Capítulo 9

Capítulo 8

La reunión del consejo llevaba por lo menos unas dos horas de acalorada discusión donde Sarutobi se mantenía tranquilo, primero porque sabía que ya todo estaba arreglado y segundo porque la operación Kakonwotatsu fue todo un éxito. Aunque a pesar de estar tranquilo también estaba molesto por las falacias y exageraciones por parte de Homura y Koharu.

–¡¿Cómo?! –se preguntó Sarutobi –¿Cómo pude confiar en ese par de traidores por tanto tiempo?. Esos dos bastardos y Danzo van a suplicar de que los mate pero los tendré torturando las 24 horas del día hasta que no puedan más o simplemente se mueran.

–Akira-san –dijo Koharu –como ha visto hemos presentado hechos en donde Sarutobi no ha estado a la altura de un Kage al tomar decisiones, pero el hecho más grave en opinión del consejo es el robo del pergamino de sellos prohibidos que ocurrió hace un poco más de dos semanas. Yo, como miembro del Consejo de Konoha y en representación del consejo civil pido que Uzumaki Naruto, Jinchuriki del Kyuubi, pase al centro de la sala para ser cuestionado.

Sarutobi fingió estar enfadado con Koharu y Homura, pero en realidad el escenario de Naruto siendo en cierta forma interrogado por los traidores frente a la presencia del Feudal tenía un 80% de posibilidad de suceder según Shikaku.

Después de la conversación con el Feudal, quien se retiro a su mansión que tiene en Konoha, Sarutobi le pidió a Naruto que se quedara para conversar acerca de la reunión y le dijo que respondiera todo tal como fue, que no mintiera porque Danzo, Koharu y Homura se darían cuenta, ya que a pesar de todo fueron grandes shinobis en su tiempo, y que si no quería responder alguna pregunta acerca del pergamino que le dejaron sus padres que dijera que era secreto de clan, lo cual era cierto. Naruto asintió y dijo que probablemente tendría algunas sorpresas para los ancianos. La sonrisa en el rostro de Naruto trajo escalofríos a la espina de Sarutobi porque era la misma sonrisa que el rubio tenía cuando hacía sus bromas a gran escala.

Naruto se puso de pie, tomó su katana y se la colocó en la espalda como siempre la llevaba y luego se colgó el pergamino ya que no se separaba de el por ningún motivo, mucho menos después del patético intento de Sasuke por quitárselo y de los dos intentos de Ne por apoderarse del pergamino que los Anbu evitaron eliminando a los operativos Ne antes de que supieran que les cayó encima.

Después de acomodar la katana y el pergamino para que no molestaran al moverse Naruto comenzó a caminar pero decidió lucirse un poco frente a tanto shinobi. Con un sello con la mano izquierda desapareció en un remolino de viento y fuego y reapareció al medio de la sala con el mismo remolino. Después de todo pasó gran parte de la noche ensayando el Shunshin con una mano hasta que le salió y era lo más lógico, desde su punto de vista, lucirse un poco.

Los shinobis se tensaron al sentir que el rubio moldeó chakra tipo Fuuton y Katon y por instinto llevaron las manos a sus porta kunai para después ver a Naruto simplemente utilizando un Shunshin. Shunshin elemental, pero Shunshin de todas formas. La mayoría de los shinobis y ex-shinobis miraron a Naruto parado al medio de la sala con las manos en los bolsillos y les pasó un solo pensamiento por la cabeza.

–Show off –pensaron Sarutobi y la mayoría de shinobis presentes en la sala e incluso se logró escuchar un problemático proveniente del consejo shinobi.

Danzo simplemente arqueó la ceja izquierda al ver a Naruto apareciendo en un remolino de viento y fuego, notablemente interesado en ver a alguien tan joven usando un Shunshin elemental. Además al ver el Shunshin Danzo confirmó que los rumores de que el rubio haya utilizado dos poderosos jutsus para matar a un escarabajo emperador gigante eran ciertos. Ver para creer dicen por ahí.

Homura miró con disgusto casi incontenible al jinchuriki que causó la muerte de sus tres hijos y por ende de su familia ya que él era el último Mitokado y a su edad ya era casi imposible no tener hijos, ya que por un lado es impotente y los medic-nin nunca se han dedicado a curar la impotencia masculina, y por otro que aunque aún fuera capaz de tener relaciones con una mujer fértil había el riesgo de tener un hijo con algún tipo de discapacidad mental debido a su elevada edad y que haría que se matara al recién nacido de inmediato. [1]

Koharu, por su parte, miró al rubio con desdén ya que lo consideraba como un ser inferior, una peste que no merece respirar el mismo aire que ella. Sabiendo que Homura no trataría de buena forma al jinchuriki, Koharu decidió realizar las preguntas para evitar que el plan se arruinara, al fin y al cabo el jinchuriki no se destacaba por su agudeza mental. Que equivocada estaba la anciana y al final de cuentas eso le costaría muy caro.

–Nombre, edad y ocupación –dijo Koharu iniciando la serie de preguntas y tratando de sonar lo más intimidante posible.

–Uzumaki Naruto, doce años, Genin de Konohagakure no Sato –respondió el rubio con un rostro inmutable.

–Te advierto Uzumaki que no es bueno mentir frente al consejo –dijo Homura en tono severo –tú no te graduaste de la academia.

Koharu asintió y Naruto miró al par de ancianos y sonrió.

–Les recomendaría que fueran a ver a un medic-nin porque parece que les falla bastante la vista –dijo Naruto señalando a su hitai-ate en su frente –soy un shinobi de Konoha.

Homura miró a Naruto con odio y Koharu frunció el ceño. Los shinobis contuvieron la risa ante el comentario de Naruto que tenía los cojones para ridiculizar a los ancianos al rostro frente a tanta gente. Tsume se mordía el labio fuertemente para evitar largarse a reír, a pesar de ser una Jounin habían veces que su naturaleza como Inuzuka la hacía perder el control de sus emociones. Sarutobi dejó escapar una leve risa y el Feudal tuvo que taparse la mitad inferior del rostro con el abanico.

–¿Dónde obtuviste ese hitai-ate? –preguntó Koharu.

