Capítulo 7

Danzo, Homura y Koharu, junto a la mayoría del consejo civil, no podían estar más felices. Gracias al comunicado que le enviaron al Feudal lograron conseguir una sesión completa del Consejo de Konoha para de una vez por todas deshacerse de Sarutobi y después convertir a Naruto en un arma para Ne y Konoha, algo que Danzo deseaba desde hace años.

Lo que ellos no sabían es que el Hokage, el Feudal, el consejo shinobi y los Jounin presentes ya sabían lo que tenían planeado y simplemente actuaban como si estuvieran ignorantes en sus pretensiones. Después de todo el arte de la guerra se basa en el engaño, dijo Sarutobi en una reunión secreta que se llevó a cabo a altas horas de la madrugada para evitar algún tipo de sospecha.

El Feudal por su parte sólo quería ver las caras de los traidores cuando fueran descubiertos en la sesión. Tras leer la gran cantidad de evidencia que Sarutobi le mostró de las actividades en contra de Konoha y el País del Fuego por parte de los tres ancianos y el consejo civil, quedó enfadado y le dijo a Sarutobi que hiciera lo que quisiera con cada uno de los traidores con tal que después fueran ejecutados públicamente por sus crimines. Lo que realmente lo dejó furioso fue la historia del joven Naruto. El Feudal no podía creer que la mayoría de la gente de Konoha tratara de forma horrible al hijo de Minato, y más aún a quien contenía la ira del Kyuubi. Las palabras de Sarutobi lograron calmarlo un poco al decirle que él junto a los clanes de Konoha, la mayoría de los Jounin de elite y los Anbu se encargaron de proteger a Naruto lo mejor posible y de hacer pagar con la muerte a todo aquel que le hiciera daño. Aunque se calmó un poco después de lo que le dijo Sarutobi, el Feudal le ordenó a Sarutobi declarar ley marcial en Konoha, alegando que él mantenía una aldea oculta de shinobis para ser manejada por shinobis, no por civiles. Sarutobi quedó sorprendido ante la orden del Feudal, pero después le agradeció enormemente ya que sólo en tiempos de guerra se podía declarar ley marcial y desde que las cosas se calmaron tras el fin de la tercera gran guerra shinobi y el ataque del Kyuubi, la fuerza militar de la aldea se vio disminuida, llegando al extremo de bajar los estándares de sus shinobis notablemente, aunque milagrosamente mantuvieron el titulo de la más fuerte aldea shinobi de las naciones elementales.

Uno a uno, los miembros del consejo y espectadores de la sesión comenzaron a ingresar a la Cámara del Consejo de Konoha y tomaron sus asientos. Naruto, algo nervioso, miraba a los miembros del consejo civil y los tres ancianos tratando de no demostrar el nerviosismo. Los dos Anbu que estaban a ambos lados del rubio le dijeron que no había de qué preocuparse, pero aún así, Naruto no podía evitar sentir que algo saldría mal. Un sexto sentido le decía que ocurriría algo malo y las miradas que recibía por parte de los miembros del consejo civil le decía que los imbéciles intentarían algo ahí mismo. Afortunadamente la sala estaba repleta de varios Jounin y además varios Anbu que se mantenían camuflados. El rubio miró de reojo al Sandaime y luego al Feudal, recibiendo leves sonrisas por parte de ambos, aunque el Feudal tuvo que taparse parte del rostro con su abanico para que no lo vieran sonriendo.

Las personas se ubicaron en sus respectivos lugares. El Feudal estaba sentado en el lugar central del estrado. A su derecha estaba Sarutobi, debido a ser el Hokage, y a su izquierda su hombre de confianza y amigo de infancia, Niimura Akira, quien era su consejero más importante y hombre al mando de sus Samurai y guardia personal. Al lado izquierdo del estrado se encontraba ubicado el consejo civil y donde también estaban Homura y Koharu, que generalmente se sentaban a la izquierda y derecha, respectivamente, de Sarutobi en el estrado. Al lado derecho del estrado estaba el consejo shinobi compuesto por los líderes de clanes, el líder del consejo Jounin, el Comandante de Anbu y shinobis retirados de gran prestigio como el padre de Genma y Danzo. En los asientos para los espectadores estaban los Jounin repartidos en pequeños grupos y donde también estaba Naruto sentado con Neko-san a su izquierda y Usagi-san a su derecha, actuando como escoltas del rubio.

