo único que hacen es lastimarte.

Jamás le he hablado con motes cariñosos, no porque no quisiera hacerlo, lo hice para mantener la lejanía entre los dos, pero el miedo de haber cometido un error me invadió, y me atreví a decirle aquello, (por fortuna Maam al fin dejó que la abrazara).

–Sé que no dejo de prometerte cosas que no cumplo, pero esta vez haré todo lo que me pidas –alcé sus manos y las besé al tiempo que liberaba mi aura curativa para sanar sus palmas –si deseas que me marche, lo haré enseguida.

Habría preferido que eso fuera lo que pidiera, pero en su lugar me enumeró un sinfín de cosas que quería que le cumpliera y todas tenían como fin que volviera a ser un novio amoroso con ella.

–Son muchas peticiones –me reí nervioso –pero te cumpliré las que pueda.

–Las quiero todas y también las que se vayan anexando cuando nos casemos.

–Serás una esposa muy mandona.

–Recuerda que Crocodine te lo advirtió, así que tendrás que acostumbrarte, porque siempre estaremos juntos.

–Siempre –esa palabra nunca se convertirá en una realidad, por eso la pronuncié más para mí mismo –bien, ya que hemos llegado a un acuerdo, comenzaré a cumplir mi promesa –tomé su mano donde está el brazalete y luego de invocar mi aura mágica, separé las piezas para recuperar el anillo y colocarlo nuevamente en su dedo –no es el orden que mencionaste, pero ya ves que estoy siendo obediente.

–Pues espero que sigas así –giró su rostro, el cual demostró que continuaba molesta.

–¿Cómo haré para que mi futura esposa me crea? –hice como si me costara encontrar algo, pero después tomé su mentón para elevar su rostro –ya sé cómo.

De nuevo la besé con todo el amor que le tengo y me di cuenta de que sin importar cuánto me esfuerce en reducir mis emociones humanas, o las muestras de cariño, basta besarla para dejar en evidencia lo mucho que la quiero.

–Tenemos que ir con tu mamá o pensará que la dejamos plantada –dije, pero no podía, ni quería dejar de besarla.

–Ella entenderá el retraso cuando le digamos que nos comprometimos.

Su hermosa aura divina se liberó y ambos nos separamos para ver lo que haría su magia.

Una enorme sorpresa me atacó al ver que la tierra del claro recuperó el follaje verde y las flores volvieron a cubrirlo.

En ese momento comprendí el motivo por el que el dios de los humanos la eligió como la portadora de la magia celestial.

Es obvio que sólo Maam podría con semejante milagro. Su corazón está tan lleno de amor para todos los que habitan la superficie, que no necesita reducir sus emociones humanas como Eira o como yo.

Al analizar esta situación y juntarla con la del pasado, por fin la pieza faltante de los motivos de Koré se presentó al recordar también lo que me dijo en el coliseo de Alkid.

Los dioses celestiales aceptaron una apuesta del ser que los traicionó, y que conlleva la réplica de las pruebas que le impusieron cuando era una hechicera a la que el dios de los humanos bendijo con magia celestial, solamente porque quieren algo que ella comenzó a crear, incluso antes de convertirse en diosa.

"Ellos quieren conseguir algo más que un equilibrio de poderes, pero para eso tienen que hacerlos entender".

Mis pensamientos los expresé en voz alta y Maam quiso saber a qué me refería. Para distraerla, tomé su mano y corrí con ella hacia su aldea prometiendo a su vez que en la mañana me dedicaría a construir la casa que me pidió. También grité fuerte que me había aceptado como esposo para que sus vecinos me escucharan. Increíblemente todos se pusieron a vitorear y chiflar como si hubieran estado esperando esa noticia desde hace mucho.

Al pedirle su mano a su mamá, quise golpearme por ser un maldito mentiroso, por eso lo hice arrodillado y prometí que daría mi vida con tal de hacerla la mujer más feliz del mundo, aunque obviamente me estaba refiriendo a compensar mis tonterías devolviéndosela a su adorado Hyunckel.

La señora Leila se agachó para abrazarme. Cuando me llamó "hijo", lo hizo llorando y me odié más al ocasionar este malentendido, que tendría que apresurarme a aclararle, al menos a ella.