–Hokage-sama me lo entregó ayer y me hizo un shinobi oficial de Konoha –dijo Naruto que después se llevó el dedo índice al mentón –aunque aún no me he sacado la foto para completar mi licencia shinobi y quede todo registrado. En fin, eso no importa ahora, mañana será otro día.

–No realices ese tipo de comentarios Uzumaki y limítate a responder las preguntas que te realicen –dijo Homura.

–Ok, ok –dijo Naruto para después mirar a un lado como si nada ocurriera –vaya como afecta la falta de sexo en la gente.

–¡Uzumaki! –dijo Homura fuertemente a lo que Naruto lo miró sorprendido.

–¡¿Qué?! –preguntó Naruto fingiendo nerviosismo –lo dije en voz alta, ¿cierto?, bueno lo siento, es que a veces no puedo evitar que mis pensamientos se queden en mi cabeza… y como dicen por ahí, la verdad duele.

Tsume se largó a reír pero un codazo en el costado por parte de Hiashi, que tenía una leve sonrisa en el rostro, hizo que se callara y comenzara a sobarse el costado.

–¡Basta Uzumaki, no estamos aquí para tus bromas! –gritó Homura con el rostro rojo con la ira que trataba con mucho esfuerzo de contener

–Lo siento, de verdad no fue mi intensión –dijo Naruto con las palmas al frente –mejor sigamos con las preguntas antes de que se me sigan escapando las palabras… aunque sean la verdad.

Koharu agarró a Homura del brazo para que no hiciera algo estúpido. Danzo estaba considerando matar al par de ancianos después por dejarse humillar de esa forma por un niño de doce años.

–Será mejor que pienses dos veces antes de hablar Uzumaki –dijo Koharu –no querrás ser castigado y que se te revoque tu estatus de Genin por insultar a miembros del consejo.

–¿El consejo puede hacer eso? –preguntó Naruto fingiendo sorpresa a lo que Koharu asintió –vaya no pensaba que Jiji estuviera tan desesperado para darle poder a un grupo de ancianos de su misma edad –Naruto miró a Sarutobi –Jiji, no haz escuchado que en la juventud soplan vientos de cambio, es una frase muy conocida.

Varias risas escaparon de los shinobis al ver los rostros de ultraje de los dos asesores del Hokage. En el estrado ninguno de los tres hombres de gran poder político y militar pudieron contener las risas.

–No había escuchado eso Naruto-kun –respondió Sarutobi con una sonrisa en el rostro.

–Es porque pasas todo el día con el papeleo o leyendo ese libro naranja y riendo como una colegiala sicópata asechando al popular de la escuela –comentó Naruto –igual que esas fangirl de la academia que lo único que trataban era impresionar al todopoderoso Uchiha Sasuke, que de todopoderoso tiene el ego solamente y esa vara de varios metros de largo metida en el trasero… cómo puede caminar con eso incrustado, ni Kami lo sabe.

Ahora las risas no eran risas, eran carcajadas. Incluso los miembros traidores del consejo civil no pudieron evitar reírse ante el comentario del Uchiha. Hasta Danzo encontró gracioso los comentarios hacia Sarutobi y el Uchiha. Hiruzen por su parte tenía un tic en el ojo izquierdo porque Naruto reveló su más sórdido pasatiempo.

El Feudal se inclinó hacia Sarutobi para hablarle en susurros.

–Hiruzen-kun, no sabía que eras fanático de la serie Icha Icha de Jiraiya-kun –comentó el Feudal –más tarde podemos comentar de los libros y puedes llamar a Jiraiya-kun para darle algunas sugerencias que tengo pensadas desde hace tiempo.

Jiraiya que estaba escondido con su Toton no Jutsu escribía velozmente los comentarios de Naruto para agregarlos a uno de los personajes de su próximo libro. El muchacho era una mina de oro.

–Voy a darle un porcentaje de las ganancias al gaki cuando el libro salga a la venta –pensó Jiraiya –aunque no necesite el dinero es lo mínimo que puedo hacer.

–Uzumaki, no tientes tu suerte –dijo Homura a regañadientes.

–¿Me estás amenazando? –preguntó Naruto en un tono serio mirando a Homura fijamente a los ojos. Los presentes en la sala se callaron al ver que la tensión entre el anciano y el rubio subía.

–Es una advertencia –dijo Homura.

–Ahh, entonces estamos de lo más bien roosui-san –dijo Naruto dándole unas palmadas al brazo al anciano lo que produjo una reacción de impacto en Homura al ser llamado senil frente a todos los presentes –no me gusta que me amenacen porque después me empiezan a picar las manos hasta que les haga una broma. No me gustaría hacerte una broma roosui-san porque te puedes morir de un infarto por la impresión y no quiero que me culpen de matar a un anciano, por muy senil que sea.

Las carcajadas nuevamente se escucharon en la sala del consejo y ahora eran los pocos los que no se reían. Ibiki sonreía ampliamente, algo poco visto en él, por los comentarios del rubio.

–Hay que reconocerlo –dijo Ibiki a Genma que estaba a su lado con el típico senbon en la boca –el gaki tiene cojones para insultar a Homura de esa forma.

Genma sólo asintió y siguió observando lo que sucedía. Usagi en el lugar donde estaba sentado junto a Neko sacó un cartel con un 9.8 de la nada.

–¿9.8? es muy bajo –dijo Neko –yo le doy un diez.

–Le falto un poco de carisma –dijo Usagi manteniendo el letrero en alto.

Las risas continuaron hasta que Homura simplemente explotó.

–¡Silencio! –gritó Homura enrabiado –¡Esto no es un circo, es una sesión del Consejo de Konoha!, ¡Les recuerdo que está el Feudal presente y ustedes se comportan como imbéciles!

Las palabras de Homura entraron por un oído y salieron por el otro en los partidarios del Sandaime que mantenía una amplia sonrisa en el rostro. Los partidarios del Sandaime siguieron riendo hasta que de a poco comenzaron a callarse para la molestia de Homura y Koharu que cada vez se sentían más ridiculizados por los shinobis y en especial por el rubio que tenía una sonrisa de oreja a oreja en el rostro.