Todos esperaban en silencio el inicio de la sesión. Sarutobi se puso de pie para comenzar a hablar.

–Damas y Caballeros presentes, daremos por iniciada la sesión del Consejo de Konoha –dijo Sarutobi –quisiera agradecer al Feudal por honrarnos con su presencia para esta sesión. Daimyo-dono tiene la palabra.

–Gracias Sarutobi –dijo el Daimyo llamando al Sandaime por su apellido y no por su nombre como de costumbre, los tres ancianos lograron suprimir una sonrisa de victoria al escuchar el tono del Daimyo hacia Sarutobi –me ha llegado información preocupante acerca del estado de Konoha y su líder, así que pido que se den a conocer para ver sus opiniones y yo pueda decidir que hacer al respecto.

Los shinobis, líderes de Clanes y unos pocos miembros del consejo civil fingieron preocupación y sorpresa ante lo dicho por el Feudal, pero no comentaron al respecto. Homura y Koharu, actuando en representación de los que presentaron las quejas al Feudal, se levantaron y caminaron al centro de la sala para hablarle al Feudal.

–Daimyo-dono –dijo Homura –es por el bien de Konoha y el País del Fuego que solicitamos la destitución de Sarutobi Hiruzen como Hokage de Konoha, debido a su incompetencia ante algunos asuntos de extrema gravedad. El consejo considera que Sarutobi Hiruzen no está en su perfecto estado mental para continuar ejerciendo como Hokage.

El lado leal al Sandaime fingió nuevamente sorpresa y comenzaron a objetar pero la mano del Feudal los silenció. Sarutobi miró impactado a sus ex-compañeros reflejando sentirse traicionado, aunque la risa en su cabeza no podía ser más fuerte ya que todo estaba saliendo bien hasta el momento.

–¿Cuáles son los motivos concretos para destituir a Sarutobi quien ha sido un espléndido Hokage por años? –preguntó Akira que ahora comenzó a hablar en representación de el Feudal.

–Sarutobi sin duda fue un gran Hokage en su tiempo, eso no puede negarlo nadie –dijo Koharu –pero desde el incidente del ataque del Kyuubi, lo que obligó a Sarutobi a retomar el puesto de Hokage, Sarutobi ha estado tomando decisiones erróneas sin considerar mucho las opiniones del consejo y en especial de Homura y mías quienes somos sus asesores. En particular, sus decisiones respecto al Jinchuriki del Kyuubi han sido las que han traído la preocupación del consejo.

–¿Podrían ser más específicos? –preguntó Akira.

–Después del sellado del Kyuubi por parte de nuestro gran héroe Namikaze Minato, el Yondaime Hokage, quien pereció al derrotar a la bestia, el consejo pidió la ejecución del Jinchuriki, para evitar que el demonio se apoderara del infante y destruyera Konoha por completo –dijo Homura –Sarutobi se negó rotundamente diciendo que el trabajo del Yondaime fue perfecto y que no había posibilidad de que el demonio controlara al infante o escapara, pero la decisión de Sarutobi, aunque tuvo la fortuna que ninguna de las dos situaciones sucediera, fue mal tomada ya que Sarutobi no es un maestro de Fuinjutsu.

–Pero Jiraiya-sama sí es un experto en Fuinjutsu y fue quien ayudó a Yondaime-sama a diseñar el sello –dijo Shikaku saliendo en defensa de Sarutobi –si no recuerdan Jiraiya-sama verificó el sello personalmente y descartó el control del Kyuubi sobre Uzumaki Naruto o que el Kyuubi pudiera escapar. Sarutobi-sama se basó en la experticia de Jiraiya-sama.

–Jiraiya ni se comparaba a Yondaime-sama que era un genio en Fuinjutsu como ningún otro –dijo Homura –podría haberse equivocado.

–Su acusación no tiene fundamento –dijo Shikaku –tu mismo dijiste que Yondaime-sama era un genio en Fuinjutsu como ningún otro, así que teníamos la certeza que el sello contendría al Kyuubi.

