Visita al Olimpo

- 'Tengo que ir a la reunión con mi padre, no puedo faltar, debo saber qué es lo que me tiene que decir acerca de mis caballeros' - penso Athena y se levanto de su asiento - muchachos, perdonen pero debo de atender unos asuntos de suma importancia en la fundación, no me puedo quedar pero...

Ikki la interrumpió - Como puedes... - iba a seguir hablando de no ser por que Shiryu le tapó la boca.

- Está bien Saori puedes irte - el dragón le sonrío a la diosa en señal de aprobación.

- Volvere lo más rápido posible, lo prometo - rapidamente se dirigió al elevador despidiéndose poco antes de que el elevador se cerrará por completo.

Ikki le dio un manotazo a Shiryu haciendo que este quitará su mano.

- Ya tranquilo ikki.

- ¡No! - bufo molesto - no puedo creer que se vaya en estos momentos, que asuntos son más importantes ahora que la salud de Shun.

- Ikki intenta entenderla - hablo Seiya - es la dueña de la fundación Kido y eso tiene grandes responsabilidades, aunque quiera no puede tomarse ratos libres ... aparte dijo que volverá pronto, tampoco es que ella se quiera ir, está tan preocupada como nosotros.

Ikki no dijo nada mas, puede que Seiya tuvieras razón, pero aun no entendía como si tanto le importaban no tenía tiempo para ver la salud de uno de ellos. Por ahora no tenía cabeza para pensar en cosas como esa, solo quería que su hermano estuviera bien. Lo demás había perdido importancia.

El fénix se recargo en una pared, se cruzó de brazos y se quedó con cara de pocos amigos esperando noticias de Shun.

_______________________________________Afuera del hospital:

Tatsumi esperaba a la señorita Saori para llevarla a la junta que tenían programada. Cuando la vio salir abrió la puerta del auto en señal de que entrara pero ella negó con la cabeza.

- Lista para ir a la fundación señorita.

- No Tatsumi - dijo con amabilidad - hoy no iré a la fundación.

- ¿Pero por que señorita? - el mayordomo dudo - los inversionistas seguramente ya la deben estar esperando.

- Necesitaré que canceles esa reunión. Tengo unos asuntos más importantes que atender.

- ¿De que asuntos me está hablando señorita?

- Eso no te lo puedo decir Tatsumi - suspiro - pero por favor, te lo suplico, si alguno de los caballeros te pregunta debes decirles que fui a la fundacion ¿entendiste? - dijo en un tono sereno pero algo amenazador

- Eh...- trago grueso - claro señorita

Saori/Athena invoco a Nike y con ella abrió un portal frente a Tatsumi para después entrar y que este se cerrará sin quedar rastro alguno de lo que había sucedido.

Tatsumi por lo tanto llamo a la fundación diciendo que por problemas familiares la señorita tendria que pospogramar la junta para otra fecha. En parte no era mentira.

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Las grandes puertas del gran templo de Zeus se abrieron para dar paso a Athena que segura portaba firmemente a Nike, su padre yacía al fondo de la habitación sentado en su trono y no sé inmutó ante la presencia de esta pues se encontraba distraído con los encantos de las musas y ninfas a su alrededor.

Athena camino hasta llegar frente a su padre, sus pasos resonaban por las paredes de todo el lugar a causa del gran silencio que habia. Al llegar la diosa hizo una reverencia a el rey de los cielos en señal de respeto.

- Padre - se reverencio

- Hija - asientio con la cabeza aceptando la muestra de su hija, e hizo señas a las musas y ninfas para que se retiraran, y alegremente estás corrieron a la salida.

El silencio reino durante unos momentos hasta que la diosa de la sabiduría decidio romperlo.

- Padre he venido por que me has dicho que hay algo muy importante que tenías que decirme sobre mis caballeros ¿Que es? - dijo en un tono firme y serio y hasta cierto punto se podría decir que molesto.

Athena realmente no quería estar ahí y mucho menos en momentos como ese.abía que si su padre la había llamado con tanta urgencia no serían buenas noticias. Pero era sobre sus caballeros, ese fue el motivo por el que fue.

- Athena... - se levantó de su trono y con gran decepción dijo - tú y tus caballeros se han levantado en contra de los dioses ya varias veces ... eso no puede pasar desapercibido en el Olimpo por lo que se ha decido ... que tus caballeros serán castigados con el infierno eterno dentro del tártaro.

Los ojos de Athena se abrieron grandemente al recibir aquella noticia reflejando en ellos un gran terror. Su corazón se agitaba dando como resultado un insesante temblor en sus extremidades y su mente solo daba vueltas en la declaración hecha por el dios.