–No nos hagas llamar a los Anbu para que te castiguen, Uzumaki –dijo Koharu –ahora compórtate como un shinobi y no vuelvas a ridiculizarnos a todos frente al Feudal.

Naruto miró a la anciana como si no hubiera hecho nada y asintió. Cuando Koharu miró a Homura quien asintió Naruto comenzó a toser y algunos pudieron escuchar un "lame verga" entre los tosidos. Homura y Koharu escucharon el insulto pero decidieron no seguirle el juego al jinchuriki y guardar su rabia para después de haber sacado a Sarutobi del puesto de Hokage y hacerse con el control de Konoha.

–El que ríe al último ríe mejor Uzumaki –dijo Homura –que no se te olvide.

–Eso es no es cierto –dijo Naruto negando con la cabeza –el que ríe al último es quien no entendió el chiste porque es un idiota.

Sorprendentemente para los miembros del consejo shinobi, Shibi asintió ante los dichos de Naruto. Cuando Shibi miró a Shikaku dándole una mirada de extrañeza el Aburame se acomodó los lentes de sol.

–Tiene bastante lógica –dijo Shibi a lo que Shikaku rodó los ojos y murmuró problemático.

–Uzumaki, basta de tus comentarios infantiles –dijo Homura –Koharu por favor prosigue.

Koharu asintió.

–Uzumaki, cuéntanos lo que ocurrió desde el incidente del pergamino –dijo Koharu a lo que Naruto asintió.

–Bueno, tras reprobar en la academia por no poder realizar un Bunshin no Jutsu, que de por cierto es una técnica inútil que no engaña ni a un Genin medio decente, comencé a deambular por la aldea donde Mizuki me interceptó y me dijo que lo acompañara –dijo Naruto –me dijo de un examen secreto de Genin que consistía en ingresar a la Mansión Hokage y robar un pergamino supuestamente para Genin y aprender una técnica antes de la hora de reunión en el bosque cercano al campo de entrenamiento 1.

Koharu asintió.

–No encontraste extraño que un sensei de la academia te haya dado información de donde encontrar el pergamino –preguntó Koharu –¿Por qué no te acercaste al otro profesor de la academia o al director para preguntarle acerca del examen?

–No tenía por qué sospechar de Mizuki en ese momento –dijo Naruto –era un profesor de la academia y un oficial superior, así que yo tenía que obedecer sus órdenes si quería graduarme.

–Igual deberías haber confirmado lo que te dijo Mizuki –dijo Koharu –expusiste un peligroso pergamino que podría haber llegado a las manos de Orochimaru.

–Uno obedece las órdenes de sus superiores –dijo Naruto –y en el momento no sabía que contenía el pergamino ni que Mizuki me estaba engañando. Yo no puedo andar cuestionando siempre las órdenes de mis superiores recurriendo a otros shinobis de igual o mayor rango. Uno recibe una orden de un superior y obedece.

Los shinobis asintieron y Koharu supo que no podía darle más vueltas al tema porque el rubio tenía razón. El no tenía cómo saber que Mizuki era un traidor y estaba obedeciendo a un superior.

–Está bien, no cometiste error al obedecer a tu superior –dijo Koharu –¿Cómo entraste a la Mansión Hokage?

–Cuando anocheció comencé a prepararme para infiltrarme a la mansión –dijo Naruto –llegué al lugar y comencé a observar las patrullas de Anbu y después de unos minutos encontré un lapso de 37 segundos en que una ventana no estaba en el rango de los escuadrones así que corrí a la ventana que afortunadamente estaba abierta y entré al lugar. Después comencé a seguir las instrucciones de Mizuki para encontrar la habitación con los pergaminos, pero en el camino me encontré con Jiji al cual derroté con mi Kage Killer.

–Estás diciendo que derrotaste al Hokage –dijo Homura incrédulo –cómo un simple estudiante de la academia puede derrotar a un Kage.

–Así –dijo Naruto haciendo el sello para el Henge –Oiroke no Jutsu.

Cuando el humo se disipó las reacciones fueron variadas. Unos comenzaron a sangrar por la nariz pero pudieron contenerse o disimular que nada pasaba. Otros simplemente perdieron el conocimiento. Y la mayoría de las mujeres presentes apretaban los puños ante el Jutsu pervertido.

Sarutobi estaba apretándose la nariz, a pesar de haber visto el Jutsu anteriormente igual sufría sus efectos. El Feudal y Akira abrieron los ojos sorprendidos y comenzaron a sangrar por la nariz al ver a la voluptuosa rubia desnuda.

Jiraiya, era un caso aparte. Primero casi pierde el control sobre el Toton no Jutsu pero pudo recuperarlo. Después comenzó a reír pervertidamente para después comenzar a escribir las descripciones de la rubia para agregarla como un personaje para sus libros y realizó una nota mental de exigirle al rubio que realizara su técnica cuando los recursos para realizar su investigación escasearan.

Danzo, Homura y Koharu miraron a la rubia sin reacción visible, lo cual podría implicar dos cosas, que tienen un buen control de sus emociones o que simplemente son unos ancianos apáticos. Al parecer es lo segundo.

–Uzumaki –dijo Koharu –estás diciendo que con un Henge de una mujer desnuda derrotaste al Hokage.

–Sirve para todos los pervertidos –dijo Naruto volviendo a la normalidad –está en la naturaleza del hombre ser algo pervertido, es por algo que se les enseña a las kunoichis el arte de seducción, perdón se les enseñaba, ahora no sé por qué no lo hacen.

–No cambies el tema –dijo Koharu –después qué sucedió.

–Después encontré el lugar con los pergaminos y revisando los estantes encontré el pergamino de sellos prohibidos, no que supiera ese era el pergamino que estaba sacando en el momento –dijo Naruto.

–Y el otro pergamino –preguntó Koharu –el que portas en la espalda.