–El Kyuubi es el más fuertes de todos los bijuu –objetó Homura –no había ninguna seguridad si el sello pudiera contener su poder. Sarutobi dejó su decisión a la fortuna y esperanza que el sello pudiera resistir. Un Hokage no puede tomar ese tipo de decisiones es asuntos tan importantes como la seguridad de Konoha.

–Bastante válido su punto, señor Homura –dijo Akira asintiendo –continúe.

Danzo sonrió porque todo estaba saliendo como lo planearon. Lamentablemente para él y sus aliados la reunión era una farsa y en ese mismo instante equipos de Anbu y Jounin estaban invadiendo la fortaleza de Ne tras asegurar un perímetro de seguridad para evitar daños a los civiles.

Naruto por su parte apretaba el puño al escuchar a los ancianos hablar tan bien de su padre pero hablando de él como si fuera una mierda. Neko, puso su mano en el brazo de Naruto y lo apretó suavemente para calmarlo.

–Muchas gracias, Akira-san –dijo Homura para seguir con sus acusaciones –después de la negación de Sarutobi a ejecutar al Jinchuriki del Kyuubi, el consejo propuso que el Jinchuriki fuera entrenado como un arma para Konoha, haciéndolo leal al consejo y el Hokage y enviándolo a misiones de rango S y rango SS que son suicidas para nuestros Jounin y que Uzumaki, por ser un jinchuriki, podría realizar sin ningún problema. Danzo, un reconocido shinobi de Konoha en entrenar a grandes shinobis, se ofreció para entrenar al Jinchuriki, pero Sarutobi también se negó alegando que Konoha no caería en las prácticas de las otras aldeas shinobis que poseían Jinchurikis y los entrenaban como armas al servicio de sus aldeas. Ese error de Sarutobi ha constado mucho para la seguridad y tranquilidad de la población, ya que Uzumaki creció siendo un problema para Konoha. Causando caos en la aldea, resultando varios aldeanos lastimados, incluso algunos miembros del mismo consejo han caído al hospital por causa de Uzumaki, quien sólo era reprochado por Sarutobi y no recibía castigo alguno.

–Uzumaki-san sólo realizaba bromas inofensivas debido a los malos tratos que recibió por parte de la población quien, estúpidamente, cree que es el Kyuubi reencarnado –refutó Shibi –los daños a la propiedad eran mínimos, y la población nunca resultó lastimada. Esa acusación es ridícula.

–No es una acusación ridícula, Shibi –dijo Homura algo enfadado –shinobis y aldeanos han muerto por culpa del Jinchuriki.

Shibi asintió y se acomodó los lentes.

–Shinobis y aldeanos que han tratado de lastimar a Uzumaki-san o han quebrantado la ley impuesta por Hokage-sama –dijo Shibi –afortunadamente no ha sido una gran pérdida para Konoha.

–¡Han muerto personas de Konoha, cómo puedes decir eso! –dijo Homura perdiendo la calma completamente.

–Son personas que desobedecieron las órdenes del líder de la aldea. O sea, simples traidores al Hokage –dijo Shibi serenamente, mientras Homura perdía aún más la calma. Shibi sonrió al ver a Homura enfadado, y luego miró a Akira y el Feudal –Daimyo-dono, Akira-san, el testimonio y acusación de Homura está influenciado porque sus tres hijos murieron en esos accidentes. Los tres eran Chuunin que organizaron un intento de homicidio en contra Uzumaki Naruto, pero fueron ejecutados en el acto por parte de los escuadrones Anbu que custodiaban a Uzumaki-san 24/7.

El Feudal asintió ya sabiendo lo sucedido.

–Gracias por la información, Aburame-san –dijo Akira –en cuanto a la acusación de supuestos ataques a la población por parte de Uzumaki Naruto, no veo nada de malo, después de todo Uzumaki sólo era un niño.

–Akira-san –dijo Koharu –a pesar de ser un niño, Uzumaki estaba consciente del daño que producía.

–¿Podrían decir cuáles eran los actos de Uzumaki? –preguntó Akira.