El infierno eterno consistia en llevar las almas de los castigados a un infierno propio, construido con todo lo horrible en sus mentes y corazones, sus más profundos temores, sus penas, sus peores pesadillas, sus tristezas, sus arrepentimientos,etc. Sería una pesadilla propia de la cual nunca despertarian y mucho menos hayarian la paz. En el taartaro, el lugar más tormentoso e infame del universo. Ese el peor castigo infringido por los dioses, en comparación la muerte parecía mucho mejor.

La diosa se aterro al pensar que tal castigo seria impuesto a sus caballeros. No, no podía permitirlo. Llena de miedo y angustia, sabiendo que una guerra a estos puntos solo generaría destrucción y perdidas optó por la mejor solución.

- Padre por favor, no hagas eso, te lo suplico, ellos no tienen la culpa, - se inclinó en el suelo en señal de súplica.

- si hicieron eso fue por mi y por la tierra, ellos se levantaron contra los dioses en mi nombre, así que si alguien merece el castigo soy yo, por favor a ellos no les hagas nada - suplico desesperada. Todo le podían hacer a ella. Desterrarla, matarla, torturar la. Pero la tierra y sus caballeros, ese era su talón de Aquiles su a quien más protegía. No era justo que ellos pagarán por errores que no les correspondían.

- Hija ya he tomado una decisión. Pero no te preocupes, tu al igual que ellos también recibirás tu castigo - la señaló y en voz alta declaro - ¡Tu Athena diosa de la tierra y la sabiduría haz sido señalada por traición a los dioses y por lo tanto haz sido castigada con la inmortalidad y exilio del Olimpo! - declaró.

- Lo entiendo padre y lo merezco, pero ... por favor a mis caballeros no les hagas nada. Ellos no tienen la culpa del destino marcado por sus estrellas, ellos no querían pelear, y si lo hicieron fue por salvar a la tierra y a mi - las lágrimas empezaron a recorrrer sus mejillas - perdonalos, por favor, en cuyo caso yo recibiré su castigo si es necesario, pero por favor a ellos no les hagas nada.

- Lo lamento Athena pero eso es imposible, la decisión ya a sido tomada - reitero.

- Por favor padre no les hagas nada, te lo suplico, haré lo que sea, pero por favor, revoca tu castigo

- Mmmm - zeus levantó la ceja pensativo - Hija ¿Que estarías dispuesta a hacer por tus caballeros? - pregunto con cara de malicia.

- Si es necesario daría la vida por ellos - dijo segura y sin una pizca de duda en sus palabras.

- Inclusive ¿Los traicinarias?

Athena abrió sorprendida los ojos ante tal pregunta "traicionar a sus caballeros" ¿Que significaba eso? En qué pensaba su padre que conllevará a traicionar a las personas que tanto habían resguardado por ella y su amada tierra, que estuvieron al límite de la muerte varias veces con la intención de velar por el bien de la humanidad. Sus nobles y amados caballeros. Ya había perdido a los caballeros dorados durante la batalla contra Hades al destruir el muro de los lamentos para poder crear una abertura hacia los Campos Elíseos. No permitiria que le hicieran algo a sus caballeros de bronce pero ... ¿Sería capaz de traicionarlos? ¿Traicinaria a las personas que tanto amaba y habían peleado por ella en tantas ocasiones, que siempre le habían demostrado su amor y confianza? ¿Traicionaria a su familia?

- ¿A ... a qué te re-refieres con eso padre? - dijo sorprendida - ¿Q-Que quieres decir?- pregunto con voz temblorosa.

- Hija, hay una forma de que tu y tus caballeros sean perdonados por los dioses, es decir, reciban "el perdón divino", pero para ello deberán mostrar que son merecedores de el, y para eso - sonrió - deberán pasar por algunas pruebas, pero no serán unas pruebas comunes...

- ¿De que clase de pruebas hablas? - pregunto intrigada

- Estás pruebas los lastimaran no solo física, si no también mental y psicologícamente, los harán llegar a sus extremos y con ello se verá que tanto es su valor, no solo como caballeros si no como humanos, siempre y cuando las logren vencer ...

- ¿Y que tiene que ver el que yo los traicione con todo esto? - pregunto con un semblante molesto aunque en parte también sentía un profundo horror por lo que decía su padre pero lo disimulo.