–Cuando salía con el pergamino de sellos prohibidos vi algo que me llamó la atención –dijo Naruto –cuando me acerqué encontré este pergamino con el símbolo que tenían las ropas que me regalaba Jiji. Cuando le pregunté del símbolo a jiji, él me respondió que me representaba y representaba mis orígenes y no le di vueltas al tema porque en ese entonces tenía ocho años. Suponiendo que el pergamino era para mí por tener el símbolo, simplemente lo saqué. Después de tener ambos pergaminos huí de la mansión y partí al lugar donde me encontraría con Mizuki al amanecer. Llegué al claro en el bosque y me puse a entrenar. Abrí el pergamino de sellos prohibidos y vi que la primera técnica era el Kage Bunshin no Jutsu. Maldije mi mala suerte porque la primera técnica era un Bunshin pero igual comencé a entrenar para aprenderla. Horas después ya había perfeccionado el Kage Bunshin.

–Detente ahí –dijo Koharu –dices que perfeccionaste un kinjutsu de rango B en cuestión de horas. Ni algunos Jounin podrían hacer eso.

–Tener al más fuerte de los bijuu encerrado dentro de mí tiene sus beneficios –dijo Naruto sonriendo –uno de los cuales es la cantidad enorme de chakra que según mis cálculos debe ser el doble o triple que la de un Kage. Aunque eso produce que mi control de chakra sea casi inexistente si no realizo ejercicios de control. Es por eso que fallé el examen de la academia porque ahí no enseñan control de chakra aparte de mantener una hoja pegada a la frente. Además el nivel de chakra de un estudiante de academia o Genin novato no son muy altos por lo que no se necesita enseñar acerca de control de chakra más allá del ejercicio de la hoja en la frente. Si los profesores de la academia me hubieran tomado en cuenta y no ignorado como siempre, se hubieran dado cuenta que mis reservas son enormes y me hubieran ayudado a controlar mi chakra enseñándome ejercicios de control como caminar por los árboles y después por el agua, pero siempre me ignoraron… es como si quisieran que yo no aprobara la academia o alguien les haya dado la orden de no enseñarme.

Ante el último comentario muchos miembros del consejo civil palidecieron un poco lo cual no fue ignorado por los shinobis de la sala. Sarutobi sonrió al ver sus reacciones.

–¿Cómo sabes acerca de esos ejercicios de control? –preguntó Koharu tranquilamente ignorando la última acusación de Naruto –no es el conocimiento para un estudiante de academia.

–Cualquier persona que sea por lo menos un poco observadora podría saber acerca de esos ejercicios –dijo Naruto –basta con caminar cerca de los campos de entrenamiento y uno ve a los shinobis caminando por los árboles y por el agua. Además esa información no está restringida y cualquiera puede sacar un libro de la biblioteca pública acerca del control de chakra. Sólo me basto usar un Henge para entrar a la biblioteca, que me tiene expulsado no sé por qué, y sacar algunos libros –Naruto rió –lo más divertido que eso ocurrió cuando todos los shinobis me estaban buscando por lo del pergamino robado. Es increíble como no se dieron cuenta que estaba en la misma aldea caminando con libros, si hasta saludaba a algunos de los shinobis que pasaban cerca de mí, aunque vez que veía a un Inuzuka me iba hacia otro lado porque a ellos no podría haberlos engañado con un Henge.

–Vuelve a lo que sucedió ese día –dijo Koharu a lo que Naruto asintió.

–Después de perfeccionar el Kage Bunshin noté el gasto de chakra y con los clones empezamos a discutir acerca de si el pergamino era o no de nivel Genin –dijo Naruto –después leí las advertencias del Jutsu y vi que los demás jutsus también eran kinjutsus así que ahí confirmé que algo andaba mal. Después de descubrir las ventajas del Kage Bunshin que lo que un con aprende lo aprende el original cuando el clon se dispersa, decidí irme del lugar para entrenar con el pergamino y aprender nuevos jutsus. Agarré ambos pergaminos y partí a buscar un lugar para entrenar donde no me encontraran fácilmente. En el camino cree unos Kage Bunshin que se encargaban de borrar el rastro que iba dejando yo y otros clones que tenía conmigo buscando un lugar para entrenar. Buscamos por horas hasta que encontramos el bosque de la muerte. Porque aún no amanecía no me di cuenta de la advertencia de estar entrando al bosque de la muerte y que estaba cerca al sector prohibido. Cuando me adentré al bosque y encontré un lugar para acampar y entrenar, mandé a unos clones a buscar comida, ropa, armas, kit médicos y el equipo de supervivencia a mi casa. Cuando tenía el campamento listo me puse a entrenar con ambos pergaminos.

–¿Por qué no le avisaste al Hokage dónde estabas? –preguntó Homura.

–Envié a un clon a la oficina de Jiji a avisarle que tenía ambos pergaminos y que fue Mizuki quien me dijo que entrara a robar el pergamino –dijo Naruto –el clon le dijo que iba a entrenar con los pergaminos y desapareció antes de que le preguntaran donde estaba yo entrenando porque yo le di esa orden –Naruto sonrió –por cierto, mi clon vio cuando Jiji los puso en su lugar en su oficina al partir el escritorio y después incrustar al tuerto del bastón en la pared. Nunca me había reído tanto. Casi se mearon igual como lo hizo el Uchiha ayer.

Homura y Koharu fruncieron el ceño ante el insulto. Danzo, por su parte, estaba sorprendido porque en ningún momento sintió la presencia del Kage Bunshin escondido en la oficina, lo que le preocupó porque no es fácil que alguien pase desapercibido frente a él y menos desde que tiene el Sharingan de Shisui en su ojo derecho, ya que desde que se le implantó el Sharingan le era más fácil identificar el uso de chakra y la presencia de una persona en un lugar.

–¿Qué aprendiste del pergamino de sellos prohibidos? –preguntó Koharu.

–Un shinobi no revela su arsenal de jutsus a cualquiera, Koharu-san –dijo Naruto –sólo mi futuro Jounin-sensei, equipo y el Hokage lo sabrán.

–Pues yo no soy cualquiera y ahora estás en una sesión del Consejo con la presencia del Feudal así que responde –dijo Koharu enfadada.

Naruto suspiró y miró brevemente al Sandaime quien asintió.