–Bromas a varias personas de la aldea lo que generaba una persecución por parte de los shinobis que trataban de capturar a Uzumaki que duraba por horas –dijo Shikaku quien se tomó la libertad de explicar –las bromas consistían en plantar bombas de pintura o bombas de olor en diversos sitios de la aldea, como las tiendas que se negaban a venderle sus productos a Uzumaki. Incluso está el acto de pintar el Monumento de los Hokage a plena luz del día cuando Uzumaki debería haber estado en clases en la academia. Simplemente bromas de niños.

–Estoy al tanto de dicho suceso –dijo Akira asintiendo. El Feudal se tapó el rostro con el abanico para que no se dieran cuenta de la sonrisa que le trajo el recordar cuando Naruto le contó de esa broma el día anterior en la oficina de Hiruzen –bastante sorprendente para un simple estudiante de la academia de realizar un acto vandálico a plena luz del día en una aldea de shinobis y sólo ser sorprendido cuando estaba terminando. Esto hace pensar en dos casos, Uzumaki Naruto es un genio o los shinobis de Konoha no son tan fuertes como dicen y son negligentes en proteger su propia aldea.

–Un poco de ambos –dijo Shikaku –yo personalmente he visto la creatividad e inteligencia que tiene Uzumaki y puedo decir que si él hubiera querido destruir Konoha, lo hubiera hecho sin ningún problema.

Los dichos de Shikaku llamó la atención de los presentes y en especial del Feudal que murmuró algo al oído de Akira. Naruto arqueó un ceja ya que no se esperaba eso por parte del padre de Shikamaru. Danzo permaneció tranquilo a pesar de que las cosas no estaban saliendo como quería y se estaban desviando del tema en cuestión.

–Podría elaborar esa afirmación Nara-san –dijo Akira a lo que Shikaku asintió.

–Uzumaki Naruto planificaba a la perfección cada broma que hacía –dijo Shikaku –lograba infiltrarse en lugares, que para varios shinobis no les sería tan fácil, sin ser sorprendido y realizaba la broma de turno. Imagínense si en vez de ser bombas de pintura, bombas de olor o bombas de humo, hubieran sido trampas de kunai, shuriken y sellos explosivos. Hay un hecho en particular, en que Uzumaki realizó una broma a gran escala, siendo varias personas y lugares afectados por sus bombas, lo cual demuestra que puede realizar un ataque simultáneo a varios lugares. Es por eso que digo que si Uzumaki Naruto hubiera querido destruir Konoha lo podría haber hecho o dejado a la aldea en un estado deprimente resultando en grandes pérdidas civiles y shinobis y un gran daño a las propiedades.

Akira asintió y antes de que pudiera decir algo fue interrumpido.

–Nos estamos saliendo de tema –dijo Danzo poniéndose de pie –esta es una sesión para determinar la capacidad de Sarutobi de seguir siendo el Hokage de Konoha, no ver los actos vandálicos del Jinchuriki.

Después de hablar, Danzo volvió a sentarse. A pesar de haber sido él quien sugirió poner las bromas de Naruto como evidencia de la negligencia de Sarutobi, Shibi y Shikaku entregaron una muy buena contra. Incluso tuvo que reconocer que los dichos de Shikaku acerca de Naruto usando armas en vez de simples bromas no lo había pensado y le encontró razón al Nara. El jinchuriki era mucho más hábil de lo que aparenta y si todo sale bien sería su mejor y más poderosa arma en poco tiempo. Los peones de Danzo en el consejo quedaron confundidos con su líder pero con solo mirarlo al rostro entendieron que lo que hizo era necesario.

Uno de los Anbu camuflados miró atentamente a Danzo y luego comenzó a apretar un botón en su mano derecha que se conectaba a los demás Anbu dando leves e inofensivos choques de corriente, lo cual les permitía comunicarse por código morse.

"No hubo uso del Sharingan, repito, no hubo uso del Sharingan, los traidores no están siendo controlados por Danzo", fue el mensaje que al Anbu, un miembro del clan Hyuuga, transmitió a todos los demás Anbu de la sala. Gracias a la investigación lograron saber que Danzo siempre necesita utilizar su Sharingan para darles órdenes a los que quiere controlar, por eso al determinar que Danzo no utilizó su Sharingan los Anbu supieron que cada uno de los traidores actuaba por voluntad propia.

