XVII. ¿Tienes miedo, capitán?

En el capitulo anterior...

- Si Caesar-ya pide los corazones tu vas a decir que te lo has dejado, o esta en un lugar seguro. - digo sin soltar sus muñecas - Durante un tiempo colara, luego diremos que hemos cambiado el mío por el tuyo. Es decir, tendrás el corazón que tienes ahora, el de Caesar-ya. Y con el tiempo me lo darás a mi y quedaras fuera de todo esto. - explico mientras ella deja de intentar pegarme

- ¿¡De verdad!? ¡¿Lo prometes!? - dice rompiendo a llorar mientras sus lagrimas caen sobre mi pecho

- Te lo prometo - digo soltando sus muñecas

Ambos nos relajamos por fin, en ese frio suelo de la zona fría de Punk Hazard.

Y de la nada, mis labios hacen contacto con los suyos, mojados por las lagrimas que han caído previamente. Un escalofrió recorre todo mi cuerpo cuando su fría temperatura enfría mis labios.  

Me quedo helado, pero Ermine-ya sigue con el beso. Por inercia, pongo una mano en su nuca para profundizar el beso mas. Con la otra me siento en el suelo, cruzo las piernas y ella queda sentada en medio. Aguanto el equilibrio y muerdo un poco su labio inferior antes de que se aleje de mi. 

Cuando nos separamos ella frunce el ceño. Se levanta y se encierra en la habitación de la derecha. Me quedo ahí sentado sin mas. 

- ¡Devuélveme mi corazón! - me exige 

- Ven a buscarlo - digo un tanto juguetón 

Ella se acerca a hacia mi muy decidida. Me tira de nuevo contra el suelo, y abre el abrigo que aun llevo puesto, de ahí, mete la mano en el bolsillo donde guardo su corazón y lo saca. 

- Recogido - dice con su corazón en mano - Muchas gracias capitán

Cuando van pasando los días descubrimos la verdadera misión de todo este experimento. Caesar-ya a mas de llevar a cabo el producto químico para hacer las smiles, esta desarrollando una droga para Big Mom, para hacer niños gigantes.

El científico sabe que eso que hace no lograra tener buenos resultados, pero al estar bajo ordenes directas de Big Mom no puede dejarlo. Y como mínimo tiene que averiguar la forma de buscar un resultado favorable para dicha younko. 

En cuanto a Ermine-ya, prácticamente no sale de su habitación. Y si coincidimos, actúa como si nada hubiera pasado. Me busca y me mira mas que antes, pero no ha mencionado nada, y mucho menos dirigirme la palabra. 

Cuanto mas tiempo pasa mas alto y mas responsabilidades obtengo dentro de este laboratorio. Monet-ya se encarga de cuidar a los niños que están bajo los efectos de dicha droga. 

- Oye Law - me llama Caesar-ya mientras me tomo mi café - Últimamente no veo a Ermine-san. Quiero darle faena 

- Esta bien - digo aunque no tengo todas conmigo si querrá trabajar - La iré a buscar. 

Voy a nuestra habitación y llamo a su puerta. Dentro, parece haber un silencio abrumador. No me ha dirigido la palabra desde que recupero su corazón, y los otros dos no han sospechado nada. 

- Ermine-ya, Caesar-ya quiere darte trabajo - digo después de volver a llamar la puerta - Si no dices nada, entrare - amenazo tranquilo 

El silencio sigue siendo su mejor defensa. 

Decido abrir la puerta, dentro, me encuentro una habitación muy descuidada. Intento abrir las luces pero solo consigo que salgan chispas de algún cable roto. Las persianas bajadas, ventanas cerradas, las sabanas tiradas por el suelo, el espejo de la habitación roto esparcido por el suelo. La puerta del armario desencajada del camino de esta y alguna partida por la mitad, en la pared varios boquetes. Otros trozos de pared en el suelo junto con el espejo. Las luces rotas y los cables esparcidos por el suelo soltando chispas de la corriente que reciben. 

Esta habitación es peligrosa, esta en muy mal estado. 