–Aprendí todos los jutsus Fuuton, Katon y los no elementales que tenía el pergamino de sellos prohibidos –dijo Naruto –los jutsus Suiton, Doton, Raiton, jutsus de clanes como los jutsus Mokuton del Shodaime o los kinjutsus del Clan Yamanaka, Fuinjutsu y Juinjutsu no los aprendí. Los jutsus de clanes es obvio porque no pertenezco a ellos. Los jutsus Suiton, Doton y Raiton porque a pesar de haberlos intentado no pude hacerlos lo que indica que no tengo afinidad para esos jutsus por el momento. Los Fuinjutsu y Juinjutsu no los aprendí porque necesitaba conocimiento anterior en Fuinjutsu, yo creo que Jiji y Jiraiya podrían aprender y realizar esos jutsus sin cometer algún tipo de error.

Koharu asintió notablemente sorprendida. El resto de personas que no conocían esa información también estaban sorprendidos por la capacidad del rubio de aprender diversos kinjutsus en tan poco tiempo.

–¿Qué aprendiste del otro pergamino? –preguntó Koharu.

–Lo siento, pero no puedo responder esa pregunta –dijo Naruto –secreto de clan.

–¿Secreto de Clan? –preguntó Homura en un tono para ridiculizar a Naruto –Uzumaki tu eres un huérfano.

–Porque mis padres murieron el día del ataque del Kyuubi –dijo Naruto –mi madre murió por complejidades en el parto lo cual ya sabían que ocurriría por una enfermedad que ella tenía y mi padre murió sellando al Kyuubi dentro de mí.

Todos los que no sabían de la herencia de Naruto miraron boquiabiertos al rubio.

–¿Qué no lo sabían? –preguntó Naruto con un notorio sarcasmo para luego sonreír –es cierto señoras y señores. Yo, Uzumaki Naruto, soy hijo de Namikaze Minato, el Yondaime Hokage de Konoha y de Uzumaki Kushina, última miembro del Clan Uzumaki del País del Remolino y refugiada en Konoha después de la destrucción del País del Remolino por parte de Iwa, por lo tanto, soy el último miembro del Clan Namikaze de Konoha y el Clan Uzumaki del País del Remolino.

El lado civil del consejo estalló en gritos de quejas contra el Sandaime por la falta de respeto al difunto Yondaime y la difunta Kushina-hime o diciendo que era una total y completa mentira.

Homura, Koharu y Danzo miraron al rubio para después mirar a Sarutobi con un notable odio hacia el Hokage por ocultarles ese tipo de información. Si hubieran sabido que el jinchuriki era el hijo del Yondaime y la princesa del País del Remolino, hubieran empleado la misma táctica que ocuparon con Uchiha Sasuke para controlarlo.

–No sólo el poder del Kyuubi, pero también el Hirashin no Jutsu y el resto del repertorio del Yondaime junto al vasto conocimiento del Clan Uzumaki en una sola persona –pensó Danzo mirando a Naruto –Sarutobi, maldito desgraciado, cuando dejes de ser Hokage no habrá forma de que escapes de mi ira por ocultarme esa información. ¿Cómo fui tan imbécil al no juntar las piezas?. El jinchuriki es un Minato en miniatura con marcas en la cara y además Sarutobi le dio el apellido Uzumaki. Fueron pistas claras para cualquiera que quisiera darle una segunda mirada al jinchuriki. De seguro que todos los líderes de los clanes lo saben desde hace años. ¡Maldita sea! –Danzo miró el pergamino en la espalda de Naruto y luego la katana que portaba –ni mis shinobis de Ne pudieron decirme algo acerca de la katana. ¡Montón de idiotas!, es cosa de verla y uno puede reconocer la katana de Kushina. En ese pergamino están las técnicas del Clan Uzumaki, el Clan Namikaze y las técnicas de Minato. ¡Debo tenerlo en mi poder como sea!.

Durante y después de su parlamento mental, Danzo no consideró que Naruto podía haber aprendido alguna de las técnicas de ese pergamino. Un error que le costaría caro.

–¡Hokage-sama! –gritó uno de los miembros del consejo civil –¡Esto no puede seguir así!, ¡El maldito demonio no puede venir y decir que es el hijo de Yondaime-sama y Kushina-sama!, ¡Es una mentira!.

La mirada fría que le envió Sarutobi al miembro del consejo que fue lo suficientemente estúpido para insultar a Naruto en su presencia, envió escalofríos a muchos miembros del consejo civil que lograron ver los ojos del Hokage. Muchos de ellos, en especial el que insultó a Naruto, se callaron de forma inmediata.

Sarutobi se puso de pie y levantó la mano. Todos en la sala se quedaron en silencio para prestarle atención al Hokage.

–Quiero que cada uno de ustedes sepa que Uzumaki Naruto es el hijo único de Namikaze Minato y Uzumaki Kushina –dijo Sarutobi tranquilamente para luego mirar a cada uno de los miembros del consejo que habían ordenado lastimar a Naruto de una forma u otra –Minato pidió en su voluntad que Naruto, su hijo, fuera tratado como un héroe por ser el verdadero sacrificio que se realizó en la derrota del Kyuubi, pero ustedes… ¡Ustedes simplemente ignoraron la voluntad de el Yondaime Hokage y hicieron todo lo posible para lastimar a su hijo quien es el único que mantiene al Kyuubi encerrado!

Los gritos del Sandaime al final hizo que algunos de los miembros del consejo civil bajaran la cabeza en arrepentimiento. Sarutobi miró alrededor y sacó un pergamino de entre su túnica para entregárselo al Feudal. Todos los partidarios del Sandaime supieron que el momento de actuar había llegado.

El Feudal tomó el pergamino en sus manos y se puso de pie. Akira también se levantó de su asiento y colocó su mano en la funda de su katana que tenía al lado izquierdo de su cintura. Ese gesto trajo la atención de Danzo, Homura y Koharu.

–Miembros del Consejo de Konoha –dijo el Feudal –¿Saben lo que tengo en mis manos?

Los miembros del consejo civil se miraban entre ellos confundidos. Danzo tuvo el presentimiento que algo no andaba bien.

–Un pergamino Daimyo-sama –dijo Danzo al ver que todos los demás seguían en silencio.