La sesión siguió con Homura y Koharu haciendo acusaciones contra Sarutobi quien era defendido por Shibi o Shikaku, quienes eran los encargados de objetar cualquier acusación. Los ancianos enumeraban las faltas de Sarutobi como Hokage hasta que llegaron a la negligencia de Sarutobi al dejar escapar a Orochimaru y no enviar equipos de hunter-nin para su captura o eliminación. Antes de que pudieran pasar a otro tema un miembro del consejo civil que es partidario de Sarutobi, odia a Danzo desde lo más profundo de su ser, pero sobre todo admirador acérrimo del Clan Uchiha, se puso de pie.

–¿Qué hay del traidor Uchiha Itachi? –preguntó el miembro del consejo civil –tampoco han enviado a los hunter-nin para capturar a Itachi y someterlo a juicio.

Akira miró extrañado al sujeto y dejó caer la bomba sin saberlo.

–Itachi oficialmente está en el libro Bingo por matar a su clan pero no es perseguido por los shinobis de Konoha tras la amnistía otorgada por el Feudal al evitar el intento de golpe de estado –dijo Akira pensando que todos los miembros del consejo lo sabían –Itachi recibió la orden por parte del Hokage de eliminar al Clan Uchiha que intentaban traicionar a Konoha y al Feudal al hacer un golpe de estado contra el Sandaime. Oficialmente Itachi es un demente que asesinó a todo su clan por razones desconocidas y los hunter-nin saben que Itachi es sumamente fuerte. Extraoficialmente Itachi es un héroe por evitar un golpe de estado y es un espía para el Hokage y el Daimyo.

Cada uno de los presentes que no sabía esa información, o sea todos menos Sarutobi, Homura, Koharu, Danzo y el Feudal, miraron a Akira estupefactos. Shibi, siendo siempre el que sale más rápido de la impresión, miró a Sarutobi.

–Hokage-sama, ¿Es eso cierto? –preguntó el líder del Clan Aburame.

Sarutobi suspiró y deseó que Akira no hubiera abierto la boca y que ahora pudiera fumar de su pipa. Necesitaba de la nicotina para tranquilizarse. El Feudal le susurró a Akira que la había cagado en grande por olvidarse de que pocos sabían de la verdad. Akira susurró sus disculpas notablemente nervioso por un posible castigo y luego comenzó a insultarse mentalmente.

–Es cierto, Shibi –dijo Sarutobi –el clan Uchiha intentaba un golpe de estado, que según el mismo Itachi que era mi espía en el clan, "era algo necesario para poner al Clan Uchiha donde le correspondía". La totalidad de los shinobis y adultos del Clan Uchiha estaba de acuerdo con el golpe de estado, todos menos Itachi. Los planes del Clan Uchiha era matarme y matar a los líderes de los clanes para después aprender los secretos de cada clan. El primer objetivo era yo, después el clan Hyuuga con el objetivo de aprender acerca del Hyuuga Souke no Juinjutsu para después poner el sello en cada uno de los shinobis y habitantes de Konoha, convirtiéndolos en esclavos del Clan Uchiha.

El caos se apoderó de la sala. Los miembros del consejo realizaban preguntas al Hokage, otros negaban el hecho. Los shinobis hablaban entre ellos acerca de la traición Uchiha notablemente enfadados con los traidores, que hasta el momento eran considerados víctimas de un sicópata. Naruto quedó sorprendido por saber lo que sucedió en realidad y simplemente miraba a Sarutobi impactado porque su Jiji ordenó una masacre a todo un clan, aunque lo tuvieran merecido por ser traidores.

Los líderes de los clanes hablaban entre ellos acerca de la nueva revelación. Shikaku, actuando como representante de los clanes se puso de pie y levantó la mano para hacer silenciar a los que seguían preguntándole al Hokage de lo ocurrido. Viendo que no se callaban, Tsume gritó "cállense" fuertemente lo que produjo que todos cerraran la boca.

–Hokage-sama –dijo Shikaku –no es por cuestionar su decisión, que de por cierto fue la adecuada, pero era necesario matar a casi todo el Clan Uchiha con la excepción de Uchiha Sasuke, quien quedó con un trauma severo producido por Itachi y su Tsukuyomi.

