17 | Nada está perdido

05 de Septiembre de 2019

El día cinco de cada mes ha sido una tortura para mí durante un tiempo. Tan sólo tenía ganas de meterme en la cama, ponerme música y desear que las horas pasaran lo más rápido posible.

Esa época está empezando a formar parte del pasado.

Me gusta que la Estela de antes se esté abriendo paso entre la tormenta que amenazaba con destruir mi estabilidad mental y sé que allá donde se encuentre mi madre se sentirá orgullosa de mí. Mi padre estaba en lo cierto, ella no habría querido vernos hundidos.

Agarro una cerveza bien fría del frigorífico y vuelvo a la misma posición, tirada en el sofá y disfrutando de mis días de vacaciones. Escucho el sonido proveniente de la habitación de Carla. Ahora le ha dado por aprender a bailar zumba. Admiro su fuerza de voluntad para el deporte, a mí me cuesta motivarme. Tal vez sería buena idea retomar la natación. Amaba la sensación de estar bajo el agua, me ayudaba a evadirme de la realidad.

La música se detiene y siento abrirse la puerta.

—Estoy muerta. —La voz de Carla resuena por el salón—. ¿Qué haces?

Alzo la cerveza en el aire.

—¿Quieres una? —pregunto antes de dar un sorbo. Sabe a gloria.

—Sí, por favor.

Tengo que aguantarme las ganas de reír por las siguientes palabras que escapan de mis labios.

—En el frigo hay.

Carla me fulmina con la mirada y así es imposible no reírme.

—Vete a la mierda.

Observo como camina en dirección a la cocina, no sin antes mostrarme el dedo corazón. Aunque intenta reflejar que está enfadada, es todo fachada. Carla es igual de vacilona que yo. Minutos después vuelve al salón, no sólo con una cerveza sino también con una bolsa de patatas fritas. La tripa me cruje en cuanto las veo.

—¿Me das? —pregunto temiendo su respuesta.

—En el armario de la cocina hay —dice sarcástica.

La expresión de su cara me demuestra que se está aguantando la risa y no me equivoco cuando segundos más tarde las comisuras de su boca se alzan en una sonrisa. Carla finge muy mal los enfados.

—Por cierto, ¿cómo vas con Lander? —Voy a responder cuando añade—: ¿Ya le has empotrado contra el muro?

Su pregunta suena tan casual que me quedo paralizada. Por un segundo sólo soy capaz de emitir sonidos sin sentido mientras trato de armar una frase coherente en mi cabeza. Pensé que se había olvidado de esa conversación, pero Carla no es de tener mala memoria.

—El muro sigue intacto —murmuro—. Aún nos estamos conociendo.

—Te gusta, ¿verdad?

El ambiente de broma abandona la sala. Las cosas entre el artista de las redes y yo van despacio. No quiero pisar el acelerador con él porque después viene la hostia y por ahora estamos muy cómodos. Además, tampoco hay ninguna prisa. Como dicen por ahí, lo bueno se cocina a fuego lento.

—Sí —No sirve de nada negarlo—. Lander es especial. A veces logra entenderme con una simple mirada. Por ejemplo, cuando fui a su casa para hacer la sesión de fotos de la revista, descubrió que amo la fotografía a pesar de que en ese momento intentaba mantener la concentración en el reportaje y aparentar que sólo sostenía una cámara por trabajo.

—Creo que Lander era el soplo de aire fresco que le faltaba a tu vida.

Medito unos segundos sus palabras y asiento conforme.

—Hablando del rey de Roma...

No termino la frase porque Carla me interrumpe:

—En Roma no hay rey.

—¿Se te subió la cerveza tan rápido? —pregunto, incapaz de no reírme—. Porque tus chistes de mierda no son normales, eh.

Niega.

—Me lo has puesto muy fácil —Se encoge de hombros—. Volviendo al asunto... ¿Qué sucede con él?

Carraspeo.

—He quedado con él en un par de horas.

—¿Y yo debo saber eso porque... ? —Deja la pregunta en el aire—. Entiendo. Necesitas que me largue de aquí para que podáis hacer vuestras cosas. —Hace hincapié en la última palabra.

—Sí —hablo demasiado rápido—. No. Sólo quiero un poco de intimidad con él, no es lo que piensas. Además, me apetece enseñarle algunos álbumes de fotografía.

Esto último lo pensé tras nuestra visita al Retiro. Lander me ha animado desde el principio con el tema de las fotos, incluso antes de que nuestra relación se volviera más cercana. Quiero mostrarle a la Estela de antes y también recordarme a mí misma que nada está perdido.

—¿Y el portafolio? —pregunta—. ¿También se lo vas a enseñar?

Trago saliva. Quizá sea un poco pronto. Esas fotografías aún conservan un triste recuerdo y antes de compartirlas con otra persona, necesito arreglar mi corazón. Lander me inspira confianza, el problema es que no termino de confiar del todo en mí misma.

—De momento no, porque creo que si lo hago me animará a que lo presente a una revista o que alquile un local para hacer una exposición...

Tengo miedo de exhibir esas fotos al mundo. Además, la última vez que tuve el valor de presentarlo, todo se fue a la mierda. Sigo con ese recuerdo amargo.

—Algún día tendrás que hacerlo, Estela. Amas demasiado la fotografía como para reducir esa pasión a unas simples fotos que después guardarás en un álbum y terminarán por coger polvo —dice.

Asiento. Voy a pensar en sus palabras porque tiene razón. Ahora que me hallo con fuerzas para dejar atrás el pasado, no puedo retroceder.

—Volviendo al tema de antes... —Hago una breve pausa—. ¿Me dejarás la casa?

Se levanta del sofá y coge el botellín vacío de la cerveza. Tras dejarlo en la cocina, vuelve al salón y me dedica una sonrisa cómplice. Aún no ha contestado, pero no me cuesta mucho adivinar cuál será su respuesta. Va a aceptar.

—Está bien —pronuncia—. Has tenido suerte, porque justo antes de regresar a casa, mi tía me mandó un mensaje para ver si podía hacer de niñera. Esta noche tiene una cena de negocios y alguien debe encargarse de la pequeña Lía.

Le lanzo un beso al aire.

—Gracias, Carla. —Sonrío.

—Espero encontrarme el muro en buen estado cuando vuelva —dice guiñándome un ojo, y no tengo tiempo de responder porque de inmediato abandona el salón.

¡Hola!

Hoy no hablo mucho por aquí porque tampoco quiero ser pesada 😂, así espero que hayáis disfrutado un montón el capítulo.

Sólo digo que adoro la amistad que tienen Carla y Estela. ¿Tenéis amigos/as así?

Muchísimas gracias por leer 😘. Nos vemos el martes con un nuevo capítulo 💙


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