La amable mujer nos entregó unos deliciosos panecillos que había preparado. Su sabor era delicioso, pero no fui capaz de disfrutarlos por la culpa que sentía.

A medianoche le pedí permiso para que Maam durmiera en el mismo cuarto que yo. Esperaba que se negara por ser una petición inmoral, pero, aunque al principio nos miró buscando un indicio de que nuestra relación ya había sobrepasado la línea del noviazgo inocente, terminó por decir que no podía criticar algo que hizo por amor, y con esas palabras supe que no habría manera de salvarme.

Aun negándolo, la verdad es que amo tener a Maam entre mis brazos y dormí muy contento.

En cuanto amaneció, me levanté a preparar el desayuno. Estaba ansioso y devoré mi comida. Maam apenas tuvo tiempo de comerse la suya porque le dije que saldríamos inmediatamente.

En el camino platiqué cosas superficiales, pues observaba cada rincón desocupado de la aldea, sin embargo, no lograba hallar el sitio perfecto para construir la casa.

Repentinamente Maam tomó mi mano y corrimos hasta una zona muy cercana al risco del bosque oscuro.

–Aquí quiero que construyamos nuestro hogar –me mostró un terreno amplio de tierra fértil.

–¿Construyamos? –tuve que preguntar porque ella sigue sin saber usar su magia celestial y así es imposible que logre levantar una estructura.

–Sí –extendió su mano e instintivamente se la sujeté –yo la diseño en mi mente y tú me apoyas con tu magia para crearla.

–¡Muy bien! –cerré los ojos para invocar mi magia porque eso sí era viable.

El resultado fue mejor de lo que esperaba.

La casa era muy grande y amplia, (demasiado para las que hay en la aldea). Al recorrerla, conté siete habitaciones repartidas en los dos pisos, (una para ella y Hyunckel y las otras para sus hijos, "Dios santo, ¿cuántos planea tener?"). El material fue de un tipo de piedra similar al del palacio de Vearn que encontré en la montaña de Eira, (el cual reforcé con magia astral). El comedor y la cocina estaban independientes para mayor comodidad. Había pensado que también incluiría un cuarto de entrenamiento, pero en su lugar creó una especie de estudio y como toque final, colocó una media barda rodeando la casa, (las puertas de caoba y las ventanas las protegí con magia celestial).

Al ver nuestra obra terminada, nos sonreímos.

–¡Vamos a decorarla! –me pidió en la que sería su habitación matrimonial.

–Por el momento dejémosla así –abrí la ventana y el aire que entró movió mi cabello.

Estar en el sitio en el que dormirá con Hyunckel me puso triste y para que no notara mi incomodidad, me mantuve en medio de la ventana para mirar a cualquier otro lugar.

–Supongo que prefieres comprar los muebles en Bengana, ¿no? –se colocó detrás de mí y aunque intentó que le diera espacio, no me moví.

–La decorarás después de... del asunto que tienes pendiente.

–¿Hablas de la tercera prueba? –su voz adquirió seriedad y un poco de preocupación –tú sabes cuándo y cómo será ¿verdad?

–Sí –ya no vi motivo de ocultarlo –el día después de que cumplas tu mayoría de edad, debes ir a las ruinas del antiguo reino de Alkid.

Ella desconoce el nombre de Alkid porque es un tema del que Hyunckel y Larhart optaron no revelarle a nadie más. Dai debe conocer la historia de sus padres, pero de ahí en fuera, ninguno de nuestros amigos lo saben y para no incumplir con sus deseos, únicamente le conté que es el reino de la madre de nuestro querido amigo. Otro dato que di fue que el día de la prueba los dioses traerían de regreso el coliseo donde los ancestros del reino se divertían viendo morir a los humanos al luchar contra monstruos. Maam le dio un término adecuado al decir que era un horrible escenario para la prueba que determinará nuestro destino.

La pregunta que no quería que hiciera porque no sabía qué responder, la pronunció finalmente.

–Popp, ¿cómo es que sabes todo eso y por qué hablas como si no fueras a estar presente?