–Bien hecho, Danzo-san –dijo el Feudal quien arrojó el pergamino a Danzo en un acto jamás visto en él al arrojar algo –ábrelo Danzo-san.

A Danzo no le agradaba para nada lo que estaba sucediendo. Tranquilamente, aunque internamente no estaba tan tranquilo, comenzó a abrir el pergamino y vio que contenía varios sellos dibujados dentro. Arqueó la ceja al ver que cada sello era un tipo de sello de almacenamiento. Miró al Feudal quien asintió como dándole autorización para liberar lo que fuera que contuviera cada sello. Aplicó chakra al primer sello y salieron algunos documentos que tomó con la mano, pero al momento de leerlo su ojos izquierdo se abrió al máximo y los papeles se escaparon de sus manos debido a que perdió el agarre.

–Dime Danzo-san –dijo el Feudal –qué pudiste ver con el Sharingan de Uchiha Shisui en esos pergaminos.

A atención de todos los presentes se centró en Danzo. Algunos miembros del consejo civil comenzaron a murmurar entre ellos ante las palabras del Feudal. Homura y Koharu, sabiendo que Danzo tenía el Sharingan en su ojo derecho, comenzaron a ponerse muy nerviosos.

El Feudal, Hiruzen y Akira simplemente sonrieron al ver a Danzo impactado al ver los documentos de algunas de las actividades de Ne y algunos crimines de parte de miembros del consejo. El Feudal levantó la mano y chasqueó los dedos. De inmediato el lugar se llenó de Anbu que se situaron con una katana en el cuello de cada uno de los miembros corruptos y traidores del consejo.

–Daimyo-dono –dijo Homura tratando de mantener la calma –¿Qué significa esto?.

–te atreves a cuestionar al Feudal, Homura –dijo Akira mirando con odio al anciano consejero y llevando su mano derecha a la empuñadura de su katana.

–Akira-kun, no es necesario –dijo el Feudal moviendo el abanico –Homura, Koharu y ciertos miembros del honorable consejo civil de Konoha –las palabras del Feudal iban cargadas con sarcasmo –en ese pergamino está toda la evidencia que Hiruzen-kun me entregó de las actividades ilícitas que cada uno de ustedes ha cometido desde que Sarutobi retomó el poder hace doce años. Conspiraciones contra el Hokage y contra mí. Asesinato de shinobis de Konoha. Entrega de información a enemigos de Konoha y el País del Fuego. Ataques contra algunos miembros de los clanes de Konoha. Ataques contra el heredero del Clan Namikaze y el Clan Uzumaki. Abuso de poder. Planes para asesinar al Hokage y cada uno de los líderes de los clanes de Konoha. Cooperación con grandes criminales en negocios ilícitos como venta de esclavos y tráfico de drogas. Rapto de menores en el País del fuego y otros países para después ser entrenados en Ne. Intercambio de información con Orochimaru a través de los espías del Sannin traidor en Konoha. Secuestros. Violación. Estafa. La lista es tan grande que podríamos pasar un par de horas nombrando cada uno de sus crímenes.

Los traidores comenzaron a temblar porque de alguna forma fueron descubiertos. Danzo mantuvo la calma y se puso de pie, ignorando la katana en su cuello.

–Daimyo-dono –dijo Danzo –toda esta información es falsa. Estamos siendo acusados injustamente porque aquí todos somos leales a Konoha y el País del Fuego.

–Ahora te atreves a mentirme al rostro Danzo –dijo el Feudal con disgusto –hay un testigo ocular que vio una reunión entre Homura, Koharu y tú en unas de tus conspiración. Ese testigo está presente en esta sala.

–Y quién podría ser ese testigo –preguntó Danzo tratando de mantener la calma.

–Uzumaki Naruto –respondió el Feudal con una sonrisa.

Todos miraron a Naruto que levantó la mano.

–Yo –dijo Naruto saludando como Kakashi quien sonrió bajo la máscara desde su asiento.

Danzo miró a Naruto fríamente y luego al Feudal.

–Y usted le cree a un niño, Daimyo-dono –preguntó Danzo.

–Por supuesto –dijo el Feudal –después de todo Naruto-kun fue quien dijo que Mizuki era el cerebro del robo del pergamino lo que permitió sorprender a Mizuki con el espía de Orochimaru Akado Yoroi, el cual fue seguido por los miembros de Anbu quienes descubrieron a los otros espías de Orochimaru, Yakushi Kabuto y Tsurugi Misumi, los cuales fueron vistos hablando con varios de los miembros del consejo civil y shinobis de Ne. También fue Naruto-kun quien dio la información del edificio donde se encontraba un centro de operaciones de Ne. El edificio donde los Anbu encontraron gran parte de la evidencia y que tiene en su sótano dos túneles que llevan al complejo de entrenamiento de Ne y otro edificio perteneciente a tu organización. El mismo edificio que fue invadido por equipos de Anbu y varios Jounin –el Feudal mira a Sarutobi –Hiruzen-kun, ¿Cómo salió la operación?.

–Fue un éxito Daimyo-dono –respondió Sarutobi sonriendo al ver la reacción de Danzo y sus antiguos asesores –se ha exterminado a todo shinobi perteneciente a Ne y se han asegurado los edificios. Mientras no tenga el reporte de los líderes de la misión no podré decirle más de lo que le dije ahora, Daimyo-dono, pero tenga por seguro que el problema de Ne fue solucionado.

–Ves Danzo –dijo el Feudal –perdiste.

El rostro de Danzo cambio de tranquilo a iracundo en cuestión de segundos. Todo su esfuerzo, todo el trabajo de años a la mierda por el maldito Sarutobi y el maldito jinchuriki. Pero todo no estaba acabado, antes de morir le demostraría a Sarutobi y al imbécil del Feudal que con él no se juega. Si él muere, Sarutobi o el Feudal también, con suerte se los llevaría a ambos.

Danzo tiró la cabeza hacia atrás golpeando al Anbu, quien no esperaba el golpe, en plena máscara. Luego en un rápido movimiento descubrió su Sharingan y desfundó su katana que tenía oculta en su bastón. No se molestó con el Anbu que estaba detrás suyo porque si no actuaba rápido no iba a alcanzar a matar a Sarutobi o el Feudal.

