Problemas y hospitales.
Saori se encontraba saliendo del portal justo en el mismo lugar por donde había desaparecido, frente a Tatsumi que en un principio se había asustado y ganas no le faltaron de hechar a correr pero en cuanto vio que era la señorita Saori, se calmó y la recibió reverenciandose como si en realidad fuera un caballero, pero no, era el mayordomo.
- Tatsumi, no hace falta la reverencia - dijo agradecida a la vez que el portal de cerró a sus espaldas y con ello la Nike de sus manos desaparecio - puedes irte, puede que esto tarde, vuelve cuando te llame por favor.
- Si señorita - Tatsumi subió a el carro y arrancó yendo a un lugar desconocido para Saori, tal vez hiria a descansar a la mansion pensó.
Saori entro al hospital y fue a la sala de espera reconociendo de inmediato a sus amigos, pero apenas se acercó noto que seguían igual de ausentes que como los había dejado. Los chicos apenas vieron a Saori la saludaron
- Hola Saori - dijeron en voz baja
- Hola muchachos - saludo intentando mejorará el ánimo pero no pasó. Entonces decidió continuar con lo que invadía sus mentes - ¿Y ya vieron a Shun? ¿Como sigue? - pregunto mientras se sentaba.
Ikki suspiro con gran pesadumbre y le respondío.
- Está bien, ya fui a verlo, el tiempo que podía - admitió Ikki con un ligero tono de sarcasmo dirigido al doctor - lo mantendrán hasta mañana en revisión y si todo sigue bien mañana podremos llevarnoslo.
- ¿Que fue lo que le paso?
- El estrés de todos estos meses le bajó las defensas y de eso pasó a una anemia ¿No es cierto shiryu? - intento explicar seiya mirando a Shiryu que asíntío cruzado de brazos.
- Pero que bueno que ya esté mejor ¿no? - intento mejorar el humor de sus caballeros con un tono alegre pero ellos solo así asintieron sin ganas hasta que...
Las tripas de Seiya cortaron el silencio.
- ¿Que tal si vamos a la cafetería por algo? - pregunto Saori a lo que los demás...
- Si, por favor ya me muero de hambre - comento el castaño.
- Seiya tú siempre tienes hambre - dijo el rubio
- No es cierto- se cruzó de brazos ofendido.
- Que si
- Que no
- Qeu si
- Que...
Shiryu intervino pocisionado entre los dos con las brazos extendidos.
- Creo que lo que queremos decir es que si, tenemos hambre, mejor ya vayamos a la cafetería - interrumpió el dragón.
- Ustedes vayan, yo me quedó por si hay algun cambio
- ¿Seguro Ikki?
Ikki asintió y se volvió a sentar
- Como quieras, entonces te traeremos algo de la cafetería Ikki - le dijo Seiya para salir de la sala de espera.
Los cuatro jóvenes fueron a la cafetería, le contaron un par de quejas respecto a el doctor con Saori y después de prometer arreglar el problema la diosa conseguio una plática más amplia y divertida con la que el bicentenario se aliviano y con la que regresaron a la sala con los ánimos mejorados.
- Toma Ikki - hyoga le aventó una bolsa de papel con su comida siendo atrapada por Ikki en el aire.
- Oye, shun debe extrañar a los niños del orfanato, estábamos pensando que si Miho se quedará con los niños y vinieran aquí ...- pero el fenix le corto la idea
- Seiya solo será un día, aparte nos van a regañar de trarer tantos niños al hospital
- Se lo dijimos pero nunca nos escucha - resopló Saori.
- No se me hace raro viniendo de Seiya - abrió la bolsa de papel para sacar una hamburguesa y darle una gran mordida muestra del hambre que tenía y es que el sol ya se empezaba a ir, cosa que si alguien ya hubiera visto el reloj notaría que ya eran las 6 de la tarde. Un día que para todos pasó muy rápido.
- Entonces según me contaron...el médico encaraselo a Shun ¿No? - comento un poco divertida Saori
- Ese doctorsito - el peliazul gruñó bajo - deberías despedirlo por abuso de autoridad.
- Porfavor tampoco exageres ikki, iré a hablar con el, en unos momentos vuelvo - la diosa camino hacia una de las enfermeras y en cuanto le dio la información que necesitaba fue a buscar a quien tanto los molestaba.
