Capítulo 5.


Capítulo 5.


Dafne:


Bueno, me han contratado, confieso que lo esperaba pero no de esa manera, atendiendo a una vaca, supongo que fue como una especie de prueba para ver si era tan buena como lo dice mi curriculum.

La verdad ya he tenido mucha experiencia con partos de animales, estuve en una granja hace un tiempo y ya se como funciona esto. La verdad fue sencillo y agradecí que no me ganaran los nervios, si no, todo hubiese sido un desastre y adiós trabajo temporal.

—Bien hecho señorita —me elogió el señor Maxwell—, ya oficialmente está contratada, de nuevo gracias por ayudarla.

—No hay de que —respondí—, es mi trabajo, ¿no?

—Por supuesto, venga conmigo, hablaremos sobre el contrato y lo que va a recibir de pago por trabajar con nosotros.

Se hizo a un lado para que lo siguiera de nuevo hacia la casa. En serio que estaba realmente impresionada por el enorme tamaño de esta hacienda, tengo entendido de que esta hacienda es una de las más productivas de Kansas, pensaba que era mentira pero veo que no, porque hay bastante personal trabajando en la hacienda.

—Hola —un hombre comenzó a caminar a mi lado—, soy Fredd Maxwel, también dueño de la hacienda.

—Un gusto señor Maxwell, Dafne Ricci.

—Igualmente, lo que hiciste allá con la vaca, fue impresionante, tienes mucho talento.

—Gracias —lo mire por un momento, es bastante parecido a Darius, entonces eso quiere decir que son hermanos. La verdad es que si se parecen mucho, pero él es rubio, creo que esa es la única diferencia porque ambos son igual de altos.

Al llegar a la casa, los tres entramos a la oficina en donde estaba inicialmente, el señor Darius me ofreció unas toallas para limpiarme las manos ya que quede un poco manchada con la sangre de la vaca.

—Bien señorita Ricci, veo que ya conoció a mi hermano —le asentí—, ambos somos los dueños y capataces de la hacienda.

—Hacemos de todo aquí —mire a su hermano—, pero a medida que vayan pasando los días, le iremos explicando las funciones de este lugar.

—Claro, aprendo rápido.

—Nos gusta oír eso —dijo Darius—, el contrato es para que obtenga sus beneficios cuando termine, el sueldo es bueno ya que valoramos su trabajo y toda su experiencia —él extendió una hoja hacia mí—, puede quedarse aquí si gusta ¿O tiene en donde quedarse?

—La verdad es que no —negué—, no tengo problemas en quedarme aquí.

—Perfecto señorita, ahí en el contrato están los horarios, sus honorarios cuando termine su trabajo en la hacienda y todo lo demás, si tiene alguna duda, puede decirmela sin problema.

—¿Le molesta si leo esto mas a fondo?

—Para nada, puede tomarse el tiempo que necesite para firmarlo —miro a mi lado—, llévala a su habitación, dile al personal que suban las pertenencias de la señorita.

—Claro que sí, sígame señorita, le mostraré en donde va a quedarse.

—Claro, gracias señor Darius.

El solo me dio un asentimiento en respuesta. Yo me puse de pie para seguir a su hermano hacia la salida de la oficina, él comenzó a hablarme sobre lo que hacen en la hacienda, la verdad suena muy interesante lo que hacen.

Hasta donde él me decía, creo que ellos son proveedores de grandes cadenas de supermercados en Kansas y algunos estados. También crían animales para venderlos a los mataderos, por eso se esmeran en atender y mantener en buenas condiciones a los animales que tienen aquí.

Creo que por eso contratan a alguien con experiencia, para no tener pérdidas.

—Esta es su habitación señorita —me dijo—, tiene lo que puede necesitar, closet, escritorio, baño, balcón y un ventilador —reí un poco—, aquí usamos eso, no se si usted está acostumbrada al aire acondicionado.

—Oh no se preocupe, me adapto muy bien a cualquier clima, así que estaré bien.

—Eso es perfecto entonces, la dejo para que se instale, en un momento le traen sus cosas.