Mostrando una agilidad impensable para un anciano que necesitaba de un bastón para caminar, Danzo se salió del alcance del Anbu y se impulsó hacia el estrado. Los shinobis, líderes de clanes y Anbu sacaron sus armas para lanzarse a interceptar a Danzo antes de que alcanzara al sorprendido Feudal, pero el sonido de un kunai volando por el aire y después un rayo amarillo que no se había visto hace doce años y que algunos sólo habían leído detuvo a los shinobis y Anbu.

Ahí, parado sobre el estrado, estaba Naruto con su katana desenfundada esperando el ataque de Danzo. El anciano poseedor del Sharingan vio al rubio aparecer en un rayo amarillo bloqueando su paso hacia el Feudal lo cual le hizo hervir la sangre, en especial la sonrisa que tenía el rubio en el rostro. La aparición de Naruto hizo salir de su estupor a Sarutobi y a Akira que hicieron retroceder al Feudal.

–¡Maldito Jinchuriki! –gritó Danzo a unos metros de Naruto –¡Muere!

Danzo abanicó diagonalmente para cortar a Naruto en dos pero el rubio detuvo el ataque, pero el kunai que se clavó en su pecho hizo que sus ojos se abrieran por la sorpresa y que perdiera el agarre en la katana.

–Imbécil, el Sharingan puede prever los movimientos de oponente –dijo Danzo que tenía el kunai con la mano izquierda –púdrete en el infierno jinchuriki.

Danzo giró el kunai para producir más daño y luego lo retiró, pero en vez de ver salir sangre y que el rubio cayera por la fatal herida, Naruto desapareció en una nube de humo.

–Gatotsu Ishiki –escuchó Danzo antes de ser atravesado por tres katanas, dos en los hombros pasando a cortar los nervios a los brazos haciéndolos inutilizables y la otra katana le atravesó el tronco y milagrosamente no atravesó ningún órgano vital, aunque si dolía bastante.

Danzo giró la cabeza para mirar hacia atrás y se encontró con los ojos de Naruto los cuales parecieran ser del mismo shinigami mientras le arranca el alma del cuerpo.

–Imbécil –dijo Naruto sacando la katana que clavó en el hombro derecho de Danzo. Sus clones que clavaron sus katanas en el tronco y hombro derecho también hicieron lo mismo antes de desaparecer.

Al momento de que le sacaran las tres katanas, Danzo cayó al suelo de rodillas. A pesar del fuerte dolor en ambos hombros y en el abdomen no les dio la satisfacción de que los malditos bastardos fieles al Sandaime, y en especial el maldito jinchuriki, lo escucharan gritar.

Los shinobis miraban impactados lo sucedido. Primero vieron a Danzo lanzándose a atacar al Feudal. Después se escuchó el ruido de un kunai por el aire. Luego un rayo amarillo recorrió la sala hasta el estrado para mostrar a Naruto con su katana desenfundada esperando a Danzo que le gritó al rubio. Luego vieron a Danzo incrustando un kunai en el pecho al rubio después de que este detuviera su ataque, para después ver a Naruto desaparecer en una nube de humo y que tres Naruto aparecieran a las espaldas de Danzo y lo atravesaran con sus katanas. Todo eso en no más de diez segundos.

Naruto hizo un movimiento rápido con su katana hacia abajo mandando la sangre que esta tenía al piso. Luego enfundó su katana y le dio un golpe con la rodilla a la nuca de Danzo que mandó al anciano de boca al piso ya inconsciente por el golpe.

–Jiji –dijo Naruto llamando la atención del estupefacto Sarutobi –no ataque ningún punto vital porque sé que quieres castigarlo personalmente, pero si no recibe ayuda médica morirá por la pérdida de sangre.

–¡Anbu! –dijo Sarutobi después de un par de segundos –ya saben el procedimiento. Llévense a Danzo y a los demás traidores. Aseguren que Danzo sobreviva hasta que me encargue de él.

Después de un fuerte "Hai" por parte de los Anbu, estos comenzaron a poner esposas con sellos que suprimen el chakra y provocan una explosión si las esposas son destruidas a la fuerza a cada uno de los traidores y después comenzaron a llevarse a los traidores a tirones para darle mayor humillación a los traidores al ser tratados como un criminal cualquiera. Cuatro Anbu se acercaron al inconsciente Danzo y uno de ellos le cerró las heridas un poco para que no muriera por pérdida de sangre mientras es trasladado a las celdas donde sería sanado parcialmente para después de ser asegurado con sellos de todo tipo que eviten su escape. Los cuatro Anbu desaparecieron con Danzo mediante un Shunshin.

Sarutobi después se dirigió al resto de los presentes.

–Todo lo ocurrido hoy queda estrictamente prohibido de ser divulgado a quien no estuvo presente en la sesión hasta que se haga un anuncio oficial –dijo Sarutobi –después realizaremos una sesión con el resto del consejo para determinar cuando se ejecutaran a los traidores y ver sus opiniones en divulgar o no la verdad de la masacre Uchiha. También veremos cuando daremos a conocer la ascendencia de Namikaze Naruto. Por ahora tienen que seguir refiriéndose a él como Uzumaki. No quiero que haya rumores en la aldea acerca de un heredero de Minato porque ya saben como son los aldeanos. Ahora pueden retirarse.

Los shinobis, miembros del consejo shinobi y los cuatro miembros del consejo civil leales a Sarutobi asintieron y se dispusieron a retirarse de la sala. Sarutobi después se acercó a Naruto y puso la mano en su hombro.

–Eso fue arriesgado de tu parte Naruto-kun –dijo Sarutobi –pero te doy las gracias por reaccionar tan rápidamente. Después hablaremos más de lo que pasó.

–Ok, Jiji –dijo Naruto sonriendo.

–Neko –dijo Sarutobi y Yuugao apareció frente a él –acompaña a Naruto-kun hasta su departamento.

Yuugao asintió sabiendo que tenía que llamar al resto de su equipo para después vigilar el domicilio del rubio en caso de que alguien quisiera atacarlo.