Hospital 7:00 p.m
Y después de más de una hora la pelimorada regreso acompañada de un gesto incómodo y una bolsa de plástico con el logotipo del hospital.
- ¿Y que te dijo? - pregunto Seiya.
Saori se quedó de pie frente a ellos sin saber cómo decir lo que le habían dicho sin que culparan a ikki. Aunque tal vez no hubiera forma de evitarlo.
- Ikki, no estoy de ningún lado pero...Sabías lo que sucedía y aún así ¿Hiciste llorar a shun? - pregunto un poco dudosa.
Y se arrepintió inmediatamente cuando vio como la mirada de Seiya, Hyoga y Shiryu se clavaron en Ikki que no hizo gesto alguno.
- Si ¿Por? - contesto con seriedad manteniendo sus brazos cruzados y la mirada en Saori que a su vez miraba como los otros tres eran totalmente ignorados por el fénix.
- Ikki no nos dijiste eso - objeto Hyoga.
- No tengo por qué decirles...
- ¡Por eso nos odia! - exclamó Seiya
Ahora las miradas enojadas y los tonos enfadados del doctor tomaban sentido. Todo por la culpa del impulsivo de Ikki.
- No me vengan con eso - Ikki volteo viendo como todos excepto Saori lo fulminaban con la mirada desde distintos ángulos. Bueno en el fondo tal vez si se lo merecía, pero nunca lo aceptaria.
- Por favor no lo vean así.
Fue solo gracias a las palabras de Saori que el resto quito la mirada en Ikki y guardaron para sus adentros las palabras que les hubiera gustado restregarle. Relajaron sus caras y la vieron.
- Perdon por la vergüenza que te hicimos pasar - le pidió en disculpa Hyoga mirando una última y rápida vez a Ikki que lo volvio a ignorar. Respiro profundo y conteniendo las ganas de golpearle la cara volvio buscando algo mejor en la sonrisa de Saori
- No fue ninguna vergüenza Hyoga, había malos entendidos que arreglar - respondio ella cordialmente sentándose en su anterior lugar.
- Por eso te tardaste tanto, que agonía a de ser hablar con ese hombre.
Saori no pudo evitar dejar escapar una pequeña risa.
- No Seiya, de hecho el es una persona muy amable. Maa bien me tarde por qué hablamos de otras cosas y después de eso fui por los medicamentos que le recetaron a Shun - señaló la bolsa de plástico que traía en la mano.
- De que otras cosas hablaron si se puede saber - pregunto el castaño entrecerrando los ojos sintiendo como el odio por ese hombre se hacía más grande.
- Pues ...de...de detalles sobre Shun - respondió desviando la mirada de Seiya que la hacía sentir algo incomoda, como si no la dejara pensar con claridad sobre que decir - como... que alguien necesitará quedarse esta noche de guardia por cualquier cambio - dijo rapidamente intentando cambiar el tema.
- Yo me quedo - respondio inmediatamente Ikki fijando su vista en el suelo.
De un movimiento todas las miradas se dirigieron a el. No, el no se quedaría, estaría preguntando por Shun cada cinco minutos y lo que menos necesitaban ahora era estresar más al personal del hospital. Eso sin contar que la pasada noche no había dormido muy bien al cuidar a su hermano y muestra de ello eran sus ojeras. Necesitaba un descanso y urgente.
- No creo que sea correcto Ikki - se atrevió a decir la diosa con amabilidad - será mejor que tú también descanses, no haz dormido muy bien últimamente por estar al pendiente de Shun. Por favor ustedes váyanse, yo me quedaré.
- No Saori - intervino rapidamente Seiya - tú tampoco haz dormido mucho debido a la fundación. Ustedes dos se irán a descansar y yo me quedaré.
- No, yo me quedaré Seiya - repitió el fénix un tanto desconfiado de dejar a Seiya a cargo de algo, más si ese algo le importaba.
- ¿Que acaso no confías en mí ikki?
El nombrado se quedó dubitativo en decir o no lo que realmente pensaba. Seiya al ver su duda cambio totalmente de opinión.
- Sabes que mejor no me lo digas, ahora vayanse a descansar que bien les hace falta. Yo me quedaré aquí.
Y reafirmando su lugar se cruzó de brazos haciendo que, los demás tomaran un poco mas de confianza sobre las palabras de Seiya. Si juntos habían protegido a Athena ¿Que tan difícil sería quedarse en una sala de espera durante toda una noche? Seguro podria soportarlo. Bueno al menos la mayoría quería tener fe en eso.