—Tenga —saque las llaves del auto de mi bolsillo y se las di—, las maletas están en la cajuela.

—Claro, en un momento haré que se la suban. —comenzó a caminar hacia la salida pero luego se detuvo— Ah y, bienvenida señorita Ricci.

—Gracias señor Maxwell.

El se quitó el sombrero por un momento y se lo puso para después irse. Yo termine de entrar a la habitación, la verdad si estaba muy bonita, se podía sentir el aire fresco, me gusta la habitación.

Me senté en la cama a leer con detenimiento el contrato, quería verificar que todo estuviese en orden, en él decía que debía trabajar desde las siete de la mañana hasta las cinco ya que es la hora en que los animales ya deberían estar encerrados.

Básicamente tengo que mantener a los animales en óptimas condiciones, colocarles sus vacunas y alimentarlos de manera adecuada. El sueldo es bastante aceptable, tiene muchos beneficios, me gusta esto.

Creo que es suficiente para firmar. De igual manera estaré poco tiempo aquí, solo hasta que su veterinario se recupere. Mientras tanto, podré trabajar aquí, obtener algo de dinero y así poder conocer el estado.

Cuanto termine el trabajo aquí, podré irme al siguiente estado y seguir con mi camino. Solo serán de dos a tres meses, claro que puedo con esto.

El personal me trajo las maletas y me dijeron que estacionaron mi auto en donde estaban las camionetas de los empleados y los dueños. Yo iba a instalarme en la habitación y descansar un poco, creo que mañana comenzaré con el trabajo, aunque no había pensado en algo importante.

No tengo la ropa adecuada para hacer lo que voy a hacer, no tengo las botas ni los implementos, tendré que ir al pueblo a comprarlas.

Lo importante es que ahora tengo un sitio en donde quedarme, donde trabajar y todo lo demás. Estoy haciendo esto por mi propio bien. Se que debí enfrentarme a ellos pero preferí alejarme antes de que me hicieran mucho más daño. Lo que me hicieron no tiene perdón.


(...)

Más tarde:


La noche había caído, yo ya había firmado el contrato con los señores Maxwell, así que estaba lista para comenzar a trabajar.

Iba a salir de la habitación cuando di un respingo al ver a alguien frente a mi.

—Lo siento señorita —se inclinó un poco para mirarme— ¿La asuste?

—Un poco —murmure.

—Lo siento —se disculpó de nuevo—, estaba por tocar pero usted salió primero. Vine a avisarle que la cena está lista. Es para darle la bienvenida a la hacienda.

—No se hubiesen molestado, de verdad.

—Oh no es molestia —hizo un ademán—, queremos que vaya sintiéndose como en casa, si quiere ir, la espero.

El señor Fredd sonrió un poco mientras sus manos estaban en su espalda. Me miraba de una manera expectante, así que no tuve más remedio que aceptarlo, no quiero que piensen que soy una maleducada o algo por el estilo.

No es la impresión que quiero dar en donde voy a trabajar.

Ambos bajamos hacia el comedor, me sorprendí un poco al ver que éramos nosotros tres, pero lo que más me sorprendió fue la cantidad de comida que hay en la mesa. El señor Darius se puso de pie al verme.

—Señorita —se quitó el sombrero—, esperemos que la cena sea de su agrado, aunque no le preguntamos que le gusta —murmuró.

—Bueno, ¿hay algo con maní o nueces? —él negó— Entonces todo está bien.

—Perfecto —el suspiro de alivio—, sentémonos por favor.

Caminé hacia el comedor, me senté a su lado y su hermano al otro lado, Darius quedó a la cabecera de la mesa. La verdad todo se veía muy rico, pero no creo que pueda comerme toda esa cantidad de comida.

—Tenga —El señor Fredd puso el plato frente a mi—, son papas horneadas, maíz y filete de pescado.

—¿Pescado? ¿Aquí también hay criaderos?

—Así es —respondió el señor Darius mientras se servía—, el criadero es pequeño porque estamos experimentando un poco con el tema, la piscicultura es un poco más complicada de lo que parece.