- Hija, tú serías cómplice de todo esto, serías la infiltrada. Eso es indispensable. Básicamente tu los harías pasar por todos estos horrores según mis instrucciones. Ellos no sabrían de estas pruebas, para tus caballeros solo serian malos momentos, alusinaciones, coincidencias. No sabrían que su vida depende de ello. Tu los harás sufrir y no podrás hacer nada para evitarlo. Esa seriá tu prueba, lastimar a los humanos que tanto amas y que tanto han hecho por ti - dijo el dios con algo de satisfacción en sus palabras.

Athena temblaba por lo que su padre había dicho, "lastimar a las personas que amas" esas palabras corrían con velocidad en su mente una y otra vez. Al final se levantó y con firmeza exclamo.

- Padre ¡Yo jamás haria tal cosa!. No hare sufrir a mis caballeros y mucho menos los traicionare. Jamás seré parte de ese macabro plan - dio la vuelta - con tu permiso me retiro - camino hacia la salida.

- Muy bien hija, si esta es tu decisión puedes irte ... solo recuerda que sin "el perdón divino" tu serás desterrada y tus amados caballeros serán enviado al infierno eterno - dijo con tranquilidad.

Athena paro en seco. Su padre tenía razón, aunque no quisiera traicionar a sus caballeros y mucho menos hacerlos sufrir no tenía otra alternativa. Era la única forma de que sus caballeros no enfrentarán el castigo más alto. Se rompería el corazón. Puede que después ellos la odiarán, pero si ese era el precio a pagar por la seguridad de sus caballeros, estaría dispuesta a pagar lo, haría lo que ella más temía en todo el mundo. Lastimara a sus caballeros, a su familia.

Suspiro resisgnada y giro para ver a Zeus por sobre su hombro - está bien padre ... lo haré - dio la vuelta por completo y camino quedando frente a su Zeus mostrando lo molesta y segura que estaba con la desición tomada - pero recuerda, que no lo haré por ti, sino por mis caballeros.

Athema estiro la mano quedando frente a Zeus, quien la acepto. Estrecharon las manos con fuerza formando un pequeño aura dorada alrededor de estas que momentos después se difumino. El trato se había sellado.

Sonrió con malicia - Haz tomado una sabia decisión hija.

- Espero no arrepentirme - lo fulminó con la mirada mostrando lo enojada que estaba ante el accionar feliz del dios.

- Eso no le puedo asegurar hija - río - pero si te puedo decir que elegiste el mejor camino. No hay nada peor que el "infierno eterno" solo cosas que se le asimilen...

- ¿Que es lo que tengo que hacer? - reitero firme en un intento de callar las burlas del dios.

- No te molestes hija - cambio su semblante a uno tranquilo - por ahora nada. Antes necesito hablar con algunos dioses sobre lo que haremos con esta situacion. Esperaras mi siguiente llamado y espero llegues a tiempo la próxima vez.

- De acuerdo - dio la vuelta dirigiendose a la salida.

- Athena - la llamo.

Athena se detuvo más no dio la vuelta pues sabía que en cualquier momento podría dar una falta de respeto al dios y ahora lo que menos necesitaba era eso.

- Mandé - respondió dandole la espaldasl al Dios.

- Recuerda que al aceptar el trato, aceptas sus condiciones. No puedes decirle a nadie sobre lo que aquí acordamos y mucho menos a tus caballeros. De lo contrario se cancela este acuerdo ¿Entendiste? - pregunto sin evitar sonar burlón.

- Si, padre - dijo entredientes para por fin retirarse.

Cuando por fin salió del templo y las puertas se cerraron a sus espaldas Athena dejó salir toda su frustración expresando la en su antes rostro neutral que ahora era un arte de emociones.

Por dentro se odiaba por lo que había hecho, pero sabía que era lo mejor. Su padre tenía razón en eso "nada es peor que el infierno eterno" más no sabía cómo lo tomarían sus caballeros si se enteraban, los vería sufrir si poder hacer nada.

Veria como los golpeaban sin que ellos pudieran saber de dónde venían esos golpes, para al final enterarse que había sido su diosa. A la que tanto anhelaban y protegían. En la que mantenían su fe.

Ella se mantendría como una tumba hasta el momento final. Sin decir nada hasta el probable momento de desepcion.

Esos pensamientos hicieron que unas amargas lágrimas salieran de esos azulados ojos. Estás lágrimas iban cargadas con todo la frustración, coraje y tristeza que sentía por lo que había hecho. Antes de regresar y portarse como la Saori que todos concian debía soltar unas cuantas lágrimas en nombre de las emociones y decisiones que la tenían atada. Debía desquitarse al menos con ese suelo sagrado manchando lo con esas saladas gotas. Necesitaba desahogarse en nombre de ella y sus caballeros. Por lo que ese momento significaría en la vida de todos los presentes. El umbral de un profundo dolor.

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