EL VERITECH NEGRO

Capítulo 7: Gullivers en tierra de gigantes

Los seis veritechs entraban al hangar y empezó el combate para rescatar a Lisa.

―Shiru, Hyoga, cubran las entradas laterales que yo me encargo de la entrada principal junto con Max y Ben.

Los pilotos obedecieron y eliminaron a cada uno de los gigantes zentraedi que se encontraban en el hangar. Knight esperaba más oposición, pero al parecer los gigantes recibieron órdenes de no contraatacar.

―¿Podrías bajarme? Ya podrás admirarme después ―le decía Lisa a Rick quien se quedó algo embobado al ver a Lisa en su ajustado traje de piloto.

―Parece que Rick se pone nervioso frente a la comandante ―decía Ben.

―Ben, si ya terminaste de bromear, trata de perforar el casco de la nave con tus láser ―ordenaba Knight.

Los restantes veritechs asumían posiciones de defensa en el lugar a la espera de que Ben concluyese el trabajo, pero este tomaba demasiado tiempo.

―Ben, mejor intercambiemos ―sugería Knight―, tus láser ya están agotados.

Knight cortaba el duro metal cuando escuchó gritos de advertencia, el piloto se dio vuelta para enfrentar al enemigo, sin darse cuenta que la amenaza venía desde arriba. Lo último que vio Knight antes de perder el conocimiento fue el estallido de su consola en varias esquirlas que de seguro lo habrían matado de no ser por el hecho de que él llevaba puesto el casco de piloto.

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Knight se despertaba de un sueño confuso debido a la discusión de dos personas que estaban cerca de él.

―Rick..., Lisa..., no peleen.

― Knight, ¿cómo te encuentras? ―le preguntaba Rick.

―¿Se encuentra bien, Teniente? ―le preguntaba preocupada Lisa.

―Uf, veo estrellas delante de mí, son como luciérnagas que no dejan de moverse ―se quejaba Knight.

―Mejor siéntate, Knight ―le sugería Lisa.

―Gracias, comandante.

Knight observaba los alrededores y comprobó para su pesar que estaban hechos prisioneros.

―¿Qué crees que nos harán, Rick?

―No lo sé, solo espero que Max y los demás logren sacarnos de aquí.

La nave zentraedi efectuó una operación de transposición y los tres prisioneros se pusieron nerviosos.

―¡Tenemos que escapar! ―gritaba Rick.

―¿Cómo? No tenemos armas y este cristal parece ser blindado ―le respondía Lisa.

―Al menos está transposición no es tan mala como la que sufrimos en la Tierra ―intervenía Knight para que Rick y Lisa no discutiesen.

La operación de transposición duró un par de horas y Lisa les comunicó que en tiempo real ya había pasado como una semana dentro del SDF-1. Rick se deprimió porque de seguro ya había pasado el debut de Minmei como cantante.

―Rick, Lisa... No se depriman, de alguna manera volveremos a casa.

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La nave zentraedi salió de su operación de transposición y los tres prisioneros miraron el espacio exterior gracias a un ventanal que estaba justo delante de ellos.

―Parece que ya llegamos a donde sea que planean llevarnos ―decía Rick.

―Tomaré unas cuantas fotos ―dijo Lisa y procedió a tomar fotografías con una minicámara que había logrado esconder.

―Este, chicos... No se supone que en el espacio exterior no se ve el reflejo de las estrellas ―señalaba Knight.

―Esas... Esas no son estrellas... ¡Son naves zentraedi! ―gritaba Rick.

―¿Qué?, ¡es imposible, no pueden haber tantas naves en el universo! ―exclamaba Lisa y procedió a tomar más fotografías.

―Parece que avanzamos a ese cúmulo de estrellas ―decía Knight.

Al avanzar los tres prisioneros trataron de calcular el número de naves enemigas.

―Creo que son entre cuatro a seis millones de naves ―decía Knight, blanco de la impresión.

―No entiendo, con tantas naves, ¿por qué no nos destruyen? ―preguntaba Rick.

―Seguro sabremos la razón, una vez lleguemos a su comando central ―aclaraba Lisa.

La base zentraedi parecía un asteroide gigante el cual había sido minado y transformado en una base estelar.

―Increíble, esa cosa es al menos un cuarto el tamaño de la luna ―calculaba Knight con los ojos abiertos como platos, Rick y Lisa también estaban boquiabiertos.

Soldados zentraedi llevaron la celda dónde se hallaban los tres prisioneros y les condujeron ante el alto mando zentraedi. Uno de ellos, el líder máximo se presentó a sí mismo como Dolza.

―Ese tipo es el que te noqueó, Knight ―le decía Rick en voz baja y señalando a un zentraedi de aspecto intimidante y con la mitad del rostro remplazado por una máscara de metal, mientras Lisa activaba su minicámara para grabar todo el interrogatorio.

El interrogatorio consistió en que confesasen dónde habían escondido algo llamado "protocultura", la cual se encontraba dentro de la nave. También, quisieron saber más acerca de la naturaleza de ellos y esto condujo a que exigieran una prueba de que no estuviesen mintiendo.

―¿Quiere que nos besemos? ―decía Lisa atónita.

―Sólo así les demostraremos que los humanos nacemos de la interacción física entre hombres y mujeres ―decía Knight.