–Yo di la orden de eliminar a todos los miembros del clan que estuvieran de acuerdo con el golpe de estado –dijo Sarutobi –no sé por qué Itachi mató a los inocentes y dejó a su hermano traumatizado. No fue una decisión fácil de hacer. Por mí hubiéramos negociado con el Clan Uchiha, pero mis asesores me convencieron de que era mejor eliminar el problema de inmediato. Itachi que fue quien nos reportó de la intención del golpe de estado se ofreció para remediar el asunto y en sus propias palabras "Salvar al Clan Uchiha de perder su honor"

Shikaku asintió y volvió a tomar asiento, apoyó los codos en la mesa y entrelazó los dedos para apoyar la frente y después cerrar los ojos. Chouza e Inoichi vieron a su amigo en una de sus "poses analíticas" que caracterizan a los Nara y asintieron sabiendo que Shikaku no tardaría en conectar todo y descubrir el por qué Sasuke fue el único sobreviviente.

Danzo viendo la oportunidad miró a Homura de reojo quien asintió. A pesar de que se descubrió la verdad del Clan Uchiha, que trataron de cubrir por años con el objetivo de consentir a Uchiha Sasuke para después controlarlo y así controlar a un nuevo clan Uchiha leal a Ne, el hecho de que Sarutobi haya dicho que él prefería buscar la vía diplomática, tal cual ocurrió con el incidente con Kumo, era una oportunidad que no podían dejar pasar.

–Daimyo-dono, Akira-san –dijo Homura –según el mismo Sarutobi, quien dijo que prefería negociar con el Clan Uchiha, nosotros creemos que no está en condiciones para ser Hokage. Si hubiéramos ido a las negociaciones con el Clan se hubiera perdido mucho y el Clan Uchiha hubiera ganado más poder para después llevar a cabo sus planes. Si no hubiera sido por Koharu y yo, el clan Uchiha hubiera conquistado Konoha, tal cual Kumo estuvo a punto de conseguir los secretos del Byakugan en el incidente del secuestro de la heredera hace años. Hay veces que las vías diplomáticas no sirven, pero Sarutobi insiste en seguirlas sabiendo que lo único que se debería hacer es utilizar la fuerza. Somos una aldea de shinobis, una organización militar y las cosas se tienen que hacer de la forma militar.

Muchos de los shinobis y líderes de clanes presentes en la sala no pudieron evitar asentir con el anciano consejero, a pesar de saber que es un maldito traidor no mejor que los Uchiha.

–En este caso no puedo evitar estar de acuerdo con Homura, Hokage-sama –dijo Shikaku –el consejo shinobi debería haber sido informado de esa situación respecto al Clan Uchiha, por último para advertirnos y estar preparados para un ataque tanto a Konoha como a los complejos de cada clan. Afortunadamente Itachi solucionó el problema, pero murieron miembros del Clan Uchiha que eran inocentes y perdimos a un gran shinobi en Itachi que ahora es un missing-nin.

–Sé que cometí un error en ese aspecto y lo reconozco –dijo Sarutobi –pero hay que considerar que preparar nuestras fuerzas para un ataque del clan Uchiha hubiera levantado las sospechas y nos hubiéramos visto envueltos en una guerra civil. EL Sharingan puede controlar a las personas y el Clan Uchiha de seguro hubiera controlado a los líderes de algunos clanes para pelear por ellos. La situación se trató en secreto para evitar un conflicto aún mayor en Konoha.

Los shinobis y miembros del consejo shinobi asintieron. Ya dejado el tema del Clan Uchiha de lado, Homura y Koharu siguieron exponiendo algunos hechos en contra de Sarutobi, para la satisfacción de Danzo que cada vez se sentía más seguro de salir victorioso del lugar y quizás, si jugaba bien sus cartas, como el Godaime Hokage de Konoha.

Mientras la sesión del Consejo de Konoha se desarrollaba, los Jounin y Anbu invadían los cuarteles de Ne, matando a cualquier enemigo que encontraran en su paso.

El ataque se desarrollaba a la perfección, teniendo sólo 3 bajas en las fuerzas del Hokage debido a que algunos de los shinobis de Ne tuvieron un golpe de suerte antes de caer muertos.