- ¿Qué mierdas ha pasado aquí? - digo al ver el panorama 

- Law - dice una voz mas grabe de lo que estoy acostumbrado - Vete 

- ¿Dónde estas, Ermine-ya? - digo intentando ver en la oscuridad de esa habitación - ¿Estas bien?

- Por favor vete - dice de nuevo con un tono suplicante - ¡Law vete! - me grita muy desesperada 

- Ermine-ya, quiero verte - digo andando con cuidado a la enorme ventana de la habitación - Voy a subir la persiana 

- ¡No! - grita pero sigue sin moverse de donde sea que este - ¡Law no subas esa puta persiana! ¡Por lo que mas quieras! ¡¡NO LA SUBAS!! 

- Solo un poco ¿vale? - digo tirando de la cuerda que dispone de la habitación para subir la dichosa persiana 

Oigo que ella gruñe cuando aparece la luz del sol. De todas maneras, en esta isla hace muy mal tiempo y el sol esta cubierto todo el día por nubes. Subo la persiana hasta un poco mas arriba de mis rodillas. Y abro la ventana para que entre el frio del exterior. 

Cuando me voy la vuelta veo el verdadero estado de la habitación. Nunca imagine que alguien como ella tendría una habitación así. 

- Ya tienes la habitación abierta... ahora vete - sigue diciendo 

Cuando sigo con la mirada de donde proviene esa voz alzo la vista. Ermine-ya esta atada al techo de dicha habitación, envuelta en una especie de capullo, de este caen gotas de sangre. Solo puedo verle el rostro, tiene varias marcas violetas en las mejillas hasta la mandíbula que se esconde dentro de dicho capullo. Los ojos los tiene mas rojos que nunca, si antes eran de un granate oscuro, ahora son mas rojos que la sangre, y a mas, los tiene como si fuera un felino. En la boca le sobre salen largos colmillos. 

- ¡No me mires! - dice escondiéndose - Soy la cosa mas fea del mundo ahora - susurra esa segunda parte pero lo oigo igual

- ¿Por que estas así? - pregunto 

Ella no responde, solo se esconde.

- Law vete de verdad, no quiero hacerte daño - dice suplicando 

- ¿Por que me ibas a hacer daño? - pregunto de nuevo

- Por culpa de mi raza hago daño a la gente cuando me pongo así - explica - ¡Ahora vete antes de que sea muy tarde!

- ¿Por que será muy tarde? - pregunto con esperanza de que me responda 

- Te lo he dicho muchas veces Law... - dice cambiando su tono de voz - Eres apetecible 

- Ninguna de esas veces he entendido el por que lo has dicho - digo en mi defensa 

Ermine-ya, que estaba colgada del techo, baja de repente. Se acerca hacia mi, muy lentamente. Lleva puesto un top deportivo negro y unos pantalones rojos, aunque no sabría decir si es por que están bañados en sangre. 

Se planta delante de mi y me coge el cuello de la chaqueta que llevo puesto. Me obliga a agacharme.

- Pues ahora lo entenderás - dice mientras esconde su cabeza entre mi cuello - Una vez estuve apunto de hacer esto, pero ahora no me iré sin mas - su aliento da de lleno con mi cuello y eso me eriza la piel - ¿Tienes miedo, capitán? - dice mientras su lengua recorre mi cuello de arriba a bajo 

Mis manos van hasta sus muñecas por inercia, intento apartarla cuando noto sus pronunciados colmillos hacer contacto con mi cuello. 

- Si haces eso será peor - dice suavemente - No te preocupes, no dolerá - dice cuando deja un beso cariñoso justo donde tenia antes sus colmillos - Y no te matare, se lo prometí a Bepo, Shachi, Penguin y Jean - dice 

Y de repente, me muerde el cuello, sus colmillos atraviesan mi piel. Noto como absorbe mi sangre a medida que esta brota de la herida. 

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¡¡Hola gente!!

¿Cómo estáis? ¿Habéis ido al salón? ¿Os lo habéis pasado bien?

Tengo una resaca encima del salón del manga espectacular. Nunca me defrauda.

Hasta la semana que viene no estaré de nuevo al 100% pero lo viviría de nuevo, aun con todo mi agotamiento.  

¡Nos vemos la semana que viene!

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