Ikki por otro lado no pensaba lo mismo, seguía preguntándose qué tanto podría aguantar Seiya quieto durante tanto tiempo. Podía ser llamada el asesino de dioses pero seguía un joven algo inmaduro y muy inquieto.
Al final no les quedó de otra y todos aceptaron la propuesta. Algunas más a duras penas que otra cosa. Pero no tenían otra opción, no por nada Seiya era conocido como alguien que nunca se rendía cuando se proponía algo.
Pasando un tiempo mas pensaron que lo mejor sería ya irse a casa y descansar, a "algunos" realmente ya les hacia falta. Saori llamo Tatsumi y en unos cuantos minutos el llego a recogerlos dejamdo su confianza en su castaño amigo.
La noche paso de lo más normal, todos durmieron lo bastante temprano como para despertarse de la misma forma al día siguiente.
Shiryu preparo un rico desayuno una vez más y comiendo delicioso pasaron una mañana más que tranquila. Al terminar se apresuraron a ir allá hospital para ver a sus amigos.
Le guardaron algo para Seiya y con Tatsumi esperando en el auto se dirigieron al hospital.
Al llegar se dirigieron a la sala de espera donde se supondrían debería estar Seiya. Pero no lo encontraron, buscaron un poco más pero sin resultados. Al final decidieron pregunta a una enfermera que por ahí pasaba.
- Disculpe - le hablo Saori llamando la atención de la enfermera - ¿ha visto por aquí a un chico moreno, caballo castaño, vestía una playera roja y pantalla de mezclilla, tiene ojos cafés, es algo imperactivo, muy confiable? - y conforme las palabras salían una dulce sonrisa se expandía.
- Mucha informacion - les murmuró Ikki a Hyoga y Shiryu que asintieron divertidos.
- A si - contesto la enfermera con un tono cansado y negativo, como si le hablarán de alguien que no querían recordar. Los demás sólo podían preguntarse ¿Que había hecho Seiya ahora? - estuvo por aquí haciendo...- se detuvo como así se hubiera arrepentido de lo que diría - los llevaré con el - simplifico intentando mostrar una sonrisa, ella reconocía perfectamente a la dueña del hospital y lo único que no quería era preocuparla.
Los dirigió por un par de pasillos y luego subieron un piso de escaleras. Ikki reconocio inmediatamente hacia donde iban, se dirigían a la habitación de Shun.
- Por aquí por favor - pidió la enfermera caminando por un pasillo hasta llegar a una puerta.
- Es la habitación de Shun - dijo ikki.
Y efectivamente, cuando abrieron la puerta pudieron ver como el menor estaba en su cama, medio sentado con una bandeja altas sobre el que tenía su desayuno. A su lado estaba Seiya recargado en la pared, estaban charlando pero apenas abrieron la puerta se detuvieron para recibirlos con un agradable saludo.
- Hola amigos - saludo feliz el peliverde levantando su mano izquierda y con ello elevando un poco la vía de suero que está portaba.
- Hola chicos - saludo tranquilamente Seiya.
Apenas la enfermera vio al castaño retrocedió para cerrar la puerta a espaldas de todos, el resto lo noto y se le quedó viendo al castaño, a excepción de Shun que realmente no notaba nada mal.
- Seiya - le hablo Saori con suma delicadeza de no perder la paciencia - ¿Se puede saber que estuviste haciendo en el hospital durante la noche?
- A pues nada interesante - respondió con simpleza encojiendose de hombros - me quedé sentado durante horas, pedí que me trajeran algo de comer, tenía hambre, luego pedí una muda de ropa que por cierto no me dieron y al final un café por qué ya tenía sueño y no podía dormirme, que servicio tan feo tienen aquí - reclamo ofendido - no se les puede pedir nada por que se enojan.
Todos se quedaron sorprendidos ante las palabras tan tranquilas de Seiya como si no supiera lo que había hecho, aunque conociéndolo puede que nisiquiera lo hubiera notado.
- Pero, Seiya ¿Por que pediste que te trajeran de comer, café y hasta ropa? - pregunto Shiryu un poco molesto - es un hospital seiya.
- Ah pues sencillo Shiryu - respondio el pegaso - ustedes dijeron que no me moviera de mi lugar y no lo hice, así que cuando me dio hambre pues se lo pedí a quienes si podrían moverse.