―Entonces, bésense ustedes dos ―decía Rick.

―Ni hablar, yo ya tengo novia ―decía Knight.

―Yo también.

―Rick, Minmei no es tu novia, en cambio Sammie sí es mi novia.

―¿Sammie es tu novia? ―preguntaba asombrada Lisa.

―Sí, lo es ―mentía Knight, quien consideraba que está sería una buena oportunidad para que Rick y Lisa formasen algún tipo de relación.

Los zentraedi se impacientaron. Rick y Lisa se acercaron para poder besarse.

«Demonios, como me gustaría tener una cámara en este momento», pensaba Knight.

Cuando los labios de Rick y Lisa se unieron, los zentraedi quienes esperaban que la cuestión del beso fuese solo un engaño, se pusieron de pie, empezando a temblar y sudar.

―¡SÁQUENLOS DE MI VISTA DE INMEDIATO! ―ordenó Dolza y soldados zentraedi llevaron a los prisioneros a una celda para gigantes zentraedi.

―Es solo mi imaginación o eso fue extraño ―preguntaba Knight a Rick y a Lisa.

Los chicos estaban confundidos, pero Lisa, quien era más observadora, dedujo que los gigantes zentraedi eran clones y que no se relacionaban con el sexo opuesto, de allí su reacción tan extraña.

―Solo viven para la guerra, por eso no vimos personal alguno de mantenimiento u otro ―decía Lisa.

―Debe ser triste solo vivir para eso ―decía Rick.

―Tenemos que idear un plan para salir de aquí ―dijo resuelto Knight.

―¿De qué forma podríamos salir de aquí? La puerta es enorme ―le decía Rick.

―Siempre hay un plan solo hay que pensarlo... ¡Ya se! Bésense de nuevo y así podremos escapar ―se le ocurrió a Knight.

―¡¿Qué?!, ¡ni lo piensen! Puedo parecer inocente, pero no lo soy tanto ―les reclamaba Lisa.

Tanto Lisa como Rick, estaban en contra del plan de su amigo, pero Knight les convenció y justo a tiempo ya que al parecer alguien se dirigía hacia la puerta.

―¡Deprisa! ―les apremiaba Knight, con lo que Lisa y Rick se besaron.

―¡Funciono! ―gritó Knight, al ver que el soldado zentraedi estaba inmóvil de la impresión.

Los tres se dirigieron presurosos a la puerta, pero el soldado zentraedi los detuvo, por fortuna no era otro que Max, el cual venía con los otros pilotos.

Max puso en un bolsillo a Lisa y a Rick, mientras ponía en el otro a Knight.

Tanto Lisa como Rick querían aclarar las cosas con Max, pero el piloto les mandó a callar y todo el grupo trató de salir del lugar, pero fueron descubiertos y tuvieron que huir volando en sus veritechs en modo Guardián.

Los veritechs eran fáciles de localizar por los sensores zentraedi y recibieron mucho daño por las armas de los soldados, al final, tuvieron que abandonar sus naves y tratar de buscar una salida por sus propios pies.

―¡Cuidado! ―gritó Knight al ver como un soldado zentraedi se abalanzaba hacia ellos.

Knight empujó a Lisa y a Rick a un lado para que no fuesen capturados, mientras él y los demás, se dirigieron hacia otro lado tratando de llamar la atención del soldado, debido a su diminuto tamaño, los pilotos lograron huir sin ser capturados.

―Espero que Lisa y Rick estén bien ―decía preocupado Knight.

―No te preocupes, seguro seguirán el plan de dirigirse al desembarcadero de carga ―le tranquilizaba Shiru.

―Nosotros debemos ir también a ese lugar, lo óptimo sería que nos encontremos todos juntos ―decía Hyoga y todos se dirigieron al desembarcadero de carga.

Ben parecía tener un sentido de orientación muy bueno y el resto de los pilotos le siguieron todo el camino, al llegar, vieron como una nave zentraedi se estaba abasteciendo de diversos materiales para luego partir, en eso se percataron de la presencia de sus dos amigos.

―¡Rick, Lisa! Qué alegría que estén a salvo ―les saludaba Knight lo mismo que todos los demás.

Los amigos se dirigieron a la nave zentraedi y está nave de carga se dirigió a una nave más grande que al parecer era de las meltran, la nave después efectuó una transposición.

Knight y los demás observaron que las mechas que allí había eran de diferente diseño, y luego al ver a los soldados zentraedi se dieron cuenta porqué, los pilotos eran mujeres zentraedi.

―No creo que podamos tomar esas mechas ―se lamentaba preocupado Knight.

―Allí hay una que ya habíamos visto antes ―señalaba Lisa y los pilotos se introdujeron a un pod zentraedi.

―Debemos esperar el momento oportuno para salir ―instruía Rick, no tuvieron que esperar demasiado ya que al parecer se desarrollaba una batalla.

Los pilotos se las ingeniaron para poner en marcha el pod de combate enemigo y salieron de la nave, ahora la preocupación era que no fuesen destruidos por miembros de sus propias fuerzas.

Lisa insistía con las comunicaciones para que pudiesen ser rescatados, cuando creían que todo sería inútil, un grupo de veritechs fue en su ayuda.

―¡Genial, nos vamos a casa! ―celebraba Knight.

CONTINUARÁ...