—Si, he oído sobre ello —murmure—, gracias por la cena, de verdad, 

—No hay de qué señorita —el señor Fredd se quitó el sombrero y lo dejó a un lado al igual que su hermano—, buen provecho. Espero que sea de su agrado lo que se preparó. 

—Gracias —dije.

—Espero que se sienta cómoda en la hacienda —mire al señor Darius—, la seguridad es muy importante para nosotros y los demás, así que no se preocupe que ningún hombre va a faltarle al respeto, tiene mi palabra.

—Y la mía —prosiguió su hermano.

—Confío en ello.

—Dígame señorita —dijo Darius—, pudimos ver que tiene mucha experiencia, además de que se graduó en una de las mejores universidades de Londres. Debo decir que estoy impresionado por tanta experiencia.

—Gracias y bueno, si.. Me gané una beca en Londres —comencé a comer—, estudie mucho para llegar a ello, la experiencia fue porque mientras trabajaba pagaba mis maestrías y cursos.

Quería morderme la lengua por tan semejante mentira que acabo de decir. No soy alguien que miente, de hecho detesto las mentiras, pero ya no quiero que me sigan asociando con mi padre y su apellido.

Cada persona que se acercaba a mi, siempre le interesaba los negocios de mi padre, al igual que su carrera política y sus millones, nadie se acercaba a mi porque quisiera conocerme o entablar una platica amena conmigo. Yo pensé que Dan se había acercado a mí porque de verdad le interesaba, pero después de lo que pasó con mi hermana, algo me dice que jamás le interese.

No me gusta mentir, eso no es lo mío, pero sinceramente estoy harta de que me relacionen con mi papá y su apellido. No quise usar el de mi mamá porque no sería justo que use algo tan sagrado como eso para huir de él.

—Pues vaya que le ha servido, porque lo que hizo con la vaca fue genial, se comporto como toda una profesional.

—Gracias señor Fredd.

—Mañana al amanecer le daremos el plan de trabajo de nuestro veterinario Zion —le asentí—, todo lo que debe hacer estará por escrito en una guía.

—Está bien. Tengo una duda o bueno, no es una duda.. ¿Podría ir al pueblo mañana? —ambos me miraron sin entender— Es que no tengo la ropa adecuada para trabajar y quisiera comprarla.

—Perfecto, en ese caso puede ir con Fredd mañana ya que él estará haciendo unos pendientes por allá, si no le molesta.

—Para nada.

—Bien, sigamos con la cena de bienvenida, mañana le presentaremos a los trabajadores restantes, créame que va a adorar esta hacienda.

Pues tengo el presentimiento de que así va a ser, no soy buena socializando por el tema de mi papa, pero haré mi más grande esfuerzo por mostrar una persona distinta ante todos.

Quiero tener seguridad al hablar, al expresarme, al convivir, a todo. Siento que ya no tengo que esforzarme para agradarle a los demás, que puedo ser yo misma, alguien sencilla y libre. Pero también tengo que cuidarme, cuidar mi corazon porque aun sigue estando dolido por lo que paso, no es sencillo olvidarme de lo que me hicieron, pero se que puedo con ello.

Me duele el proceso, porque aun sigo estando sensible, las imágenes de Diana con Dan aun no dejaban mi cabeza, la cara de mi papa, sus palabras, todo. Se que tengo que superarlo en algún momento, se que podré con ello, pero también sé que el camino no es para sencillo puesto que aun no logro sacarme a Dan del corazón.

El muy imbécil logró meterse en lo más profundo de mi, tres años desperdiciados, tres años de mi vida se los di a él y me pagó con la peor traición, acostarse con mi hermana. Ahora se que tengo que hacer, trabajar en mi autoestima y no dejar que cualquier persona ingrese a mi vida.

Este es el sitio perfecto porque no conozco a nadie, solo estaré un par de meses como mucho, luego me iré y retomare mi viaje hacia mi reencuentro personal. 




Hola hola lectores, espero que esten bien y que el capítulo les haya gustado. No olviden dejarme sus votos y comentarios. ❤✨

Besos, Ross. 

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