–Sí lo estaré, pero yo partiré en la madrugada. Tengo algo muy importante que hacer mientras te alistas para tu prueba –me quedé callado mucho tiempo y luego volteé a mirarla con un semblante relajado y sonriente –no te preocupes, tú vas a ganar y Koré tendrá que cumplir con el acuerdo de no atacar al mundo humano. Con eso aseguraremos la paz de todos durante muchos años y únicamente quedará prepararse para ayudar a Dai a enfrentar a Velzar cuando se rompan los sellos del Inframundo.

–¿A dónde vas a ir el día de la prueba? –¿qué no escuchó todo lo demás?, ¿por qué tiene que preocuparse por insignificancias?

–Maam –me le acerqué para tomar sus manos entre las mías –pase lo que pase en esa prueba, tienes que mantener tu valor hasta el final. Nuestro mundo no necesita más batallas que lo único que hacen es dejar muerte y destrucción. Lucha con todas tus fuerzas sin importar a quien enfrentes.

Por unos segundos me pareció que su mente no estaba aquí, pero cuando me miró, me jaló para llevarme afuera.

Sin decir nada empezó a golpear la tierra hasta que hizo un hoyo.

–¡Has lo mismo con el otro lado! –no me miró y aunque no entendía su actitud, hice lo que me pidió.

Usé mi magia para hacer surcos en la tierra alrededor de la barda y terminé antes que ella.

–¡Listo! ¿ahora qué más necesitas? –le pregunté sonriente.

Caminó hacia mí y de sus ropas sacó una bolsa con unas semillas. Sus manos temblaron en el momento en que me ofreció la mitad. Me preocupé por su extraño comportamiento, sin embargo, decidí no presionarla.

–¿Qué tienes Maam? –le pregunté al ver que sus ojos destellaban un miedo enorme y al sobresaltarse me confirmó que esto era muy serio –pareces nerviosa.

–No lo estoy –me sonrió en un vano intento de quitarme esa idea –¡vamos a plantar las semillas!

Maam se puso de cuclillas y yo la imité.

Estaba por depositar mis semillas en los hoyos, pero me detuvo.

–¡Dejémoslas caer al mismo tiempo, y hagamos lo mismo para cubrirlas! –nuevamente se negó a mirarme.

"¿Qué significan estas semillas?, ¿por qué tiene tanto miedo si fue su idea plantarlas?".

De no ser por la intensidad de su temor, la habría obligado a decirme lo que le pasaba, pero no fui capaz de cometer esa crueldad, pues ahora yo tenía miedo de que fuera por mi culpa.

Obediente mantuve mi puño cerrado y esperé hasta que acercó el suyo para que a la cuenta de tres empezáramos a depositar las semillas por toda la barda. Luego las cubrimos usando nuestras manos como pala y para regarlas, invoqué un hechizo para aparecer una pequeña nube de lluvia.

Al terminar, nos quedamos admirando nuestro trabajo como floricultores.

Maam mantuvo su mirada en los montículos de tierra. Yo quería decirle que no crecerían en algunos días, pero me quedé sin habla al ver que salieron de la tierra unas hermosas flores color plata de largo tallo. Su resplandor me rebeló que eran las mismas que vi en el plano astral de Eira, la vez que entré a curar la herida que le hizo el dios demonio que selló en el volcán.

Quise acercarme a ellas, pero fui atrapado por los poderosos brazos de Maam y me apretó con tanta fuerza, que me estaba quitando el aliento, (decirle que de continuar se quedaría sin novio, no sirvió de mucho).

–Es que... –sus lágrimas no la dejaban hablar –...te amo más de lo que te imaginas y quiero tenerte cerca de mí.

–También yo te amo –apenas pude pronunciar porque el aire no llegaba a mis pulmones.

Mi débil cuerpo estaba sufriendo bastante, y me di cuenta de que si usa esta fuerza durante la prueba, no sobreviviría.

Quitarla con magia era una buena opción, pero ni unos huesos rotos iban a evitar que la dejara liberarse del dolor que debe estar sintiendo en su corazón, que supuse se debía al peso de tener que renunciar a su amado Hyunckel, (Eira siempre la consolaba y era lógico pensar que le dio las flores para alegrarla pues tienen el color y la altura de su amado guerrero).

*****

Comentarios finales en la siguiente parte.

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