- ¡Pero no es hotel burro! - le regaño Ikki caminando hacia la cama del peliverde - ¿Estás mejor? - le pregunto con más tranquilidad.
Seiya solo hizo una cara al reto de "por qué a el si le habla bien" a lo que el resto le respondió negando con la cabeza. Era seguro que si esto se repetía en un futuro seiya JAMAS en la vida volvería a hacer guardia.
- Mejor - le respondió Shun - ya me trajeron mi desayuno ¿alguien gusta? - ofreció dulcemente.
- No gracias, nosotros ya desayunamos antes de llegar, tú lo necesitas más - le respondió Hyoga en nombre de todos.
Cuando Seiya estaba a punto de objetar que el si quería por qué no había comido nada en toda la mañana Shiryu lo callo dándole la bolsa con su comida y el la abrió feliz al saber que era desayuno cocinado por Shiryu.
Después de una tranquila plática que duro unos cuantos minutos, 8K el "odioso" médico que los atendía abrió la puerta.
- Disculpe ¿Puedo pasar?
Pero antes de que ikkile pudiera responder con un gran "¡No!" Saori se le adelanto.
- Claro que sí, pase por favor.
El médico paso y después de hacerle una pequeña revisión de rutina a Shun que resultó en un silencio bastante incómodo dijo:
- Ya está mejor, estoy casi seguro que hoy se puede ir, de hecho hoy le daré de alta - le informo a Saori con una sonrisa y calidad voz ignorando totalmente al resto.
- Muchas gracias por todo - respondio ella cortésmente.
- Bueno con su permiso voy por la ficha de salida, me retiro - dijo el joven médico saliendo de la habitacion.
Apenas se cerró la puerta las muraeas se quedaron y las quejas volvieron a sonar.
- En serio no me agrada ese hombre - dijo Seiya cruzondose de brazos viendo con coraje como Saori seguía con su sonrisa.
- De verdad que no - le segundo Ikki que no lo dejaba de ver con odio mutuo.
- Ya por favor muchachos - les dijo Saori haciendo que reprimieran sus molestas caras - mejor hay que pensar positivo, hoy podremos llevarnos a Shun - miro al feliz peliverde.
- Si, por fin iré a casa - respondio el peliverde con ternura - ya necesito levantarme de la cama - dijo mientras se extiraba de brazos provocando que el suero tiraraa un poco a causa de la presión, el peliverde inmediatamente se detuvo con un poco de ardor.
- De hecho para nosotros es al revez, ya me hace falta una buena pestañita en mi cama - comento Seiya.
- Vamos Seiya no exageres - le dijo Hyoga - aunque dormir un poco más no haría mal a nadie - se extiro los brazos sin recibir ninguna comsecuencia a diferencia del peliverde, en su lugar regresos completamente a la normalidad sin evitar un bozteso.
En tan solo unos momentos se volvió a abrir la puerta. Y de ella regreso el doctor.
- Aquí estaban los papeles - dijo con amabilidad entregándole los documentos a Saori para que los firmara.
- A claro - respondió ella recibiendo la fichas lista para firmarla y llevarse a su hermano de ese lugar y regresar por fin a la tranquilidad del hogar.
'''''''''''''''''''''''''''''''''''''EVCA'''''''''''''''''''''''''''''''''''''
El eco de unos pasos apresurados resonaba por el bello mármol del templo, un ser caminaba presuroso para llegar lo antes posible a su destino. Apenas estuvo de frente a su superior se reverencio con genuino respeto.
- Mi señor - se puso de pie manteniendo la mirada baja, no era digno de ver a tan celestial ser - que es lo que desea que requiere de mis servicios, ordemelo para de inmediato cumplir su voluntad.
El dirigido desvió la mirada de aquel sello de cristal que le demostraba a quien tan bien vigilaba y con la mirada totalmente decidida miro a que un estaba frente a sus pies.
- Hermes - pronuncio el dios sentado en el trono principal - he tomado una decisión, necesito que vayas por el.
-Se refiere ha.
Zeus asíntio en silencio.
- Por su puesto, en seguida iré.
En un par de aleteos el dios mensajero se elevo de el suelo, ya estando en el aire giro haciendo que sus alas lo envolvieron provocando que una dorada luz apaarecoera del centro y se expandirá por su silueta para al final difuminarse junto a su portador. En busca del dios que buscaba Zeus.
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