Las fuerzas del Hokage atacaban con precisión a los shinobis de Ne que se encontraron abrumados ante el repentino ataque lo cual produjo que comenzaran a caer muertos, heridos de gravedad o inconscientes de forma rápida.

Los Anbu demostraban el por qué eran los mejores shinobis de Konoha. Atacaban de forma precisa y sin gastar muchas energías. Correr al enemigo más cercano, eliminarlo con un movimiento de katana y atacar a otro enemigo. Nada de jutsus llamativos, nada de gastar energía de forma inútil. Todos atacando de forma veloz, coordinada y eficaz, como el mejor de los relojes suizos. Sin importar que el enemigo fuera hombre, mujer o niño, ya que eso no importaba en los ojos de los Anbu, todos eran enemigos, todos eran traidores a Konoha, y por ende, todos tenían que ser eliminados.

El Hokage había sido claro. Dos fuerzas se enfrentarían. Leales al Hokage contra traidores a Konoha. Sólo los leales deberían salir caminando del lugar. Los Jounin y Anbu repetían en su mente las últimas palabras que les dijo el Hokage cuando recibieron sus órdenes. "Que ningún traidor quede con vida". Seis palabras, sólo seis palabras que sellaron el destino de casi doscientos shinobis que se vieron sobrepasados por una fuerza de no más de ochenta. Una fuerza mucho menor en cantidad, pero inmensamente superior en calidad.

Menos de una hora tardó la operación Kakonwotatsu en llevarse a cabo, saliendo victorioso el lado leal al Sandaime. De los 80 shinobis enviados por el Hokage, cinco cayeron en batalla y 6 quedaron en estado de gravedad debido a heridas producidas por kunai en órganos vitales. De los casi doscientos shinobis de Ne, sólo diez quedaron vivos. Diez niños de no más de 5 años que al ver el comienzo de las batallas se escondieron en un armario lo suficientemente para los diez en la habitación designada para ellos.

Cuando la pelea había terminado el silencio se había apoderado del lugar, y los casi inaudibles sollozos llamaron la atención de los shinobis que al investigar la habitación y abrir el armario se encontraron con los diez niños abrazados y temblando del miedo. Yuuhi Kurenai, una de los Jounin, quien estaba encargada de proveer apoyo a los shinobis al poner a los shinobis de Ne en Genjutsus que desorientaban sus sentidos, se acercó a los diez aterrados niños y los puso en un Genjutsu para hacerlos dormir y pensar que todo lo sucedido fue una simple pesadilla.

–Entrenando a niños para ser asesinos –dijo Kurenai notablemente disgustada –estos niños no tienen más de cinco años y estoy segura que ya saben como matar a alguien, si es que aún no lo han hecho.

–Así es Danzo –dijo uno de los Anbu –no le importa la edad o quien sea, lo único que le importa es que sea útil. Entrenó a su propio hijo desde que pudo caminar para ser un shinobi sin emociones. Una simple arma para sus ambiciones.

–Hay que sacar a estos niños de aquí y llevarlos a los cuarteles Anbu para que Inoichi e Ibiki puedan arreglar cualquier cosa que Danzo les haya hecho a su psiquis –dijo otro Anbu.

Los shinobis que estaban ahí asintieron y comenzaron a recoger a cada uno de los niños. En otro lugar los líderes de la operación comenzaron a dar órdenes de juntar los cuerpos y sellarlos en pergaminos junto a todo lo que sea de valor que se encontrara en el lugar para después llevárselo al Hokage. Los subordinados obedecieron y comenzaron a trabajar aún con la adrenalina a full por la feroz batalla ocurrida.

Anko, con la ropa repleta de sangre de sus víctimas, sólo miraba alrededor en silencio. Con solo un pensamiento en su cabeza.

–Pronto será tu turno Orochimaru –pensó Anko mirando el río de sangre formado en el piso y los cadáveres repartidos por doquier –tú y tus hombres no sabrán que les vino encima. Sólo espero que sobrevivas porque quiero matarte yo misma y ver como mueres lenta y dolorosamente por lo que me hiciste. Quiero verte gritar y suplicar igual como lo hizo tu putita que tenías como espía. El mismo quien nos llevara donde estás ahora.

Fin del capítulo...