–Nos vemos después Jiji –dijo Naruto que después miró al Feudal y le realizó una reverencia –hasta pronto Daimyo-dono.

El Feudal, aún asustado por el repentino ataque de Danzo, le asintió a Naruto quien dio media vuelta para retirarse del lugar.

Sarutobi suspiró agotado mentalmente por la reunión.

–Por fin acabó todo –dijo Sarutobi –Daimyo-dono si desea irse a descansar tendré a un equipo de Anbu para que lo acompañe y vigile su seguridad.

–Gracias Hiruzen-kun –dijo el Feudal –lo que intentó Danzo me dejó bastante nervioso.

–Lo entiendo –dijo Sarutobi –le recomiendo que descanse y más tarde o mañana podemos hablar en privado o si desea con el resto del consejo.

–Está bien Hiruzen-kun –dijo el Feudal –ahora me retiro. Akira-kun vamos al hotel.

–Hai, Daimyo-dono –dijo Akira.

El Feudal y Akira se retiraron de la sala del consejo escoltados por un escuadrón de Anbu. Cuando la puerta se cerró, Sarutobi se dejó caer en su asiento notablemente cansado por la larga reunión. Jiraiya terminó su Toton no Jutsu y se acercó a su sensei.

–No me esperaba lo último de Danzo –dijo Sarutobi –lo menospreciamos.

–Fue un intento desesperado por parte de Danzo –dijo Jiraiya asintiendo –menos mal que Naruto actuó rápidamente.

Sarutobi sonrió y asintió.

–Nunca pensé que pudiera hacer el Hirashin –dijo Sarutobi.

–Puede hacerlo por los sellos en los kunai que reconocen su chakra –dijo Jiraiya –Minato creó los kunai para que sólo él y sus descendientes pudieran hacer el Jutsu. El secreto del Hirashin está en los sellos puestos en los kunai que ni siquiera yo pude descifrarlos cuando analicé uno de los kunai. Pero a pesar de que pudo hacerlo se nota que no ha perfeccionado el Jutsu.

–¿Cómo puedes saber eso? –preguntó Hiruzen.

–La ejecución del Hirashin es distinta a la de Minato –dijo Jiraiya –se nota que no sabe controlar su chakra, gasta demasiado al hacer el Jutsu. Creo que puede hacer el Jutsu gracias a los sellos. No creo que comprenda bien la teoría del Jutsu. Pero para eso estoy yo.

–Quiero que pueda perfeccionar ese Jutsu lo antes posible y enséñale el Rasengan –dijo Sarutobi –Naruto necesita subir de nivel rápidamente ahora que se revelará que es el hijo de Minato. Iwa intentará atacarlo y con el Hirashin y el Rasengan tendrá mucho más posibilidades de sobrevivir de un ataque de Jounin de Iwa. Además de que se sepa que Naruto pueda realizar el famoso Jutsu de Minato eliminará cualquier duda de la población de que sea el hijo de Minato.

–Déjalo en mis manos, sensei –dijo Jiraiya sonriendo –el gaki podrá defenderse de los más bien solo y pronto comenzará a ganar fama. Tenemos una leyenda en camino, sensei. No te olvides de eso.

–No lo haré Jiraiya –dijo Sarutobi sonriendo –ahora iré a descansar un poco y después ir a la prisión para ver a los traidores y hacerles saber lo que les sucederá.

Jiraiya asintió y luego miró seriamente a Hiruzen.

–Sensei, no crees que sea hora de elegir al Godaime –dijo Jiraiya.

–Lo he pensado Jiraiya –dijo Hiruzen –pero tú no quieres asumir el puesto, Tsunade no ha puesto pie en Konoha hace años, Kakashi sigue perdido en el camino de la vida y Gai aunque tiene las capacidades no es opción para ser Hokage, su primer acto sería predicar las enseñanzas de la llama de la juventud y poner su spandex verde como atuendo oficial. Hay otras dos opciones pero es imposible que alguno sea elegido Hokage porque el Hokage no sólo es el shinobi más fuerte sino que también es una figura política, el comandante Anbu está catalogado como KIA y el otro es Itachi.

–Tienes razón –dijo Jiraiya –los únicos que podrían asumir el puesto serían Kakashi y Tsunade. Los demás no tienen opción.

–Cuando solucionemos el problema de los traidores y también se realice el ataque a las bases de Orochimaru podremos debatir acerca de un nuevo Hokage –dijo Hiruzen –por ahora tenemos asuntos más importantes en nuestras manos.

–Ok –dijo Jiraiya que sonrió lujuriosamente –ahora voy a continuar con mi investigación. Icha Icha: The Blond Warrior no se escribe solo.

–¿Icha Icha The Blond Warrior? –preguntó Hiruzen –no me digas que…

–¡Así es! –dijo Jiraiya sonriendo –el primer libro de la serie Icha Icha inspirado en mi nuevo aprendiz. Te lo digo sensei, el gaki es una mina de oro. Ya te digo que tiene su club de fans liderado por la heredera Yamanaka y la heredera Hyuuga.

–Espero que Naruto nunca se entere de que está en uno de tus libros –dijo Hiruzen –no le gustan mucho los pervertidos.

–Sensei, con solo una semana volveré a Naruto en el más grande pervertido del mundo –dijo Jiraiya –sólo tienes que dejarlo en mis manos. Aparte si el consejo va a solicitar el Acto de Restauración de Clan no creo que puedan si Naruto decide estar con sólo una mujer.

–Jiraiya –dijo Hiruzen –sabes que Naruto tiene que aceptar que se le dé el ARC, si se niega no puedo hacer nada al respecto.

–Ya te lo dije, sensei –dijo Jiraiya –déjalo todo en mis manos.

Jiraiya despareció con un Shunshin dejando a Sarutobi en la sala del consejo riendo por el entusiasmo de Jiraiya en entrenar a Naruto. A ese Jiraiya no lo había visto desde hace años y sin duda que Naruto fue quien lo motivo a volver a ser como antes.

–Ahora a descansar un poco y después ir a ver a los traidores –dijo Hiruzen –verán por qué me dicen el Dios de los Shinobis.

Fin del capítulo...

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